Noche por el bosque

OFF:
Eso no te lo crees ni tú, Lestat, xDDDDDD, lo siento, no lo he podido evitar.

ON:

*sonreí*

-Bueno Lestat, ¿y que hay de tí? Por lo visto de mi ya conoces varias cosas.

Al final Arshei me cogió, pero me pareció divertido, mientras yo jugaba a ella cada vez se le subían más los humos.

- Eres rapidfa ¿Eh? - Dije con una sonrisa forzada.

En ese instante apareció un licántropo al que no había visto nunca. Me recordaba a mi en mi primera vez en la taberna, educado y sin buscar problemas. Le gustó mi actuación.

- Muchas gracias, me llamo Ciel, ¿y tú? - Entonces aparecieron los famosos comentarios de Arshei, y le puso un mote a aquel licántropo, basura. Al menos estaba orgulloso ya que el mío era algo más original.

Llegó un príncipe de los vampiros, que resultó ser un renegado y por lo único que noté que le cayó bien a Arshei fue porque no le caíamos bien nosotros a él. El licántropo se fue sin responder a mi pregunta y vi cómo Arshei le quemaba el trasero *¡UFF! Eso tiene que doler*. Luego el príncipe ese y el licántropo hicieron un intercambio de sangre y dientes, algo que yo nunca había visto.

- ¿Cómo que yo qué? ¿Qué esperas que te diga a eso? - Vi como el vampiro tenía intención de irse, pero antes estuvo hablando de política con Arshei.

-No soy nadie de quien merezca la pena hablar... como ya dije a otros del lugar... practicamente un fantasma, y si se algo de ti, es porque todo el mundo lo sabe. Formas parte de la historia. *La mire fijamente y añadi* -Que quede claro que jamas pretendere alagra a un diablo... es solo un echo.

*Estaba a punto de marcharme, estaba seguro de que arshei y el angel caido tenian cosas divertidas que hacer...*

*le miré fijamente*

-Ten por seguro que mientras persigamos los mismos intereses de eliminar a la luz, nos veremos en el mismo bando. En el momento que éstos cambien... quizás seamos enemigos.

*le dije mientras se iba y me giré hacia Ciel*

-Que qué pasa contigo simulacro, tan calladito y tratando de pasar desapercibido... ¿acaso crees que la basura me hace olvidar las cosas como tú?

*dije y volví a pegar un mordisco a la manzana*

Cogí otra manzana del árbol. *Um... esta está más rica... *, pensé mirando a la manzana.

- ¿No he conseguido pasar desapercibido? Al menos me ha dado tiempo a contemplar esta magnífica noche, pero claro, sabiendo cómo eres seguro que te parece una porquería o algo así. -

Me bajé del árbol hasta una pequeña zona despejada donde se podían ver las estrellas muy claramente. Allí me senté cruzando las piernas y saqué de mi mochila un mantelito, unas galletas, unos vasos y una botella de whisky.

- ¿Te apetece sentarte aquí? - Dije dando unos golpecitos en el suelo.

*Mire al angel caido y luego a la diablesa friamente, sin expresar sensacion ni sentimiento alguno. Me aproxime hasta ella a paso lento y susurre a su oido* -Amigo y enemigo son terminos subjetivos, Arshei, tu bien lo sabes... *Cerre los ojos para volverlos a abrir color sangre, deseando muerte* -La guerra, que es lo que tu haces, no me resulta muy atractiva... *dije* ...los duelos, asesinatos, vejaciones... son mas placenteros a mi parecer. Pero ya sabes, que siempre que desees derramar un poco de sangre, si es con elegancia, estare dispuesto a acompañarte de buen grado.

-Ah si, *Recorde decir* -diviertete con el maestro, yo voy a ver a un par de peludos.

*miré como se iba Lestat después de sus palabras*

-Como quieras, yo batallo a mi forma.

*dije con indiferencia para después centrarme en el caído*

-¿La noche? es oscura, con el brillo de las estrellas. Ambos se necesitan pero rivalizan entre sí. Sin embargo, prefiero una noche oscura y cerrada con las mínimas estrellas posibles.

*comenté mientras volvía a morder la manzana. Si era listo, entendería que había querido decir con aquello*

Exactamente no se que quiso decir con eso pero yo seguí con mi picnic. Me puse a tararear una canción que escuchaba de pequeño.

- Bueno Arshei, ¿alguna guerra o conflicto últimamente? - Pregunté para sacar algún tema.

*le miré fijamente con odio y le pregunté irónica*

-¿Acaso piensas que te voy a responder a eso?

*volví a morder la manzana y lancé lo que había sobrado hacia atrás con indiferencia, la manzana voló tantos metros que se perdió de vista. Extendí las alas y alcancé otra manzana, a la que volví a morder mientras aterrizaba*

-¿qué tarareas? no me gusta.

*dije mordiendo de nuevo la manzana*

Seguí tarareando hasta acabar la canción, como sin hacer caso de lo que me había dicho. Cuando acabé saqué un bocadillo de la mochila y empecé a comer.

- Bueno si te molesta ese tema... - Respondí a su pregunta. - No se lo que tarareo, al decir verdad. Es una canción que recuerdo de cuando era pequeño. Es de lo poco de lo que me he querido acordar. -

Saqué otro bocadillo y lo extendí hacia Arshei para ofrecérselo, *Seguro que no quiere nada que provenga de un simulacro como yo*.

