El Extrangero del Norte

*Abri la puerta de la taberna y un viento helado nada natural entro conmigo a la sala. Apoyandome en mi largo baston camine hacia la barra. *

-Camarrada Camarrero, sirrvame un vodka blanco del norte por favor. *Mi acento norteño recargado (en las r sobretodo) me descubrio como extrangero. El hombre me miro de arriba abajo... vestia algo diferente a la gente de aquel lugar, echo que junto a mi acento le haria dudar si podria pagar.* -Puedo Pagarr en plata.

*El tabernero asintio y me sirvio... pero no pasaria mucho tiempo tranquilo y solo en aquel lugar...*

Entré en la taberna y me sorprendí por la corriente de aire frío que me recibió. "Esto no parece aire acondicionado, y aun no hace tiempo de ponerlo" pensé, extrañada, aunque enseguida localicé de dónde venía el frío. Había un mago de mas o menos del mismo nivel que yo en la barra cuya aura transmitía aquel frío que tan poco familiar me resultaba, dado que yo llevaba sangre sureña. Alcé las cejas bajo la venda y encontré por ecolocalización una silla libre en la barra no muy lejos del mago, así que me senté allí.
-Camarero, tráeme un licor de moras- ordené.
-Enseguida, preciosa- dijo. Apostaría a que me había mirado el escote aprovechando mi ceguera, pero no dije nada y me limité a fruncir el ceño.

*Mire a la diablesa, era hermosa, y algo siniestra... ciega por lo que parecia. Estube tentado de iniciar conversacion con ella. Pero me resisti, era nuevo en las tierras y no sabia cuan belicosos eran sus habitantes.*

-Otro *dije al camarero levantando mi vaso vacio.*

Cuando el mago entró en la sala pude percibir el aire gelido, disfruté de su contacto que ami ver era delicioso. Sonreí para mi. Estaba sentado en la barra y no necesité esforzarme mucho para percibir su aura, demasiado luminsa pero con un tono gelido encantador, y rastrearle. Yo, como siempre, llevaba mi aura completamente reducida.
Más tarde entró la diablesa conocida como Angela con la que no habia tenido demasiado contacto.
-Muy buenas noches. -Dije cuando se sentaron en la barra a pedir. Estaba removiendo con los dedos una copa de cristal que contenia un jugoso liquido rojo.

*Mire al vampoiro... No me habia dado cuenta de que estaba, claro que tampoco me habia fijado mucho. Incline la cabeza a modo de saludo y tome un sorbo de mi bebida. Si... el calor iba entrando en mis huesos... y curiosamente mi cuerpo no dejaba de hemanar frio.*

Iba dando una vuelta y olí a lo lejos a un mago nuevo y me entró la curiosidad. Según me acercaba a la taberna comenzé a oler ese frío que le caracterizaba. También olí a un vampiro cuyo olor me sonaba y a una diabla desconocida. Entré y pedí una coca-cola ya que no me apetecía nada de alcohol. Me senté en una mesa solo, saludé con la cabeza a Walter y me mantuve apartado.

*Levante la vista y vi a un licantropo, parecia un buen ejemplar, y en buen estado. Me abligue a mi mismo a ir hacia el. Me sente en su mesa*

-Saludos camarada *dije estrechandole la mano* - Soy nuevo por estos lares... veo que la oscuridad abunda ¿me equivoco?

No lo sabes tu bien amigo norteño. -le dije después de estrecharle la mano. Noté como el frío entraba en mis venas pero decidí ignorarlo. ¿Qué hace por aquí? Si busca algo puedo ayudarle a encontrarlo.

-Bueno *respondi riendo extrañamente* -Aqui vine a beberr perro si fueras tan amable... me gustarria pedirte unos pelos... perro cuando estes transformado... en uno de tus entrenamientos mismamente. No tengo prrisa... te ruego no desconfies.
*Me acerque hasta que mi boca casi rozaba su oido izquierdo. Nadie mas prodia escucharlo.* -Busco crear en mi laborratorio un repelente de vampirros.*Retrocedi sonriendo hasta volver a sentarme a la mesa. Mire mi vaso y dije*

-Camarrero, otro

-Oh, ¿un repelente de vampiros? ¿Y como funcionaria eso? Si no es mucho preguntar. -El oido de los vampiros era bastante excepcional y un susurro a unas mesas de distancia no era demasiado teniendo en cuenta el extraño silencio que se dejaba notar en la taberna. Cuando hablé lo hice desde una silla al lado de Ian, no me abrian oido ni levantarme ni moverme puesto que no habia hecho ninguna de las dos cosas. Tan solo Ian habria podido imaginarse que habia hecho puesto que ya me habia visto utilizarlo en más ocasiones.

*Mire al vampiro, no deberia haberme escuchado pero la situacion ya estaba dada.*
-Si... o eso intento... una especie de spray parra lanzar a los vampirros cuando ataquen a sus victimas. No hierre, solo es desagradable en extremo y pone las cosas mas equilibradas... Espero no os ofendais camarrada vampirro.

*Le sonrei pero mi mano sujetaba fuertemente mu baculo... Los vampiros no eran famoso precisamente por su debilidad.*

-Vaya... ¿Y no creeis que un olor tan desagradable como ese podria dar nauseas a los licantropos? -Dije reclinandome contra el respaldo de la silla manteniendola unicamente sobre sus patas traseras. Mi tobillo izquierdo estaba apoyado sobre mi rodilla derecha de manera que las piernas estaban sin cruzarse del todo.

