El alma descarriada

La aldea de los cazadores del bien cada día era más aburrida. Ningún cazador era lo suficientemente fuerte como para alzarse sobre el resto, y mucho menos si quiera alcanzar a su rey. Decidí dar una vuelta junto con Sebastian. Llegamos a un acantilado muy escarpado. En el horizonte solo se veía el mar. Estaba a punto de anochecer. Me senté en una piedra mirando al infinito, con la cara muy seria.

Como en otras muchas ocasiones me encontraba escalando un gran acantilado, no me cansaba demasiado pues lo hacia varias veces, me giré un poco y pude ver el paisaje-Puff... que bonito, merece la pena-dije para luyego seguir subiendo, al rato conseguí llegar al borde y con esfuerzo me senté en el borde, pues estaba cansada-Wuaa, esto es mas bonito que desde abajo-me pusé de pie y al girarme me di cuenta de que estaba William sentado en una piedra, su cara seria me asusto durante unos segundos, pero luego me repuse-L-lo siento.. te e interrumpido...?-

Sumido en mis pensamientos apenas me di cuenta de la llegada de la vampiresa hasta que la tuve al lado. Desvié la mirada hacia ella. En realidad no le tenía rencor, pese a que habíamos tenido un serio roce cuando nos conocimos.

-No es molestia, señora de los vampiros. Todo está tranquilamente - dije sin eliminar la seriedad de mi rostro.

Mediosonreí-Luccie, me llamo luccie no señora de los vampiros-me rasqué la nuca era extraño verle tan.. como expresarlo tranquilo-De veras?... con esa cara cualquiera lo diria-dije refiriendome a su cara superseria.

No desvié la mirada ni cambié mi semblante mientras la escuchaba. Cuando la respondí hice una mueca siniestra.

-Realmente no pasa nada. Pese a lo que puedas pensar, no soy rencoroso, así que no te tengo en cuenta que la última vez quisiste matarme.

Y dicho eso solté una breve carcajada, mas estaba hueca.

No entendía nada de lo que hablaba-Rencor por intentar matarte? cuando?-dije rascandome la cabeza mientras pensaba en los acontecimientos pasados, un escalofrio recorrio mi espalda cuando rió-Me acabas de dar muy mal royo..-dije intranquila, todos sabian que era demasiado asustadiza.

-Así que no te acuerdas. Bueno, supongo que así es mejor para todos - dije encogíendome de hombros.

¿Cúales eran los motivos por los que estaba tan serio mirando al horizonte? No había ocurrido nada en los últimos meses. Realmente estaba bastante aburrido y necesitaba hacer algo para sentirme vivo. De nuevo una una mueca siniestra mientras preguntaba.

-¿Por casualidad no tendrás algún trabajo sucio del que quieras desprenderte? Soy especialista en ese tipo de temas.

-A que te refieres con trabajo sucio?-pregunte realmente inquietada

-Oh, ya sabes, cosas que preferirías mantener en secreto. Cosas que sería mejor que nadie supiera... - dije casi susurrando - Aunque... Quizá no tengas nada que me interese.

Sebastian se acercó a mí y empecé a acariciarle el pelo. Se tumbó a mi lado y empezó a ronronear.

Bajé mi cabeza haciendo que mi flequillo tapara mi cara-No-no se a que te refieres-me puse nerviosa-no te-tengo nada de eso-

-Me lo imaginaba... Eres demasiado buena para eso, jajaja. No importa, olvida lo que dije.

Dirigí esta vez mi mirada hacia ella. Había notado su nerviosismo.

-Realmente parece ser que no recuerdas que maté a una de tus camaradas, y que estuve a punto de matar a un amigo tuyo. Sinceramente, yo si fuera tú no estaría tan feliz aquí pasando el tiempo conmigo, ¿no crees?

De nuevo hice una sonrisa malvada.

Levanté levemente la cabeza-Yo... -recorde lo que pasó con Remilia y Aral, la verdad no me gustaba recordarlo, habia dejado muchas preguntas sin responder pero sabía que no quería saber la respuesta, baje de nuevo la cabeza-El pasado es el pasado... no tiene caso seguirlo recordando-

Aquella respuesta me hizo gracia.

-Jajaja, Luccy, Luccy, en verdad eres como me imaginaba.

Me levanté y me acerqué, tendiéndole una mano.

-Sé que no hemos empezado con buen pie, pero tampoco quiero estar de malas contigo. Tú eres una vampiresa. No tengo nada en contra de los seres del mal.

Levante la cabeza sorprendida y cuando me tendio la mano se la tendí yo a el-Entonces.. nada de rencores?-dije con ilusion. Pronto me di cuenta de lo otro que habia dicho-y.. e.. como se supone que soy?-

-Eres una persona con demasiada bondad... - respondí con mi típica sonrisa siniestra - Algún día puede que te arrepientas de ello. Todos nos arrepentimos de errores cometidos en el pasado, los cuales es imposible remediar.
Miré hacia el horizonte y concluí mi frase.

-Ten cuidado, solo te digo eso.

Me sorprendi al escuchar esas palabras de su boca, pero simplemente no respondí, despues de un breve rato de silencio susurre-Si me conocieras de verdad... no dirias eso-deje que el viento se llevara aquellas palabras y suspiré agradecía que el tema de conversacion anterior hubiera pasado de largo, sin meterse mucho en lo que pasó en verdad.

La miré algo divertido. Podría ser que en el fondo guardara los secretos más siniestros que pudiera imaginarme y sonreí pícaramente.

-En ese caso me alegraría de estar confundido, jajaja.

Sonreí, nadie nunca habia convivido conmigo el suficiente tiempo como para descubrir mis mas profundos secretos. No dije nada mas sobre aquel asunto, no me gustaba mentir asi que preferí no decir nada y dejarlo pasar-Eres muy raro..-susurre despues de un rato de silencio

-¿Raro? Jajaja. A todas las almas descarriadas nos llaman raros, pero no se trata de ser diferente de lo normal... Se trata de ser uno mismo - respondí mientras me brillaban los ojos.

La miré fijamente con mi típica sonrisa, mi gema luciendo levemente y mis ojos casi salidos de mis órbitas.

-Muchos dicen que doy miedo. ¿Es eso también verdad?

Le miré con sorna, con una cara que se definiria como grosera con una media sonrisa-Muchas cosas dan mas miedo que tu, sin embargo algo de mal royo si que transmites-

Cuando dijo aquello volví mi rostro al normal y comencé a reir alegremente.

-¡Por fin alguien que es sincero conmigo! Jajaja.

Ante su risa no pude evitar soltar una breve carcajada, realmente este tio me caia bien, no podía negarl.Miré al horizonte todabia con la mediasonrisa dibujada en mi cara.

-Demasiado tarde-pronuncie con claridad, sonreí mirandole-Confio, dependo y debo demasiado a demasiada gente, sobre todo mis lazos se hacen cada vez mas fuertes con los licantropos sobretodo.-

Aquella información me sorprendió ligeramente, aunque en el fondo me lo esperaba.

*Tks, eso solo significa paz y buenas relaciones, nada de muertes y sangre... Nada de diversión* pensaba mientras hacia una mueca de desagrado.

-Podría decir muchas cosas, pero creo que me mantendré al margen. Eso es solo diplomacia entre vosotros.