Buscando respuestas

Llegamos tras no mucho tiempo, había corrido mucho más presto que de costumbre, aun que con cuidado de que Lucia no se cayera. Llegamos a mi castillo. Como los guardias ya conocían a Lucia no hubo problemas a la hora de que pasara. Me transformé en hombre de nuevo, sin importarme que mi chaleco se hubiera roto por completo y perdido por el camino, al igual que mis pantalones estuvieran seriamente desgarrados. Subí a grandes zancadas hasta el despacho de mi padre, donde sabía que se encontraría. Llamé, pese a todo, y aguardé hasta oir respuesta.

Pasamos entonces a la sala.

-Padre, pido una audiencia-dije haciendo una leve inclinación a modo de saludo formal y petición

estaba aburrido entre papeles y papeles. Entonces llegaron a mi dos olores muy familiares. Cuando me quise dar cuenta ya estaban llamando a la puerta.

-Adelante-invité a entrar.

Mi hijo entró, acompañado por Lucia. Otra vez este chavalin volvía a prestar demasiada formalidad. "estuvo demasiado tiempo con dana" pensé, resignado. Él parecía bastante atacado, no solía ponerse a sí. Además de que tenía la ropa rota... el siempre era muy cuidadoso de cambiarla enseguída siempre que se transformaba, algo iba mal, eso era evidente.

-Am... si, claro... ¿Tienes algo que contarme, Dean?-pregunté, intrigado por lo que pasaba, pero aun así manteniendo las formas.

Cuando llegamos a su reino me bajé de su lomo, justo antes de que el se transformara. Su ropa estaba totalmente rajada y su chaleco había volado totalmente.
Le seguí rápidamente casi pisando por donde el lo hacía, entonces entramos al que debía de ser el despacho de Andrew, casi lo que mas me sorprendió fueron los modales de Dean pero al verlo yo también hice una reverencia-Rey...-susurré. Entonces el preguntó, yo no quería abrir la boca para nada pues yo realmente poco sabía de los licantropos y mi opinión en este tema poco importaba así que me dediqué a pensar... pensar en que momento hubiese podido cambiar su pelaje.

Me relajé un poco, peor mi preocupación seguía siendo constante.

-Padre... tengo una pregunta bastante apremiante... ¿Puede nuestro pelaje cambiar a color negro carbón?

Había leido muchos libros, muchas eran las horas que había revisado sobre los licantropos incluso antes de saber si yo era uno de ellos o no pero... no había encontrado nada con un cambio tan brusco y menos con un erizamiento así. Quizas solo eran paranoias mias pero todo este tema me daba mala espina

le escuché con atención, parecía menos estirado pero no menos preocupado.

-Mmm.. bueno... si... algunos cambian de pelaje, pero negro no es nada usual... De echo si cambian con relación al negro, es normalmente de negro a gris, casi todos somos grises o marrones... ¿Por qué?-hicce una pequeña pausa-¿Te ha cambiado el pelaje?-pregunté, frunciendo el ceño

Off:
Dean recuerda que el minimo de lineas para un post son 4. Ten eso en cuenta y edita el mensaje, muchas gracias y sigue disfrutando del rol.

Lo escuché, buscando una respuesta que me confirmara algo y solo empeoraba mis sospechas, aun que aun no sabía de que sospechar. Me staba alterando mucho con este tema, tenía que relajarme, mi padre parecía bastante tranquilo...

Me relajé un poco antes de contestar.

-Si... ahroa es negro.. bueno, con algo de blando, y muy erizado.

Me quedé pensando un rato, se notaba que era algo que le preocupaba.
Yo nunca había visto a ningun lobo de ese color... era un color extraño. Pero eso no tenía por qué indicar que fuera malo.

-Podría tener relación con potencial humano. Bueno... no sé, tu pelo es completamente negro, quizas eso y tu crecimiento severamente acelerado haya afectado a tu organismos de manera que el mismo color de este se proyecte en tu forma de lobo.-era la única explicación que se me ocurría. Negué con la cabeza, despreocupado, pues no había indicios de nada malo en ello, ya que no había mencionado no controlar a su lobo, y había demostrado con lo dicho que era plenamente consciente en su forma lupina-No creo que sea algo de lo que debas preocuparte, hijo. Le das demasiadas vueltas a las cosas-le dije con una sonrisa cálida, tratando de consolarle

Al principio nada me sonó bien, parecía ser extraño aquel color sin embargo, recordaba alguna vez que había imágenes de licantropos realmente coloridos en los libros de casa.. pero parecía no ser normal.

Entonces Andrew pareció hablar de lo que yo había dicho, realmente pensaba que era porque era mitad humano, quizás eso cambiase las cosas al fin y al cabo-¿Ves? puede ser por eso, yo estoy segura de que no te ocurre nada malo-susurré intentando tranquilizarle, tal y como lo estaba haciendo ahora Andrew. No tenía porque preocuparse.. ademas su color ahora mismo era muy bonito en mi opinión.

