De caza... o eso creía [Rick y Luccie]

Había viajado a los bosques de la Discordia, con intención de buscar algo de carne para comer. Hacía mucho que no probaba nada de carne y, por culpa de ello, mi mente se debilitaba y no sería difícil para Cirk dominarme.

Estaba buscando, con bastante sigilo, por los bosques algo que cazar. Iba olisqueando, siguiendo el olor de un gran animal que vi hace poco, debía de ser un oso o algo similar por el aspecto. Iba con atención, por si surgía algo aparte que hiciera peligrar mi vida... aunque todos mis pensamientos y acciones iban dirigidos a cazar a lo que fuera aquello. Evitaba transformarme a menos que fuera necesario, para evitar el control de Cirk.

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OFF: El aura no está suprimida, meramente, porque nadie le ha explicado nada de las auras. Sólo sabe que hay veces que "siente" a otros.

Iba caminando por aquel extenso bosque, no me gustaba "comer" personas demasiado a menudo y nunca hasta matarlas asi que muchas veces me veía obligada a obtener sangre de los animales, iba mimetizada hasta que un gran animal, mas bien un oso bastante gran paso justo a mi lado. En un glacil movimiento atrapé al oso empotrandole contra el suelo, cosiguio arrearme un zarpazo, pero eso solo consiguio que mi sangre le atrapara y matara en pocos segundos, me acerqué despues a el y con mi cuchillo le depilé una parte del gran cuello de aquel animal-No me gusta que haya pelos en mi comida-bajé mi cabeza y comencé a beber, clavando sutilmente mis colmillos, ahí donde la sangre fluía limpia y con fuerza. Al poco rato un aura se aproximó a mi posición, levanté mi cabeza, con los ojos verdes todabía y mis dientes algo manchados de sangre a ver a la persona que acababa de llegar. Era un licantropo, por el olor que desprendia y me le quedé mirando algo sorprendida, cualquier movimiento de amenaza, estaba claro que no iba a hacerle daño, solo me habia sorprendido de caza, cosa que no me gustaba que vieran las demas personas.

Cuando creí que ya había alcanzado al animal, oí un gemido de dolor que lo más seguro es que proviniera de él. Cuando pude tener contacto visual observé a una chica cerca, sin siquiera recurrir a mi olfato, pude comprobar que era vampiresa... su boca ensangrentada y sus colmillos la delataban. Mi único pensamiento era "Maldita sea... me quedé sin cena".

Intenté mantener las distancias, hace poco me enteré de las diferencias que existían entre los míos y los vampiros. Estaba un poco bloqueado y no sabía como introducirme a ella o huir de allí... así que opté por intentar romper el hielo de alguna manera... -Je... parece que a ese oso no le ha sonreído la señora fortuna... primero perseguido por mi y luego atacado por ti... ¿eh?- dije, con una leve sonrisa, intentando aparentar pacifismo.

su sonrisa y broma me saco de mis pensamientos pesimistas haciendo que me riera, me limpie la boca-supongo que no era su dia de suerte-me levanté-Lo siento, bueno, aun puedes comerlo, lo unico que a cambiado de ese animal es su cantidad de sangre-Dije apartandome de el, hacía mucho tiempo que no era amigable con algun licantropo, no sabía porque, pero no queria peleas, no quería luchas, solo un descansito, como si no hubiera pasado nada.-Luccie Hyuga, reina vampiresa a su servicio-dije haciendo una leve reverencia con una media sonrisa burlona en mi rostro.

No me esperaba tal reacción, después de los miles de rumores que había oído, más bien me esperaba unas palabras hostiles y una huida o ataque. Además, incluso tras su "buen recibimiento" incluso aceptó a compartir la presa... en otros momentos me habría mantenido con mi orgullo y habría rehusado, pero la situación era tan desesperada... -¡Gracias!- grité, acercándome al oso. Cuando estuve a punto de comenzar a comer, se presentó, y no le podía hacer el feo de no contestar -Rick Senzis... ehm... ladrón licántropo a tu servicio- dije, sin saber muy bien como definirme. Tras presentarme clavé mis garras en un lado del animal, para "sostenerme", dándole luego un bocado en una parte del estómago. La situación resultaba un poco cómica, pues al no estar transformado y la edad que aparentaba (17), el oso era mucho más grande que yo.

Me recosté en el suelo-Encantada, Rick-cerré los ojos, su olor me sonaba a alguien que conocí hace un tiempo, me concentré mas en el, su olor se parecia a Haruka, abrí los ojos con pasimonia-Me recuerdas a alguien ¿sabes?-me reí, sonraía tonta aquella afirmación pero era cierto-Por cierto, que tal esta vuestro rey, ¿Ian?-verdaderamente tenia curiosidad por saber como estaba llevando aquel reino.

