Controlando a Luccie

Nos teletransporté rápido, y la retuve; sabía que no serviria de nada por que era mucho más fuerte que yo pero lo no sabía que más podía hacer.

-¡Trae a mi padre!-grité al centinela. Este, al ver la situacion no hizo mas que salir corriendo como alma llevaba el diablo hacia donde se encontraba mi padre, en el interior del castillo.

Su aura era ahora negra.. como... pura maldad.

"Pero ¿que coño te ha pasado.. Luccie..?" me pregunté a mi mismo.

Una vez llegamos abrí lentamente los ojos, con una clara mueca de desagrado, todo era tan luminico, tan puro y transparente. Me zafé del agarre de Dean empujandole varios metros de una fuerte patada.-Esta es la ultima vez que me tocas...-susurré con un claro mosqueo. Con mi hacha di un fuerte golpe en el suelo, era como si me hubiese vuelto loca al intentar atravesarlo-bum...-reí locamente, cuando una explosion surgió justo en el lugar donde mi hacha habia impactado. Se levantó humo, mucho humo y yo salí por encima volando tan alto como podía-Una pena que los hijos de Zelat no puedan volar, creo que se equivocó al crearos...-mostré mis dos colmillos y mordí mi muñeca. La sangre empezó a salir rodeandome y convirtiendose en miles de agujas.-Esto será... divertido..-

Levanté la cabeza rapidamente. Sentí un gran poder, una gran aura de repente. Abrí mucho los ojos, ese aura era completamente negra, sentía la maldad y oscuridad irradiando de ella. Giré, mirando en su dirección, casi como si pudiera ver atraves de las paredes. Eché a correr, salté por el balcón y aterricé gracilmente en el suelo. Seguí corriendo y ví al centinela acercarse a toda prisa.

-¡Mi señor... Mi señor! ¡Hay un...!

-¡Si si, lo sé. Mete a todos en el castillo, esto es demasiado para todos vosotros!

Le pasé de largo, corriendo a toda velocidad. Ví como Dean salida despedido por los aires, eso me enfureció y me preocupó. Gruñí, corrí aun más rápido y me arranqué el colgante que prendía del cuello. Localicé un sitio en mi mente para poder aparecer allí y volver, sabía que no podía ir directa a esa cosa... que parecía ser Luccie... pero ese no era ni el aura ni el olor de Luccie...
Desaparecí, para más tarde aparecí justo enfrente de ella, chocándome y a la vez con un grito estampando con gran fuerza el colgante en su pecho, casi penetrándo con este dentro de ella.

El colgante me lo había dado Dana en su tiempo... Era de sus padres, ángeles... y bien sabia que poseía una gran luz. Había oido hablar mucho de estas situaciones en leyendas y todos sabíamos que las leyendas podían algun dia convertirse en realidad.
Aun que Dana fuera angel caido, aquel colgante seguía habiendo sido creado en el mismo cielo... y por lo que tenía entendido, la oscuridad se combatía con luz. ¿Qué mejor que un chute de luz a presion?
La había dado con todas mis fuerzas y una gran rafaga de luz apareció de pronto. Estallamos por los aires ambos, mi camino se invirtió, haciendome volar hacia atras, y a ella al lado contrario. Se hizo un pequeño crater en el suelo.

Noté un gran golpe, muy fuerte y agudo. No sabía que estaba pasando, salí despedido por los aires y me choqué contra un arbol, partiéndolo en dos.
Hoy no paraba de estrellarme con cosas muy duras y romperlas.... mi pobre cuerpo lo estaba haciendo notar.

Cuando abrí un poco los ojos vi a mi padre, aun que lo veía todo borroso. Entonces, una gran explosión.. mucha... mucha luz. Me tapé los ojos cuanto pude, había demasiada luz... sentí desfallecer.

