regreso a casa

deje las maletas con pesadez a los pies de mi cama y mire a mi alrededor, todo se encontraba abandonado, no era la misma habitacion que habia recordado tantas veces en esos ultimos años, los muebles con varios dedos de polvo recubriendolos parecian a punto de desmoronarse a causa de su peso, por todas las esquinas de la habitacion se podian ver pequeñas arañas tejiendo sus telas ajenas a mi presencia, y las ventanas grises y opacas no dejaban entrar apenas una leve luminosidad que hacia de aquel lugar algo mucho mas lúgubre.

con un suspiro de cansancio me tire en la cama, indiferente de la nube de polvo y acaros que habia levantado. cerre los ojos intentado poner en orden mis agitados pensamientos, y entender porque habia decidido volver a aquellos lugares ahora tan desconocidos para mi....


habia abandonado el limbo hacia ya tanto tiempo que no podia dar una fecha exacta. despues de la ruptura del tratado, del fin del mundo y de dean.... toda mi existencia se habia colapsado. no pude aguantarlo mas y me marche, las ansias de libertad me apremiaban, y las responsabilidades me pesaron demasiado. apenas con lo puesto sali volando por la ventana con intenciones de no volver, dejando atras al hombre que queria, su hijo y mi reino, tan vacio que ni merecia llamarse asi, vague por los confines del mundo, visitando tierras remotas, viendo paisajes nuevos e intentado perderme cada vez mas lejos... intentado simplemente deshacerme de aquel agujero negro que carcomia mis entrañas..

tras años de exilio entendi que aquella no era la manera corecta, que mis actos habia sido herrados y que era hora de volver y enmendar mis errores, aunque no tenia ni idea de como hacerlo, y la simple idea de volver a mirar a andrew a la cara otra vez hacia que un escalofrio nada agradable me recoriera de pies a cabeza, el panico era tan atroz, que me tenia agarotada en aquella cama mugrienta... aun asi necesitaba hablar con alguien, y preguntar que habia pasado en este lugar...
en estos años fuera habia perdido todo mi poder como reina, no era algo que me importase, alli donde estube jamas necesite de ellos, asta tal punto que ni me entere de su desaparicion, pero una vez de vuelta en el limbo no podia sentir ningun poder superior al mio, ni en el lado renegado, ni en el normal.... no habia un alma en este lugar, y eso era algo extraño....

la cabeza de lumi frotandose contra mi pierna me hizo salir de mi ensoñamiento, me apoye en un brazo para levantarme y le acaricie la cabeza con cariño... en todo este tiempo habia crecido enormemente, ahora era una osa polar adulta, de por lo menos 200 kilos, y aun asi mansa como un peluche de tela. con un resoplido me incorpore totalmente y me asome por la ventana, aun indecisa sobre mis acciones futuras.



off: despues de meses y meses sin poner un pie en el foro, tengo pensado regresar, esta vez para quedarme si dios quiere,
pido perdon a todos aquellos que deje con el tema colgado dado que desapareci de la noche a la mañana, prometo enmendarle con un roleo abundante. gomen de nuevo

Llegamos, peor cuando lo hicimos nos dimos cuenta de que todo estaba como abandonado, dejado de la mano de dios. Mi rostro cambió de alegre a preocupado, entonces comencé a busca con Dean por tadas partes algun rastro de humanidad. parecía como si todos se hubiesen ido...
"Pero ¿que habia pasado en todo este tiempo?" Yo me habia despedido de Dana, y la ultima vez que la habia visto estaba feliz... no lo entendía.

Busque hasta que llegó a mis fosas nasales ese olor, un olor que reconoceria a leguas incluso en pleno mar: era Dana

Caminamos a prisa hasta llegar a lo que quedaba del abandonado bloque donde Dana vivia. Subimos las escaleras y cuando abrimos la puerta... alli estaba...

Mis ojos brillaron de la emocion, la habia echado tanto de menos... la quería tanto... Había odiado estar separados tanto tiempo pero era por Dean, para que aprendiera a defenderse del mundo.

