Buscando

-Me temo que lo vi todo. Por si no lo recuerdas en la aldea me ordenaste destruirlo todo. -Dije mirandola a los ojos.

Observé la situacion en silencio. Con tantas explicaciones puede hacerme una idea de que había pasado. Entonces comprendí aun mejor las heridas de su rostro

-vi.. viste como mi padre me cortaba la cara..-me quede atonita-no.. no recuerdo-me aparte de el, estaba confusa, ¿que era todo eso?

-O gracias Walter, e de agradeceroslo-dije con tono frio y distante y me volvía a sentarme al lado de Andrew. No lo podia creer, el dolor todabia perduraba por aquello y el escozor dentro de mi cuerpo a veces era casi insoportable.

Lo bueno es que estamos todos vivos no? Además no te gustaban los gatos Ana? Te queda bien -la sonreí para quitar un poco de peso a la situación.

Vi como se molestaba, increible, era ella la que salia del castillo sin avisar y luego se mosqueaba porque no habia podido actuar a tiempo.
-Lamento no poder leer vuestra mente majestad y no haber podido saber por lo tanto que hibais a salir sin mi. Creedme que fui lo más rapido que pude, que no fue poco. Pero si no estais contenta con el trabajo de vuestra guardia tal vez deberias guillotinarme, asi no volveré a decepcionaros. -Evidentemente estaba molesto con el hecho de que hubiese abandonado el castillo sin mi y más aun de que despues me culpase por no haber podido intervenir.

Miré a Ana. Podía saber perfectamente tus sentimientos, casi como si yo los sintiera... nada podía escapar a mi olfato.
Por primera vez en mi vida, senti algo de soliraridad por un vampiro... esa mujer no era como el resto de vampiros... no discriminaba a nadie por la raza que fueran y trataba de ser buena con todos. Su corazon era puro... almenos lo mas puro que se puede ser cargando esa maldicion
Escuché a Walter, tambien oli su enojo.

Suspiré.

-Dejar de discutir, ostias; me dais dolor de cabeza. Ambos sois tan culpables como inocentes

Miré a ana.

-Te duelen?-pregunté, refieriendome a los cortes de su cara

Iba a responder cuando Andrew me interrumpio entonces me quede callada.-Si lo hacen, todabia estan abiertas-Obiamente la gente ya lo deveria saber, eran azuladas todabia, el corte no habia sanado, habia pasado un tiempo pero tabia me daban crisis a veces.

Tras su respuesta, agaché la cabeza y hurgé en mis bolsillos.
Saqué una pomada algo gastada.

-Agg... no se nisiquiera por que hago esto...-estiré el brazo ofreciendosela-Es una pomada que conseguí hace unos años de un mago... digamos que... la tome prestada. Sirve para la rapida cicatrizacion y calma considerablemente el dolor.

El comentario de Andrew me calmó, me habia dejado llevar. Hice un esfuerzo por tranquilizarme. Aun me costaba creer que se hubiese ofendido por eso.
Miré como Andrew ofrecia la pomada a Ana sin decir ni una palabra. Clavé mi mirada en el suelo. Los pensamientos cruzaban mi cabeza rapidamente, iban y venian sin quedarse demasiado tiempo.

Todabia cabizbaja vi la pomada que me extendia Andrew y la coji todabia soprendida, cuando le conoci estaba segura de que en un futuro no muy lejano no me daria ni la hora. Me senti feliz ante ese gesto y sin poder contenerme le di un pequeño abrazo, me aparte-Muchas gracias.. Andrew n.n-Eche un rapido vistazo a Walter, pero no pude decir nada.

Cuando se apartó de mi me sacudí todo el cuerpo escrupulosamente.

-Aggg, ahora tendre este repugnante olor a vampiro en la ropa durante una semana...-paré d sacudirme, aun sin perder del todo la cara de asco que no pidía evitar poner-Echatela una vez al dia y en menos de una semana no te dolerá en absoluto y abra cicatrizado con efectividad... eso si... dudo que de unos cortes asi se te borren, la señal perdurara... Solo pido una cosa acambio de ella, y esto tambien va por ti, Walter.-dije mirandole-Dejar de discutir por cosas absurdas y aprobechar que podais compartir vuestra vida juntos, sin nada que os separe. Puede que algun dia os tengais que separar y creerme... la eternidad se paga cara si los recuerdos no dejan de atormentarte.

Dicho esto, me levanté del suelo y sacudí los pantalones.