Me aparecí en una densa niebla blanquecina. Aun me duraba el malestar de haber dejado allí a Jace, pero confiaba en que haría algo de lo que le había dicho para ayudar.
Suprimí mi aura instantáneamente, sabía que mi oscuridad podía perjudicarla. Pero quería estar ahí a su lado. Sentí su presencia... Pero entonces un fuerte destello de luz me cegó... “¡Mierda!” Alcé mi aura oscura nuevamente hasta su máximo esplendor para protegerme, al tiempo que me apresuraba a protegerme ocultándome tras una roca, pero la luz me había alcanzado... apreté los colmillos con fuerza –que habían aflorado inevitablemente– para intentar resistir el dolor hasta que pasara aquel destello...

off: katerina, ¿te plantas delante suya en medio de una explosion de luz y muestras tu aura? ¿¿quieres morir?? xDDD

[OFF Espera... dios, qué caos!!! Gracias por avisarme!! >.< Ya está, arreglado]

Off: Que bieeen! Otro fosfatinador!! salgo de uno para meterme en otro T_____T

Antes de que pudiese hacer nada allí apareció él, el único que podía hacerme retroceder por su aura que era comparable en poder a la mía. Noté algo en mi pecho, quemaba, ardia completamente al contacto con mi cuerpo y caí inconsciente.
El sello desapareció por completo y retrocedió a su estado normal, aquella explosión me hizo salir volando hacia atrás, partiendo algún que otro árbol por la mitad, dejandome magulladuras en muchas zonas, pero eso no fue lo peor.
Mi cuerpo calló pesadamente al suelo, totalmente inconsciente, pero mi cuerpo presentaba graves quemaduras por todas partes, a causa de la luz. La sangre de las quemaduras empezó a cubrir el suelo, me estaba desangrando. No aguantaria mucho mas en aquella situacion.

El destello cesó, apagándose. Me asomé entonces, Luccie caía al suelo a una buena distancia de donde debía haber estado. Rápidamente me puse en pie y corrí hacia ella. Todavía me resentía de las quemaduras de la luz, pero tenía que llegar hasta ella...
Prácticamente me tiré al suelo, aterrizando con las rodillas a su lado. No había vuelto a disminuir mi aura...
Aquella oscuridad de Kahlia, ya no la sentía en ella, su aspecto ya no era tan oscuro, pero estaba muy malherida e inconsciente.
–¡¡¡Sangre!!! –Grité a todo pulmón, Luccie la necesitaba.
Posé mis manos en su pecho, desesperada, dejando que mi oscuridad fluyera hacia ella. No estaba en mis mejores, pero haría todo lo posible por salvarla... necesitaba acogerse al amparo de la oscuridad ahora...
Esperaba que alguien tuviera la iniciativa de avisar a sus familiares, los necesitaría ahora, y mucho.

Estaba en el reino, atendiendo a algún que otro asunto personal, cuando no solo yo, sino que todo licántropo oficial notó una inmensa aura de oscuridad seguido de otra de luz, y todos supimos xáctamente de donde procedía. Sin pensarmelo ni un instante me teletransporté sin quererlo, la simple necesidad de ir hasta allí hizo que ocurriera aquella acción, algo inesperado.

Aparecí allí y acto seguido me puse a vomitar. No estaba acostumbrado a aquellos viajes. La espada estaba en mi mano esperando para atacar, a pesar de que estaba de rodillas vomitando. Que... ha... pas-sado... -conseguí decir.

Me incorporé un poco, aun algo aturdido por el impacto. Recordé de pronto la situacion y me levanté, Luccie habia salido despedida por los aires. Corrí hacia ella y me contré con una inesperada visita más. Era la mujer de la taberna, fruncí el ceño. Estaba intentando inyectarla oscuridad. La aparté, sin violencia y cogí a Luccie en brazos, estaba muy mal herida.

-¡Ve a por Dean!-la ordené, peor cuando la miré en realidad la miraba suplicante, estaba realmente preocupado por él.-por favor... yo me encargo de esto.

Salí corriendo, cuando atravesé las puertas estaban todos refugiados, sin saber que hacer, asustados.