Tras un tiempo, ya con un pequeño hueco en el abdomen del oso, separé la cara de él. Saqué de mi zurrón un pañuelo de seda, que poco tenía que ver con mi "status" claro era que fue robado. Me limpié con él, quitándome toda la sangre de las manos y la cara, aunque poco podía hacer con la que cayó sobre mi camiseta... aunque siendo gris no se notaría. Pude escuchar a la chica hablar todo el rato, por lo que me dispuse a responder, no sin antes sentarme cerca de ella con las piernas entrelazadas y las manos en el centro de ellas -¿Ian?- me rasqué la cabeza -Pues... yo le he visto bien, incluso hemos entrenado juntos... creo que me tiene en alta estima... aunque está disgustado por algo que no logro comprender, puede que tenga que ver con unos rumores que escuché sobre una reunión, pero no puedo decirte... no sé mucho sobre ella- dije, con cierta confianza ciega en la chica, algo había en ella que irradiaba tranquilidad. Luego me centré en su comentario anterior -¿Qué te recuerdo a alguien?- en mi rostro se dibujó cierta sonrisa avergonzada -Pues pobre de esa persona- reí un poco.

Se sentó de una forma muy graciosa a la que respondi con una risa amigable, giré mi cabeza aun con la sonrisa en la cara-Comprendo-dije y aun que no intenté que sonaran tristes mis palabras solo lo conseguí en parte, luego escuché su comentario-Si, era una chica, tu olor se parece al de ella-me reí a su siguiente comentario-Que tonto eres e?, seguro que eres una grandisima persona-dije dandole un pequeño codazo amistoso en su hombro

Escuché su comentario frente a lo de Ian, algo frío desde mi punto de vista, pero poco podría reprocharle... al fin y al cabo era una vampiresa y él un licántropo... se supone que no se deben mucho respeto mutuo -Bueno... no hay muchas personas que puedan decirlo, la verdad- respondí a su comentario, algo cabizbajo -Sólo intento, ya que no puedo reparar mis errores, ayudar a otros a corregirlos...- terminé de decir, con un largo suspiro -¿Y cómo es eso de ser reina?- mostré cierta sonrisa infantil -Yo tengo mañana una prueba para ascender a superior y parezco un flan- reí -No sé muy bien qué responsabilidades tendré ni cómo será la prueba... aunque confío en superar a los demás...- terminé de decir, bastante relajado... comer siempre me daba algo de somnolencia.

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OFF: Cronológicamente esto viene siendo tras el entrenamiento de Ian y antes de la prueba para ascender a superior.

Le miré con dulzura,-Ves.. es un gran acto por tu parte, ayudar a los demas, pero pocas veces te lo agradeceran e incluso querran darte una puñalada por la espalda-Suspiré-Pero es grandioso ver como la gente se guia mas por Shamasha-esto ultimo lo caturrée brevemente, e encantaba esa diosa de entre todas las demas-Pues.. cansado y agoviador, todo el mundo acude a ti a todos los problemas, por no hablar del papeleo y cuestiones de alianzas, que si un ataque y cosas asi, pero es muy reconfortante, me siento la madre de todos ellos y los protegería contra cualquier cosa-cuando me contó lo de superior reí-si no?, mucha suerte, aun que por lo que denoto en tu aura, eres bastante fuerte, no creo que necesites de la suerta de esta vieja, y sobre lo de tus responsabilidades... antes de ser reina fuí princesa, servía a mi rey en todo lo que ordenaba pero siempre intentando que fuera con mi forma de ser, le ayudé, pero un día desapareció. Yo era su primera al mando y todos me pedían una decisión yo no podia dejar a todo el reino sin la base que lo sostenía, cualquier reino podría atacarnos y entonces despues de que mis intentos en encontrarle fueran en vano, fuí coronada como reina-Una sonrisa burlona apareció en mi rostro, divertida por esa situacion, no sabía como pero acababa de contarle a ese chico, todo lo acontecido, pero era dificil no hacerlo, me transmitia relajacion y paz interior, "al igual que Ian en su momento" pense brevemente.

Sonreí frente a su halago, rascándome la nuca de manera avergonzada -Bueno... pero si alguien intentase aprovecharse de mi para asestarme una puñalada trapera allí estaría Cirk, que es bastante suspicaz...- dije, con bastante confianza en Cirk, cosa extraña... aunque el entrenamiento con Ian hizo que nuestra relación se volviera más relajada. No comprendía el por qué, pero al contrario que otros licántropos, los vampiros no me transmitían ningún tipo de animadversión... incluso me agradaban -¿Sabes?... me han explicado varias veces el por qué de nuestro enfrentamiento... pero no logro comprenderlo. Los vampiros me caéis incluso mejor que los humanos... y eso que he pasado toda la vida entre ellos, hasta hace poco no sabía ni donde se encontraban alojados los licántropos. Sinceramente, me gustaría poder tener más libertad para conoceros, pero corro el riesgo de caer preso por lo que mantengo las distancias...- dije, con un leve sonrojo por haberme "confesado", sonriendo levemente.

