Paseando entre los árboles [Kaede y Angeline]

Había decidido que en un día como éste, y para mentalizarme ante los rumores recientes de una posible guerra que se desencadenaría, sería bueno pasear.. Y no entre vampiros y licántropos, o entre ángeles y demonios. No, contra una criatura de difícil definición.

Así que tras hacer un pequeño viaje por aire sobre la superficie del mar, llegué a aquel denso y oscuro bosque cuya sombra parecía ser la culpable de algunos altercados. En este lugar habían ocurrido algunos de mis peores momentos, pero no creo que deba ser más así.

Cuando toqué la tierra con la punta de mis zapatos negros, fui recogiendo las alas, hasta plegarlas dentro de mi ropa, escondiendo todo rastro de ellas. Avancé unos cuantos pasos hasta la sombra de un gran sauce llorón, y maravillada, me quedé mirando fijamente su amplio tronco. Parecía ser un árbol muy viejo, a juzgar por su tamaño.

Me crucé de brazos, mientras sentía una brisa cálida y suave venir desde el oeste. Ello hacía deslizar mis tiznados cabellos negros hacia un lado, ocultando una sonrisa de sobrecogimiento que apareció en mi rostro.

Tras un largo vuelo,decidí descender y pasear con tranquilidad por los bosques de Iggdrasil.

Apenas nos quedaba tiempo para poder disfrutar de cosas tan simples como esa,incluso puede que..no volviera a pisar jamás esas tierras. Me encontraba absorta en mis pensamientos,cuando me detuve al sentir el aura de un vampiro. Al seguirla,me tope con un viejo sauce llorón,y bajo sus largas ramas a una tranquila Angeline.

Ahora que la veía ahí parada,me di cuenta de que nos parecíamos un poco. Mi pelo negro como el ébano se mecía al igual que el suyo,y con una media sonrisa me acerqué a ella.

-Mucho tiempo,me temo-comenté con suavidad,posandome a su lado.

Noté una ligera brisa a mi alrededor, justo antes de oir una voz suave y delicada a mi lado. Giré mi rostro con lentitud, dejando así que mis cabellos se movieran como un bloque, sin separarse entre ellos, y me di cuenta de que la conocía. Parecía ser Kaede, aquel ángel caído que alguna vez vi con Dana y Aurora. Quizás me estuviera confundiendo, puesto que no recordaba que tuviera un aura tan amplia como la que podía notar ahora.

Esbocé una sonrisa tenue, mientras ladeaba levemente el rostro.

Eso parece, jeje. He estado dudando durante un instante...¿de verdad eres quien creo que eres, Kaede, el ángel caído? Noto tu aura diferente...bastante a decir verdad

Entonces me giré completamente hacia ella, y volví a erguirme nuevamente.

¿Te sigo siendo una molesta persona? ¿O quizás me estoy confundiendo de persona? Jejeje

No pude evitar sonreír ante su comentario con un pequeño toque de nostalgia. Se podría decir que una parte de mi quedó ya en el pasado.

-No te falta razón,he cambiado en muchos aspectos,a decir verdad-le expliqué moviendo un mechón de pelo detrás de la oreja.

Escuché su último comentario y reí pícaramente.

-Espero que no sea así,pero me alegra que a ninguna nos falle la memoria-comenté con sonrisa cómplice.

Parecería extraño, pero era la primera vez que veía a Kaede sonreir, ahora que caía. Eso le daba un toque bastante encantador a decir verdad, más...¿angelical?¿O dulce? No sabía decir con certeza, deibdo a que por mi mente más que aprecio por los demás, solía pasar animadversión. No era capaz de darme cuenta de detalles como ése.

Esbocé una media sonrisa al oirla responderme, mostrando un colmillo por la comisura de mis rojizos labios con picardía. PArecía muy segura de sí misma.

