El convoy perdido (misión)

Una notificación llega urgente, casualmente, a tus manos. Unos soldados están siendo atacados por un grupo de orcos y han mandado un comunicado de urgencia para ser socorridos.
No dan más detalles sobre el suceso debido a la falta de tiempo. El mensajero te da la ubicación exacta de el comvoy.
¡Ayuda a los soldados! si lo haces, el general de las tropas de elíria encargado de ese pelotón te dará una buena recompensa a cambio.

No me costó mucho esfuerzo encontrar y seguir aquellas marcas en el suelo, pero tardé demasiado en poder dar con el causante de dichas huellas. Había dejado la espada unos metros más allá escondida entre unos matorrales, muy dificil de encontrar, ya que no podría infiltrarme con la espada en el cinto.
No me sorprendió en demasía la inquietud de los soldados, dado que ya conocía que lo provocaba, así que no me inmuté mucho cuando vi las lanzas apuntandome. Podía haberlas apartado de un manotazo y aún no se habrían dado cuenta de ese hecho, pero no era ese el plan. Miré con cara de preocupación al soldado que me habló y le contesté a aquellas dos preguntas tan bien formuladas, la respuesta ya estaba aprendida.
S-soy un humilde campesino señor. -estaba claro que no podía llegar y ponerme a luchar con ellos como si nada, y a pesar de que no me gustaba mentirles no tenía muchas más opciones que esa. Pero por favor bajen las armas. -dije intentando aparentar algo de miedo ante esas lanzas, cosa que no sabía si había funcionado.

Los soldados te siguen mirando con desconfianza, pero lentamente te van bajando las lanzas con las que te estan apuntando aunque no paran de mirarte. Lo que parecía el jefe de los soldados, un tipo grande robusto y moreno de piel, se acercó hasta a ti y te miraba de arriba a abajo.

-¿y se puede saber que hace un vulgar campesino en un sitio como este? ¿sabes que este lugar es muy peligroso como para que estes andando como si nada muchacho? explicate ahora mismo.

Te dedico una mirada mordaz.

Intentaba mirar a través de los soldados pero era bastante dificil.
Mi señor, han-han atacado el poblado donde trabajo, eran unos demonios con el alma muy oscura y crei... -paré un momento intentando dar dramatismo a mi historia. Creí que mi señor padre, que vive en un poblado cercano podría estar por aquí...

El oficial levanto una ceja bastante sorprendido.

-¿Cómo alguien como tú puede conocer la existencia de los deminos? pensaba que los campesinos erais unos analfabetos- dijo seriamente- de todas formas no debeís cruzar hoy el bosque es demasiado peligroso. Ahora mismo estamos en una misión bastante compleja, debes irte a acasa allí estarás seguro. Ademas, llevamos en este bosque bastante rato y no hemos visto a nadie. Vete a casa.

No lo se mi señor, eran unos seres muy feos y negros que solo querían matar a todo el mundo y supuse que eran demonios. -intenté convencerles. Pero por favor, ¡no me dejen solo que esos monstruos me comeran! ¡Y a mi señor padre!
Me estaba constando bastante convencerles.

El oficial sigue mirándote bastante desconfiado no entiende ese empeño tuyo en acompañarles y se empieza a preguntar si realmente eres humano. Finalmente se encoge de hombros derrotado.

-De acuerdo- dice a regañadientes- podrás acompañarnos pero te voy avisando muchacho a la mínima ocasión en la que entorpezcas nuestra misión yo mismo me encargare de eliminarte.

Dicho esto ordeno a varios soldados que te escoltarán y te dio una lanza.