-¡Vamos, rapido! Llamad a los medicos-dije a unos centinelas-vosotros, enviad una carta al reino vampirico en mi nombre diciendo a Walter Wingates que venga urgentemente.-le dije a otro centinela-vosotros, id a matar varios corderos, necesitamos mucha sangre y es todo lo que tenemos ¡vamos, vamos!-le dije a estos últimos segun salía de la sala. Todos se pusieron en seguida manos a la obra acatando mis ordenes.

Llegué a la enfermedía, los medicos ya se estaban preparando. La puse en la camilla, estaba muy quemada pero yo no podía hacer mucho más ahi... me mantuve al margen viendo como mis medicos actuaban.

-Vamos Luccie... aguanta...-susurré en bajo, suplicante.

Todo se movía a mi alrededor. Sentí paz.. entonces oí gritos... y olores conocidos...
¿Katerina...? entonces sentí otro olor familiar.. ¿Ian...?

Soñaba con luz... ¿estaba en el cielo? las nuves se me echaban encima. Mucho ruido a mi alrededor... ¿o quizas solo era un reflejo de mi mente?... estaba desorientado, ni en sueños me encontraba... Sentí como... poco a poco... lo blanco se iba tiñiendo de negro.. como aparecía una sombra negra como el carbon en tanta blancura...

El señor Wingates apareció entonces, y me robó a Luccie de los brazos. Me pidió que fuera a por Dean...
Hice ademán de replicarle, Luccie necesitaba oscuridad... pero me mordí la lengua, incapaz de replicarle... “Dean...” Me había olvidado por completo de él, estaba demasiado preocupada por Luccie.
Suprimí mi aura y agudicé mi olfato para localizarle con la mayor premura, ya que ni siquiera me había fijado.
Poco tardé en llegar a su lado...
–Dean... –Susurré al llegar a su lado, con los ojos aguados y pasando una mano por debajo de su cabeza. Me incliné con suavidad, acercándolo a mi pecho... no podría escuchar mis latidos, pero... podría sentirme cerca de él–. Estoy aquí, Dean... Vuelve conmigo... por favor...
Le cogí la mano con suavidad y se la apreté con fuerza para que me sintiera. Me sentía fatal por todo lo que había pasado.

Off: Anda que esperais jossde... xD

On: Aparecí alli con Itachi agarrado del brazo, habia venido a avisarme de aquello. Sin embargo cuando llegué allí nada era como me habia imaginado, era un caos absoluto. Vi como Andrew se llevaba a Luccie en brazos y corrí tras él. La enorme herdia que tenia en el pecho... Tenia que haber sido Andrew, no podia haber sido nadie más. Toda esa luz...
-Olvidate de los corderos, necesita algo más potente. -Le agarré del brazo y mordí su muñeca, su sangre era asquerosa. Antes de que pudiese siquiera procesar lo que estaba ocurriendo llevé su muñeca a los labios de Luccie. Era lo único que podria salvarla, además de la sangre de Vampiro, pero no estaba dispuesto a arriesgarme.

(El único que tuvo algo que ver en esto fuiste vos, Walter Wingates, al haberle permitido esto... Se supone que sos el capitán de su guardia personal ¿O acaso el amor cegó tus responsabilidades?) Pensé mientras miraba como se desencadenaban los hechos y analizaba exactamente que había pasado. Tirada unos metros mas allá vi un hacha, debido a la posición en la que estaba supuse que le pertenecía a Luccie. Pude habérmela robado, pero yo no soy ese tipo de persona, así que fuí caminando lentamente hacia ella y luego volví y la lancé junto a donde yacía.

- Necesita mucha sangre... Walter, necesita sangre de seres humanos o de seres oscuros... - Le dije, dejándole en claro que si no se la daba el, se la daría yo.

No me habia dado cuenta de que Walter me habia seguido hasta dentro del reino, venía acompañado de alguien.
Estaba a punto de hablar cuando me mordió la muñeca
Grité de dolor, entonces cuando aun no habia podido no reaccionar estaba Luccie chupando de mi sangre.
Me aguanté el dolor

-Espero.. que sepas lo que estas haciendo...-dije, sintiendome más debil por momentos, apretando los ojos... sentir como chupaba la sangre, como se iban incando sus colmillos en mi piel... sus colmillos me quemaban...