Vaya, ya decía yo que notaba algo distinto, jejeje. Me gustaría saber sobre ello, pero ya me irás contando, jejeje. Y no, no te creas, ya no soy tan.."así", como antes. Aunque eso tendrás que juzgarlo tú, jejeje Respondí, mientras me inclinaba levemente hacia delante, riendo por lo bajo. Su mirada cómplice me era simpatizante. Pensé que pocas veces encontraría personas que usaran la picardía y la astucia como yo, y ella es una de esas personas.

Dirigí mi mirada hacia los zafiros ligeramente violáceos que tiene por ojos, como si intentara leer de su expresión alguna cosa oculta que pudiera intentarme decir.

Bueno, querida, jeje ¿entonces, tu mejoría de poder se debe a algo que yo no sepa? Cuéntame, por favor, jejeje

Inquerí con insistencia. Había perdido mucho tiempo estando lamentándome de ciertos hechos con un ángel en mi cámara, y sabía que me había perdido muchas cosas

-Resulta bastante extraño que te esté contando esto,al fin y al cabo somos prácticamente desconocidas,pero por otro lado,no tengo nada que perder-comenté con voz suave y tranquila,mientras pasaba mis manos por detrás de la espalda,con pose medio ausente.

El viento seguía meciéndonos con cuidado,mientras algunas de las hojas del sauce de desprendían en silencio.

-Supongo que te referirás a mi incremento de poder,bueno..dejemoslo en que tras una dura pelea,conseguí poder superarme a mi misma-dije sonriendo un poco.

Aun que a decir verdad,lo mas importante para mi es haber conseguido que la oscuridad que se estaba empezando a apoderar de mi halla desaparecido. Ahora soy completamente neutral-y tras decir esta última frase le dediqué una mirada con una leve sonrisa. Aun así,podía apreciarse algo de melancolía en ella,como si tratase de pedir ayuda en silencio.

Desvié la mirada de nuevo,preocupar a los demás era algo que odiaba.

-Me gustaría comprobar también tu cambio entonces,jajaja-dije riendo con un toque pícaro.

Cierto es que apenas nos conocíamos, pero solía ser lo suficientemente extrovertida como para preguntar cosas quizás apegadas antes de tiempo.

Apoyé un brazo en mi costado, mientras observaba a Kaede relajar su postura. El viento parecía acariciarme el cabello, como si tuviera una mano paseándose por mi nuca.

Me llamó la atención que fuera tan directa en lo que me decía. Estaba claro que no le gusta en exceso los rodeos, al contrario de lo que a veces me dice mi conciencia que debiera hacer.

Tras emerger de ese pensamiento, torcí la cabeza, mientars colocaba las dos manos, sosteniéndose entre ellas, tras mi espalda, inclinándome levemente hacia delante. Sin embargo, en cuanto mencionó la oscuridad de su corazón, me volví a erguir, dejando más rectos mis labios. Parecía que lo que decía era algo más serio de lo que pensaba. Y por primera vez, ante una desconocida, lo comprendía, y le dedicaba el respeto adecuado de seriedad que merece. Máxime cuando su expresión parecía lejana, a pesar de tener una ligera sonrisa en sus labios, como si estuviera pensando otra cosa de lo que expresara.

Entiendo.... Alcancé a decir vagamente. No era muy buena intentando ayudar moralmente a los demás. Más bien, yo necesitaba de los demás para cosas así.

Sin embargo, el que me pidiera que mostrara mi nuevo "yo" con aquella risita pícara, hizo reaparecer en mí mi expresión de labios arqueados, mostrando de forma pilla las puntas de mis colmillos sobresalir de mis labios.

Jejeje. Pues algo que he aprendido a hacer en este tiempo es...

