Si Dios existe, entonces me encomiendo a él

-Espera... Te he echo daño, creo que es suficiente razon como para pedirte perdon. Si es cierto que no se por qué te has puesto asi... pero.. Lucia.. Me mata verte así-le dije con sinceridad, angustiado.

Todo esto era muy desconcertante y, evidentemente todo rastro de escitación habia desaparecido. Ahora estaba preocupado, muy preocupado por ella. Lloraba convulsionandose y quería tranquilizarla, quería que no estuviera asi. La sequé algunas lagrimas con la mano, inutilmente por que siguieron deslizandose por sus mejillas una tras otra sin detenerse

“¡Dios!” Lucia lloraba, lloraba mucho y no podía salir al sol para consolarla. Me mataba verla así... Se me ocurrió entonces decirle algo desde la casa, su fino oído lo escucharía... o eso esperaba.
–Lucia... Lucia, por favor, ¿puedes venir dentro? Necesito hablar contigo y yo no puedo salir al sol... Por favor... ven...

-¿y se puede saber para que quieres hablar conmigo?-dije alto, si la habia escuchado. Aparté la cara cuando dean la acarició, intentando apartar las malditas lagrimas que poco a poco fueron desapareciendo y subí mi brazo apartandole con violencia para que me soltase.
Que iba a hacer, la palabras de Dean me hacian mas efecto de lo que quería, estaba entre hacerles caso o desaparecer al castillo sin dejar rastro. Despues de mucho rato en silencio bajé la cabeza hasta que el flequillo me tapó toda la cara y eché a andar hacia la casa. Entré sin esperar indicacion y me quedé en la puerta, al menos ya habia parado de llorar

Yo tambien habia oido a katerina, y miré atrás. Entonces Lucia alzó la voz y después se zafó de mi, no lo impedí.
Echó a andar hacia la casa y suspiré.
Andé tras ella, a prudente distancia para darla su espacio. Se quedó en la puerta, yo me quedé en el porche, mirando. No sabía si tenia que irme... o que tendría que hacer ahora.

No me gustó su contestación, me pilló desprevenida, se la notó mucho más molesta de lo que imaginaba. Estaba enfadada conmigo, como imaginaba... pero recibirlo de golpe como un jarro de agua fría no resultaba agradable.
Al ver que regresaba hacia la casa suspiré aliviada y me aparté de la ventana de la cocina para ir a recibirla. Sin embargo, frené mi entusiasmo, pues no sabía cómo reaccionaría y antes prefería tantear el terreno.
Salí de la cocina y la vi, estaba junto a la puerta. Esperé a que Dean pasara, lo que iba a decirle a Lucia, también era conveniente que lo escuchara Dean.
–Creo que os debo a ambos una explicación... –Sentía que yo era la única culpable de todo lo que estaba pasando–. Por favor, pasad al salón y poneos cómodos.
Por lo que había visto, decirle directamente un “lo siento” no surtiría efecto con ella. Era muy impulsiva y si algo no le gustaba o le incomodaba salía huyendo. Y yo no quería que huyese.

Segun escuché sus palabras simplemente reanudé la marcha, sentía a ambos a mi espalda. Y katerina estaba mucho mas tensa que antes y era normal. Mis sentimientos me abordaban completamente por todos lados, estaba triste en toda su esencia, mas triste de lo que hubiese imaginado nunca y enfadada, si, algo estaba, tampoco demasiado, lo unico que intentaba era ocultar mis emociones. Lo que no estaba segura es si estaba enfadada con ellos o conmigo misma. Me quedé de pie en mitad del salon sin dejar todabia ver mi rostro.
-Si vas a contarme algo sobre lo vuestro, no quiero saberlo asi que mejor ni lo menciones.- Mi rostro se volvió serio casi imperturbable, algo que sin duda habia heredado de mi padre. Solo los que pudiesen entrar en mi mente sabrían lo que realmente estaba pasando por ella y en ese momento estaba en desventaja, ahora que sabia que Dean podía oler mis sentimientos aun asi lo oculté lo mejor que pude dada mi situacion.

Me invitó a pasar. ¿Conmigo tambien tenía que hablar? ¿Ami que tenía que contarme?
Pasé a dentro y cerré la puerta tras de mi para evitar que afectara a Katerina. Me quedé en la puerta del salon, apoyado en el marco. Me sentía mal por Lucia, no quería que esto hubiera sido asi. Podía olerla, asbía exactamente lo que estaba sintiendo, aun así no hice ningun comentario de ello y dejé que Katerina hablara.