Cuando me recuperé vi lo que ocurría, a Luccie desangrándose y a Wa,ter corriendo detrás suya. Itachi, el rey renegado, iba con Walter y eso me dio muy mala espina, aunque sabía del cariño qque le tenía a Luccie.
Corrí al ver como Walter "obligaba" a Andrew a darle su sangre, algo que me dio mucho asco, aunque posiblemente fuese lo mejor. No sabía que hacer así que quedé al lado observando preocupado.
Andrew se iba a desmayar, se veía, así que me arremangué y le ofrecí mi brazo también. Si el se desmaya, seguiré yo. -dije muy seguro.

Seguía señando, aquella mancha negra no se iba. Me agité en sueños, entonces sentí frio... un frio reconfortante, en realidad yo estaba ardiendo, y sudaba. No quería que esa mancha se acercase a mi, aun me me sentía reconfortado, yo no lo sabia pero era por que Katerina me estaba abrazando.

Fruncí el ceño, se acarcaba mucho más. Entonces escuché sus palabras, poco a poco me fueron sacando de mi enseñacion, pero aquella mancha seguía alli. Fui despertando... me encontré entre sus brazos... no sabia donde estaba, no recordaba que había pasado... me dolía todo el cuerpo y sobre todo.. el pecho.

La miré a aquellos ojos azulados... quería sonreir pero no pude, me dolía demasiado el pecho. Lo miré y aparté el chaleco. me encontré con algo extremadamente alentador... una mancha negra en el centro del pecho. Abrí mucho los ojos, tenía miedo... esa mancha fue desapareciendo, enpequeñeciendo.. hasta que no quedó rastro de ella, desapareció en mi pecho.

Lo toqué, estaba frio... esa zona estaba fria... Miré a Katerina, aun con miedo.. no sabia que estaba pasando... e igual ella tenía una explicacion para qué era eso

-¡La sangre humana no cerrará estas heridas, y la sangre de un vampiro es demasiado peligrosa asi que cierra tu maldita bocaza y sal de aquí! -Continué obligando a Luccie a beber la sangre de Andrew, era lo único que podria funcionar, si le daba sangre de vampiro corria el peligro de volverla adicta y que nunca más pudiese beber otra cosa, eso no era opción.

Vi como Ian se ofrecia voluntario y no lo dudé, aparté a Andrew de las fauces de Luccie antes de que le dejase seco. Mordí a Ian y alimenté a Luccie con su sangre. Las heridas de Luccie cerraban lentamente, esperaba que bastase con esta sangre para cerrar por lo menos la herida del pecho, que era la que peor pinta tenia.

[Necesitamos una especie de orden, esto se va a volver un caos xD]

Esas palabras pronunciadas en forma tan arrogante y por esa persona me hicieron cabrear realmente. Empecé a reprimirme apretando los puños y mis dientes, lamentablemente mis colmillos habían saltado solos y estaban haciéndome daño, pero en ese momento no importaba, ya que no era capaz de sentir el dolor.
Simplemente me senté del lado contrario de Luccie al que estaban Walter y sus amigos, y mientras veía como se alimentaba de ellos, pensaba. (No se volvería adicta... yo mismo me ví forzado a beber sangre de vampiro en una ocasión, estoy seguro de que su voluntad es tan fuerte como la mía...)

off: estoy de acuerdo, en principio esperemos a Katerina on:

Apartó mi muñeca de su boca, suspiré, aun con los ojos fuertemente apretados. Me setía debil, por inercia me fui echando hacia atras, tambaleándome hasta que aterricé en el suelo, sentado y bastante mareado. La cabeza se me iba, pero aun estaba consciente, vi a Ian, no sabia cuando habia llegado, ahora mismo estaba muy desorientado. Suspiré, el me habia remplazado.