-¿..Dana...?-pregunté con un hilo de voz. Verla despues de tanto tiempo me habia dejado paralizado. habia incluso dejado atras a Dean de lo rapido que habia subido al olerla.

Yo seguia igual, aun que una pequeña barba de tres dias se dejaba notar en mi rostro, al igual que una crecida del pelo, pero no excesiva.

Llegamos al limbo, hacia mucho que no subia y eso me trajo nostalgia. Entonces recordé a la mujer angel caido que iba mucho con Dana, sonreí ampliamente. Sabía que mi padre se moria de ganas por verla, pero yo tambien estaba deseándolo, en verdad.. quería muchisimo a Dana, la tenía demasiado aprecio.

Llegamos allí, pero lo que nos encontramos no fue nada alentador. Todo estaba abandonado, como si un tornado se hubiese llevado hasta el más misero rastro de humanidad... Desierto era su nombre ahora, o asi podia llamarse, almenos desierto de vida. No como cuando yo era pequeño, que esto estaba repleto de angeles caidos que iban y venían, me sonreian y jugaban conmigo.

Algo iba mal y mi padre se dio cuenta de ello. Andamos deprisa hasta donde, como recordaba, había vivido Dana. Mi padre se adelantó, veloz, yo me quedé aun subiendo las escaleras y llegué algo más tarde que él a aquella habitación. Entonces, vi a Dana, aun que estaba como.. pensativa, incluso diría que algo triste. No sabía bien que decir o como actuar. Esperaría el momento adecuado, por ahora permanecía tras mi padre, por que estaba ocupando toda la puerta

apoyada como me encontraba en la ventana con lumi a mis pies, podia ver practicamente la mitad de aquella esplanada abandonada, a la izquierda el campo de entrnamiento estaba ruinoso, las malas hierbas habian crecido asta ser casi arboles, y tenian sepultadas entre sus ramas, la caseta de material y el gimnasio. por la derecha lo que antaño fue un hermoso prado ahora era un bosque descontrolado.

vi pasar una sombra entre los arboles, me sobresalte un segundo, pero acto seguido me tranquilize de nuevo, ¿quien iva a venir por aqui y para que?, ademas ahora desprovista de mis poderes de reina no podia captar auras a tanta distancia, lo mas problable esque fuese algun animal rondando el area, recordaba haber visto en su momento muchos corzos y jinetas por el limbo.

asi, ensimismada como estaba en mis recurdos de aquel lugar no note aquellas dos auras subir a toda prisa por las escaleras, no fue asta oir aquella voz familiar a mis espaldas que me gire y me tope de lleno con el familiar rostro de andrew, mi mandibula se despego de su lugar y quedo colgando algunos centimetros por debajo de su posicion, no esperaba verlo, mucho menos aqui, muchisimo ahora. que le diria, habian pasado mas de 6 años desde la ultima vez que nos vimos, parecia que nada hubiese cambiado, el seguia con su misma indumentaria, la misma barba y esos ojos que aun brillaban de la misma manera, salvo algun centimetro extra de pelo o alguna cicatriz mas en su pecho no se podia notar cambio alguno.
trata de cerrar la boca y articular palabra, pero el nerviosimo me habia agarotado la garganta-..drew?- logre articular, aunque solo se pudo entender la mitad de la palabra.
entonces vi otra figura entrar por la puerta, no podia ser otro salvo dean, el mismo pelo de andrew, sin duda era su hijo, pero no se veia como el muchaco de 10 o 12 años que deberia ser, en lugar de eso era todo un adulto, de almenos 18 años.

Mis ojos brillaron aun más si es que podían. Me lancé a abrazarla, oprimiéndola entre mis brazos. Cuanto la quería, no me había fijado en nada más que en ella, ni siquiera me habia dado cuenta del tremendo oso que habia a mi lado. Cuando me dí cuenta me alejé un poco sobresaltado, alejándola a ella tambien.