–Gracias, Dean –Le dije, cuando cerró la puerta.
Respiré profundamente, esperando a que pasaran al salón y luego me acerqué yo también hacia allí, cruzando hacia la chimenea. No tenía esperanzas de que esto saliera bien, pero estaba determinada a hacerlo.
No sabía muy bien por donde empezar, todo trataba de mis sentimientos hacia ambos, pero expresarlos directamente y a la cara era lo más complicado de todo.
–No voy a entrar en esa clase de detalles, Lucia, así que por eso no te preocupes –Mi voz sonó grave, aunque traté de endulzarlo un poco al final.
–En primer lugar... quiero que sepáis los dos que me alegro mucho de haberos conocido –Mi tono era lúgubre, más que una disculpa parecía una despedida. “Vamos, Katerina, que no es eso lo que realmente quieres transmitir...” Respiré profundamente. No quería andarme con rodeos, pero quería que ambos lo comprendieran–. Pero no voy a negar que lo que siento por ambos es algo que no había sentido antes... Siempre he sido una vampiresa bastante amante de los placeres carnales, no lo negaré. Pero amar, lo que se dice amar verdaderamente, sólo me había pasado una vez antes de conoceros –Suspiré, haciendo una nueva pausa–. Cada uno tiene rasgos que me atraen, gustan y enamoran indistintamente. He intentado negármelo a mí misma, sé que una relación así no es sana cuando uno de los dos no te corresponde y por el contrario parece sentir algo más por la otra persona...
Me di la vuelta y miré a los ojos de la imagen de la niña cuyo cuadro estaba colgado sobre la chimenea.
–Sois libres de marcharos si así lo deseáis. Haced vuestra vida. Yo no os retendré. He pasado mucho tiempo sola y podré vivir con ello. Pero vosotros aun sois jóvenes. Haced lo que el corazón os dicte. Y recordad que yo siempre estaré aquí si algún día decidís regresar. Esta casa siempre os recibirá.
No quería darme la vuelta ahora, sabía contenerme muy bien, muchos años sobre mis hombros. Pero los ojos se me habían aguado. Despedirse, no era agradable para nadie.

QUedé quieto un momento..
"Un segundo... entonces... espera, espera, espera, tranqulizate y analiza Dean..." me dije a mi mismo.
¿Como que sentía lo mismo hacia los dos? estaba hablando como si... Lucia tambien estuviera liada con ella. reí por dentro. Venga ya eso no puede ser... Entonces recordé que dijo que habia un otro... quizas... con lo de un otro se refería a... ¿otra?
¿Pero que cojones...?
Esto no podía estar pasando. Miré a Lucia perplejo, incrédulo, algo boquiabierto. Entonces miré a Katerina.

-...Me estas diciendo que.. ¿vosotras..?

No daba crédito, mi cara era completamente de asombro. No sabía como reaccionar. Me empecé a sentir mal... que estupido habia sido... creia que todo esto era por que a Lucia le gustaba yo... nunca me hubiera imaginado eso. Sentí una gran verguenza... "que estupido eres Dean..."... estaba abochornado por dentro.

Pero.. seguia sin entender bien todo esto, no me cuadraba. Me sentía fatal... y, también algo indignado... A pesar de todo seguia siendo un hombre... y aquello había herido un poco mi virilidad...
Seguía atonito. Agaché la cabeza, ahora entendí mejor los olores de Lucia... ¿Como pude ser tan estupido?

..¿Y ya está? solo decía eso y... ¿ya está? Todo esto me parecía demasiado dramatico como para ser cierto. Al igual que algo absurdo...

No sabía que hacer o que decir, estaba paralizado

En ese momento paré mi respiracion y mis ojos se abrieron completamente, ahora era una pura figura de marmol blanquecino. No lo entendia.. ni eso ni que ella estubiese diciendo aquellas cosas.

¿que sentía lo mismo por los dos? eso era imposible... el era un hombre y yo una mujer... ¿como sentir lo mismo?. Agité la cabeza varias veces... Ahora tampoco podía contestar nada ni siquiera sabia lo que realmente ocurria...