Ya tenía asumido lo que iba a hacer. Ya debía ser algo más natural qeu al principio, cuando me costaba tanto debido a que pensaba que no estaba siendo yo. Me acerqué a ella en un par de pasos, por delante de ella, y a pesar de que todavía vagaba por mi mente aquella sensación de que no me era muy natural, rodeé con mis brazos sus hombros, abrazándola suavemente, sin apenas apretar. A pesar de esa sensación, sentía que empezaba a pensar que realmente sí estaba siendo sincera conmigo misma con cosas como ésa. Más el abrazo duró poco, pues todavía sentía algo de vergüenza. A pesar de que intentara disimularlo, mis mejillas ligeramente rosadas me delataban.

Me alejé un paso, y tras reir por lo bajo, guiñando un ojo, agregué

Jejeje, pero sólo lo hago con las personas que más o menos aprecio. De hecho, eres la segunda persona a la que abrazo.. Mientras terminaba la frase, fui reduciendo el volúmen de voz, como si hablara conmigo misma.

Sin darme apenas cuenta, me sostenía la cabeza con una mano, mientras me venía a la mente de nuevo esas palabras " Eres la segunda persona a la que abrazo..."

Cuando se fue acercando a mi fui separando mis manos por instinto,y cuando me abrazó,las deje caer despacio,bastante sorprendida. La miré los escasos segundos que duró el abrazo,en ese momento,me parecía realmente de fiar,y sin saber por que,esbocé una sonrisa de ternura,cerrando los ojos. No tardó en separarse,y escuché sus palabras,aun que la forma en la que terminó la frase..parecía que dejaba algún recuerdo extraño tras el.
Aún así,no sabía que podía ser,pero..solo sentía que podía decirle una cosa en aquel momento.


-Veras..-guardé un instante de silencio.-La verdad es que,yo siempre he pensado que los abrazos son algo muy especial,verdaderamente especial...no es algo que deba hacerse simplemente por costumbre..-la cogí por los hombros con suavidad y la miré a los ojos-debes guardar estos abrazos tan especiales para los momentos mas oportunos,y..confío en que,tu serás capaz de conseguirlo-con esta última frase,la sonreí por primera vez sin ningún tipo de arrepentimiento.

La solté y me separé un poco.

-Creo incluso que,un simple abrazo puede salvar una vida-dije aún sonriente,y mirando al cielo estrellado.

La tierna sonrisa que pude llegar a ver mientras la abrazaba me hacía sentir que haber pasado por males para ver expresiones tan dulces como esa, y que me tranquilizaran a mi también, merecían la pena.

Todavía me notaba que tenía las mejillas rosadas, mientras escuchaba con atención a Kaede. Había conseguido que dirigiera mi mirada directamente hacia sus profundos ojos violáceos mientras sostenía mis hombros. En ese momento, estaba pensando en lo que dijo. Entonces ¿realmente la había abrazado, porque para mi era alguien especial? De hecho, es la primera persona que conocía, aparte de Dana, que no siendo vampiresa, me caía bien. Me sentía casi como si ella fuera mi maestra, enseñando a una niña grande a discernir entre el bien y el mal. A pesar de eso, su sonrisa le dio un tono mucho más cálido que una relación maestra-alumna.

A ello respondí con una sonrisa. Era la primera vez que alguien me arrancaba una sonrisa tierna, por leve que fuera. Me sentía llena. El gran vacío que había sentido haría no mucho tiempo, parecía estar desapareciendo.

Vi levantar la vista al cielo, y me coloqué a su lado, observando el ahora estrellado cielo que se hizo paso tras el atardecer. Entonces, casi como preguntándome a mi misma, repetí.

¿Salvar una vida...?¿A qué te refieres?¿El cariño puede salvar vidas...? En ese momento lo comprendí. Yo había pasado por algo similar. Mi pasado.... Me sentí obligada a contárselo, repentinamente había conseguido mucha confianza con ella. Tenía mis ojos abiertos como platos, tras darme cuenta de aquello. Entonces me giré hacia ella, y dirigí mi mirada nuevamente hacia sus ojos, con una ligera duda en mi semblante.

