7 años

¿Que te despertaste embarazada? ¿Con el vientre abultado, así de repente? -pregunté impresionado y con la boca abierta. No sabía mucho de embarazos pero me sonaba muy raro que de un día para otro no pudiese mirarse a los pies directamente.

Me reprendí a mi mismo por haber sido tan frívolo segundos antes, algo no muy apropiado para el tema que se estaba tratando. Lo siento. -susurré en bajito. ¿Entonces? -musité algo asustado, por la cabeza me pasó la idea del aborto, no era por conservadurismo como muchos pensarían, sino porque los licántropos valoraban muchísimo la vida como parte de la naturaleza, salvo cuando el lobo dominaba y solo quiere destruir, por supuesto.

Su tono brusco me sorprendió un poco haciendo que bajase la cabeza. En otros tiempo le hubiera contestado algo propio de mi sumido a una mirada gélida pero hace tiempo que deje de ser la Natasha de antaño.
Al instante parece que se arrepintió pidiéndome perdón de esa forma. Le sonreí levemente.

-No era que me despertase con una barriga abundante bobo, es que note como mi barriga había aumentado de tamaño- le explique- en fin a lo que iba...estaba sola y asustada no te voy a negar que se me paso la idea del aborto por la cabeza pero...ese niño era lo único que me quedaba de Jozu y aunque no hubiese sido así...no hubiese sido nunca capaz de quitar una vida así como así si ya me cuesta tener que matar humanos para sobrevivir imagínate tener que abortar. Ese niño era un regalo de los dioses, por que de alguna manera era una manera de seguir estando con Jozu- me toque el vientre suavemente- él era el legado de Jozu.

Quedé callado contrariado mientras asimilaba esos conceptos. ¡Ahora resulta que tenía un hijo!
Entonces... ese niño, ¿donde está? -pregunté sin saber si era lo correcto, ya que podía estar muerto o desaparecido y que solo consiguiese crear dolor en el corazón de la vampiresa.

off: lo siento xDDD merezco la muerte por tardar tanto.
on:

Di otro largo suspiro.

-Fue un embarazo mas complicado de lo que esperaba, no quería que nadie me ayudase, tampoco reuní el valor suficiente como para decirselo a Luccie y Walter. Asi que tuve que ocultarselo. Me encerre en mi habitación y no salí de allí y bueno al octavo mes de embarazo la cosa se complico mas y se me adelanto el parto.

Recordaba todos esos sucesos como si hubiesen pasando ayer mismo.

(merezco la muerte yo tambien? jajaj )

Abrí la boca sorprendido mientras le daba vueltas a la historia. La cogí de las manos para trasmitirla confianza y no dije nada más. Creía que era mejor que lo soltara ella sola.

-Sali a escondidas del castillo, el embarazo se había complicado mucho. Fui a un pueblo apartado de este continente a que me asistieran, el parto se había adelantado y mi bebe quería salir antes de lo esperado. Sólo estaba embarazada de 7 meses. Me atendieron en casa de una bruja experta en ese tipo de cosas- le mire directamente a los ojos- el parto siguio su curso natural y todo parecía que iba bien pero...entonces tuve una hemorragia...

cerré los ojos con fuerza.

Me estaba quedando sin palabras por momentos. Tantas cosas que la habían pasado y no tenía a mucha gente en la que refugiarse. La abracé de nuevo ya que vi que lo necesitaba.

Me volvio a abrazar y yo me deje llevar por sus brazos la verdad es que en todo este tiempo que ha pasado le he echado mucho en falta, pero tenía que terminar mi relato de una vez por todas.

-Pues bien despes de eso y con muchas dificultades pude tener a mi hijo...resulta que fue un chico- dije con una sonrisa orgullosa- se llama Ryu Yagami y tiene 7 años aunque aparenta 16. Es sano y fuerte y se parece mucho a su padre- volví a entristecerme un poco- aunque ha heredado el caracter de su madre fijate tú. Es lo único que me queda de Jozu. Tenia miedo de que algo malo lo pasara asi que le encerre en el castillo conmigo hasta hoy mismo que he hablado con Luccie y le he confesado toda la verdad.

No sabía si debía contarle lo otro pero ya que estbamos no iba a mentirle.

-Ian, tengo que contarte otra cosa...veras...durante el parto cuando tuve a Ryu y todo se complico pense que se quedaría en eso ...en un susto sin mas pero resulta que ahora debo tener cuidado. Esto no lo sabe ni mi hijo- le mire seriamente- Ian si vuelvo a perder mas sangre de la necesesaria....puedo morir.

N-no no no, no vas a morir Nat y lo sabes. No digas tonterías. No puedes morir, sería injusto y como no va a ocurrir no hay nada de lo que preocuparse. Porque no vas a morir, es así, todo el mundo lo sabe y tiene la certeza de que no puedes morir. No es posible... Dios. ¿Porqué? -me dolía la cabeza demasiado y no conseguí razonar en buena medida. Cuando pensé un poco acerca de la situación cambié de postura.
Mira Naty, todos haremos lo posible porque no te ocurra nada malo, vale? No tienes de lo que preocuparte. -dije dedicándole una de mis mejores sonrisas solo con el pretexto de animarla un poco.

Estaba muy nervioso por lo que le había contado, hablaba rapidamente y casi parecía que se estaba autoconvenciendo a si mismo en vez de a mi. No sabia si había echo bien en contarle aquello pero tampoco podia estar guardandomelo adrento durante mas tiempo, al fin y al cabo Ian era la unica persona en la que podia confiar. No podia leerle ahora mismo la mente pero estaba segura de que ahora mismo estaba muy preocupado.
Ahora intentaba ver que no iba a morir pero seguía bastante nervioso, acabe por ponerle una mano en los labios.

