Luz de luna

Me adentré en el bosque licántropo con sigilo,plegando mis alas. Aquella noche quería ir caminando,y tenía el aura suprimida por completo. Por el viaje tuve cuidado de no caer con alguna rama o raíz,como casi siempre me pasaba. Me crucé con un par de lobos,pero ninguno me atacaba,creo que incluso mi presencia ya se les hacía cómoda,y eso me aliviaba.

Tras un par de horas caminando,llegué al descampado en el que se encontraban el castillo y el jardín,y giré en busca de la ventana de Ian,que no desprendía ninguna luz. Tras eso,me metí por una de las ventanas más bajas,y empecé a subir en busca de su habitación. Eran horas bastante altas de la noche,por lo que podía estar perfectamente dormido,y así lo esperaba,por que me gustaba observarle mientras lo hacía.

Le echaba de menos.

La ventana estaba abierta, con el fin de que pasara la mínima brisa que pudiera enfriar un poco la habitación, ya que el calor que se acumulaba era inmenso. Estaba bien dormidito, sin camiseta, con el torso desnudo debido al calor ya mencionado.
No puedo decir qué estaba soñando, ya que no me iba a acordar de nada al siguiente día, así que sería una tontería mencionarlo.
Era un sueño muy profundo pero eso no era anda extraño, ya que si me dormía, lo hacía bien, nada de tonterías.

Abrí la puerta lentamente,y me asomé con cautela,observando que estaba tumbado,y por lo tanto,dormido. Cerré la puerta sin producir ruido y me acerqué a el despacio; me senté al borde de la cama,observándole,y no pude evitar esbozar una sonrisa.

Seguía siendo Ian.

Le acaricio el pelo castaño con cariño,despacio. Viéndole así parece bastante despejado y tranquilo,y eso me alivia. Por alguna razón me cuesta dormir estas noches,pero solo con estar aquí,a su lado,me calma por dentro.

Me quito las botas haciendo el menor ruido posible,y después la chaqueta,y uso esta para templar un poco mis manos,que siguen frías a pesar del calor del exterior.

Mi blusa blanca se ilumina unos instantes con la luz lunar que entra por la ventana,y me quedo un poco embobada mirando por ella,hasta que noto que mis manos ya no están tan frías.

Me tumbo a su lado,cerca de él,aun que procuro no pasarme,por que se nota que tiene calor.Apoyo la cabeza sobre la almohada,y le observo,con una sonrisa de ternura.
¿Qué sería yo sin él?

Minutos después me acerco más a el y le beso el pecho,por un largo prolongado.Me gusta escuchar sus latidos,y el calor que desprende siempre su piel,que tanto contrasta con la mía.
Cierro los ojos sobre su pecho,y respiro más tranquila que en todas estas semanas.

Había algo. No sabía el qué, pero había algo que me estaba impidiendo conciliar el sueño a gusto, por lo que hice un esfuerzo sobrehumano para abrir los ojos.
Con estos aún achinados, observé a una figura al lado mía. Y a pesar de que en situaciones normales me habría asustado y hubiera atacado, algo me decía que no debíahacerlo.
Cuando conseguí abrir los ojos del todo (algo que me costó más de lo esperado) observé todos los rasgos de aquella persona que yacía a mi lado, mientras no pude evitar sonreir.
Retiré un pequeño mechón de pelo que la tapaba los ojos, como me encantaba hacer aquello, y se lo coloqué detrás de la oreja.
No hay mayor placer en este mundo que poder observar tus ojos al despertar. -susurré.

Abrí un poco los ojos,ya que,sin darme cuenta,me encontraba tan a gusto con el que había conseguido dormirme en pocos minutos.Sonreí enrojecida al oirle.

No quería despertarte-le contesto en un mismo susurro,sin levantarme,por que estoy bastante cómoda sobre su pecho. Estiro el brazo que no tengo sobre su pecho para abrazarme a él un poco más.