Creo que sé a qué te refieres... Yo...una vez, sentía que mi vida era ruin, vil y mezquina. Y pensé que no debía vivir... Sin embargo aguanté, y creo que hice bien. Porque entendí, y ahora más gracias a ti, que sólamente necesitaba ser querida. Siento que mi corazón empieza a llenarse de sentimientos verdaderos, tras haber apartado un falso velo de mentiras. Y es en cosas como ésta que agradezco que existan personas como tú...

A medida que avanzaba en lo que decía, una sonrisa aparecía en mi rostro, y se iba ensanchando, mientras mis mejillas se sonrojaban otra vez. Tenía un aspecto melancólico, pero no por ello infeliz. Realmente empezaba a sentirme mejor que antes

La escuché en silencio, bastante atenta a todo lo que me confesaba,y cuando terminó no pude evitar esbozar una sonrisa complacida.


-Realmente..me alegra oír eso,Angeline-después me arrasqué un poco la nuca-y no creas que soy nada del otro mundo..-dije yo también algo enrojecida,pero riendo con algo mas de alegría.

Esta claro que..todos necesitamos ser queridos,no?-eso último fue mas bien un susurro,un pensamiento dicho en voz baja.


Si,definitivamente me llevaré mejor con la nueva Angeline-dije cruzándome de brazos y volviendo a poner sonrisa pícara.

Al ver que ella sonreía complacida por haber oído palabras tan ocultas de mi, mi melancolía desapareció, quedando tan sólo una sonrisa sincera. Me quedé escuchándola, y me pareció raro que negara que fuera diferente. Siempre creí que ella, por el hecho de haber renegado de ser ángel, significaba ser alguien diferente. Sin embargo, al ver que se había ruborizado sus mejillas, me quedé mirando con curiosidad mientras añadía algo en voz baja.

Sí...eso es cierto. Quizás esa es la respuesta a todo..

Luego, al oirla afirmar con tanta rotundidad, sonreí de tal manera que la punta de uno de mis colmillos asomaba cerca de la comisura de mis labios, dándome un aspecto pícaro y pillo. Me incliné hacia ella, y le mostré el perfil donde se veía mi colmillo.

Eso creo, jeje, pero no significa que no muestre mi picardía de vez en cuando, ¿eh? Jejejejeje

Me erguí nuevamente, tras soltar una corta risotada. Ya no me reía de ella, sino con ella. Notaba que cosas como ésa habían cambiado de verdad.

Luego volví a serenarme, aunque mi sonrisa pícara no había desaparecido de mi rostro.

En fin, de todas maneras, tengo que ser pícara si quiero poder ayudar a vencer a la criatura esa... Añadí de forma enigmática, esperando que dijera algo al respecto. No sabía si sabía de quién o qué se trataba, pero si no sabía, le interesaría, probablemente, saberlo.

-No espero que dejes de serlo..si no,dejaría de ser tan divertido,no?-dije riendo picaramente.

Cuando dijo lo último mi sonrisa desapareció casi por completo. Por culpa de ese.."ser"..casi pierdo la vida. Rocé mi vientre,en el que quedaba una cicatriz que nunca desaparecería. Apreté la ropa de esa zona,y mas seria,contesté:

-Desde luego..hay que terminar con él..y no queda poco para la ocasión. Solo espero..poder conseguirlo,me basta con que desaparezca,aun que para ello tenga que perder la vida-moví la cabeza tras unos minutos de silencio. Estabamos bien,y no quería estropear el momento.

Me giré despacio,y miré a Angeline como nunca antes lo había hecho.No sabría describir como,pero era una mezcla de seriedad, amistad y

-Luchemos hasta el final Angeline,siempre-dije finalmente sonriendo,y tendiendole la mano,como si se tratase de un pacto..Qué me dices?

OFF Seriedad, amistad.. ¡¿Y qué más?!¡Me has dado curiosidad!

