Jardin de rosas negras

Estaba un poco a las afueras del castillo, era un lugar privado que poca gente conocia, intentaba imitar el gran rosal negro en medio del bosque. Era una explanada llena de rosales, solo rosas negras. La luna estaba grandiosa, hoy era dia de luna llena, era un gran espectaculo, las rosas se veian imponentes y tiernas a la vez devido a la luz, pequeños destellos azulados dejaban ver toda la explanada. Estaba sentada en la hierva al lado del rosal mas pequeñito de mi jardin, acariciando la flor con dulzura. Mi mirada se tornaba triste aunque mis gestos no querian dejar entender nada. No pude evitar recitar, una poesia gravada en mi cabeza.

-Después que me partí llorando
de quien jamás mi pensamiento parte,
y dejé de mi alma aquella parte,
que al cuerpo vida y fuerza 'staba dando,
de mi bien a mi misma voy tomando
estrecha cuenta, y siento tal arte
faltarme todo'l bien que temo en parte
que ha de faltarme el aire sospirando.
Y con este temor mi lengua prueba
a razonar con vos, oh dulce amigo,
del amarga memoria d'aquel dia
en que yo comencé como testigo
a poder dar, del alma vuestra, nueva
y a sabella de vos del alma mia.-

Una lagrima se queria escapar de mis ojos entornados, pero no la deje salir, me limpie con la mano esa unica lagrima que habia salido desde mi vuelta de la cueva y suspire, dejando que el aire se llevara todo sentimiento aflijido.

Acababa de volver de las cuevas del reino de los brujo y llevaba todavia todo el equipamiento puesto. Habia tardado más en llegar puesto que habia vuelto a caballo. Tenia que hablar con Ana de lo sucedido y me imaginé donde podia estar. No me sorprendi al verla sentada en el suelo acariciando una delicada flor. Tras oir los versos que recitó no pude evitar sentirme mal, culpable de su tristeza.
-Tanta hermosura no deberia perderse debido a las lagrimas. -Estaba en el otro extremo del jardín pero aun asi sabia que estaba reprimiendo sus lagrimas. No me atrevia a acercarme asi que esperé su respuesta.

No me atreví a echar la mirada para atras y verle, asique me quede mirando la flor, tampoco me sorprendí que intentara hacerme cambiar de opinion, si el queria lo que queria al menos lo tendria que intentar-No finjas mas, Walter, si en verdad eso que dijiste es cierto, yo ya lo e descubierto, no sigas mas con esta farsa que te as montado-susurre intentando comprimir el tembleque de mi voz e intentando deshacer el nudo en mi garganta.

Me quedé quieto en el sitio, apenas sin saber que responder.
-¿Pero como podria ser una falsa lo que siento por ti, lo que hemos vivido tantas noches bajo estas mismas estrellas? Tu felicidad era la mia y la mia era la tuya. Eso no se puede fingir. Y si de verdad piensas que lo fingia puede que te no demostrase realmente bien lo que siento por ti... Más como expresar algo inexpresable... -El sonido de mi voz quedó apagado, miraba al suelo, por miedo a lo que ella pudiera responder.

Me sorprendi por sus palabras y baje la cabeza, esta vez no pude aguantar, la presion era insoportable, lagrimas salian de mis ojos cerrados, para que, aunque sabia que no lo conseguiria, encerrarlas. Tenía razon, todas esas noche juntos en este mismo jardin, todos esos gestos, caricias y besos, dolia pensar que solo era una farsa, pero lo que mas dollia era que aunque supiera que lo era, seguir deseando que me abrazara y besara y que no me soltara nunca.-Me enamoraste Walter... en cuanto te vi, te convertiste en lo unico que ansie desde hace mucho tiempo, no se que es lo que me lleva a pensar que.. esto es una farsa... pero..-dije levantandome y corriendo a abrazarle -quedate con lo que quieras, con mi puesto, con todo... yo solo te necesito a ti... pero no me mientas- enterre mi cabeza en su hombro y antre mis manos aprete su camisa.