-Ian...tenemos que ver la realidad y hay muchas posibilidades de que eso ocurra y...- cerre los ojos me costaba decir algo como aquello- yo...si llegado al caso llego a morir...a mi me gustaria que te encargases de Ryu...al fin y al cabo eres lo único que me queda.

Que no vas a morir Nat! -dije demasiado alto casi gritando. Pero bueno, si te quedas más tranquila me ocuparé de Ryu. -dije más tranquilo ya. No sabía como lo haría ya que meter a vivir a un vampiro en el reino era muy peligroso, pero no debíamos pensar en ello ya que no iba a ocurrir.

Le sonreí bastante satisfecha, al menos ahora sabía que si me iba a pasar algo malo Ryu no se quedaría desamparado.

-De acuerdo, creo que deberíamos dejar este tema y hablar de otras cosas...todo el rato he estado hablando de mí creo que ahora es tu turno, ¿no te parece?

Por lo menos ahora sonreía, era un gran paso.
Pues es que... no me gusta mucho contar mis historias, prefiero escuchar las de los demás y aprender de ellas. -era la pura verdad, pocas veces hablaba de mi vida.

Le mire ceñuda, eso no me iba a servir de respuesta y menos cuando le he contado practicamente toda mi vida.

-Que te has creído tú eso yo te he contado mi sufrimiento durante estos 7 años y ahora te toca a ti asi que no me vengas con evasivas y cuentame que te paso o te lo tendre que sacar por las malas.

Una risa perversa se dibujo en mi cara.

La miré con una ceja levantada. Pues por las malas será, hala. -dije riéndome.

Medio sonreí, definitivamente no había cambiado. Me encogí de hombros y le mire bastante divertida.

-De acuerdo- dije poniéndole una mano en el hombro y tirandole al suelo- si quieres por las malas, será por las malas.

Por lo que recordaba de antes Ian solía tener bastantes cosquillas, así que me puse encima de el y ataque todo su estomago con mis manos.

-Suéltalo o morirás a base de cosquillas.

Eh! No! Para! -dije revolviéndome mientras me reía. No me gustaba nada que me hicieran aquello ya que parecía más debil.
Me di la vuelta y me coloqué encima suyo. Para eh! -dije riéndome.

Las cosquillas pronto le hicieron efecto, se revolvía como si fuese un niño pequeño hasta se le había escapado una pequeña risita. Verle así me hacía bastante gracia no pude evitar sonreir de oreja a oreja. ¿cuánto hacía que no me reía? ya ni me acordaba. Me pidió que parse pero no iba a dejarselo tan fácil.

-¿bromeas? parar ahora...menudo rey estas echo que no aguantas unas simples cosquillas- dije sonriendo de lado y haciendole aún mas cosquillas todavía- ya sabes lo que tienes que hacer para que...

Pero no pude terminar la frase con un leve momiviento se colocó encima mio pidiendome de nuevo que parase.
No sabría decir lo que me pasaba en este momento. Sentí un leve cosquilleo en mi tripa y creo que de poder ahora mismo mis mejillas se hubiesen ruborizado y por supuesto si tuviese todavía corazón ahora mismo estaría latiendo desbocado. No entendía que me estaba pasando, ¿pero sí solo es Ian, por que me pongo tan nerviosa? supongo que sería por que hacía mucho tiempo que no le veía
si...tenía que ser eso.
Le mire a los ojos aunque en seguida le esquive la mirada.

-Y si no quiero parar que pasa- dije desafiandole.

¿Me estaba retando? ¿De verdad?
Pues si no paras... -dije pensativo. Y sin responderla la pegué un mordisco flojito en el cuello ya que era lo que me pillaba más a mano. Así que ya sabes, a tener cuidado eh. -aún no me había dado cuenta del interesante hecho de que me encontraba encima suya.

Me dio un suave mordisco en el cuello cosa que me hizo reaccionar de un modo extraño, me puse algo nerviosa y le esquive de nuevo su mirada. Aún seguía encima de mí pero eso no me molestaba y no entendía el por que.

-Si piensas que con un débil moridisco vas a pararme lo llevas claro.

Era un desafio.

Pues más mordiscos no, que luego te me enamoras. -dije guiñándola un ojo y me levanté. Pero me quedé en cuclillas en frente a ella.

Al fin se levanto de encima mio y me solto esa frase tonta. Yo solo pude mirar para otro lado e intentar guardar las apariencias...aún no sabía que era lo que me estaba rondando exactamente por la cabeza.

-¿yo enamorada de ti? oh vaya me has pillado la verdad es que me vuelves completamente loca.

Me acerque a él y le puse mi dedo índice en el pecho.

Miré su dedo y volví a dirigir mi mirada a la suya. Era broma tonta, si se que es imposible que te enamores de mi. Somos amigos, ¿no?

No se porque pero aquello me molesto. Me levante del suelo plegando de nuevo mi falda que se habia arrugado. Me di la vuelta.

-Si, solo somos amigos-dije en un tono frio- no tienes de que preocuparte

Me sorprendió su actitud bastante, no comprendía porqué había actudado así.
Me acerqué por detrás y pasé una mano por su cintura.
Eh Naty, ¿que te pasa? -dije inocentemente, me preocupaba que la pasara algo que no me hubiese contado.