(Misión) Los niños

El pueblo de Ebel se extiende ante ti, aunque más que "extiende" la palabra correcta seria "comprime". Las casas eran estrechas y muy altas, consiguiendo asi obtener el espacio de una casa normal en tres comodos pisos. Además estaban muy pegadas, te atreverias a decir que habia casas que estaban encima de otras casas.
El ambiente era deprimente, unos inmensos nubarrones cubrian todo el sol que podria haber llegado. Las calles estarian desiertas ed no ser por aquello pequeños vendedores ambulantes que siempre pasaban por este tipo de sitios.
De vez encuando podias ver alguna persona cerrando las contraventanas al notar que pasabas. Por lo demás solo te encontraste con algún que otro anciano. No habia ruido, no podrias haber idcho que habias escuchado el silencio hasta que no hubieses escuchado esto.

Reduje totalmente mi aura al pasear por las calles, observando como me cerraban puertas y ventanas de las casaas cuando pasaba, imginaba que no era una buena epoca de visita. Me encontré a unos pocos viejecitos de camino y decidí preguntar, acercandome a uno-disculpe-dije llamandole la atencion y le tendí el papel de la mision para que la viera miré una vez mas a mi al rededor-¿me podría explicar un poco mas concretamente la situacion, que a pasado con los niños?-pregunté tranquilamente, para que no desconfiara de mi.

El anciano te examinó de arriba abajo. Pareció extrañado de que precisamente tú le hicieses esa pregunta, despues e todo tan solo tendrias cuanto, ¿Dieciseis años? El hombre se recompuso enseguida y habló.
-Lo mismo que te ocurrirá a ti, jovencita. ¡La vieja bruja del bosque te secuestrará y te obligará a jugar eternamente! -Su voz era fragil pero poseia certeza.
En ese momento un chica joven, de no más de 25 años cogió al anciano del brazo y le dió un golpecito amistoso.
-Calla abuelo, asustarás a los visitantes. -Le dijo cariñosamente. El anciano se alejó a regañadientes y se metio en una casa. -No le hagas caso, esas supersticiones son muy comunes en pueblos tan alejados de todo. Me llamo Serah, si has venido por lo de los niños pregunta y yo te responderé. -A pesar de lo siniestro del lugar ella mantenia la sonrisa.

Le miré extrañada con su respuesta, estube a punto de decirle que no era una niña, pero despues me acordé de mi estado, me recompuse cuando una muchacha llegó a la escena"quizas fuera buena idea eso de parecer una niña"-si disculpa, solo quería saber ¿que a pasado y si se pudiera, saber en que circunstancias a ocurrido?-pregunté lo mas suave que pude.

La chica calló un rato, como si meditase la respuesta, y despues respindió.
-Bueno... Lo que ha ocurrido es evidente, por eso estas aqui... Pero las circunstancias... Bueno, eso es otra historia. El primer niño desapareció un dia de tormenta en el bosque, si solo hubiese sido él no habria levantado ninguna sospecha pero... Desde su desaparición los niños se mostraban inquietos, intranquilos. Y no paraban de vigilar el bosque. Sin embargo, de vez en cuando un niño se obsesionaba con el bosque, querian ir al bosque. Por mucho que intentabamos convencerles de lo contrario sus ganas de entrar al bosque no menguaban. Muchos se escaparon de casa y se perdieronen el bosque. Los niños que quedan estan encerrados en casa y no se les deja salir... Yo no suelo creer en esas supersticiones, pero he de admitir que esto es bastante inquietante.

Eché un vistazo al bosque, era algo raro que fuera por ello-¿y sabes sobre que horas era cuando los niños querian ir al bosque?-pregunté mirando a mi alrededor, pareciera que no hubiera niños cerca a quienes poder preguntar.

