Acantilados

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Aterricé en los acantilados tras varias horas de viaje. Aquel lugar me había enamorado,tenía todo lo que me gustaba,altura,viento,agua..y sobre todo,una inmensa calma.

Me senté justo en el precipicio,ignorando el peligro,al fin y al cabo no era una humana mas.
Tras un rato,me sumergí en mis pensamientos. Habían ocurrido tantas cosas en tan poco tiempo,y por si eso fuera poco,el fin parecía estar tan cercano..
o simplemente,mi fin ya se había escrito.

El frío viento mecía mi ahora mas larga melena oscura,que había crecido mucho durante mi tiempo encarcelada.

Ahora que lo pensaba,a los únicos que había visto tras eso eran a Ian y Aspicious.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo,y no pude evitar undir mi rostro en una de mis manos.

OFF: esta historia es un "flashback" que cuenta la última vez que se vieron Wataru y Kaede antes de partir por sus diferentes caminos.
Nos situamos en un mundo ya asumido en la desgracia, un mundo que a perdido el equilibrio, esta historia ocurrio 3 dias antes de la desgracia... El resurgir de Omega.

On: Me dava la impresión de que llegaba tarde, la verdad esque todo el plan de Aral me sorprendió mucho, pero era una idea arriesgada, aún así acepté ir con el, pero solo me dejó elegir una persona de la que poder despedirme, asique la noche anterior, mandé a Korormori al Limbo para citar a Kaede en un acantilado de las costas. Teniendo en cuenta que Koromori volvió hace un rato a la cueva, me dirijí hacia ese acantilado y alli estaba ella... Hacia tanto que no la veia... Mi corazón no podia dejar de palpitar, ahora su pelo era mas largo y la hacia aún mas guapa, pero noté su aura algo perturbada y eso no me gustó mucho, pero fué algo que pasé por alto y me hacerqué a ella por detras ocultando mi aura y tapandola los ojos.

-¿Quien soy?

Dije alegremente.

-Quien podría ser?-pregunté quitando sus manos y mirándole con una media sonrisa.

Era típico de Wataru. No tarde en cambiar mi rostro,y mi aura volvió a la estabilidad.

-Cómo te ha ido todo?Hace demasiado tiempo que no me comunicaba con el exterior-dije levantándome despacio.

Apartó mis manos y me miró sonriente, hacia ya tiempo que no veia esa sonrisa tan peculiar suya, la verdad, con ella al lado, me dava igual todo el tema de las piedras, con ella me sentia acogido.

-Pues estos últimos meses han sido duros la verdad, todo el tema de las piedras y demas... Pero porlomenos todos los que me importan están bien y eso me alegra, ¿que has estado haiendo tu todo este tiempo? porque hace mucho que no nos vemos, la verdad esque pensé que nos estabamos distanciando...

Dije algo cabizbajo.

Mi sonrisa disminuyó un poco.

-Es una larga historia,al igual que la tuya,pero se podría decir que he estado encerrada durante un largo periodo de tiempo-le dije mas seria.

No e hagas el misterioso,que has estado haciendo tu?es extraño que desaparezcas,no es así?-le pregunté .

Agaché mi cabeza y me senté junto a ella mirando al mar.

-¿Sabes? de cinco piedras, yo he estado en la destrucción de tres de ellas... Y no pude hacer nada, es mas, una de las veces casi moriste por nuestra culpa... Despues de eso he estado un tiempo sintiendome impotente e incapaz de luchar, por eso abandoné el infierno y me fuí a vivir con Aral, quien me acogió en su casa como un hermano. No he echo nada realmente especial o productivo durante este tiempo, pero sé que eso va a cambiar pronto.

Mis últimas palabras sonaban con mas seguridad que las anteriores.

-Bueno, yo creo que ya te he contado mas o menos todo ^^" ¿porque no me cuentas tu lo que te sucedió?

La dije mirandola a los ojos.

-Te fuiste del infierno? bueno..,me refiero a que es extraño que le pidas ayuda a otro rey que no sea el de tu propia raza-dije pensativa,aun que si estaba en lo cierto,tendría mas relación con Aral.

Deber de reyes,eh?-pensé para mi misma.


-Te lo contaré,pero a cambio,debes ser igual de sincero conmigo cuando te lo pida-dije con firmeza.

-Al igual que tu,yo también he estado relacionada con el tema de las piedras,pero ese no ha sido el único problema en el que me he visto rodeada.
Hubo..un par de problemas con uno de los ángeles caídos,y fui acusada de su muerte,y por lo tanto,encarcelada hasta que Aurora pudiera demostrar lo contrario.

Aun que,a decir verdad,hasta hace recientemente poco,he sido vigilada-comenté con frialdad,aun que mi cara mostraba pasividad.