-¿Cuan...cuanta sangre necesita?-logré llegar a decir-aqui habia muchos licantropos fuertes dispuestos a ayudar, aun que si corrian peligro no pensaba ofrecerles, ni en broma, me importaba Luccie pero tenía que proteger a los mios. Walter podria llevarsela a su reino si fuera necesario

Aparecimos en medio de todo el mogollon, caí al suelo, mis poderes... no sabía controlarlos si estaba tan nerviosa y perdida como lo estaba ahora. Miré a Amy cercionandome durante pocos segundos, a que estaba bien.

Miré la zona de revuelo, olía a quemado y sobre todo a sangre, la sangre de mi madre. Eché a correr hacia la zona. No me dejaban pasar y yo estaba mareada. Giré pasando por el otro lado y al verla me quedé completamente en Shock. Toda su piel, estaba quemada, sangraba por todos lados y estaba inconsciente. -Mama!!!!-grité corriendo hacia ella, empapada en lagrimas. ¿Que la habia pasado? ¿porque estaba si? ¿porque estaba quemada, que la habian echo?

El dolor era inmenso y se me hizo similar a cuando Luccie, en otra de sus recaídas, me lanzó cientos de agujas de su propia sangre que se clavaron en mi espalda, y la piel de esta está arrugada en forma humana, síntoma de la quemazón. Mis piernas cedieron y caí de rodillas, aún con la muñeca anclada a los colmillos de Luccie, mientras continuaba sintiendo un dolor increible. Escuchaba voces que asociaba a algunas personas conocidas pero eso era poco importante ahora.

Aquello se estaba convirtiendo en un verdadero caos, no paraba de aparecer gente y más gente, pero yo no me separaba de Dean, no podía dejarle... Le miré a los ojos, parecía que se había despertado. Le dediqué una sonrisa reconfortante y le acaricié la cabeza. Estaba muy preocupada por Luccie... Ella me había salvado la vida, pero ahora estaba muy mal...
–¿Cómo te encuentras? –Le pregunté en un susurro, con suavidad...
Olí la sangre e instintivamente miré hacia el origen, era la sangre del señor Wingates, se la estaban dando de beber a Luccie... Jace estaba allí, junto a otro vampiro que no conocía, aunque imaginaba que se trataría de Walter... Otro licántropo les rondaba, y al poco apartaron al señor Wingates para darle de beber de él...
“¿Sangre de licántropo para curarla? Pero ¿qué hacían? ¡Necesitaba sangre humana!” Maldije. No podía dejar a Dean, era entre él o Luccie... ¿Qué hacer?
Dejé a Dean con cuidado en el suelo, y me puse en pie dando un zapatazo.
–¡¡¡Yo tengo sangre humana!!! –Grité, para que se me escuchara claramente en medio de aquel caos.

Tras la confusión y velocidad a la que me llevó Lucía hasta aquí, vi cómo Luccie bebía sangre de Andrew, y todo parecía un caos. La chica del cumpleaños, Katerina, estaba abrazado a Dean, asustada. Itachi estaba nervioso. Walter aún más. Andrew sin fuerzas, Ian igual que éste último. Luccie casi inconsciente.

Me acerqué con paso decidido, siguiendo a Lucía, hasta que llegué hasta Luccie y la aparté suavemente con el brazo a un lado, pero que pudiera seguir con ella. Creo que debía saber luetgo qué le pasaba, aunque no debiera explicárselo yo, sino su propia madre, suponía. Pero tenía ella que saberlo, y sentía que tenía que decírselo si no se lo decían ellos luego.

Me apegué a Luccie, rodeando su cuerpo con un brazo suavemente, para tratar de apegarle fuerzas, energía, luz.

Pero sabía que se encontraba débil, y lo mejor era suministrarle más sangre. Esperaba no desmayarme si lo hacía

Entonces extendí mi brazo con la muñeca hacia arriba hacia Luccie, Andrew, Walter e Ian

Si tiene que chupar sangre, que sea la mía. Espero que le sirva. Y si no... le transmitiré energía para que aguante....

Estaba nerviosa. Trataba por todos los medios de no perder los nervios. Y esperaba que el eprder sangre no me dejara inconsciente, o muy débil. Aun así, yo aguantaría. Tenía que hacerlo. Por Luccie...