La chica pereció pensarselo antes de responder.
-Si te digo la verdad... No lo se, yo vine aqui hace unos dias para cuidar de mi abuelo, al cual ya conoces. Pero por lo que he oido algunos nada más levantarse, otros simplemente dejaban lo que estuviesen haciendo y se adentraban en el bosque. No parece que sea nada destacado. -Mientras la chica hablaba notaste algo, como una incursión en tu mente, ya lo habias notado otras veces. Este era un ataque debil, que no tendria efecto en un ser como tú. Sin embargo no puedes evitar escuchar el susurro de una canción en tu cabeza, una hermosa y tranquila canción. Sin embargo, si te concentrabas en ella se convertia en un horrible quejido lleno de ira y desesperación.
-¿Te encuentras bien? -Preguntó Serah al ver tu cara, no habias podido reprimir una mueca.

intenté concentrarme en la voz de Serah pero me fué imposible, una tranquila cancion penetró en mi cabeza, siendo como era no me afectaba, pero seguro que eso era lo que escuchaban los niños, en mi cara mostré una mueca al centrarme en aquella canción, que se combirtió en un quejido. Volví en mi al oir la pregunta de Serah y sonrei con tranquilidad-No es nada, simplemente me pareció raro, eso de que se fueran al bosque con tanta obsesion- miré de nuevo la entrada del bosque con esa cancion en mi cabeza.-Creo que devería irme, a investigar un poco mas-hice una pequeña reverencia a la chica-Muchas gracias por la informacion-empecé a andar hacia el bosque y me adentré en el suprimiendo mi aura todo lo que pude.

El bosque no poseia ningún camino, como sila gente simplemente evitase siquiera acercarse a él. Probablemente por esas viejas leyendas, las zonas rurales eran asi, se mantenian alejadas de la modernidad y la edad de la razón.
Al adentrarte lo haces a través de los arboles y arbustos. El tiempo convertia los colores que te rodeaban en una paleta grisacea. Para ser un bosque se podia andar con comodidad, los arboles estaban bastante separados y apenas habia algunos arbustos. Sin embargo, y a pesar de la poca espesura, pronto pierdes de vista el pueblo.
Despues de un rato andando vuelves a escuchar la misma canción, pero esta vez no dentro de tu cabeza, si no al rededor de ti.
Te parece detectar movimiento en los arboles de alrededor, curiosamente aqui los arboles estan más pegados.

Después de andar por un rato en ese bosque, aparentemente comoda, me paré. Había escuchado otra vez la cancioncilla pero en todo mi al rededor, ya no era en mi cabeza, me puse alerta, todabía sin agarrar las armas. Esperé a que algo o alguien me saliera al paso, podía notar movimiento.

La cancioncilla seguia sonando, ahora era claramente audible, no debian de estar a más de unos metros. Podias notar movimiento entre los arboles cercanos, habia por lo menos diez. Además puedes escuchar las voces de niños, risas, niños jugando.

Me acerqué alerta a todas aquellas voces de aquellos niños jugando, esperando encontrarme con alguno-Que haceis, salir-dije con tranquilidad y esperé un poco mas.

Una niña pequeña se paró delante de tí. Iba bien vestida y no parecia ni por asomo ser una niña perdida.
-¿Quieres venir a jugar con nosotros? Mamá se pondrá muy contenta. -Dijo sonriente, no debia de tener más de doce años, sus ojos carecian de toda expresión.

Me salió al paso una niña, me estaba empezando a sentir incomoda, pues ¿cuanto tenía yo en comparacion con aquella pequeñaja? unos 103 años mas.. Sus ojos no demostraban expresion alguna-si, claro-dije intentando imitar su sonrisa

La niña sonrió pero sus ojos no cambiaron, lo que le dio una cualidad bastante siniestra. Parecia una marioneta, capaz de sonreir, pero incapaz de sentir.
Te cogió del brazo y se adentró contigo en el bosque, en el momento en el que te tocó, la música de tu cabeza se convirtió en un terrible grito agónico. La sensación no duró más de un instante.
A los poco minutos de andar llegais a una pequeña casita de madera, en el porche de la casa una ancianita tejia en su mecedora.

Aquello daba mala espina, odiaba aquellos ojos, tan parecidos a los de mi padre, intenté calmarme, pero no surgió mucho efecto cuando la niña me agarró y aquella, dulce aun que traicionera cancion se combirtió en algo horrible, por fin despues de un rato, llegamos a una pequeña casita de madera, con una viejecita sentada en el porche. Me acerqué quedandome a unos pocos metros de distancia. Esperando algun gesto o acción de la viejecita, manteniendo mi postura, todabía en guardia.