-Coño, que susto... ooh joder ¿esa es lumi?? ¡aun la conservas!-la dije alegre, entonces volví abrazarla-cuanto te he echado de menos Dana....-me apreté más a ella... era muy cierto aquello... mis sentimientos comenzaban a desbordarse.. pero aqui y ahora no, no podía, Dean estaba delante. Me controlé.

Me separé de ella, aun sin perder la enorme sonrisa. Estaba algo demacrada, ropa sucia, incluso ella algo sucia pero no me importaba, era ella... el resto se podia quedar como estaba, me daba igual, era ella y eso era lo importante. Entonces, orgulloso, me hice a un lado y alcé un brazo, indicando a Dean que viniera.

-Alguien quiere saludarte tambien...

Cuando mi padre avanzó pude fijarme mejor en la sala. Estaba igual de mal que el resto del edificio y que el resto del reino. Entonces me sorprendió ver a un oso polar en la sala, junto a Dana. Me sorprendió mucho, no recordaba nada asi.. mucho menos algo tan grande... pero parecía docil, seguramente sería de ella pero.. ¿¿que demonios hacia con uno oso polar?? De todos modos, ya habria tiempo de explicaciones.

Contemplé la escena, sabía que mi padre la habia echado mucho de menos, podía intentar cubrir sus sentimientos, pero mis sentidos se fueron agudizando y le habia estado oliendo todo este tiempo.
Me acerqué sonriente a ellos cuando Andrew dijo aquello.

-Dana... cuanto tiempo-estaba fuera de mi, aun que lo disimulaba bien. Ami tambien me hacia mucha ilusión volver a verla y quería abrazarla con fuerza. Entonces recordé que ella era muy como yo en ese aspecto y supuse que no la importaria. Me dirigí con decision hacia ella y la abracé, disfrutando de aquello, aun más sonriente. Más tarde me separé y dejé un espacio entre nosotros-me alegro muchisimo de verte...

toda aquella escena me parecio subrealista, practicamente algo grotesco, despues de tanto tiempo todo seguia como antes, me habia echo a la idea del rechazo, pensaba realmente que ese encuntro iva a ser incomodo, no una tertulia de viejos amigos, todo aquello que habia estado pensado los ultimos meses antes de mi regreso no habian sido mas que desvarios de mi cabeza. corespondi al abrazo de andrew- y yo a ti...- lo susure bajito, para que solo el pudiese oirme.
no le recordaba tan fuerte, ni tan imponente, aun asi cuando se separo de mi le respondi.

- si es lumi, a crecido bastante desde la ultima vez que la viste, ya no es precisamente el cachorito que dormia en mis brazos- dije intentando reirme, no por falsedad, sino porque hacia mucho que no practicaba ese sonido y me resultaba extraño. antes de poder darme cuenta esta vez era dean quien me estrechaba entre sus brazos, habia crecido de una manera impresionante, asta ser mas alto que yo, se notaba de donde venian sus genes, con una sonrisa, esta vez algo mas natural le revolvi el pelo como cuando aun era un niño

Sonreí ante su respuesta y el saludo que tuvieron ambos, Dean y Dana.
Entonces miré a mi alrededor, tenía que preguntarselo, tenia que preguntarla tantas cosas... al igual que contarla otras muchas.

-Dana ¿que ha pasado aqui? ¿que te ha pasado a ti?..-pregunté intrigado, tras mi aprtida parecía haberme perdido muchisimas cosas

Me revolvió el pelo, eso me trajo tantos recuerdos. Me lo toqué, no por que me lo hubiera despienado... nunca se me despeinaba, pero si por inercia, con una sonrisa juguetona que no pude evitar mostrar. Entonces la miré y volví mis ojos hacia mi padre.
Preguntó lo que yo tanto quería preguntar, esperé a que ella contestara.

me sente en la cama y suspire, aquella era una pregunta para la que ni yo misma tenia respuesta, lumi se tumbo a mis pies y le rasque detras de las orejas distraidamente.