*Observé el bocadillo y lo ignoré, mientras recogía una piedra y la lanzaba con muy buena puntería hacia un cervatillo, al que le atravesó todo el pecho por la fuerza y la velocidad, matándolo en el acto. Una lengua de magma surgió de mi brazo trayéndome el cervatillo, que al momento comenzó a arder*

-La comida intoxicada no la acepto.

*comenté en referencia a que me la daba él. Me senté y con otra piedra (con el cervatillo aún ardiendo literalmente) me puse a hacer varios cortes, hasta que saqué un muslo del cervatillo envuelto en llamas, al que le pegué un mordisco*

-Y bueno simulacro, ¿qué te cuéntas?

*le pregunté en un intento repentino de tratar de ser mas amable con él, no le ofrecía el cervatillo porque dudaba mucho que le gustase probar una receta infernal.*

Me quedé impresionado cuando vi lo que le hizo a aquel pobre cervatillo. Nunca había visto nada igual.

- ¿Intoxicada?. No te preocupes que lo he hecho yo. - Dije intentando convencerla, aunque seguía mostrándose indiferente.

Cuando me preguntó me puse a mirar al cielo, como si me fuese a inspirar. Me levanté y di varias vueltas a un árbol. Luego cogí una piedra e intenté hacer lo mismo que ella, pero rebotó en el cuerno de aquel cervatillo.

- Estaba más lejos que el tuyo. - Me excusé. - Pues nada estoy intentando aprender a luchar, aunque veo que nadie me ayuda. No hago más que ver peleas por todas partes y yo no tengo ningún tipo de formación. -

*le miré*

-precisamente por eso está intoxicada.

*le expliqué y observé el patético intento de imitarme mientras pegaba otro mordisco al muslo*

-¿entrenarte? Por lo visto Aurora descuida mucho a sus súbditos. De todas formas, como maestro, deberías de entrenar tú a los comunes...

*me reí divertida*

-Por lo visto tomar el Limbo será extremadamente fácil...

*dije poniéndome pensativa, como si aquella posibilidad me tentase para luego decir*

-¡bah! de momento no, tengo suficiente con la aldea.

*comenté para después suspirar y mirarle mientras pegaba otro mordisco al cervatillo*

-Yo no te pienso entrenar, pero ¿qué es lo que no sabes?

*le pregunté con curiosidad, obviamente era alguien a quien la curiosidad la atraía mucho*

- No se si tengo que entrenar a nadie, pero si quieres entrar en el limbo lo vas a tener difícil. - La respondí fríamente.

Pegué un salto y llegué hasta el árbol, del que cogí otra sabrosa manzana. Luego bajé planeando hasta donde estaba antes y volví a hablar con Arshei.

- No hace falta, lo único que veo a todo el mundo pelearse y yo no ses si me veo capaz de hacerlo. - La repondí mirando al suelo.

*sonreí*

-No puede ser mas difícil que tomar la Aldea de los Cazadores del Mal y haberme regocijado del placer de ver como su líder moría pasto de mis llamas... para después destruir toda la aldea con mi aliada... y hacerla nuestra...

*dije con placer, obviamente aquella escenita me causaba mucho placer, se notaba ue me gustaba pelear e invadir. Le miré con una malvada sonrisa*

-Sé que a éstas alturas son muy pocos los que no se han enterado de que me pertenece esa aldea.

*dije para pegar otro mordisco al cervatillo y le miré con maldad*

-¿De veras crees que me resultaría difícil adquirir el Limbo? ¡bah! estáis demasiado débiles, si me enfrentase con mi raza caeriáis mas fácil que Ulrik.

*después le miré*

-¿Estar a la altura? es obvio que no simulacro, hasta un diablo común es mas poderoso que tú.

*dije con malvado placer*

La mirñe curioso escuchando todo lo que me decía.

- Espero que estés orgullosa de ello, porque me acabo de enterar. - Realmente no entendí lo que era Ulrik, pero sabía que era solo para fardearse. - Ya se que soy débil, pero no es para tanto. -

Empecé a recoger mis cosas y desplegué mis alas, ya era hora de marcharse.

- Adios Arshei, continuaré con mi camino - Empecé a ascender para luego volar mejor sin chocarme con los árboles.

*Saqué mis alas y le corté el paso*

-¡eh, simulacro! Espera un momento.

*dije impidiéndole continuar su camino y me metí una mano para sacar una carta sellada. Se la extendí*

-Ésta carta es para Aurora, entregásela. Y por cierto, que no la intente abrir nadie que no sea ella... o sucederá algo muy poco amigable.

*dije pensando en que si la abría cualquiera que no fuese ella el fuego del diablo sería lo mas inofensivo que sucedería*

De repente Arshei me cortó el paso y me dió una carta.

- No te preocupes, la guardaré como una tesoro. - Cogí la carta y volé rápidamente para que no me volviese a interrumpir Arshei en mi camino.

*Observé como se marchaba como si estuviese huyendo de mí. Solté una suave carcajada mirándo como huía, la verdad que me acababa de ahorrar bastante trabajo, quizás hubiera debido de intentar ser mas amigable con él. Suspiré y el fuego del cervatillo ardió hasta que se quedó reducido a cenizas. Unas llamas doradas me envolvieron... y desaparecí de allí*