-Me preguntaba quien seria el que viene a desafiar mi poder, y me encuentro con una niñita. A estas alturas ya debes de saber lo que ocurre, vampirita. -Se levantó de la mecedora despacio y cogió un bastón de madera nudosa para ayudarse a caminar. Expandió su aura y pudiste contemplar su poder. Era casi identico al poder de Elinor. ¿Por que habria querido esta anciana bruja quedarse en un bosque como este? Y entonces asociaste las ideas, estaba secuestrando niños y los dominaba con sus poderes, para poder absorver su vitalidad y vivir para siempre.

Mediosonreí cuando me llamó niña, pero sabia perfectamente lo que ella estaba haciendo-Tu mas que nadie deverías saber que las apariencias engañan-su aura se parecía demasiado a la de Elinor, su rango era el mismo que el mio -tienes 2 opciones, o te retiras y devuelves los niños, o lo harás pero a la fuerza-sonreí agarrando los mangos de las espadas y separandome de los niños, mimetizandome, si decía que si, siempre podría deponer las armas.

-En realidad, no hay más que una opción. Prefiero morir luchando que morir por haberte entregado a los niños. -Golpeó el suelo con el bastón y provocó una enorme corriente de aire en todas direcciónes, con suficiente fuerza como para levantarte del suelo.

Cuando hizo la rafaga de viento, yo supe que no podía esperar mas. Reduje mi aura y me desice entre las sombras (la verdad es que poco porque estaba mimetizada ) Aparecí justo detras suya, mientras seguía mimetizada. Giré las armas por el mango para que la parte larga quedara al frente y lancé dos tajos horizontales uno mas alto que otro.

La bruja se giró, pero fué demasiado lenta. Tu golpe chocó contra una barrera mágica pegada a su piel que se rompio tras parar el golpe. Se echó hacia atrás como pudo y apuntó su bastón hacia ti. Una llamarada brotó de la madera nudosa del bastón y se dirigió hacia ti. Mientras tanto la bruja mantenia su otra mano a la altura de su cintura, pudiste notar como la barrera mágica volvia a alzarse.

Aquella bola me pilló por sorpresa, pero gracias al baile de las sombras conseguí que no me diera. Antes de desacerme entre las sombras ví como volvía a reacer la barrera. Aparecí detras suya haciendo exactamente lo mismo, pero como mi espada tenía doble filo me corté un poco. En cuanto lacé los tajos con mis espadas, la sangre salió disparada hacia su torso rapidamente en forma de aguas. Esperaba que esta vez funcionase.

De nuevo tardó en reaccionar. Los tajos golpearon la barrera, pero esta vez la forzó a su máximo poder y aguantó. Cuando las agujas chocaron contra la barrera esta estalló y provocó un rechazo. La bruja salió despedida hacia atras, se las apañó para caer de pie a paesar de su edad, y las agujas de sangre volaron en direcciones al azar.
-Se acabaron los juegos. -El bastón volvió a golpear el suelo, un montón de lineas brillantes cubrieron el area, el baile de las sombras quedó deshabilitado. alzó de nuevo la barrera y lanzó otra lamarada.

Conseguí esquivar de nuevo su bola de fuego, todo me habia parecido increible y el que saliera volando hacia detras muchisimo mas. Esa idea me gustó. volví a cortar mi mano y solté una de las espadas, lanzandola hacia uno de los lados. En mi mano se empezó a formas un gran martillo solido echo de sangre. Corrí de nuevo hacia ella expandiendo mi aura en el ultimo momento, lancé una gran estocada con mi espada y justo despues le pegué un gran martillazo en la zona de la cabeza, con toda mi fuerza.

Tu estocada no sirvió para atravesar el escudo, pero si lo debilitó y cuando el mazo la golpeó estalló en mil pedazos y la bruja recibió el golpe, lo cual hizo que se estrellase contra el suelo de manera violenta. Consiguió enderezarse un poco, la sangre brotaba de su cabeza y parecia aturdida.
-¡Tu! ¡No me quitarás a mis niños! -Juntó las manos de un golpe la llamas se expandieron a su alrededor, como una gran bola de fuego que fuese creciendo, con la bruja en su centro. Alcanzó el radio del claro y luego se apagó. La casa de madera estalló en llamas.