Perdona,no podía dormir-digo en bajo,sin añadir que le echaba de menos,algo enrojecida aún,medio dormida.

Me encantó... bueno, en realidad, debería decir que me encantaba todo lo que hiciera.
Sabes que siempre puedes venir aquí. Esta es tu casa, tu habitación, tu cama. -susurré en el mismo tono. Miré hacia el techo pensando en lo feliz que se podía estar gracias a una sola persona.

Sonrío complacida,y le rodeo con ambos brazos.Me doy cuenta de que,tras estos años en los que no he dejado de perder a gente,seguir teniéndole a él es un tesoro.

Me tumbo de nuevo a su lado,para que respire mejor,pero sigo rodeándolo con un brazo.
Le beso en el torso con cuidado.

Lo mismo digo con el Limbo,ya sabes..-dgo riendo un poco,con sueño.

Puedes volver a dormir tranquilo,yo te protegeré-digo aún sonriendo.

Cada palabra conseguía erizarme la piel, y eso unido a su piel suave y más fría, y nido a su voz, a su rostro, a su todo; hacía que me derritiera.
Contigo a mi lado no puedo dormir. Sería desaprovechar estos preciosos instantes.

Sonrío y me acurruco más en el.

Te quiero..-digo en un tono más serio, abrazada a él.Perdona por todos los quebraderos de cabeza..se que no son pocos-susurro acariciándole.

La besé en la frente con suavidad.
Fue decir aquellas palabras, y recuperar todos aquellos pensamientos que me atosigaban días atrás.
Me encantaría saber que pasa por tu cabeza.

Y a mi que no pasara nada,a veces incluso desearía perderla-dije riendo con un poco de tristeza.

Se que necesito ser más fuerte,y eso estoy intentando cada día.

¿Te imaginas sin cabeza? Sería muy extraño. -dije riéndome para quitarle hierro al asunto.
Sabes que siempre te ayudaré, sea lo que sea.

Arqueé la ceja al imaginármelo,y luego ladeé la cabeza,no cambiaba.

Gracias,lo mismo digo-digo con una sonrisa tranquila. Levanto un poco la cabeza,y le acaricio despacio el pelo,que es muy suave.
Y por tu cabeza,¿qué pasa?-murmuro.

Suspiré y le eché valor, era obvio que teníamos que hablar un poquito.
¿Por mi cabeza? Puess... un poco de confusión Kaede. -suspiré de nuevo. Es que te noto tan distante a veces, y otras veces tan cerca que la cabeza me da vueltas. -conseguí soltarlo y me quedé más tranquilo. Me había quitado un pequeño peso de encima y me sentía mejor, el problema era como se lo tomaba ella.

Le escuché y me giré,quedando separada de el mirando al techo. Suspiré también,aun que con mas cansancio.

-Lo se. Lo se de sobra..y no tienes la culpa de nada de eso,solo es mía. Se que te mareo..y aun así he venido hoy aquí,lo siento, lo siento de verdad. Se que tu siempre me recibes con los brazos abiertos,pero,ahora mismo hay una situación muy extraña y debería medir lo que hago o no.

Guardé silencio unos segundos.Había algo que me llevaba rondando hacía bastantes años,y no conseguía quitarme de la cabeza,y,aun que ahora ese "sentimiento" se había apagado bastante,seguía existiendo. Me incorporé,quedando sentada sobre la cama. Llevaba años con un nudo en la garganta que me agobiaba con cada respiro,y el merecía saberlo. Sobre todo él.


-Ian...no se como debería decirte esto,algo así..pero..tienes que saberlo..

Tragué saliva,y intenté reunir todo el valor que me fue posible,sin tener del todo ordenados mis sentimientos. Me di la vuelta y le miré a los ojos.

-Creo que siento..lo mismo por otra persona.-dije,aún mirándole a él. Aun que había tratado de sonar lo más firme posible,mi voz se había quebrado al poco de salir.Me apreté las manos con fuerza.

