Entrenamiento de los elementales de fuego

Llegué allí sin muchas ganas de entrenar a los demonios de fuego, puesto que yo era novato y no queria meter la pata fallando en algo, pero era mi deber entrenarlos.

-¿Y bien?-pregunté-¿Algún demonio de fuego aquí?-pregunté.

No obtuve respuesta, así que opté por esperar.


[...] Al cabo de una media hora empezaron a llegar demonios, algunos de fuego, otros iban simplemente a entrenar sus facultades.

-Demonios de fuego por favor reúnanse aquí.-informé, y empezaron a venir.

Había llegado el momento de visitar a Zuwin con su entrenamiento. Aparecí justo detrás de él y sin que le diera tiempo a girarse le dije:

-Y bien, ¿qué progresos siguen estos soldados?

Estaba hablando con los elementales de fuego, sobre cuantos eran, y cuantos faltaban, cuando una voz que venía de detrás de mí me asustó.

-Eh.. acaban de llegar, iba a mandarles tarea ahora.-informé, todavía sobresaltado.

-Será mejor que te des prisa... - dije susurrando al oído con una voz sensualemente siniestra - No me gustaría tener que relevarte, Zuwin...

-Mi rey...-dije totalmente serio-NO haga eso por favor...

Dicho esto, caminé hacia el frente, y viendo que ya estaban todos los demonios ahí, di comienzo al entrenamiento.

¡¡¡A VER!!!-grité-¡Silencio! Voy a explicaros en que consiste vuestra prueba... es muy sencilla...-dije sonriendo maliciosamente.

-Sois.... aproximadamente 100... bien... quedaran unos 25 fuertes...-dije satisfecho-Vuestra primera prueba consistirá en usar el fuego para "haceros cosquillas" unos a otros, hasta que el contrincante no se rinda, el combate continuará, hasta que quedeis 50 en pie.-informé.

-La segunda prueba... consistirá en llegar a conseguir una bola de fuego que supere los 5 metros de envergadura, de la cual quedaran 35 al menos.

-La tercera y última prueba.... será pelear contra MÍ, de la cual quedarán la élite de fuego de los demonios, 25 demonios elementales de fuego.

Me di la vuelta y caminé hacia Aspicious, pero se me olvidaba algo.

-Tranquilos.... nadie morirá... o eso creo.-dije, soltando al final una sonora carcajada y volviendo con Aspicious.

-¡EN SEGUIDA, MAESTRO ZUWIN!-gritaron todos, parecían estar contentos.

-¿Está bien así.... mi... REY?-dije sonriendo malvadamente.

Sin decir una sola palabra me acerqué a él, le di una palmadita en la espalda y me di la vuelta, sentándome en el lugar más cercano para observar detalladamente el entrenamiento.

-Primera prueba.-grité-¡¡¡COMENZAD!!!

A lo que los demonios me correspondieron con un grito de combate.

A los 30 segundos ya estaban todos lanzándose llamaradas y bolas de fuego unos a otros, mientras Aspicious y yo observábamos como transcurría el entrenamiento.

A la media hora, ya quedaban apenas 60 demonios en pie, sólo los más fuertes conseguían aguantar.
Transcurridos 50 minutos, con 50 demonios en pie, di por finalizada la primera prueba.

-Cuando quiera-me dirigí a Aspicious-Comienzo la segunda prueba...

-Lo que quiero es que entrenes a los 100 demonios más poderosos de fuego, el resto es cosa tuya - dije sin inmutarme -. Puedes empezar con la siguiente prueba.

-Bien, pues... ¡Que dé comienzo la segunda prueba!-dije en voz alta.

Transcurrió el tiempo, y todos los demonios empezaron a hacer sus bolas de fuego, yo pasé una a una a ver como eran, y a las que eran muy pequeñas, las explotaba, dejando tirado en el suelo al demonio.

-Mmm... al final van a quedar mas de los que pensaba...-los conté-Son cuarenta.... mmm no creo que me suponga mucho esfuerzo, si vienen de uno en uno.

Me preparé, elevando las llamas que tenía alrededor.

-¡Y sin más dilación, que comience la última prueba!-grité.

Vinieron 2 directamente a por mí, elevé mi aura al máximo de poder, y vieron que no podían, así que vinieron 5, juntaron 5 bolas de fuego, y me las lanzaron. Las mantuve en el aire, y las exploté, eran algo fuertes, pero no lo suficiente, así que les descarté.

-Patético.... ¡5 menos! quedáis 35, solo 10 menos...-informé.

Vinieron 2 más a por mí, lanzándome llamas dispersas desde los lados, las contuve, pero incluso me chamusqué un poco.

-Buena táctica, vosotros os quedáis.-dije-¡Más!

Cuando vi que venían varios con auras bastante potentes, y eran demasiados, cogí y hice varias bolas de fuego compactas, derribando a los más débiles. Los demás hicieron bolas de fuego lo mas grande que pudieron, las juntaron, formaron una gigante, y la lanzaron contra mí, a lo que sólo pude responder con un muro de llamas.
La bolá explotó, pero el muro de llamas no se deshizo, únicamente tembló.

-Felicidades, los que quedáis en pie sois la élite.-dije satisfecho.

Dicho esto, me despedí de Aspicious con la mano y atravesé las llamas dejando a todos atrás.