Oí a Dean, a el y a todos sus pensamientos, me sonrojé y grité enfurruscada-No a pasado nada entre nosotras, ni siquiera comprendo nada de lo que estaba pasando! y lo de que me gustas creí que habia quedado claro en el momento en el que te di un beso en el lago y tu me apartaste!-estaba algo indignada por sus pensamientos y avergonzada tambien

Agaché la cabeza, estaba echa un lio. De todas formas algo me enfadó y no sabia porque-Bien,... es decir, nos sueltas todo eso y nos dices adios asi sin mas. -susurré-pienso que si en verdad sintieses algo asi por alguno de los dos... no nos dejarias marchar de tu lado.. por mucho que seas rechazada-me puse la mano en la cabeza-Por eso empece a ser amiga y prima de Dean... Si yo era un vampiro no tenía posibilidad alguna con el y ahora que e visto todo eso no se como sentirme, tampoco respecto a ti, ya no se de que leches estoy celosa...-mis ojos se aguaron de nuevo, realmente no sabia como tomarme esta situacion y mucho menos despues de lo que Katerina habia dicho

Escuché lo que dijeron cada uno de ellos sin todavía darme la vuelta. Era normal que a Dean se le plantearan esas dudas, pero Lucia muy amablemente se las aclaró por las dos.
Lucia estaba enfadada, empezó a reprocharme que si tanto los quería no luchase por ellos. Entonces me di la vuelta.
–Lucia, la felicidad es muy efímera. Puedes disfrutarla en ciertas ocasiones, pero luego la realidad te abofetea de golpe cuando te das cuenta de que el motivo por el que tú eres feliz, hace daño a una de las personas que más te importan. ¿Tú podrías vivir con ello? Porque yo no... –Dije esto último bajando un poco el tono–. Y porque te haya dicho lo que siento, no puedes cambiar tus sentimientos de la noche a la mañana. No quiero eso, Lucia. No puedes cambiar lo que eres, ni tus gustos sexuales. No puedes obligarte. Prefiero ser tu amiga... Puedo vivir con ello... Pero no puedo vivir sabiendo que soy la culpable de tus lloros...
Me volví ahora hacia Dean. Suspiré, bajando la mirada, deseaba abrazarle con todas mis fuerzas. Con él había compartido cosas completamente diferentes... me había entregado en cuerpo y alma, y eso era algo que no podía cambiar, ni quería cambiarlo. Pero me importaban mucho los sentimientos de Lucia, ¿qué podía hacer? ¿Cuál era la fórmula para que todos fuésemos felices?
Me pasó una idea descabellada por la cabeza... pero seguramente no tendría la acogida que esperaba porque ellos aun eran jóvenes y soñadores. La idea era que los tres pudiéramos tenernos los unos a los otros sin importar qué... pero no me atreví ni a plantearlo.

off/ toma dramon de memorias de idhun // oh joder se me ha borrado todo TT tengo que escribirlo de nuevo TT on/

Gruñí por lo bajo, odiaba que me leyera la mente.

-¿Acaso no te he dicho que no me leas la mente? deja de hacerlo de una vez-la advertí en tono muy serio. estaba enfadado, pero sobretodo... más avergonzado aun, abochornado por que hubiera vagado por mi mente tan a la ligera. Me sentía ahsta violado, mi mente era el lugar mas sagrado de mi alma, más incluso que mi cuerpo.

Escuché en silencio lo que decia una, y luego la otra. ¿Felicidad? desde luego esta situacion no era feliz. ¿Existía la felicidad? claroq ue si, yo la habia compartido con katerina. Suspiré. En parte tendria que haber hecho caso a mi padre... todo esto no era correcto y acabaría mal, yo mismo ya me sentía mal. No me sentia, sin embarbo, engañado ni mucho menos. Ella y yo solo habiamos compartido algunos momentos intimos, tanto fisicos como psicologicos. Pese a eso, ella no era mia, era algo que tenía que asumir. Aun que tampoco quería que fuera mia, ella sería de quien quisiera ser. Aun que tenia que admitir que la idea de sentir lo mismo por dos personas, encima de sexos distintos me desconcertaba. No es que no aceptara la homosexualidad, me daba igual, solo que esta situacion en concreto era muy extraña.

No dije nada. Solo di unos pasos y recogí del suelo mi chaleco de tela fina y marron. Me lo puse despacio y me lo ajusté, aun mi pecho estaba al aire, más que nada me lo ponía por llevar algo. Las miré a las dos, me sentía bastante mal... aun que no lo esteriorifiqué. Yo quería a Katerina, no sabia si la amaba pues nunca habia sentido eso, pero si la quería. Esta situacion me dolia, pero era muy de los que se guardan todos los sentimientos fuertes, sobre todo los negativos. Agaché la cabeza, pero mi encrespado pelo no lograba más que hacer una leve sombra en mis ojos. Suspiré. las volví a mirar.

