Habitacion de Wataru

Segun se apartó me tapé corriendo, pues había entrado Asp, me había llevado un buen susto asi que le miré con lagrimitas en los ojos-e..esto asp, no a pasado nada, nosotros solo... nos hemos caido y mi murcielago... se engancho a mi ropa...-bajé la cabeza, sonaba super incredulo la verdad, pero era lo que había pasado.

-No, si a mi realmente no me importa lo que hagais o dejeis de hacer, pero no creo que a Walter le haga gracia - dije sin cambiar mi tono de voz.

Ahora si que la habia cagado del todo, si esto salia de aqui Walter me mataria, Aspicious se llebava muy bien con el y no creo que no se lo dijera.

-Aspicious, a sido un malentendido, porfavor no le digas nada de esto a Walter.

Le dije aun en el suelo.

Me sorprendí ligeramente y bajé la cabeza del todo, comenzando a llorar, no podía hacer nada mas en aquela situacion, siempre terminaba haciendolo todo mal-yo.. no..-quería decir algo pero tenía un nudo en la garganta, no podía hablar y comencé a temblar, peligrosamente. Estaba segura que si en aquel momento no hubiera estado muerta, yo misma me habría dado la muerte.

Como un espiritú invocado aparecí detras de Aspicious. Habia leido la nota de Luccie y habia venido a recogerla. Llegué aqui alertado por el ruido.
-Vaya, vaya, vaya. Alguien tiene muchas cosas que explicar, por lo que parece. -Miraba con furia a Wataru, confiaba ciegamente el Luccie. Aún asi no podia evitar sentirme decepcionado. Mi mano reposaba sobre el mango de mi espada de plata. A lo mejor tendria que atravesar alguna garganta para hacerle entrar en razón.

Las cosas ivan cada vez peor y ahora apareció Walter en la habitación -¿Esto no deveria ser ayanamiento? bueno, eso no importaba, tenia que explicarme y rápido.

-Veras Walter, Luccie estaba cansada y se metió por equibocación en mi habitación, eso es todo...

No di las suficiientes explicaciónes, pero estaba muy nervioso en ese momento.

Mis nervios terminaron de crisparse.
-Esa es una excusa horrenda. -Me adelanté mientras desenvainaba mi espada y la colocaba en su cuello.
-Última oportunidad, espero que no la desaprobeches, seguro que a Aspicious le molestaria que manchase el suelo.

Despues de ver toda la escenita de Walter sin poder parar de llorar y in decir nada me moví rapidamente apollando mi cabeza en su pecho bajando con mi mano el brazo con el que Walter sostenía la espada-no..-seguía llorando pues no podía evitarlo-lle..llevame a ca...sa-dije soltando su mano y cojiendole de la camiseta.-por...porfav..or-

-No creo teniendo en cuenta que esta habitación es mia, que porcierto estais invadiendo

Dije en contestación a Walter.

-Además te he contado la verdad, sino dame otra razón por la cual pueda estar ella aqui.

Cogí a Luccie de la cintura y lancé una foribunda mirada a Wataru. En otras circunstancias estaria muerto.
-Teniendo en cuenta que no la usas, lo que me parece extraño es que tú estes aqui. Según tengo entendido llevas meses sin pasarte por el infierno y residiendo en la cueva de Aral. Una habitación en la que no duermes en un lugar en que no visitas no puede pertenecerte. Ya ajustaremos cuentas. -Dicho esto desaparecí del lugar junto con luccie.

Podria haberle dicho que estaba aqui devido a la reunión para elegir nuevo príncipe, pero no me dió tiempo a las explicaciones, luego me giré a Aspicious.

-Estoooo... bueeenooo, tampoco he hecho algo tan malo no.

Dije mientras me sobaba la nuca.

-Ademas no he mentido en ningun momento.

Observé toda la escena callado y expectante. Al concluir todo me dirigí a Wataru.

-Qué casualidad que siepre la acabas liando. En realidad creo que eres gafe.

-¿Gafe?, nunca lo habia pensado, pero es posible, al fin y al cabo siempre termino metido en todos los lios, porejemplo con las piedras, he estado en todas las escenas importantes sin ni siquiera quererlo y ahora encima esto...

suspiré...

-¿Crees que esto afectará en la relación con el reino vamírico?

Pregunté disgustado.

Le miré con todo el odio que puede contener una mirada y le contesté.

-Tu estupidez no conoce límites. Si eres un hombre vete al reino vampírico y habla con Walter, si sales vivo de allí claro.

Me acerqué a él y me puse a escasos centímetros de su rostro. Cualquier criatura sobre la faz de Iggdrasil, por mucho príncipe de los demonios que fuera, sentiría miedo al observar mis rasgos de cólera. Acerqué mi mano hasta su cuello sin llegar a asfixiarle y concluí en un tono realmente amenazante.

-Nunca jamás se te ocurra entorpecer mis planes. NUNCA. O te aseguro que aunque seas príncipe acabaré contigo con mis propias manos. Como vuelvas a cometer una imprudencia de esta magnitud estás muerto. ¿Entendido?

Su acto me llenó de miedo interior que poco despues se combertiria en rabia y mas tarde en ira según el hablaba, aparté su mano de mi cuello de un manotazo y alzé la voz aun asi sabiendo que ese gesto podria llebarme a la muerte o vete tu a saber, puede que algo peor.

-SI, Y COMO DEMONIOS QUIERES QUE INTERFIERA O NO INTERFIERA EN TUS "PLANES" SI NUNCA ME DICES NADA!! todo lo que planeas lo haces en soledad como si fueras único en este reino, no tengo la mas mínima idea de una pequeña parte de lo que tienes pensado hacer en caso de emergencia, y eso como príncipe me supone un problema.

No aparté la mirada de sus ojos, eran los ojos mas tenibrosos e intimidantes sobre la faz del universo, interiormente el miedo me estaba dominando, pero devia mantener la compostura, sino Aspicious nunca me haceptaria como un príncipe en condiciones.

Aquella reacción no me pilló por sorpresa, tampoco aumentó mi cólera, solamente mi cara mostró una sonrisa realmente perversa.

-¿Realmente eres tan idiota como para no darte cuenta de tus acciones pueden interferir gravemente en la relación con los vampiros? ¿Realmente crees que te contaría todo lo que tengo pensado a un demonio como tú que no merece mi confianza? Escuchame bien Wataru Yoshikawa, si eres príncipe es porque al fin y al cabo eres el segundo demonio más poderoso del infierno. En el momento que me demuestres que puedo confiar en tí como verdadero príncipe te mostraré el sendero que llevo siguiendo incluso antes de coronarme rey. Hasta entonces, madura.

Me separé un poco de su rostro y me dirigí a la puerta de la habitación.

-Si quieres hacer algo realmente útil por tu reino comienza a entrenar a los elementales de agua para la guerra. A su debido tiempo, conocerás los secretos que se esconden tras mis decisiones.

Parado en la puerta le miré de nuevo fijamente.

-Esta es tu última oportunidad para no defraudarme. Prepara a nuestro ejercito para la guerra, Wataru Yoshikawa, primer príncipe de los demonios.

Aspicious abandonó la habitación, pero todo lo que dijo era cierto, tambien era cierto que desde la primera vez que nos conocimos todo habia cambiado mucho, y en cierto modo me hizo madurar, pero no lo suficiente, devia ganarme el respeto de Aspicious, pues así tendriamos mas oportunidades en el momento en el que estallara la guerra, asi que cojí mi espada, preparé mis ropajes y emprendí camino para poder entrenar a los elementales de agua.