- no lo se, al poco de irte tu yo tambien me fui, la situacion me pudo y me fui- agache la cabeza avergonzada, aquella era una actitud muy reprobable- he llegado hoy y esto ya estaba asi, no queda ningun caido renegado, y el aura de aurora no se deja mostrar por ninguna parte. Se a desmoronado todo en este reino- desde donde estaba mire por la ventana, todo se veia tan desierto y muerto

Vi la tristeza reflejada en sus ojos, quería consolarla, animarla, volver a disfrutar de su alegria. Pero era evidente que ahora eso era casi imposible. Me senté junto a ella, acariciandola la cabeza, a como de consuelo. Miré por la ventana y permanecí unos sengundos en silencio, pensando la situacion.

-Bueno... todos tenemos altibajos Dana, no te preocupes por eso... Pero.. si te desanimas ahora, nunca volverá a ser esto lo que un día fue. Hay que ponerse manos a la obra, y enseguida.-la dije sonriendola con ternura, quería ayudarla y haria todo lo que estuviera en mi mano.

Dana estaba triste, eso me entristecía a mi tambien. Pero asentí con firmeza ante los animos de mi padre.

-Claro que si, Dana. Haremos lo que esté en nuestro alzance para ayudarte.-miré por la ventana desde el sitio-creo que si traemos un grupo algo grande de licántropos podremos tener esto otra vez ordenado y habitable en menos de una semana. Y yo me encargaré personalmente de averiguar que ha sudecido con el resto de ángeles caidos e ir para traerlos de vuelta

sonrei ante el contacto de andrew, era reconfortante sentir sus grandes y calidas manos sore mi pelo, aun asi no podia dejar de sentirme culpable, yo era la reina y me largue de alli sin dar explicaciones ni dejar nadie al cargo, es cierto que habia poco sobre lo que reinar, aun asi era mi deber, y habia fallado estrepitosamente- no hace falta que me ayudeis, no es porque no quiera, es solo que creo que deberia hacerlo yo, despues de todo en parte fue culpa mia, no puedo hacer que traigais a vuentras tropas para areglar mis fallos, aunque tarde años yo misma recostruire este lugar, puede que ya no sea la reina de este lugar, pero aun me queda el orgullo- esto ultimo lo dije sonriendo

Sonreí, me encantaba que fuera asi. Me gustaba que quisiera hacerlo ella, pero no por ello no iba a dejar de ayudarla.

-Y me parece lo correcto. Aun asi, años es mucho y yo quiero ver este reino activo en poco, asi que un poco de ayuda licantropoa, almenos en limpiar podría valer ¿verdad Dean? Aun que tengamos fama de brutos y desordenados no lo somos tanto-la dije sonriendo, tratando de animarla

Lo sentía mucho por Dana, realmente estaba mal, y quería consolarla.

-Si, padre tiene razon. Que lo levantes tu no indica que no puedas aceptar algo de ayuda.

les sonrei de vuelta, parecia que no conseguiria hacer que se rindieran- os dejare venir a vosotros, pero nada tropas o mas licantropos, no cedere, os lo digo en serio- me levante seria y me hacerque a las bolsas, regrese al cabo de unos segundos con dos bolsas pequeñas-os traje unos regalitos

-Vaale vaaale, como tu digas-dije sonriente y la besé la mejilla

Miré las bolsas.

-¿Regalos? quien lo diría, pense que solo traias a tu osa-reí entre dientes.-no tenias porque, pequeña..

Sonreí a la par con mi padre.

-Si señora-la dije alzando la mano en forma de saludo militar. Miré lo que hacia y como traía esas bolsas-¿Y por eso tienes que ponerte tan seria?

Sonreí ante el jesto de Dean, y sacudi la mano para quitarle importancia- claro que tengo que ponerme seria, más vale que os gusten los regalos- deposite sobre Andrew un paquete de tamaño mediano algo blando, dentro había una camisa de corte oriental, en mis viajes había llegado asta otro continente, allí todo era diferente, y sabía que aquella camisa negra y roja con dragones bordados le gustaría.
Después me acerqué e Dean y le puse varios libros del mismo continente envueltos en las manos, no sabía que edad tendría Dean cuando volviera, no podría traerle ropa, pero recordaba perfectamete como de pequeño se pasaba las tardes en la biblioteca del limbo rebuscando y mirando los libros- vamos abrirlos

En realidad el verdadero regalo era ella. Aun así me daba mucha curiosidad saber que nos habia traido.
Cogí el mio, lo abri y cuando lo ví los ojos me hicieron chiribitas. la miré, alzando la vista por encima de la preciosa prenda.