Sonreí con cierta picardía mientras oía su respuesta, pero mi sonrisa se esfumó al ver la expresión que se le dibujaba en el blanquecino rostro de Kaede. Me fijé en que tenía su mano colocada en su vientre, y apretaba ligeramente la mano, como si algo le doliera, pero en el corazón. Tenía que ser algo bastante duro, según fui viendo el tono de voz que tomó Kaede al proseguir. Y fue en lo penúltimo cuando se me calentaba la sangre ligeramente. Aunque posiblemente tuviera sus razones, tenía que contestar a eso, y así lo mostré con un tono más serio, mientras me fijaba en sus ojos fijamente,escudriñando sus iris violetas, justo después de lo que dijo. Me relajó el que cambiara su tono de voz, viendo que me tendía su mano.

Por favor, Kaede, no vuelvas a decir eso. Tu vida es, con casi total certeza, lo más importante que tienes, así que no vuelvas a decir eso. Y que conste que cuando cojo confianza, no pido las cosas de esta clase "Por favor". ¿Entiendes? En realidad, la pregunta era un poco retórica y no esperaba respuesta de ella.

Mas hice desaparecer esa expresión seria y grave que tenía en mi rostro, y dibujé una media sonrisa de amabilidad en mis labios, mientras tendía mi mano, y alargaba el meñique a Kaede.

Sin embargo, sí. Lucharé contigo hasta la extenuación. Juntas podremos con todo

Mi sonrisa se ensanchó a medida que hablaba, y miraba con ojos casi fraternales a Kaede en aquella pose.

Off: me cachis!!no se porque no se escribió la última xDD,,aun que no es nada del otro mundo,algo así como seguridad xDD,jajaja


On:

Correspondí al apretón de meñiques,y sonreí complacida al escuchar su petición.

-Me parece un trato justo-dije sonriendo alegremente.

Por cierto,empieza a refrescar por aquí,te apetece pasear un poco?-pregunté.

OFF Aah, vale, jejeje

ON

Excelente Agregué como comentario, sonriendo con cierta picardía en mis labios rojizos. Al oirla decirlo, tenía un poco de razón, aunque yo más bien solía pasar calor que frío. Entonces me agarré de su brazo, y asentí lentamente, mientras seguía sonriendo.

Por supuesto, querida. Te dejo elegir el destino, o la ruta, jejeje Agregué, mientras tirando de ella levemente, avanzábamos sin rumbo de momento hacia el interior del bosque.

Sonreí cuando me cogió del brazo. Me llevé la mano a la barbilla y mientras caminaba a su lado,pensé por donde ir.


-Bueno,estará bien adentrarse a estas horas de la noche en el bosque,puede que nos ocurra lo mismo que a los protagonistas de relatos de terror de los humanos-dije poniendo cara de terror para asustarla. Me sentía bastante tranquila con ella.

Nos adentramos en el bosque,con tonos azulados aquella noche.

Simulé una expresión asustadiza al oirla y ver su rostro, y tras ello, me sostuve más, cogiéndola con los dos brazos, y apoyando mi rostro en su hombro, como si fuera una niña asustada con su madre.

Sí... y nos viene un monstruo a devorarnos.... Respondí, vibrando levemente. A pesar de eso, al avanzar unos pasos, tenía una sonrisa satisfecha dibujada en mi rostro.

Así que, tras decidirlo, nos adentramos finalmente en el bosquecillo que teníamos ante nuestros ojos.

La arboleda era cada vez más espesa y densa. Había tantos árboles juntos que parecía que entre ellos no se podía pasar, a excepción del camino estrecho de tierra sobre el que caminábamos.

Era ya casi de noche, y una ligera corriente de aire atravesaba el bosque, provocando un sonido parecido a un susurro cuando pasaba entre las hojas de los árboles. Varias sombras empezaron a aparecer en el camino, y bajo la copa de los árboles se podía ver algunos ojos diminutos brillando a la luz de la luna.