-Cirk? ¿Quien es?-dije interesada, escuché su reflexión ante nuestra posicion actual y los ultimos siglos, desvié mi mirada, al fin y al cabo había sido yo la que había roto la tregua-Creeme, yo pensaba como tu, no soy enemiga de ninguna raza, no guardo rencores. Para mi todos son iguales a mi, pero por encima de mis pensamientos como persona tengo mis responsabilidades como reina, y e de cuidar a los mios, por encima de lo que yo siento o dejo de sentir.-escondí levemente mi cara entre mis brazos-yo ropí la tregua entre licantropos-vampiros, pero por propia seguridad, pero no por ello me arrepiento, no se si lo sabras, pero Ian.. el pequeño Ian, es mi primo-Le miré de reojo.

No me sorprendió mucho su pregunta sobre Cirk, a decir verdad, casi me la esperaba -Pues... Cirk es, según Ian, mi lobo interior... aunque yo le veo más como mi otro yo...- puse la mano en mi pecho -A decir verdad... antes le temía, pero hemos llegado a congeniar tras algunos sucesos que han ido ocurriendo... aunque prefiero no presentártelo- sonreí -Es "algo" más violento que yo- dije, resaltando el "algo" con la voz. Tras explicarle aquello respondió a mi pensamiento, al parecer pensábamos de manera similar, pero también tenía razón en sus palabras... debía de proteger a los suyos. Escuché con atención sus palabras hasta que... "¿Ian es su primo?" pensé, algo impresionado -Vaya... no pensé que Ian y tú...- me mostré un poco desconcertado, pero luego todo se volvió cristalino en mi mente -Aún así... comprendo tus motivos- sonreí -Tu pueblo está por encima de tus inclinaciones emocionales, y es algo que respeto, pero me gustaría que en un futuro se pudiera andar por cualquier lado sin temor de ser atacado o apresado sólo por ser lo que eres...- terminé de decir, con cierta inocencia, pues no parecía un pensamiento maduro. Cirk parecía estar atento, aunque callado "¿No le prometiste a Ian que estarías en guardia frente a vampiros..? Te noto relajado..."

Sonreí con algo de curiosidad-Eres casi igual que la persona a la que conocí hace un tiempo, la verdad, a aquella chica la pasaba lo mismo, pero su personalidad interior... termino llevandola a la muerte, espero realmente que ese no sea vuestro caso-dije con un tono algo triste, mas me alegré de oirle hablar asi del futuro de las relaciones entre ambos reinos-Ojala alguna vez pudiera ser asi de nuevo, pero somos razas con pensamientos diferentes, en mi raza, no es bueno ser demasiado buena, es por eso que muchas veces nuestros intereses entran en conflicto. Y por lo de ser perseguido no te preocupes, e echo un pacto, si los licantropos no atacais primero, mis vampiros no arán nada para dañaros y quien lo haga será ejecutado o renegado-dije seria, era mi pacto y yo era una mujer de palabra

Escuché sus palabras, todos hablaban de aquella chica, y de lo mal que terminó... aunque aún no he llegado a conocer a aquella persona... y tras sus palabras dudo que llegase nunca a conocerla -L..lo siento... no quería...- dije, viendo su rostro apenado, disculpándome pues según yo era mi culpa. Para cuando ya pensaba hacer alguna tontería para animarla su rostro adquirió de nuevo un tono vivaz -todo lo posible para un vampiro- y comenzó a responder a mis esperanzas de futuro... me sorprendió bastante aquel detalle del pacto -Vaya... nunca pensé que existiera tal pacto, lo tendré en cuenta...- dije, pensativo -Le mandaré una carta si alguna vez me ocurre algo relacionado con vampiros- reí, marcándola ya como "Protectora contra vampiros" con aquella frase. Me quedé entonces mirando por unos segundo a la chica, llegando a cierta conclusión -¿Sabes? Creo que las leyendas que existen entre los humanos de vosotros no os hacen justicia... no sois para nada fríos y tramposos... se te ve bastante sentimental y leal- sonreí, como en otras ocasiones, por culpa de los colmillos la sonrisa perdía cualquier toque tierno.