-¿Algo más que quieras decir?-pregunté, estaba dispuesto a irme si me decia que nada, sino escucharía lo que me tuviera que decir. Quería estar con ella, pero esta situacion se habia descontrolado demasiado... no me la esperaba y mucho menos sabía que hacer. quería agarrarme a la idea de que lo mio con Katerina sería algo fisico y ya esta, sin sentimientos... aun que fuera algo falso

¿bofetada? ¿vivir con ello? y aun que no viviese con ello Dean a si lo quería, la quería a ella no a mi y eso era algo que ni en mil años podía cambiar. Gruñí ante lo que dijo Dean-Callate! crees que no habria parado ya de leerte la mente? no es como si quisiese, cuando estoy nerviosa se descontrolan mis poderes!-no podía evitar gritar. La una mandandolo a la mierda todo y dramatizando, que si la tristeza que si no podría vivir con ello... y el otro refunfuñando y refunfuñando siempre. Me acerqué a paso firme hasta Katerina la cojí de la ropa acercandola a mi y un fuerte sonido anunció mis intenciones, mi mano se estampó contra su cara con un sonido atronador, volví a guardarme mis emociones para mi, mi tristeza y pena sobre todo, solo la rabia salió a flote en estos momentos.-Seras idiota!-grité-Tu quieres a Dean y lo de el te puedo asegurar que es reciproco, como se te ocurra mandarlo por la borda, tirar todo esto, esto que es lo que mas me gustaria yo tener y como le vuelvas a hacer daño te aseguro que sentiras lo que es la furia de una vampiresa, aun que sea neonata!-la grité en la cara, con mis colmillos afilados y mis ojos completamente verdes. La empujé lejos de mi de nuevo. Pase entre los dos hacia la puerta, no aguantaba la situacion tal y como estaba y menos con ellos.
Los dos sentía cosas el uno por el otro y eran los unicos que se limitaban a deprimirse iba a salir de la casa con la cara seria e imperturbable-Te aseguro Dean que a ti tambien te hubiese dado una bofetada de no ser porque no me ibas a dejar dartela-giré de nuevo mirando hacia la puerta
Yo era la tercera en discordia, la que no pintaba nada ahí en esos momentos, me tragué mi orgullo, mi tristeza y todo lo que llevaba dentro y me dispuse a salir de la casa.

[OFF De Idhún, de Crepúsculo, de Crónicas Vampíricas o de True Blood xDDD Yo saco gags de todos, jejeje. Y en la pelea con Asher, los estoy sacando de Underworld ]

Me hizo gracia lo que Dean le reprochó a Lucia, pero desvié la mirada haciendo porque no se me notara. No era gracioso... y me avergonzaba sólo por haberme dejado pensar eso.
Luego, tras un tenso silencio, Dean volvió a pronunciarse, dando un ultimátum. Lo cierto era que tenía muchas cosas que decirle, pero fue Lucia la que habló de nuevo y lo mandó callar. Primero se excusó por no poder controlar sus poderes cuando se pone nerviosa, luego se acercó peligrosamente a mí, me puse algo nerviosa, he de decir, sin embargo, me di cuenta de que sus ojos se habían vuelto de un verde esmeralda profundo... “¿Será ese su verdadero color?” Y entonces, descargó toda su rabia sobre mi rostro, marcando una sonora bofetada. Me quedé a cuadros... Sentí mi mejilla arder –algo increíble, pero se había debido a la fricción de su piel contra la mía y aun quedaba el calor residual–, me llevé la mano a aquel punto y la cubrí para enfriarla. Los ojos se me habían aguado.
Me insultó... y se atrevió a decirme lo que había leído en la mente de Dean, cargado nuevamente de reproches... ¿Se estaba preocupando, o me lo parecía a mí? Me amenazó, si le hacía daño me las tendría que ver con ella...
Agaché la mirada, un instante, lejos de sentirme furiosa, estaba muy feliz... me había abierto los ojos... ya no tenía miedo de hacerla daño porque lo aceptaba y me animaba, a los dos, a que no nos rindiéramos.
Se marchó... se había ido... sentía mucha paz... Alcé la mirada y la posé en Dean, me acerqué lentamente a él y le acaricié la mejilla sin poder dejar de mirarle a los ojos con mucha ternura. Mis ojos aun continuaban húmedos, pero no dejaban de expresar mis más profundos sentimientos hacia él...
–Dean... ¿es necesario que te vuelva a decir lo que siento? Porque lo tengo muy claro... y aunque todo apunte a que no vaya a funcionar, yo no quiero morirme sin intentarlo...

Me contestó mandandome callar, eso me hizo enfadar, pero entonces, di un respingo. Cuando cogió a Katerina y la dio el guantazo me quedé petrificado. Abrí la boca y los ojos, eso si que no me lo esperaba. Y creo que, por su reaccion, Katerina tampoco.