Al fijarme en todo aquello, supuse que serían simples animalitos, pero quería probar algo.

Kaede...¿qué son...esas cosas que se ven por ahí..?¿Y esas sombras?

Pregunté con tono pausado, mientras me sostenía con más firmeza de su brazo. Vería si ella se asustaba como parecía antes

Off: que perversa¬¬!xDD

On:

Caminamos un rato en silencio,juntas, mientras intentábamos descubrir que rodeaba la inmensa oscuridad de la noche.

Al rato, Angeline pareció mencionar preocupada algo que había observado cerca de nosotras.

-Umm..veamos-dije mirando con atención-no..no insinuarás que hay algo raro ahí no?-dije preguntando preocupada mirando a aquella zona y agarrándola mas-va..vamos,no sera para tanto!!jajaja-dije tratando de no asustarme.

OFF Jejeje, bueno, no te preocupes, sólo es una "pequeña" bromita suya, jejeje

ON

Tragué saliva con lentitud, y asentí con lentitud. Noté entonces que se había sostenido más fuertemente de mi. Estaba un poco asustada, y en cierto modo, a mi me asustaba un poco también. Pero estaba segura de que serían animales. Unos simples animales.

Susurré en voz baja, un poco grave
Eso espero, querida...


Entonces solté su brazo lentamente, tan lentamente, que parecía que no quería separarme de ella, y tras hacerlo, avancé unos pasos hacia uno de los pares de ojos que había bajo la copa de un árbol. Acerqué mi mano lentamente, con la precaución suficiente como si la estuviera metiendo en la boca del lobo. Cuando apenas quedaban unos milímetros para tocar al animal, de repente, un aleteo de un animal oscuro, de superficie alar amplia, descendió y, aleteando, se fue alejando del árbol, dando chirridos agudos por el camino. Me había quedado quieta por un segundo, y al ver que era un murciélago, suspiré más tranquilamente.

Uff... sólo es un murciélago, jejeje Añadí, mientras esbozaba una sonrisa más pícara, ocultando levemente mi preocupación, mientras me giraba hacia Kaede. Pero lo que yo no veía es que una gran nube se iba acercando por mi espalda. Una nube negra, que iba tapando los tímidos destellos de las estrellas.

Me quedé de piedra cuando vi lo que se nos acercaba en bandada,señalé con el dedo a las espaldas de Angeline,e intenté decir algo:

-Eh..eh..corre!!!!-la cogí de la mano y tiré de ella,empezando a correr en zigzag para despistarlos o simplemente cubrirnos . Cuando vi una especie de camino,giré sujetando todavía a Angeline y me adentré en el,pero resbalé con una de las numerosas ramas que había en el suelo y que no había podido ver. Solté su mano cuando empecé a caer para intentar evitar que ella también callera,y para cuando quise darme cuenta,estaba dando vueltas cuesta abajo,hasta que llegué a suelo plano.

-Ah..ay...-dije con los ojos cerrados y algo aturdida. Esperaba que Angeline estuviera bien y no hubiera caído también,pero la cabeza me daba vueltas y mas vueltas.

Giré mi rostro, con expresión extrañada, al ver la expresión de su cara, y algo que señalaba detrás de mi. Intenté girarme para ver qué se acercaba, pero antes siquiera de darme cuenta, Kaede me tomó la mano, y tiró de mí. Yo intenté seguirla corriendo como podía, y siguiendo su trayectoria tan extraña. Todavía no sabía de qué estábamos huyendo, así que giré mi rostro hacia atrás y lo vi. Una gran bandada de murciélagos venía hacia nosotras, a gran velocidad y a baja altura.

