Explicaciones

-No, no y no. Ian no tardará en venir y disipará esa oscuridad. -Dije cada vez más histérico. Suprimí mi aura y volví a hablar.
-No vamos a reunir a nadie, no vas a conseguir que más oscuridad te alimente.

Netrecerré los ojos con furia-Ian no se acercara a mi, le aniquilare con mis manos si es necesario-me dispuse a salir por la puerta tan rapido como pude. Les reuniria a todos.

Me desvanecí y aparecí en su camino.
-El resto del reino esta avisado de que os encontrais... Indispuesta. No podrás llegar lejos. -Dije mirandola a los ojos mientras estaba en guardia.

-Nadie, osaría ponerse en contra de su propia reina, ahora apartate-era una orden muy clara y directa, se me distorsionaba la voz levemente, a un tono grave y poco natural, le daba 5 segundos para que se apartara de mi camino, sabía que podía desvanecerme en cualquier momento, pero esperaba que me dejara pasar.

Según me acercaba notaba como había una grandiosa fuente de poder intentaba suprimir mi aura haciéndome cada vez más pequeño y más insignificante según avanzábamos. Era la primera vez que entraba ahí y todo era demasiado incómodo para mi gusto. Inconscientemente iba aumentando mi aura como defensa ante aquella oscuridad tan odiosa.
Tras girar la esquina una ola de oscuridad me sacudió haciéndome desear huir de ahí, pero seguí andando hasta quedarme en el marco de la puerta. Aumenté mi aura al máximo al ver la escena en la que me encontraba y noté como los guardias se apartaban dejándome paso y decididos a irse. Entré en la habitación y cerré la puerta, y al instante empecé a sentir que me ahogaba con tanta oscuridad a mi al rededor.

Mi propia aura no me dejaba concentrarme en otras un poco mas pequeñas hasta que la misma luz entro a la habitación, gruñí fuerte al ver como expandía su aura, aumenté yo la mia entrecerrando mis dos ojos negros como pozos, que ahora mismo estaban clavados en ese indibiduo, me eché para atras todo lo que pude poniendome en guardia. Me mordí el labio inferior creandome un escudo de sangre en mi propio cuerpo, si me tocaba, no pasaria nada a no ser que anteriormente destruyeran mi armadura solidificada.-ni te acerques-dije con aquella voz distorsionada.

"Tsk... Idiota... Siempre dando el canteo." Ian habia expandido su aura demasiado pronto, probablemente medio reino le habria notado antes de que la oscuridad de Luccie hubiese ocultado su aura. Y encima habia dado a Luccie un tiempo perfecto. Desenvainé mi espada ceremoniosamente.
-Tienes que conseguir tocarla. -Dije a Ian si molestarme en mirarle. Tendria que mantener a Luccie ocupada para que él pudiese tocarla. Por suerte si Luccie mantenia su armadura no podria usar más sangre contra mi.
-Bien, mi reina. Creo que esta vez será la revancha. -Levanté la espada frente a ella, apuntandola.

¿Pero este tío que se piensa? ¿Qué puedo tocarla como quien toca un mueble? -pensé sin decir nada. Miré la pared granate que se encontraba delante mía y pensé que no habría forma de derrocarla por las buenas. Aún así, mi aura era muy pequeña en comparación con ella, y menos si tenía Walter al lado con su inmensa aura apoyándola. Sal Walter, no puedo ni con su aura como para que tu también estés presente. -dije sin mirarle mientras miraba la gruesa pared que había delante mía. O se iba o no podría con ella.

Plneaban algo de eso estaba segura, les miré a los dos, ninguno seguramente supiera a donde exactamente, aflojé la sangre y cojí el silvato. Me dí la vuelta y como ya estaba al lado de la ventana, solo me fue suficiente pegarla una patada para que el cristal saltara en mil pedazos y pudiera salir al vuelo. Segun salí, me dí la vuelta sonriendo de forma sadica y aun con el silvato en las manos me lo llevé a la boca, provocando y silvé lo mas fuerte que pude, para despues empezar a reirme a carcajadas.