Abrí los ojos instantáneamente y noté como me quedaba sin respiración, ya que me costaba realizar esta simple acción. No solo esto, sino que me dolía un poco el pecho de lo rápido que iba el corazón y comenzaban a caer unas gotitas de sudor frío por la frente.
Me incorporé de repente quedando detrás suya, espalda frente a espalda.
Me llevé las manos a la cabeza mientras una voz me gritaba en la cabeza: OTRO! ESTÁ CON OTRO! OTRO! -así una vez y otra vez y otra vez, etc.
Cerré los ojos con fuerza por dos motivos, ya sea por eliminar esos pensamientos que hacían años que no aparecían en mi cabeza, y para ver si esto era realmente un sueño.
Entre tanto supe que ella estaba esperando respuesta, pero ninguna palabra podía salir de mi boca.
OTRO, OTRO, OTRO...

(OFF: obviamente esto último solo esta en la cabeza de Ian)

Le miré en todo momento,viendo como se sobresaltaba,y como empezaba a agitarse por dentro. Desvié la mirada con rostro dolido. No sabía que hacer en ese momento. No sabía nada.
Me llevé las manos a la cabeza,agarrando con fuerza el pelo. Mi corazón latía con intensidad,y la respiración se volvía aún más pesada.


Quería decir mil palabras,y a la vez ninguna. Quería,y a la vez no podía. Mi boca se abría y cerraba,terminando en morderme los labios con impotencia.

Me levanté de repente, muy decidido, y bordeando la cama me coloqué delante suya.
La tumbé suavemente en la cama y la besé con pasión, con demasiada quizás. Antes de esto solo pude ver su expresión de sorpresa ya que, obviamente, nadie se esperaría que ocurriera esto.

Mis ojos se abrieron de par en par,sorprendida.Me tumbó sobre la cama y empezó a besarme como pocas veces antes lo había hecho. Mi cuerpo,que ya se había alterado segundos atrás,empezó a emitir calor,y la sangre empezó a circular con mucha velocidad.

-¿Ian..?-pregunté entre beso y beso,enrojecida sin saber que estaba sintiendo él.

Me coloqué encima con mucho cuidado de no hacerla daño mientras la besaba. Cuando dijo habló me quedé parado mirándola a los ojos. Te amo. -fue lo único que alcancé a decir mientras volvía a besarla de nuevo, intentando beber al máximo de ella.

Al escuchar sus palabras,mi cabeza empezó a dar vueltas por completo. Eran demasiadas cosas en unos pocos segundos. Solo sabía que una parte de mi era inmensamente feliz de escucharle decir eso,mientras que otra se sentía aterrada.

Le correspondí al beso,sujetándole el pelo de la nuca. Mi cara había enrojecido el doble,y mis ojos se habían humedecido un poco.

Seguí besándola unos instantes más. Me separé un momento para volver a mirarla a los ojos. En el momento en el que deje de sentir que me quieres, me iré y no volveré a molestarte, ¿entendido? -quizás fui un poco brusco, pero tantas emociones en mi cabeza no me dejaban ser más sutil.
Tras esto comencé a besar su cuello suavemente.

Las lagrimas empezaron a brotar sin que pudiera evitarlo.

-¿Por qué..?¿Por qué eres así de bueno conmigo..?No me lo merezco..no me lo merezco..-murmuré en sollozos,sujetándole aún el pelo.

Suspiré de nuevo mientras una lágrima cruzaba mi mejilla. Creo que sabes la respuesta. -no quería verla llorar, nunca lo quise, pero quizás necesitaba desahogarse.

Pase mis brazos por su cuello, abrazándole y tumbándolo del todo sobre mi.Empecé a llorar de forma algo ruidosa,cosa que aun que odiara,no podía evitar.

Le besé aún derramando lágrimas,pero no era un beso de compasión.Ninguno lo había sido para mi.