Vino corriendo y me abrazó. Correspondí su abrazo ocn fuerza, con miedo de que solo fuese una ilusión que fuese a desvancerse nada mas abrir los ojos.
-Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo. -Recité sin separarme de ella. -No quiero nada tuyo, no soportaria la idea de hacerte eso, no soportaria la idea de perderte.

Le mire a los ojos intensamente todabia lloriqueando, sus palabras habian conseguido que mi corazon volviera a latir deprisa , me puse a llorar de nuevo, esta vez un poco menos fuerte.
Le aprete fuerte entre mis brazos... no queria soltarle nunca... pasara lo q pasara...-¿como se q lo q dices es verdad...? las estatuas... te han preguntado... y tu no las mentiste...-dije en un susurro apenas auidible.

La miré con una calida sonrisa sonrisa.
-Las estatuas preguntaron pero no especificaron. Ahí reside su maldad. -Dije sin soltarla. -Te dije que no lo olvidaras...

Deje por un momento de llorar, recordando con la cabeza gacha, el dia subidos a la torre del castillo, haciendonos promesas de amor eterno, besandonos y abrazandonos intentando que el tiempo se detubiese, nuestro corazones latiendo al unisono y su mirada y sonrisa de felicidad. Definitivamente no podia ser una farsa enterre mi cabeza en su pecho.-perdoname.. es cierto, tengo tanto miedo a perderte.. lo siento-dije entre sollozos sin soltarle.-Te amo Walter.. no te imaginas cuanto te amo-

-No tienes por que lamentarte. Despues de todo ha acabado bien. Yo tambien te amo... Por siempre. -Dije todavia junto a ella. -Tal vez deberiamos volver al castillo, ha sido una noche muy larga.

Le sonreí calidamente, me alegraba que nos hubieramos reconciliado, pero algo me faltaba para terminar el dia, pero no sabía si hacerlo o no, al fin y al cabo yo habia montado todo esto embrollo. Miré hacia un lado y susurre -si, deveriamos irnos ya..-y me quede en silencio, todabia junto a el sin moverme.

Cogí su barbilla con suavidad para que me mirase a los ojos.
-Eh... ¿Que ocurre? -Podia notar que la pasaba algo., era bastante evidente.

Cuando me cojio la barbilla me sonroje e intente desviar la mirada.-Nada es solo que...-dije poniendome mas roja todabia.

Sonreí.
-Sabes que puedes decirme lo que sea. -Era verdaderamente encantadora cuando se sonrojaba asi que no pude reprimir una leve risa.

Le ví sonreir y no pude evitarlo, le bese, como si se fuera a acabar el mundo y quedaran unos segundos, al poco me separe y mire hacia otro lado.-Solo... era eso- dije volviendome a sonrojar.

Correspondí a su beso.
-¿Ves? No era tan dificil. -Dije ocn una sincera sonrisa.
El sol comenzó a asomar por el horizonte. Iluminando toda la escena, la luna aun no se habia ocultado del todo y permaneceria en el cielo durante el dia.
-Parece que hemos vuelto a pasar otra noche en vela, deberiamos dejar esta mala costumbre. -Dije bromeando.

M sorprendi un poco-sabias lo que queria, malvado-Sonreí-Parece ser que si jaja, bueno a mi no me importa- dije separandome de el y andando hacia el castillo.-Tenemos muuucho tiempo para dormir lo que queramos-dije parandome a unos metros para que Walter me siguiera.

Sonreí y la seguí en dirección al castillo. -Si, mucho tiempo.

Segun vi como Walter estubo a mi altura le cojí de la mano y le di otro pequeño beso, mientras nos encaminamos a nuestra habitación. Le sonreia con dulzura e ibamos hablando de cosas muy diversas en el trayecto, dejando atras mi precioso jardin de rosas negras cada vez menos iluminado por la luna y mas iluminado por el sol.