Segunda prueba

Tras salir de la sala del trono llevé a Kaede a una zona especialmente escarpada. Se trataba de un terreno kárstico lleno de cuevas y simas traicioneras como ellas solas. Sobrevolamos una serie de depresiones circulares hasta llegar a un profundo cañón.
-Aquí es- indiqué, aterrizando.

Aterricé a su lado,e inspeccione de forma rápida todo el lugar con la vista.


-Que..debo hacer?

-Verás, creo que he descubierto por qué el objetivo ha cambiado de lugar. Las auras demasiado excitadas o elevadas deben de despertar algún tipo de mecanismo en él que le hace cambiar de lugar y ocultar su propia aura. Mis espías apenas consiguieron sentirla por aquí- expliqué-. Debido a eso, se necesitan dos personas para cumplir esta misión: una que centre toda su atención en encontrar el objetivo, y otra que la proteja. Yo me encargaré de buscar la corona, pero para ello necesito suprimir mi aura a un nivel que me deja casi indefensa y eliminar algunos de mis sentidos. Aquí es donde entras en juego tú: serás quien me proteja. Y debes hacerlo manteniendo la templanza y sin que tu aura llame la atención demasiado, puesto que la corona podría detectarlo y desaparecer de nuevo. ¿Tienes alguna duda?

-Debo protegerte,por supuesto,pero pese a ello,no aumentar demasiado mi aura,o nuestro objetivo desaparecerá,esta bien..pero tendré que tener mas cuidado si no puedo usar toda mi fuerza.

Todo comprendido-asentí.

Sonreí un instante, satisfecha.
-Muy bien, manos a la obra. Vamos a bajar.
Desplegué las alas de nuevo y descendimos el cañón hasta un punto en el que las paredes estaban tan juntas que no permitían volar, así que nos encaramamos a la roca y bajamos a patita. En el fondo apenas llegaba la luz y no se podían extender los brazos sin tocar la roca. Avancé por el estrecho sendero hasta llegar a una sima en el suelo y me dejé caer por ella. Abajo había más espacio: era una enorme y oscura cueva llena de estalactitas, estalagmitas y columnas. En algún sitio se oía el murmullo del agua. Mientras esperaba a que bajase Kaede, me desaté las vendas que llevaba ya por costumbre en un brazo y las utilicé para taparme los ojos. Después suprimí mi aura hasta hacerla desaparecer. En unos segundos mis sentidos se acostumbraron. Ahora notaba con más fuerza la energía del ambiente.

Seguí a Aurora lo mas cerca que me fue posible,pero seguía tratándose de la reina,y llegué algo después.

Cuando bajamos del todo,y Aurora se empezaba a preparar,desenvaine la espada para utilizarla de nuevo como portadora de luz.

Mi aura descendió,y empecé a observar todo aquello que nos rodeaba. La espada había sentido también mi cambio desde la última vez que la utilicé,pero seguía obedeciendome.

-

Al sentir a Kaede ya lista junto a mí, saqué mi propia espada. Como era bastante grande, podía utilizarla a modo de bastón.
-Avísame si hay una estalactita también, no me gusta chocarme con las cosas- bromeé para quitarle un poco de tensión. Acto seguido me puse seria de nuevo y empecé a andar hacia el sitio del que procedía la minúscula llamita del aura de la corona. "Confío en ti, Kaede. Espero que demuestres ser digna de mi confianza" pensé.

Sonreí un momento agradecida,y volví a ponerme seria,caminando ahora a su lado en silencio.

Vamos allá..

En los primeros tramos, la cueva sigue siendo igual de amplia, pero llega un momento en el que empieza a estrecharse poco a poco hasta ser del tamaño de un pasillo normal pero con estalactitas y estalagmitas estorbando el paso. Algunas gotean. Después de un rato llegais a otro cuello de botella, pero esta vez al revés. En esa zona huele a huevos podridos que tira para atrás.

Después de un rato empecé a notar olor a huevos podridos. Olía demasiado como para ser simplemente una burbuja aislada y empezaba a marearme. Retrocedí y me llevé una mano a la nariz.
-Kaede, tenemos problemas. Sospecho que aquí hay una bolsa de algún gas sulfuroso. ¿Puedes apartarlo con aire limpio, por favor? Si estoy en lo cierto, no duraremos ni cinco minutos respirando esto- pedí.

Por supuesto-dije rápidamente.

Alcé ambos brazos,uno para iluminar con la espada,y otro para manejar mejor el aire,mi elemento,y empecé a realizar mi labor.

Una no demasiado gruesa corriente de aire iba recorriendo el lugar desde el que provenía aquel desagradable olor,dibujando una espiral,aun que mas bien parecía el cuerpo de una serpiente que se movía con rapidez y cautela a la vez,hasta que el gas tóxico desapareció de esa zona.


-Despejado,Aurora-dije retirándome para que pasara.