Me agarré los oidos y empecé a escuchar rejanamente la risa de Luccie. Me cago en la... -dije mientras notaba como un liquidillo salía de mis oidos. Salí corriendo a toda velocidad y salté por la ventana. Conseguí agarrarme a su pierna y clavé las uñas fuerte para no caerme. Empezaba a notar como el lobo me pedía salir y acabar con ella.

Corrí hacia la ventana, salté y desplegué mis alas. Mi espada seguia en mi mano. Probablemente Ian caeria al vacio, pero una caida asi no le mataria demasiado, probablemente asi aprenderia a no saltar al vacio, además, yo no podria cargar con él en su forma lupina, que no tardaria en tomar... Por su propio bien. Yo, por mi parte, cargué contra Luccie, que no se encontraba ni a dos metros de mí y lancé un tajo horizontal a la altura de sus hombros. No me detuve, si no que seguí avanzando despues de lanzar el tajo.

Sus uñas se clavaron en mi armadura de sangre, pero antes de que pudiera hacer algo Walter saltó hacia mi, empecé a echarme para atras, hasta que su espada chocó contra mi armadura, ahi me había pillado, la sangre a la que estaba sujeto Ian se volvió liquida, haciendo que este callera y esa sangre volviera. Un peso menos, conseguí concentrar la sangre donde la espada para que no me cortara, un que no pude evitar un tajito en el hombro, la sangre empezó a extenderse por su espada.

Me desvanecí apareciendo detras de el, lanzando una fuerte patada a la zona del pecho, mientras que mis murcielagos ya habían llegado a la zona y se dedicaban a revolotear por el lugar, obbstaculizando la vision, a partir de ahora ninguno se podría desvanecer o corriamos el peligro de vernos combertidos con un murcielago.

Caí al vacío tras hacerse líquida la armadura de sangre, y a pesar del dolor de la caída, fue menos de lo que pensaba. Quizás porque ya comenzaba a aparecer abundante pelo en mi cuerpo y mis manos comenzaban a cambiar de forma. Comencé a trepar muy rápido por la pared del castillo apoyándome de vez en cuando en las ramas de los árboles y cuandó ya me quedaba poco para llegar salté hacia ella (menos mal que no estaa muy lejos de la pared y que se había entretenido con Walter) y la di un puñetazo con todas mis fuerzas en su espalda, haciendo un agujero en su armadura. Sabía donde estaba por el olfato ya que los murciélagos me impedían la visión. Acto seguido caí de nuevo al suelo, esta vez dislocándome el brazo y un aullido salió de mi boca. Me fijé en como los murciélagos parecían preparados a lanzarse a por mí.

(OFF: creo que me he pasado un poco :S xD)

Cientos de murcielagos revoloteaban a nuestro alrededor, obstaculizando la visión y imposibilitando el baile de las sombras. Cerré mis ojos y me concentré, activé mi rastreo. Podia notar los murcielagos, pero no podria rastrear directamente a Luccie. Pero si podia detectar el hueco libre que dejaban los murcielagos para no chocar con ella. Una sonrisa surcó mi rostro.
Y volví a cargar, solo renia que mantenerla entretenida hasta que Ian consiguiese tocarla, y la mejor manera era esta. No me dirigí hacia ella en linea recta, sino que realicé varias maniobras en el aire, aprovechando mi agilidad. Por lo menos en eso podia igualarla.

Ian me metió un puñetazo en la espalda, haciendo que mi armadura se rompiese y yo me desviase un poco por la fuerza, sonreí, inmediatamente la sangre se astilló clavandose en su piel todo lo que podía, asi que toda la sangre que el rompió ahora se clavaba en el. En el ultimo momento pude observar a Walter hacer sus maniobras moviendose con agilidad hacia mi. Escondí las alas, cayendo lo suficiente para ver pasar a Walter por encima de mi. Me reí y alcé el vuelo de nuevo, mas alto de lo que ya estaba-Vamos Walter, no lo notas?, se que deseas unirte a la oscuridad que te rodea-dije seguido de una gran risa loca.