Quedé pensativo un rato, aun la cosa no sabía por que me daba muy mala sensación. No era normal, pero quizas mi padre y Lucía tuvieran razon, solo fueran imaginaciones mias. Quizas fuera una mutación curiosa.
Suspiré.

-Si... quizas... quizas puede ser eso... Lamento haberte molestado padre-Me despedí con una pequeña reverencia y volviendo sobre mis pasos me fui hacia la puerta, abriendola y esperando a que Lucia pasara primero.

Parecía que Dean había quedado mas tranquilo, al menos eso era lo que parecía a los ojos de los demás. Pero yo estaba segura de que aun estaba preocupado por lo de su pelaje y yo aun que no entendía ese apego por su anterior color ni nada de ese estilo, si el lo consideraba importante, yo estaría con el en todo momento.
Vi como Dean se despidió cortesmente y abrió la puerta esperando que yo pasara, no sabía como eran los modales en el castillo de los licantropos, aun así me acerqué a Andrew y le besé la mejilla-Adiós tío-sonreí antes de correr hacia la puerta y pasar junto a Dean.
-¿Ves? tampoco era tan malo, te preocupas demasiado-añadí andando por los pasillos, sabía que el seguía igual y ninguna palabra mía iba a cambiar eso-Si te sientes tan preocupado ve a ver a Katerina-susurré sonriente-Yo ya debo irme, antes de que mi padre empiece el entrenamiento sin mi.Suspiré recordando todo el dia, la verdad es que era todo muy confuso
-Siento haberte metido en tanto lío, ya nos veremos en otra ocasión ¿te parece?-

Sonreí con ternura, este chico era un caso...

-No te preocupes Dean, no molestas, prefiero que vengas a preguntarme lo que te preocupa a que no lo hagas-le dije, sincero, aun con la sonrisa en la boca.

Se despidió de mi, siempre tan formal... a veces me gustaría volver a cogerle y abrazarle como cuando iba corriendo a mi de pequeño. Tenia que buscarme un dia libre para estar con él, podríamos quedar un dia para ir a pescar o a cazar juntos, quizas dar una vuelta por Eliria, ya vería.

Lucia también se despidió de mi, pero algu más cariñosa. Me dio un beso en la megilla y se fueron cerrando la puerta.
Suspiré, "si no fuera una vampiresa..." pensé.

Continué con mis papeleos, como siempre.

Agaché la cabeza, meditando, con expresión pensativa. Esto no había acabado aquí, investigaría en la biblioteca.

Cuando la oí decir que fuera con Katerina la miré, en su expresión encontré algo de tristeza, al igual que en la forma de decirlo. La miré compasivo y sonreí con dulzura.

-Tranquila, estoy bien así, solo que me como mucho la cabeza-la dije, tratando de tranquilizarla. Entonces me dijo que se iba y no podía quedarme allí parado, mis modales de galan salieron a relucir-Te acompaño, quien sabe quien puede haber en los caminos.

No le rebatiría, no me hacía falta leerle la mente para intuir que seguía preocupado por aquello. Negué con las manos y una sonrisa mientras seguía andando con parsimonia-No hace falta, enserio, puedo utilizar el baile de las sombras y llegar en apenas unos segundos a mi cuarto-
Junté mis manos-Ademas estoy cansada y seguramente tu también lo estés, está a punto de anochecer y creo que sabes perfectamente que la noche es mi guía-Reí intentando hacerle reír.

Friuncí el ceño, de todas formas no me gustaba que fuera sola.

-¿Segura? no se yo...

Sabía que no la iba a pasar nada, pero mi sentido de caballerosidad seguía latente pese a mi preocupación oculta sobre mi nuevo color de pelaje.
Sin embargo, mostré una media sonrisa mirandola. Me había hecho gracia eso de "la guia de la noche"

-Bueno, en eso si tienes razon aun que yo poco a poco me estoy haciendo con ella tambien, ultimamente solo salgo de noche.

Cuando sonrió me sentí mas agusto, al menos podía seguir haciéndole sonreír. Hice una reverencia ante Dean y luego me acerqué para darle un beso en la mejilla. Me aparté unos pasos-Cuídate mucho y ya nos veremos en otra ocasión, de noche o de dia.-
Apenas sonreí un poco cuando desaparecí del lugar, en aquella neblina negra que tanto caracterizaba mi baile.

Vi como se marchaba y simplemente me quedé mirando un rato aquel rasto negro.
Pensé en ese curioso baile, tan sencillo pero tan complicado. No obstante, aparté esos pensamientos de mi cabeza y sin más me dirigí hacia la biblioteca, a ver si podía encontrar algo que me fuera util.