Asentí y seguí adelante, respirando ya sin miedo. Atravesamos la zona y dejé de oír el ruido de las gotas sobre las estalagmitas. Mi espada, convertida en bastón, se topó con una pared. Tanteé con la mano libre y averigué que era una bifurcación. Dejé una marca en el camino de la derecha con la espada y eché a andar por allí. Notaba el aura aumentar de tamaño muy deprisa... Tal vez demasiado deprisa. No, ni de broma, no nos estábamos moviendo tan rápido. Me detuve en seco, algo se estaba acercando a nosotras.

Un siseo se oye procedente del camino que está ante vosotras y el primer ser vivo que os encontrais en la cueva aparece reptando entre las estalagmitas. Es una especie de serpiente de veinte centímetros de grosor, ciega y descolorida con una lengua áspera y viperina más larga de lo normal. Abre la boca, amenazante, enseñando unos colmillos afilados que rezuman veneno. Parece guiarse por el aura y el oído, puesto que a por quien se lanza es Kaede.

Mi aura no parecía ser,y me extrañaba que Aurora se contradijera a si misma..y hasta pasado unos instantes,no caí en la cuenta de que algo se acercaba a nosotras con velocidad. Me puse delante de Aurora despacio, hasta descubrir de que se trataba.

La gigantesca serpiente se abalanzó sobre mi, mi prioridad fue alejarla de Aurora; me impulsé hacia la criatura no demasiado alzada,y la empujé varios metros atrás conmigo incluida,cuando la fuerza del impulso paro,salté atrás y me puse en guardia,dejando algo atrás a Aurora.

La serpiente parece sorprendida por el embate de Kaede, pero reacciona rápido. Su cola, en forma de látigo, empieza a restallar por todo el túnel intentando acertar a Kaede. El bicho también abre la boca y apunta hacia la caída con los colmillos, disparándole dos chorros de veneno.

Al principio comencé a esquivar los golpes de su cola,pero cuando vi como me lanzaba el veneno, tuve que cambiar de acción.
recuerda mantener excasa tu aura,
Me erguí,y creé una especie de pared circular de aire a un metro frente a mi,justo por donde se avecinaba el veneno,agarré la espada con ambas manos mientras daba una fuerte vuelta sobre mi misma arrastrando conmigo velocidad,fuerza,y una pequeña cantidad mas de aire,y desemboqué todo ello al acabar de rotar mi cuerpo dirigiéndolo mas allá de la pared de aire.

El circulo fue atravesado y perdió su forma,para impactar de lleno con el líquido del animal,que se dirigió en dirección contrario por el choque.

El veneno, rebotando, vuelve hacia la serpiente, que al ser ciega no lo ve venir y se lo come. Sin embargo, se ve que es de acción lenta, porque sigue atacando con la cola y lanzando dentelladas.

Uno de sus coletazos me golpeó instantes después de haberme incorporado,y me hizo chocar contra las húmedas paredes, clavándome bastantes piedras..lo que me dio una curiosa idea.


Entre esquive y esquive, le asesté un tajo a la serpiente a la altura de lo que sería..la mitad de su cuerpo?..para obligarla a acercarse con su largo cuerpo a ese punto.

La serpiente curva su cuerpo para esquivarte, retrocediendo un metro más o menos. Parece que el veneno empieza a actuar porque está un poco lenta.

No puedo ser tan lenta..


Me abalancé esta vez a su "espalda" y clavé mi espada con fuerza,a modo de cinturón para el viaje que me podía esperar..

La serpiente empieza a sacudirse pegando chillidos y soltando borbotones de veneno por la boca. No obstante, antes de poder estrellarse contra las paredes, cae muerta al suelo. El camino vuelve a estar despejado.

Por suerte caí en su cuerpo, amortiguando el golpe. Saqué mi espada y le limpié la sangre en su propia piel,sin cortarla mas, y me acerqué hacia su cabeza.

Puede que fuera buena idea tener parte de ese veneno,que,aun que era algo lento,parecía resultar letal.


-E terminado,Aurora-sama..-dije en voz mas baja,y recuperando lentamente de nuevo una respiración normal.

Asentí con la cabeza, notaba el aura de la serpiente desvanecerse rápidamente.
-Buen trabajo- felicité. Ahora que no tenía la interferencia de la serpiente notaba que nos habíamos equivocado de camino, así que desanduve lo andado y tiré por la bifurcación de la izquierda dejando una marca distinta en la pared.

La seguí iluminando el camino con mi espada,y dejando atrás a la gigantesca serpiente.

Al cabo de unos metros, en el suelo empiezan a aparecer marcas de garras y sangre reseca de extraños colores. De vez en cuando se oye akgun crujido como de hueso contra piedra. Sin embargo, no notais ninguna aura más que la del objetivo.
Llegais a lo que parece el final del pasadizo y no hay nada más que una pared de piedra. No parece conducir a ninguna parte, pero al otro lado se puede notar el aura de la corona.