En lo alto de la montaña

Subí a lo más alto del pico de aquellas montañas, con mi gran esfuerzo. Hacía un frío demencial y la nieve impedía moverme con normalidad. Sin embargo, aquel lugar era perfecto. Desde el acantilado más cercano miré abajo. Eran muchos metros de altura... Pero sin miedo, me tiré por aquel barranco. Sentí el aire de la caída sobre mi cara.

El suelo ya estaba cerca, desplegué mis alas y empecé a volar por todo el paraje. Realmente eso calmaba mi mente y mi cuerpo, así que lo repetí unas cuantas veces más.

no había visto todavía las montañas del reino, asique fui en busca de ellas.

No me imagine que allí hiciese tanto frío....debería haberme traído algo mas de abrigo >< a los pocos minutos me dí cuenta de que no estaba sola.

habia alguien mas allí.

-¿hola?

Sentí la presencia de un ángel caído desconocido. No entendía como era posible que alguien visitara aquel lugar. Vi de lejos que era una chica algo desorientada.

Aterricé cercano a ella.

-No creo que este lugar sea el adecuado para dar una vuelta - la dije mientras cogía unas cuantas ramas.

parecía un hombre un tanto rudo y hosco. Pero no era tan inocente como él creía.

-Creo que se perfectamente por donde puedo ir y por donde no, pero gracias por preocuparte.

Estaba helado del frío que hacía allí, por ello había buscado una cueva mientras volaba y me dirijí hacia ella con las ramas en los brazos.

-Si no quieres morir en este sitio más te vale encontrar un refugio.

mire al rededor en busca de alguna cueva donde poder refugiarme.

-El frio tampoco es un problema para mi, mi elemento es el del fuego.

-Tú misma, pero nadie vendrá a recoger tu cadáver si caes aquí muerta.

Dicho esto alcé el vuelo y me dirijí a la cueva. Una vez allí hice una hoguera y empecé a calentarme.

Me quedé observándole un rato.

-Que simpatico eres- le dije sin rodeos.

La miré de reojo y solté una media sonrisa sarcástica.

-Realmente lo soy. Pero es algo que te perderás si sigues ahí parada congelándote.

Le devolví la sonrisa.

-Supongo que debería darte la razón y buscarme un refugio.

Cuando dijo eso me dirigí a la cueva que había pensado para resguardarme y la comenté:

-Esa cueva es un buen lugar. Prepararé una hoguera.

ya empezaba a sentir el frio en mi interior.

-Si, sera mejor que vayamos allí.

le seguí.

Mientras estabamos calentándonos en la hoguera la miré fijamente y la pregunté.

-Y bien, ángel caído, ¿cuál es tu nombre y que te trae por aquí?

Le mire seriamente.

-Mi nombre es Sora Takenouchi y solo daba una vuelta por aquí.

La miré con una gran seriedad en mi rostro, y justo después comencé a reír entredientes.

-En verdad todos los caídos estáis locos, jajaja. Mi nombre es Aspicious Oicilpus, un placer - respondí volviendo a la normalidad.

-Encantada- luego repare en lo tarde que era- me gustaria quedarme aqui hablando un rato mas contigo pero he de irme. Losiento ya nos veremos.

Desplegue mis alas y me fui.