De copas con el deminio (que entre quien quiera xD)

Llegamos al poco, no estaba muy lejos de los bosques. Entramos por la puerta y, sacudiendo el cabello, tratando de secarlo un poco cogí una de las mesas al fondo. Me senté y le invité a acompañarme.

Cristine, una camarera bien dotada nos atendio. Habia venido tantas veces por aqui que ya nos conociamos.

-Caballeros.. ¿que van a tomar?-dijo con una dulce sonrisa.

La sonreí

-Para mi lo de siempre, y para el caballero...-dije, duditativo, esperando a que contestara por mi ya que no sabia lo que quería.

El bar estaba repleto de humanos. Charlaban, reian, apostaban y de vez en cuando alzaban algo la voz, pero la musica de fondo lo amortiguaba bien

Llegamos al poco tiempo a la taberna.

Estaba abarrotada de gete de todo tipo de razas. No parecía una noche tranquila.

Al fin nossentamos en una mesa y al poco tiempo vino una camarera, bastante guapa por cierto, y con unos atributos bien definidos. Era un hombre debil y sin quererlo desvié mi mirada hacia esa zona donde todo hombre se ha perdido alguna vez.

-Yo tomare un whyski gracias- dije sonriendo a la camarera.

La camarera, con una brillante sonrisa asintió y se retiro a por las bebidas. La dediqué una larga mirada mientras se iba, entonces miré de nuevo a Demiam.

-Y bueno chico, ¿que es de tu vida? ¿que se cuece por los infiernos? la ultima vez que fui reinaba el imbecil de aspicius.. creo que se llamaba-habia recordado al verle a aquel demonio... que mal me caia...

En mi rostro se dibujo una malefica sonrisa.

-Eso he oído... ese tal Aspicius no ha echo otra cosa mas que sustituirme. Veras yo era el antiguo Rey de los demonios, pero entonces ocurrió algo y no tuve mas remedio que ausentarme. Y todo este tiempo me sustiyo él...pero se fué asi de la nada dejando todo patas arriba- se pudo notar en mi tono la crispacion que tenía- y parece que tú le conoces. Cuentame, ¿qué tal era ese Aspicius?

Llegó la camarera con nuestras bebidas.
A Demian le sirvió su whiski, a mi mi tipico ron con una pizca de limon, destilado en esa misma taberna y para mi, el mejor que habia tomado. Y no es que hubiera tomado pocos.

Cogí el baso, la botella la dejó al lado, la camarera sabía bien que no me contentaba con una copa. Cuando estaba apunto de echar un trago él termino con una pregunta. En seguida fruncí el ceño

-Ese cobarde-bufé-Nunca daba la cara en una pelea. Ademas, demasiada arrogancia y pedanteria en un hombre tan pequeño.-bebí de un trago el ron y me eché más. Continué-Pero gracias a dios coincidía poco con él, si no estoy seguro de que hubiera acabado con su cabeza en una estaca adornando mi jardin

Pegué un pequeño trago.

-Conque el nuevo rey.. interesante. Espero que tu no seas tan imbecil como él, o si no tendremos problemas-dije, mirandole entrecerrando los ojos, muy serio. Eché a reir, habia sido una broma.. aun que no del todo, si se volvia como eñ antiguo era verdad que tendríamos problemas-Bueno, al menos tu eres algo más alto

Seguía sorprendiéndome de lo canijo que era el antiguo, nunca dejaria de hacerlo.

No pude contener una medio sonrisa al escuchar sus palabras.

-Tan bajito era- pregunte arqueando una ceja.

No podia creerme que el antiguo rey no diese la talla.

Reí con ganas.

-Bueno, para mi si. Tambien es que yo soy muy grande

-Ya te digo que si eres grande, mira que yo soy alto pero es que para verte a ti tengo que alzar mucho la cabeza- dije dando un largo trago a mi bebida- y como es que Aspicius desparecio asi sin mas.

Tenia curiosidad por saber que ocurrio con el.

Reí entre dientes, entonces pensé su pregunta.

-La verdad es que no tengo ni idea. Apenas tenia la mirada puesta en el reino de los demonios... además de que yo me fui con mi hijo mucho tiempo para adiestrarlo y cuando volvi todo estaba patas arriba. El infierno, el limbo... habia bastantes lugares desolados. Si quieres informacion sobre eso o bien pregunta a los vampiros oficiales, que tenian buenas relaciones con ellos o bien a los que queden en el infierno, alguno podra darte alguna respuesta.

Bebí el ultimo trago y volví a echar alcohol en el baso

Escuché atentamente sus palabras y me soprendio el saber que ya era padre.