Cuando me acordé de lo que me contó Andrew un escalofrío recorrió mi espalda. Intenté que no me oliese así que pensé en que iba a hacer a partir de ahora, ya que no tenía ningún plan. Eso disfrutad -y le dediqué un pensamiento a Sakura.

Baje la cabeza de nuevo, es cierto, era tonto discutir por algo asi, me levante y mire a Walter.-Vale yo, lo sien...-pare de ablar repentinamente. Lo volvia a notar. Un pinchazo en las mejillas, un escozor y luego como si miles de lenguas de fuego bajasen por todo mi cuerpo y me estubieran quemando por dentro, mis musculos se tensaron, no podia moverme. Grite de dolor y cai al suelo, me agarre la cabeza. Parecia que me iba a estallar.

Miré a ana sorprendido.

-Ostia puta, Walter, que la pasa!?

Me asusté y me acerqué corriendo a Ana. Observé sus heridas y estaban muy inflamadas. No sabía que hacer. Miré a Walter y pensé que el siempre sabía lo que había que hacer.

Miré con angustia la reacción de Ana y nada más verlo fui corriendo hacia ella y me agache a su lado.
-Es ese material. En los vampiros causa una especie de reacción alergica muy fuerte, evita que las heridas cicatricen y produce rachas de agudo dolor durante algunos meses en el lugar del corte. Mierda... -Lo dije de manera atropellada. No sabia si iba a funcionar pero abrí el bote de pomada que le habia dado Andrew y la apliqué en las heridas mientras sujetaba su cara para que no la moviese. Por lo menos deberia paliar un poco el dolor.

Mientras Walter me sujetaba la cara intente devatirme e incluso intente clavarle los colmillos en un par de ocasiones, al poco rato el dolor fue disminuyendo, hasta que ya solo era un escozor normal. Estaba temblando y sudando. -Lo siento..- dije sintiendome un poco culpable, mientras miraba hacia otro lado.

Me acerqué a ella y me agaché, apra contemplarla mejor.
Examiné sus heridas.

-Con esto no te dolerá tanto... mucho menos pasara lo que acaba de ocurrir-miré a walter-una vez al dia, entonces se le curará rapido y no volverá a tener ataques así... Esas armas vuestras son muy peligrosas...

Cogí a Ana de la barbilla para qu em emirase.
-No, yo lo siento más por no poder llegar a tiempo. Y era verdad.
Entonces se acercó Andrew.
-No son nuestras, son una abominación, para nada eticas. Para eso fuimos a esa aldea, para destruir las últimas minas de ese material. Ahora solo queda la daga que Ian tiene en su poder.

Cuando Walter me dijo eso me sentí mal, me incorpore un poco.-Por eso os pido que la utiliceis sabiamente-Me sentia debil y la sangre me hervia de rabia, pero no podia dejar que me instinto me dominara, otra vez no.-Gracias otra vez Andrew..-susurre, mientras le miraba fijamente.

Me quedé pensativo. Aun mas cuando me percaté de que estaba preocupandome por una vampira y estaba hablando con el hermano que debia matar por se de su misma raza...

Me levanté y suspiré.

-Tu echale la pomada y todo ira bien. Yo me voy... no soporto mas tiempo controlando mis instintos. Adios, Walter... Ana. Nos vemos, Ian... ten cuidadito con quien te juntas.

Escuché a ana y me giré un poco para mirarla, pues ya me había dado la vuelta para irme.

-Tu mejorate y punto.

Y me fui con las manos en los bolsillos y medio entonando una cancioncilla de la infancia a modo de silvido.

Tendré ese cuidado que me pides -le sonreí. Miré a Ana y Walter. Bueno yo también me voy que mi primita me ha pedido una cosa. Pero antes una cosa... Me senté con las rodillas cruzadas y cerré los ojos. Me concentré e hize un mapa olfativo (la única manera de oler lo que hay más allá de 3 kilómetros) y lo expandí hasta donde más podía. Al parecer lo que buscaba debía estar más lejos de unos 15 kilómetros a la redonda ya que no lo encontraba. Volveré en un par de días, si no tenéis noticias de mí podéis preocuparos, si quréis claro -Me levanté y me fui corriendo. En menos de 5 segundos ya no me podrían captar. Seguí corriendo en una dirección aleatoria.

Cuando comenzó a silvar no puder evitar sentir nostalgia, era una cación que nos cantaba nuestra madre de pequeños. Sonrei.
-No te preocupes Andrew, la proxima vez te dejaré intentar matarme. Pero prometeme que te harás más fuerte. -Eso último lo dije casi para mi mismo.
Miré a Ana todavia preocupado, tenia mejor cara.
-Muy bien Ian, volveremos a vernos.