En cualquier caso, seguíamos corriendo, y Kaede me agarraba cada vez más fuerte, como si no quisiera dejarme atrás. Como si quisiera protegerme también. Giramos repentinamente en un camino, y noté cómo su mano se soltaba de la mía, mientras veía su cuerpo caer al suelo y acto seguido rodar cuesta abajo. Dejé escapar un grito de susto al verla rodar ¡Kaede!, y traté de correr detrás de ella. Cuando la vi parada, intenté arrodillarme al lado, mas también tropecé con alguna roca que había en el suelo, y caí de rodillas de forma violenta. Suerte que era tierra casi barro y no tierra dura, y no me había dañado en exceso. Me erguí en mi postura de rodillas, y traté de levantar su cabeza con cuidado, colocándola sobre la palma de mi mano, mientras que con la otra mano, trataba de levantar su espalda para que pudiera verme mejor.

¡Kaede!¿Te encuentras bien?¡Kaede! No sabía si mi voz le sonaría lejana, y por eso repetía su nombre una y otra vez. Estaba muy preocupada, pues su caída había sido larga, y virulenta. Y sus quejidos de dolor no mejoraban la situación

Noté como Angeline no tardo en llegar,y fue bastante amable,pero aun que la cabeza aún seguía dándome un par de vueltas,me encontraba bien.

-Tranquila,solo ha sido una de las caídas mas estúpidas que he
tenido en mucho tiempo-dije incorporándome un poco y tranquilizándola.

Noté el terreno resbaladizo,lleno de barro,la verdad es que me había puesto perdida.Genial..-pensé

-Tu estas bien Angeline?-le pregunté observándola para ver si tenía alguna herida.

Dejé escapar un suspiro de alvio al oirla responder.

Fiuf...no sabes cuánto me tranquiliza oirte

Entonces, callé para poder escuchar su pregunta, y esbocé una sonrisa de afirmación, asintiendo al mismo tiempo.

¡Claro! Tan sólo caí de rodillas y... Dije mientras descendía mi mirada hacia mis piernas. Y por supuesto, no tenía apenas unos rasguños. Sin embargo, me fijé en que tenía el vestido manchado de barro hasta las caderas, y los zapatos probablemente estuvieran en peor estado. Por dentro me había recorrido una descarga, como si me hubieran atravesado repentinamente una parte de mi, de forma violenta.

Mis pupilas se dilataron, y rechiné los dientes levemente. ¡Costaría mucho dinero lavar esto!

¡Aarg!¡No!¡Me he manchado la roopa!¡Maldición!

Podría parecer casi un acto superficial, mas, además de que era verdad de que no sería barato, lo hacía también por despertar una sonrisa en su rostro. ¿Sería graciosa mi reacción? No lo sabría hasta que lo viera ocn mis propios ojos.

Sonreí un poco mientras la miraba-lo siento,esto a sido culpa de mi torpeza. Aun que debo reconocer que eres la primera chica de este territorio que se preocupa por su ropa..-dije riendo un poco-menos mal que alguna conserva aún la feminidad-dije riendo mas.

Verla sonreir me hizo desaparecer el rechineo de mis dientes, y giré mi rostro para observarla mientras respondía.

No es tu culpa, mujer, jejejeje Dije durante la pausa. Mas oirla decir que me preocupaba por la ropa, y escuchar que "conservaba la feminidad" me hizo reirme casi tanto como ella.

Jajajaja, ¿conservar "feminidad"? jejejeje. Chica, eres graciosa a veces, jejejeje Añadí, mientras tomaba con mis manos su cuerpo, y me levantaba del suelo con ella en brazos. Tras eso, la dejé posarse en el suelo, con la misma delicadeza que ella lo haría tras un descenso en el aire. Me quedé frente a ella, sonriendo con picardía, y retirando barro del vestido con una mano.

Kaede, ¿crees que es muy "femenino" enfurecerse de la misma forma que yo, cuando te sientes humillada? Jejeje, si la respuesta es sí, entonces soy la mujer más femenina del mundo, jejejejeje