-Espera un momento- dije anonado- ¿tú tienes un hijo?... ¿cuantos años tienes?

Parecia muy joven como para tener ya una familia.

Reí con ganas.

-El fisico engaña en nuestras longevas vidas, amigos, tu bien deberías saberlo-hice una pausa para beber, aun sonriente-Pero... tendré algo más de 50

Rei ante aquello.

-Tienes razon, como no he caido antes en ello. Pero aun asi me has sorprendido cuando me has dicho que tienes un hijo.

La iré intrigado.

-¿Por que? aqui donde me ves soy todo un don juan-reí

-¿y quién es la bella afortunada madre de tu retoño?.

Di otro trago a mi bebida, aquel tipo parecía majo.

Me quedé pensativo, ya ni me acordaba de como se llamaba.

-La verdad... es que no se mucho de ella...-hice una pausa, pensando como explicárselo de manera delicada-digamos que... fue una noche loca, hace ya muchos años... no pensé que pasaría nada pero, un dia, volviendo por casualidad por aquellos lugares la encontré de nuevo. Me dio a Dean y dijo que no quería saber nada más ni de él ni de mi.-hice otra pausa, mirando el baso lleno de alcohol-Si lo hubiera sabido, habría estado ahi desde el principio. De todas formas, no me averguenzo y he ganado un hijo estupendo... del cual estoy muy orgulloso

-Es comprensible, un hijo siempre es el orgullo de un padre sea como sea. Yo por el momento no tengo hijos pero tiene que ser una experiencia muy gratificante.

-Lo es, sin duda-tomé un trago-¿entonces, tampoco hay una señora que os espere en casa?

Esa pregunta me caló hondo. Una tristeza invadió mi ser, mis ojos oscurecieron por un instante aunque no lo deje notar.

-Hace bastante tiempo que no hay nadie esperándome en la cama.

Me encogí de hombros. Por el alcohol no me daba mucha cuenta de sus sentimientos, no prestaba mucha atencion a mi olfato, todo olía demasiado a aquel brebaje.

-Bueno, ¿para qué una? si pueden haber muchas-dije riendo. Mi faceta de mujeriego salia a relucir mucho más cuando estaba algo achispado. Al fin y al cabo, yo solito llevaba más de media botella

-Vaya veo que no soy el unico que siente debilidad por las mujeres aqui dentro, eh. Yo tambien voy de flor en flor.

Di otro largo trago a mi bebida mientras miraba con detenimiento a la gente que había en la taberna.

-Seee. Lo malo, en cierto modo, es que yo ya tengo moza.. ¡y qué moza! Pero... ejem, digamos que tiene muy mal caracter-con esto ultimo agaché un poco la cabeza, recordando todos los sartenazos que me habia metido esa mujer...

Solte una sonora carcajada, de solo imaginarme la situación no podía reprimir una sonrisa.

-Si señor, mujeres con carácter, justo como a mi me gustan. Estan tan adorables cuando se enfadan.

Reí junto a él.

-Si, la verdad es que si. Pueden dar miedo a veces, pero coño, me encanta. Yo no quiero mujeres debiluchas, sino fuertes, dignas de ser mi mujer. Con caracter y que no se dejen engatusar. Aun que claro, que sigan conservando esa dulzura especial femenina

-Ciertamente las mujeres con caracter son las mejores amantes- di otro largo trago a mi bebida y mire alrededor de la taberna- parece que el ambiente no esta muy animado hoy, ¿verdad?

off: hagamos algo para divertirnos.

Miré a mi alrededor también.

-Es cierto.... aun que no te creas-sonreí picaramente, estaba empezando a llenarse aquel lugar, miré la hora en el reloj del local y miré entoces a Demian-Amigo, creo que si nos vamos ahora nos perderíamos un gran espectáculo.

La gente comenzó a sentarse, habia un pequeño escenario de madera la lado tapado con unas cortinas. La mayoría de la clientera que estaba entrando era masculina, y yo sabía bien porqué.

Al poco, la mayoría de las luces comenzaron a apagarse, dejando en el local una tenue visión.

Uno de los camareros se puso en el escenario. Tras de sí, las cortinas rojas ondeaban un poco con la brisa por la entrada tan frecuente y repentina de la gente.

-Damas y caballeros, aun que más caballeros que damas. Me complace presentarles hoy, a la unica, inimaginable, brillante y fantastica... Cristine.-dijo anunciando felizmente. Los asistentes aplaudieron impacientes, las cortinas comenzaron a correrse.

Me acerqué un poco a Demian.

-Ahora si que no nos aburriremos.-dije, riendo entre dientes