Entonces mi semblante se amenizó, escuchaba atentamente a Lucia. Era admirable lo que decia, de echo llego a enternecerme y a hacerme sentir mal y culpable. Sabia que ella decia aquellas cosas por que había leido mi mente, habia urgado dentro de mi. Seguia sin gustarme nada aquello... me sentaba fatal. Pero no era momento de pensar en eso, si no en lo que estaba diciendo realmente.
¿Por que Lucia llegaría incluso a luchar por mis sentimientos? ...el motivo era claro, era evidente...
Entonces me habló. Tenía razon, no la hubiera dejado golpearme y eso en esa situacion me habria cabreado bastante, en parte se lo agradecía. Aun asi, el echo de que me no me la diera no significa que no llegase a merecermela. Aun que de lo único que habia pecado, a mi parecer, era de haberla dicho en su momento que ella y yo no podriamos ser nada por nuestras razas. Claramete ahora eso era muy hipocrita por mi parte. Aun que recuerdo que lo negué un dia, más adelante, delante de ella. Siempre achacaba que no podiamos estar juntos por ser primos, y era muy cierto... además de todos los problemas que rodean ese motivo. Aqui realmente el único que tenia alguna culpa era Katerina, por haber llevado dos "relaciones" y ni por esas... pues ella y yo no eramos nada, ella era libre de hacer lo que quisiera y creyera conveniente.

Seguia pensando que Lucia habia adoptado una postura muy valiente. estaba claro que sentia algo por mi, y por Katerina, aun asi al ver lo nuestro se ha apartado por nuestra felicidad. Vi como se marchaba por la puerta, pese a que intentara esconder sus sentimientos, rezumaban por cada uno de sus poros.. yo podia notarlo y eso me hacia sentir mal. No por mi, por ella, lo sentía por ella...

Entonces me di cuenta de que Katerina me miraba, tierna, y se acercaba a mi. Me acarició la mejilla, olía a felicidad, olía a paz y tranquilidad, como si se hubiera liberado de un peso inmenso. Fruncí un poco el ceño y la cogí la mano, apartandola de mi mejilla.
Yo la quieria, o eso creía, tambien la deseaba y quería estar con ella, pero... toda esta situacion...
No quería que Lucia estuviera mal, independientemente de que fuera mi prima, la tenía un inmenso aprecio... yo no quería esto para ella... no podía ser feliz mientras alguien a quien apreciaba o queria estuviera mal. Al menos no podía ser feliz del todo. No me gustó el sentimiento de felicidad que desprendía Katerina, pero ella causaba tantas sensaciones en mi... ¿como resistirse?
Miré como Lucia se marchaba, mi rostro se volvió triste. No quería que ella estuviera mal...

¿Qué hacer? ¿Quedarme con Katerina... o... irme con Lucía? ¿Por qué tenian que ser dos, y por que tenían que ser dos vampiresas...?

Miré a Katerina, entonces suspiré.

-Tengo que pensarlo, Katerina...

Sabía que quería más a Katerina, pero... me sentía demasiado mal. No podia ignorar lo que habia pasado y lanzarme a sus brazos sin más, no podía.
Me volatiricé, y aparecí en mi reino. Quería estar solo

Posó su mano sobre la mía y la apartó. ¿Algo iba mal? Aquello me entristeció. Entonces me dijo aquellas sinceras palabras... necesitaba pensarlo.
Comprendía que toda esta situación le hubiese abrumado y necesitase tiempo para asimilarlo. Pero eso no quitaba que me sintiese una mierda por dentro.
Me quedé en silencio, no sabía qué decirle a eso. Agaché la mirada y retrocedí ligeramente, no quería incomodarle. Pero, entonces, se desapareció... Su calidez se había ido con él, ahora la casa volvía a estar demasiado fría.
Suspiré... sola... Tenía que confiar en él, pero no podía evitar haberme sentido rechazada y eso dolía, aunque tratase de tragarme ese dolor. Tenía el presentimiento de que esto no se había acabado aquí, pero... el cuándo lo volvería a ver, eso era un misterio. Necesitaba tiempo, y para mí el tiempo no era más que un suspiro, le concedería todo el que necesitase...
Pero mientras tanto me dedicaría a matarlo investigando aquellas lagunas de mi pasado. La mansión, tenía muchas cosas que mostrarme aun...
Como un fantasma, me deslicé hacia mi habitación en el piso superior y tras echar las cortinas, me quité la ropa y me metí en la cama, necesitaba descansar de todo esto, había sido una noche y un día muy, muy largos.