-No te imaginas cuanto te amo...-dije aun maravillado... me encantaba! Era tan bonita... Eso si, solo me la pondría en ocasiones especiales, y nunca nunca me transformaría con ella puesta. Nunca.

Miré el regalo de Dean, atendiendo a cuando lo estaba abriendo, tambien me daba curiosidad de saber que era.

Vi el regalo de mi padre... en realidad me gustaban mucho los dragones pero sabia que a mi padre más... sin duda era un excelente regalo para él.

Entonces ambos me miraron, yo miré el regalo envuelto, pesaba un poco. Lo abrí, eran libros... Mis ojos se iluminaron, se acordaba de que me encantaban. Levanté la vista emocionado mirándola muy sonriente.

-...Eres genial, Dana...-dije, sin poder articular más palabras de la emocion. Me acerqué a ella y la di un gran abrazo, entonces, rapido me dispuse a examinarlos. Eran 3.

El primero trataba sobre los.. chacras... por lo que leí por encima trataba sobre el control y dominio aurico... eso me vendria extraordinariamente bien para muchas cosas, lo presentia.

El segundo era un libro de partituras de canciones orientales, 100 canciones orientales para ser más concretos. Tanto para piano como para arpa y otros instrumentos tipicos de aquel continente.

El último hablaba sobre la filosofía oriental, los dos grandes filosofos y sus pensamientos reunidos en aquel grueso libro.

Me volví medio loco, era algo sorprendente lo que me habia traido... la miré fascinado.

-Conque ¿has estado en aquel nuevo contiente?-la pregunté intrigado y emocionado, quería que me contara todo sobre aquel lugar.

me lo puedo imaginar- respondi jocosamente a andrew mientras veia como se le saltaban los ojos por su camisa nueva.
corespondi al abrazo de dean y le obesrve investigar sus libros durante un buen rato, tendria que explicarle que eran los chacras y algo de filosofia oriental para que pudiera entenderlo bien,sabia no eran los mejores regalos del mundo, pero no hay encontrado nada mejor y me presupuesto no era muy alto. aun asi me alegre de que les gustaran

- es un lugar abradable sabes, aunque diferente, todo es diferente, la vestimenta la cultura, la comida, dioses! asta las criaturas alli son distintas, los dragones parecen serpientas con plumas

Escuché a dana, no pude evitar detenerme a observarla en su completo. Seguía siendo tal y como la recordaba. Su melena rubia seguía brillando, su olor.. su forma de hablar.. Tuve que quedarme con cara de idiota, pero rapido la supe cambiar, a tiempo de que ninguno se diera cuenta. Escuché su relato, parecía interesante ese nuevo continente

Escuché muy atento, los ojos me hacian chiribitas... cada vez tenía más ganas de ir a aquel continente.

-¿¿Dragones como serpientes?? casi no puedo imaginarmelo-dije, asombrado. Tenía los ojos como platos-¿Cuando me llevarás?-dije cerrando fuerte los ojos, con emoción

me sentia como un trovador narrando mis historias delante de aquellos dos, a dean se le caia la baba y aunque andrew supiera disimularlo se notaba que a el tambien le picaba el gusanillo de la curiosidad.

con una sonrisa me acerque de nuevo a las bolsas- y no solo eso, alli aprendi otra cosa genial- con un rapido movimiento saque una bolsa de polvos de la mochila y me situe al lado de dean, aquello le iva a encantar- voala- con rapidez cogi una pizca de polvo y lo lanze al suelo con rapidez, una pequeña humareda y el ruido de una explosion surgio del suelo- polvora- no esque fuese un pase espectacular, pero los fuegos artificiales me los reservaria para mas adelante