-¡¿Que?! eso es absurdo, todo el mundo te conoc een el limbo, como pudieron pensar tan siquiera que habias hecho algo asi, no tiene lógica.

Dije algo indignado, luego me tranquilicé y seguí hablando.

-Bueno, al menos todo se a solucinado y ya has vuelto a tu vida normal ¿no?

Por un momento me quedé pensando en las últimas veces que hablé con ella.

-¿Que... que tal con Ian? ^^"

Le dije intentando sonreir, aunque no era una sonrisa verdadera.

Si,supongo que podría decirse que todo ha vuelto a la normalidad,aun que mas bien,es todo lo contrario-dije algo mas bajo.

No pude evitar lanzarle una mala mirada,pero luego me reí un poco.

-No hace falta que te esfuerces tanto Wataru,aun así,gracias por preguntar,estoy bien con el -dije sonriendo un poco.

-Genial, me alegro

Dije sarcasticamente, lo cierto esque le envidiaba... Todavia notaba a Kaede algo mal por algo, me parecia muy extraño y teniendo en cuenta que esta era la última vez que la iba a ver hasta dentro de mucho, no podia permitir que estubiese mal.

-Kaede... Te noto rara, ¿te ocurre algo? sabes que en mi puedes depositar toda tu confianza, ademas, te he prometido contestar a todo lo que me preguntes.

La dije para animarla a contarmelo impaciente.

Sonreí cálidamente. Wataru siempre se había preocupado por mi,esperaba que nunca cambiara.


-Gracias Wataru,eres uno de los pocos que consigue hacerme sonreír últimamente,de verdad-dije mirándole con sincera felicidad,en medio de la tormenta que sobre nosotros se avecinaba .

Las palabras de Kaede resonaron dentro de mi como un rayo de luz, en esos momentos me daba igual todo, me sentia realmente feliz de poder estar a su lado mientras sonreiamos juntos. Al terminar de hablar, me dí cuenta de que unas nubes oscuras se estaban acercando.

-Por lo visto va a llover, ami no me importa demasiado la verdad, es mas, me gusta. Pero si quieres podemos buscar un refugio.

La dije sonriendola.

-Pues,prefiero quedarme aquí,la lluvia refrescara mi mente y mis ideas-dije riendo un poco.

Como el bien había dicho,las nubes grisáceas se acercaban lentamente hacia nosotros,y la luz se ensombrecía con ellas.

Tu también pareces ocultar algo,te noto..un poco nervioso,por decirlo así-le dije amablemente.

No estaba seguro de si seria buena idea contarle lo que iba a hacer al salir de aquel lugar, ¿como le podia decir que me iba a ir a entrenar con Aral y que ello me iba a cambiar por completo?

-La verdad esque es normal que esté nervioso, tarde o temprano, las 2 últimas piedras caerán y con ellas el caos inundará Iggdrasill, y yo, no quiero separarme... De la gente a quien quiero...

Dije agachando la cabeza, pues realmente la frase que sonó en mi cabeza fué: "no quiero alejarme de tí...."

Escuché atentamente sus palabras,y cuando terminó,no pude evitar ensombrecerme un poco,melancólica.

Abracé mis rodillas,y miré el horizonte con pasividad,como si todo estuviera ya asimilado.

-Muchas cosas ocurrirán tras,y durante la guerra. Tranquilo,no eres el único que tiene miedo-dije con una media sonrisa,apretando mis manos.
Ocurra lo que ocurra,solo quiero proteger todo cuanto este en mi mano,no quiero contemplar mas dolor,no puedo soportarlo por mas tiempo..-dije mirando mi mano,con un tono de voz neutra. Cerré la mano, haciéndola un puño-y para ello,me haré mucho mas fuerte..-dije extendiéndola hacia el cielo.

Aún que..también confío en que,si estamos rodeados de las personas a las que queremos, todo saldrá bien,y no nos faltaran las fuerzas para seguir luchando-dije esbozando una sonrisa cálida,como no lo había hecho en mucho tiempo hacia Wataru.

Escuché las palabras que me dedicó Kaede, pero se equivocava, yo no tenia miedo, pero no podia permitir que volviera a ocurrir lo mismo que ocurrió cuando se rompió la primera piedra en la que casi muere por mi culpa. Pero cuando terminó de hablar, sus palabras, todas y cada una de ellas llegaron hasta lo mas ondo de mi corazón y su sonrisa... Como no, era perfecta.

-Kaede...

La dije mirandola a los ojos algo preocupado, pero feliz al mismo tiempo.

-A tí no puedo engañarte, he de contarte algo muy importante para mí, algo que cambiará mi vida para siempre y que ocurrira en poco tiempo.