Mientras yo realizaba mis ataques de antes (es para poner lo de los murcielagos, por cierto, yo nunca los uso para atacar, pues me parecía muy gocho, pero si lo has puesto tu no hay vuelta atras XDDDD). Los murcilagos notarn mi sangre en el y se lanzaron hacia el, algunos los podría esquivaar pero otros, clavaron sus colmillos en su cuerpo.

Miles de agujitas se clavaron en mi piel humana, que sin querer se convirtió en una rogosa piel repleta de pelo, como defensa ante la sangre de Luccie. Ahora se presentaba otra complicación, ya que los murciélagos me atacaron y me picaban como locos. ¡Bájala, Walter! -grité esperando que me hubiese escuchado ya que si seguían en el aire me sería dificil llegar hasta ella muchas veces. Daba zarpazos a diestro y siniesto dándo a muchos murciélagos, pero seguían apareciéndo más en sustitución de los anterior. Aullé con todas mis fuerzas llamando a los perros que estuviesen cerca y se pudiesen acercar y que luchasen contra los murciélagos. Hasta que Walter no la bajase, o ella fuese a atacarme, me sería dificil tocarla. Aumenté mi aura de nuevo al máximo para ver si ella me atacaba por ello. Mientras seguía notando los mordiscos de los murciélagos y su asqueroso sabor en mis fauces.

"Claro, facil de decir." Ascendí lo más rápido que pude saliendo de su alcance y me situé unos metros por encima de mi reina. Corté mi muñeca con mi espada y la sangre brotó y formó una placa sólida del máximo tamaño que me premitian los cuatro litros.
Me lancé hacia abajo, con el escudo por delante, ignorando a los murcielagos con intenciones de golpear a Luccie y lanzarla para abajo, o como poco de retenerla.
--Estúpido, esptúpido licantropo

Me daba igual Ian en estos momentos, pues yo estaba fuera de su alcance, y mis murcielagos parecían darle una buena bienvenida. Observé a Walter subir hacia arriba y comenzar a descender con lo que parecía un escudo esperé prudentemente hasta que el escudo chocó con mis manos, seguiamos descendiendo, pero no sería por mucho tiempo, empleé muchisima fuerza en pasar de su escudo, por su lado y ponerme detras de Walter agarrandole de los brazos. Coloqué mi lengua juguetona y la paseé por su cuello, clavé suavemente uno de mis colmillos, pero en cuanto su sangre rozó mi lengua, el sello retrocedió al igual que yo, me sujeté la cabeza, la armadura se rompió derramandose hacia abajo, manchando el suelo. Los murcielagos dejaron de revolotear alocados y se apollaron en los arboles de al rededor. Pasaron los segundos, en rapidos movimientos mios de un lado al otro, el dolor era algo insoportable, cuando pareció haber desaparecido, levanté la cabeza. Mis ojos verdosos se dejaban ver entre el negro-Walter...-susurré con mi caracteristica voz, aun que cansada y perdí el conocimiento empezando a caer al suelo, a varios metros de altura.

Luccie me evitó con facilidad. Se colocó detrás mia y me agarró los brazos. Antes de poder zafarme clavó un colmillo en mi garganta, la poca sangre que me quedaba comenzó a brotar. Mi escudo de sangre se deshizo mezclandose con la sangre de Luccie y cayendo al vacio.
Cuando ya lo daba todo por perdido Luccie se apartó de golpe y comenzó a retorcerse en el aire e instantes más tarde quedó inconsciente y comenzó a caer. El sello se habia contraido. Antes de que cayese la cogí con delicadeza, y planeando nos llevé al suelo. Apenas me quedaba sangre en el cuerpo asi que no me encontraba excesivamente bien. Llegué al suelo y la dejé con cuidado, abrazandola y me tumbé a su lado, aun manteniendola entre mis brazos, para recuperar el aliento. Parecia que mi cabeza iba a estallar.

Me senté en el suelo tras ver como los murciélagos dejaron de atacarme y observé a Luccie callendo. Menos mal que la ha cogido. -pensé. No quería molestarles así que esperé a que se acabase esa extraña situación ya que acababa de interntar matarme. De repente recobré el pensamiento de que no debería estar ahí ya que notaba miles de ojos observándome y esperando el momento de atacarme,