Nueva citación (Los hay que no aprenden xD)

Me adentre en la taberna, el sordido ambiente de siempre. Borrachos de aqui para allá, la típica pelea de bar, el barman indiferente ante los sucesos... "Es bueno para el negocio." Decia siempre. Todos los que fuesen un poco inteligentes habrian descubierto que hacia pagar varias veces el valor de los objetos destrozados a los que lo destrozaban.
Miré a mi alrededor y no vi a las personas que esperaba, no tardarian en llegar. Con mi aura reducida fui a sentarme tranquilamente en una de las esquinas de la taberna desde donde pudiese vigilar la entrada. Pedí al barman un buen vino y esperé mientras bebia. Levaba ropa elegante y negra, con una larga capa negra y un sombrero de ala ancha tambien negro, lo que me permitia ocultarme bastante bien de miradas indiscretas.

Entré en la taberna y sentí enseguida el aura de Walter en una esquina. Me acerqué a él:
-- Buenas noches caballero.

Me quité el sombrero y lo colgé de una de las perchas de la pared lanzandolo para asi poder mirar a la cara a Elinor.
-Muy buenas noches señorita. Me temo que nuestro otro acompañante todavia no ha llegado. Tomad asiento por favor. -Dije señalando uno de los sitios delante mia.

Llegué a la taberna, tan apestosa como siempre. Una vez dentro, vi a Walter y a Elinor.
-Saludos, una noche espléndida, ¿no les parece? - dije haciendo una reverencia a la reina de los brujos. Al levantarme le ofrecí la mano a Walter en señal de saludo
-Creo que es momento para hacer nogocios, bien, creo que vos, majestad, ya sabéis que es lo que necesitamos.

Me senté y salude a Asp con un asentimiento:
-- Si, conozco los objetivos de esta reunion.

Estreché la mano de Asp.
-Si que hay cosas que hablar, sin embargo este no creo que debamos hacerlo aqui. -Señalé a varios sujetos de la taberna con la cabeza. parecian señalados al azar pero sin embargo no lo eran, despues de todo tambien parecian humanos corrientes. -Aquel de alli maneja el viento, se entretiene levantando las faldas de las chicas y ese otro de alli le observa y no sorprende, solo pone cara de desaprobación. -Se pudo observar lo que dije, solo habia que fijarse un poco. -No me gustan los espias y ese ya lleva un tiempo por aqui. Propongo ir a un sitio mas tranquilo, Elinor. No se si sabeis a loq ue me refiero. -Parecia claro a lo que me referia.

-- Si, nos veremos en la Torre, confío que guiaras tu a Aps -- dije y sin más palabras salí de la taberna y me marche en mi escoba.

-¿Viento? Jajaja, es curioso, ¿verdad Walter? Si quieres puedo encargarme yo de ellos... - lancé una mirada divertida al vampiro - No creo que se conveniente que nos molesten más.

-No creo que haga falta encargarse de nadie, por lo menos no directamente. -Dije mientras me levantaba de mi sitio y volvia a colocarme el sombrero en la cabeza. -Sigueme, aqui esta todo controlado. Además, no deberiamos hacer esperar a una reina. -Dicho esto salí de la taberna y esperé a que Asp me siguiese.

Eché una mirada asesina a aquellos que supuestamente nos estaban espiando e hice una mueca sádica. A continuación me dirijí junto con Walter a nuestro destino.

Nada más irnos comenzarón a oirse gritos dentro de la taberna, gritos de autentico terror. La muerte se cernió sobre el lugar, con su manto negro y negra guadaña. Posiblemente solo el barman y alguna camarera saldrian con vida de ahí esa noche y es que no me gustaba dejar las cosas a medias. Slither y Herondale terminaron su trabajo en un abrir y cerrar de ojos, el silencio volvió a extenderse por el lugar. Mis dos siervos desaparecieron tal como habian llegado, devorados por las sombras.

*El diablo que miraba mal al diablillo que levantaba las faldas logró huir al Infierno malherido, al igual que el otro. Sin embargo, también significó unas cuántas quemaduras y arañazos a Slither y Herondale. Obviamente, el otro diablo, el serio, era de fuego.*