le miré algo apenada-o no por dios, yo casi no la conocía, la verdad es que tube poco contacto con ella, no te preocupes.-volvi a mirar al frente y cuando escuché su comentario no pude evitar reirme, me sentí como una gran guardiana de algo muy importante, como en las grandes historias de los libros. Mire de nuevo a aquel muchacho, relmente tenía, se me hacía la necesidad de protegerle.-No dudes en acudir, di que vienes a verme, me llamarán de inmediato-me reí.-Los humanos, supieron alguna vez de nuestra existencia, lo que pasa es que odian todo lo que es mas fuerte que ellos, lo matan y aniquilan, y mas si ese ser necesita alimentarse de sangre.-me rasque la cabeza, probablemente tubimos nosotros la culpa de su miedo-no te creas, soy leal y sentimental, pero eso para mi es una condena no algo bueno, es por esas virtudes que soy vampiresa ahora mismo, aun que no me quejo.-Sonreí mirando su aspecto, parecía infantil a la vez que maduro y eso me hacía gracia, le acaricié con mi mano levemente la cabeza.

Oí una especie de disculpa por su parte, o más bien una excusa para evitar verme triste, cosa que me reconfortó un poco... Más adelante aceptó mi "oferta" para hacer de mi protectora, se la notaba bastante entregada a ello, incluso mostró cierta diversión mientras lo decía. Comenzó a explicar un poco el pasado, y el por qué de nuestro sigilo frente a los humanos, yo escuché la historia completa, y dejé con naturalidad que me frotase el pelo -Bueno... yo soy así porque no tuve elección- me levanté por unos segundos la camiseta, mostrando unos cortes en el pecho y el abdomen, producidos por el licántropo que me convirtió... además de un mordisco en el hombro que no mostré -Recuerdo que fue una noche que salí a buscar comida para mi familia, yo era muy joven... incluso cuando me atacó ni siquiera sabía qué era...- comencé a explicarle -Unos días después, tras estar en cama con alta fiebre, me transformé... y desgraciadamente allí estaba mi hermanito...- me mostré más melancólico -Entonces... Cirk le...- no pude continuar la frase, tenía el llanto en la garganta, aún me dolía recordar la muerte de mi hermano pequeño.

Su relato me apenó realmente, era un buen chico, demasiado quizas, y no se mereció eso. Me acerqué a el y le di un abrazo, fué breve acostumbrada a que a los licantropos no les gustara mi contacto-Lo siento mucho, se de la inestabilidad de los licantropos tras su primera transformacion-susurré. Me había sorprendido que me contara su historia, no demasiada gente confiaba en mi.-Yo tampoco tube eleccion, era combertirme o morir, y el morir a mis 16 años no era algo bonito ni adecuado-me reí, recordaba mi infancia con cierta risa.

Casi arranqué a llorar, pero su gesto de apoyo y sus palabras sin duda frenaron aquello, haciéndome esbozar una leve sonrisa... y que se borraran de mi mente malos pensamientos. Me contó su historia, me mantuve serio, pero al ver que reía preferí mantener aquella sonrisa -Bueno... cada cuál tiene su historia ¿no?- la miré, con un tanto de inocencia en mi rostro -Aunque debo admitir que he conseguido sobrellevarlo... sólo intento pensar que es un don, no una maldición, y lo uso para ayudar a otros siempre que puedo...- decía, con bastante confianza -De hecho... hace poco lo utilicé para animar a un chico de Eliria, que estaba triste por haber perdido a un familiar... ni siquiera tuve que esforzarme...- mientras decía esto transformé mis orejas a las de un can, adquiriendo cierto toque divertido con aquellas orejas puntiagudas blancas en la cabeza -Conseguí que se riera un rato con este truco, ahora sólo espero que no conozca a ningún cazador- reí, volviendo mis orejas a la normalidad.

-Me alegro, me alegro^^-Observé sus orejas mientras que contaba esa pequeña anecdota, empecé a sonreí de forma infantil y rocé su oreja-como mola..-susurré lluego aparté la mano y me le quedé mirando, mas me reí por su comentario del cazador-Bueno, yo conozco a un par de cazadores, me llevo bien con ellos, son grandes amigos de hace tiempo-me quedé pensativa unos segundos, yo lo unico que sabía hacer con mi cuerpo era sacar las alas-jo, tu transformacion mola, yo solo se sacar las alas y agitarlas-hize un leve puchero.

Me agradaba haber conseguido que ella se riera de nuevo, sin duda, provocar la risa de alguien siempre me transmitía buenas vibraciones y me relajaba. Sonreí por el aspecto divertido que tenía mientras hacía como que lloraba -Bueno... puede molar, pero me arriesgo a ser controlado por Cirk- suspiré -Que bueno, últimamente se ha estado portando bien, pero no me gusta mucho que se las de de mujeriego cuando sólo es capaz de pensar como un animal...- decía, hablando sobre mi otra personalidad -Agh... lo siento, ya estoy divagando- me rasqué la nuca, sonriendo -Perdona- terminé de decir, esperando no haberla incomodado.