-Bueno... *dije haciendo algunos calculos.* -si... solo tendria que cambiar unos pocos ingredientes... Claro que estas formulas solo las conozco yo *añadi sonriendo* -Y estos muchachos demuestran ser buenos guerrerros cuando hace falta.

-Con los vampirros por otra parte me entiendo mejor, perro no son tan predecibles ni se pueden hacerr alianzas facilmente... *Me rei* -He comenzado a divagar, disculpame... ataques... ataques de vampirros... ataques de licantropos... quizas si deba desarrollarlo joven.

Me rei con ganas. Era un mago bastante curioso.
-Si de verdad pretende crear un repelente contra los vampiros y los licantropos deberia tener cuidado. Podria ser interesante la reacción de los licantropos frente a tamaño olor.
Puede que a vampiros como a mi nos haga mas entretenido el juego de la caza, pero tambien aguará la cena a otros. Puede que alguien trate de deter esos experimentos. -Dije con una sonrisa. Me di un pequeño impulso en la mesa para balancear la silla dejandola en equilibrio sobre sus dos patas traseras. Desaparecí y reaparecí al lado del mago con mi mano extendida, la silla tardó un poco en desequilibrarse y volver a colocarse sobre sus cuatro patas.
-Mi nombre es Walter, Walter Wingates. Un placer... -Dije aun con la mano extendida esperando su respuesta.

*Estreche la mano del vampiro. No parecio que le molestara demasiado que fuera como el hielo.*

-Encantado Camarrada Walter... esto... soy Vladimir Ilich, del norrte. *Examine al vampiro con interes. En mi tierra los vampiros eran un mito que pocos sabiamos real, pero ya habia oido decir que aqui la cosa era muy diferente.*

-Respecto a que alguien intente detenerme... solo necesita darme buenas razones y lo discutirria... si lo intentarra por la fuerza, bueno *me encogi de hombros* -Prometo no dar muchos puñetazos *me rei alegremente ante mi cutre ocurrencia; un mago peleando a puñetazos.*

Me reí. Su mano era fria, pero no me molestaba en absoluto, al igual que su aura, de hecho en su aura habia cosas que me incomodaban más como su luz.
-No creo que sean sus puñetazos lo que debamos temer señor Vladimir.
¿Un buen motivo seria la extinción de todos los vampiros que fuesen incapaces de alimentarse? Entiendalo, no todos los vampiros disfrutan del mismo poder y habria muchos a los que su invento podria poner en problemas. -Dije clavando mis ojos carmesí en los suyos.

*Guiñe un ojo al no muerto* -He ahi la gracia mi recien descubierrto amigo. Sobrevivirran los que lo merrezcan. Un exceso de depredadorres puede acabar con las presas y entonces todos-todos morrirrian

*Acabe mi baso de un trago y me dirigi al camarero.* -Otro *Volvi a mirar al vampiro* -Por sierto, llamame Vlad

Arqueé una ceja. -¿Gracia? Siento que la casi extinción de una raza no me parezca graciosa, por esa regla de tres los humanos deberias recibir tambien su castigo, ellos comen a los animales a un ritmo mayor del que nosotros podriamos devorarlos a ellos. -Me encogí de hombros.
-Y el mismo caso para todas las demás razas que se alimentasen de otras como son los licantropos. No me parece justo limitar la criba a los vampiros.

-No, tienes razon Walter, los licantropos merecen las mismas condiciones... de eso ya me percate gracias a ti antes... y respecto a los humanos... ya padecen por su ansia de carne, se contagian de enfermedades, se matan entre ellos... Me parrece lo mas justo.

*Me acerque a el para decirle algo cuando recorde algo aun mas apremiante* -Camarrerro ¿y mi vodka?

*Le mire a los ojos largo rato antes de responder.* -Tus palabras son diganas a tener en cuenta joven.
*Bebi un trago.* -Y me han convencido *añadi sonriendo y dandole una fuerte palmada en la espalda.* -¡Querras celebrarlo! ¡Camarrerro! invito a mi nuevo camarrada vampirro a lo que quierra y a mi... mirra, como tardas tanto traeme tres vodkas mas.

Sonreí. No habia resultado muy dificil.
-No quiero nada gracias, estoy saciado. Eres un mago interesante Vlad. -Dije.
-¿Que es lo que te trae por esta parte del mundo? -Algun dia esa curiosidad me traeria problemas, pero hasta ahora habia sobrevivido. Mis ojos carmesí se clavaron en los suyos reflejando una gran curiosidad.

*Sus ojos se reflejaron en el azul helador de los mios.*

*Sonrei* -Yo no hago nada mas que intentar ayudar a los seres inteligentes de este mundo. *Dije intentando englobar a todas las razas.* -Lo consegui en mis tierras, ahora lo intentare por aqui *Le mire y añadi* -De alli donde procedo rechazar una copa es una ofensa... *Sabia que no habia sido esa su intencion, pero me pretendia que lo tubiera presente.*

La verdad que me parecía interesante ese proyecto suyo pero también creía que Walter tenía razón. Prefiero matar vampiros con mis garras que usar instrumentos externos. Pues yo si quiero un vodka pero si puede ser con limón. -le dije al camarero. Yo no soy tan fuerte estomacalmente como usted, amigo Vladimir.

*Mire al licantropo, casi me habia olvidado de el.*

-Oh, ni tu ni nadie mi lupino amigo. Nadie puede beber, pelear, o vivir a las mismas temperaturas que yo y mis compatriotas. *Dije alegremente* -¡¡¡Por el Norte!!! *grite alzando mi baso, bebiendo su contenido y haciendo lo mismo con el que tenia al lado. Ya solo quedaba otro vodka en la mesa.*