La lluvia comenzó a caer, no era demasiado fuerte, pero tampoco era un chispeo.

-Dime Kaede, ¿Quieres saber lo que me depara el futuro?

Me torné seria cuando dijo esas palabras,parecía estar hablando enserio,y eso ocurría pocas veces en el.

-Claro,pero..que ocurre?-dije confusa.

No sabia muy bien por donde empezar, asique decidí contarle un resumen de lo ocurrido.

-Veras... hoy Aral a venido al infierno, cosa que no pasa muy a menudo, y aunque a Aspicious no le gustó nada que apareciera por allí, lo hizo para que fuera con el a su reino.
Una vez en su cueva, Aral me contó su plan sobre todo este tema de las piedras, y me dijo que me necesitaba para ello... Y o accedí a contribuir...
Y entonces, Aral comenzó a contarme secretos, magias místicas que solo las razas mágicas deverian saber, su principal objetivo era entrenarme, pero no un entrenamiento normal...

Pare unos segundos.

-Este entrenamiento era tan intenso que cambiaria mi vida completamente, mi aura, mi físico e incluso mi moralidad... Y yo acepté...

Tras contarselo bajo la lluvia, me levanté y me acerqué a ella quitandomé mi semitúnica blanca y poniendola sobre sus hombros para cubrirla de la lluvia.

-Es posible que esta sea la última vez que hablas con el Wataru que siempre has conocido, Kaede...
Es por eso que quiero que te quedes con esta prenda, no es mucho, pero porfavor aceptala...

Ya habia dicho todo, no sabia si sentirme bien o mal, pero almenos estaba mas aliviado.

-¿A qué te refieres con el "hoy Aral"?-le pregunté

De todos modos..-guardé silencio cuando acabó de hablar-Si lo que dices es cierto,y ya has tomado esa decisión,no soy quien para entrometerme,como amiga que soy,mi deber es apoyarte en tu decisión,Wataru..pero..-me levanté,y le miré a los ojos,con una mirada seria-no pierdas tu verdadera esencia,recuérdalo,por que las personas que te quieren lo hacen por ese motivo,por que eres tu,y no otro,no necesitas perder tu esencia para volverte mas poderoso-dije cogiéndole por los hombros. Era cierto que era muy despistado y demasiado infantil en algunas ocasiones,peor consideraba que a la hora de la verdad actuaba como era debido,y por eso mismo no veía necesario "ese" cambio.

La miré a los ojos algo cabizbajo.

-Veras Kede, para que esto funcione, necesitaré que me hagas un favor... Solo tu debes saber esto, es crucial que nadie sepa donde estoy o cuando volveré, aunque cuando vuelva, el cambio será tal, que pocos podran reconocerme... Aral me dijo que podia confiar en una única persona a la que decirle lo de mi entrenamiento, y entre todas las personas de Iggdrasil, te e elegido a tí, asique porfavor, guardamé ese secreto, ni siquiera Aspicious deve saberlo... Solo tu...

Le dije serio.

-Pero..por qué?-pregunté confusa,pues no comprendía por que debía guardar eso en secreto,y acabarían sabiéndolo si o si.

La miré a los ojos.

-El porque no importa ahora Kaede, lo sabras cuando llegue su momento, pero no le digas nada a nadie, cuando vuelva, no podreis reconocerme ni siquiera leyendo mi aura, pero cuando pasen 3 dias a partir de hoy, mi entrenamiento abrá acabado, talvez a primera vista no me reconozcas, pero cuando hables con un nuevo desconocido, mirale a los ojos, Pues eso no va a cambiar en mí y sé que tu podras saber quien soy.

Fruncí el ceño y negué con la cabeza.

-Como quieras-contesté finalmente.-Me guiaré con eso para reconocerte,pero en tres días,si todo sigue como hasta ahora,iré a verte al infierno-le dije rotundamente.

En aquel entonces ella no sabia que no tenia intención de volver al infierno, pero ese tema preferia no tocarlo, no la veia muy contenta con este asunto, pero llevaba mucho tiempo queriendo estar a solas con ella para poder hablar de nuestras cosas.
Comencé a andar hacia el acantilado con la lluvia cayendo sobre mí, aun con esta lluvia el mar estaba en calma, y era una escena preciosa, cerré los ojos y me relajé sintiendo el viento y las gotas de agua sobre mi cara, estendí los brazos y me dejé caer de espaldas contra el suelo para terminar tumbado boca-arriba con los ojos cerrados y una sonrisa en la boca.

-...

Respiré profundamente y miré a Kaede abriendo uno de mis ojos y haciendole un gesto con la cabeza para que viniera conmigo.

Me senté a su lado,y disfruté de igual manera la lluvia que caía sobre mi. Momentos así de "pequeña paz" se agradecían enormemente.