¿Montaña?¿Donde? (Orrin y Balmung)

Me hallaba en las cordilleras de la desesperación, hacía mucho que no me pasaba por aquí pues me dediqué a viajar por el mundo en busca de conocimiento, amistad y aventuras. Había vuelto solo para solucionar un último asunto que me unía a aquel lugar. En una de las montañas se encontraba una pequeña cueva en la que había muchísimos libros con conocimientos mágicos avanzados y que si alguien encontrara, podría utilizar para aprender muchos secretos.

Me adentré en la cueva para terminar con todo aquello que me unía a este lugar, no quería que esto se encontrara así que decidí quemarlo todo sin dejar ni una huella que se me relacionara con este lugar. Coloqué una gran cantidad de sellos que reaccionaban ante el fuego por toda la estancia.

Una vez hube terminado cree un llama que prendiera los muebles y me teletransporté a la montaña de enfrente que, aunque estaba un poco lejos, sería un buen lugar para disfrutar del espectáculo.

Estaba mejorando mis hechizos de movilidad, mezclando teletransporte, levitación y velocidad lo mejor que podía. Y que mejor lugar para entrenar esto que al aire libre.

De repente divisé como en una montaña aparecía de la nada, una figura que desconocía, traté de investigar un poco más y reconocí a un Yasgeniod, no tenía conocimiento de ninguno que me deseara ningún mal, ya fuera o no de mi reino, así que me acerqué a ver si conseguía mantener una interesante conversación con uno de los mios.

-Espero no molestarle caballero, ¿que tal la jornada? - sonreí

Seguía mirando la montaña desde la cual me había teletransportado, no quedaría mucho para el espectáculo y no era algo que quisiera perderme.

Mas escuché la voz de otra persona, analicé su aura y resultó ser un yasgeniod y al parecer, bastante poderoso. Hice un gesto para que se sentara a mi lado para que viera lo que sucedería de un momento a otro.

- Buenos días. No me molesta, estoy esperando que comience el espectaculo, hace tiempo que tenía ganas de poder disfrutarlo. En cuanto al protocolo, porque no lo ignoramos un poco, la verdad es que no me gusta nada. Soy Orrin por si queréis saber mi nombre, mas lo que a mi me preocupa es el vuestro.

-¿El espectáculo? -dije sorprendido

Miré a ambos lados y no vi nada que se pudiera categorizar de espectáculo así que me puse a su lado y miré en la misma dirección que él miraba.

-¡Oh vaya!, casi lo olvido, mi nombre es Balmung.... ¿Y.. de que tipo de espectáculo estamos hablando?

Realmente sentía mucha curiosidad.

- Si, espero que sea su agrado, la verdad es que espero que sea bonito pues si no sentiré que todo el trabajo a sido en vano.

Cuando preguntó por el espectáculo señalé a la montaña de en frente dando a entender que allí se vería, se sentó a mi lado y se presentó bajo el nombre de Balmung, no me sonaba del reino, quizá fuera algún Yasgeniod oficial y si no me equivocaba, probablemente fuera el rey de estos.

- Un placer conocerte. En cuanto al espectáculo...

No pude acabar la frase, salió un gran destello por el lateral de la montaña, en mi cara se dibujó una gran sonrisa.

- Comienza el show.

Todo se inició con una pequeña explosión que provocó una avalancha y una cadena de explosiones gracias a los papeles que colocó previamente en la cueva, dejando un crater donde antes estaba la cueva.

- WWWWWWWUUUUUUUUUUUOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO. Al fin, ha sido un espectáculo precioso, a ver si puedo repetirlo otro día. - dije satisfecho.

Señaló una montaña cercana, miré anonadado, y antes de que terminara de explicarme en que consistía el espectáculo, este comenzó.

Una explosión, seguida de muchas otras, el suelo temblaba y la montaña escupía bocanadas de humo.

-Realmente impresionante -dije con admiración.
-Espero que no hubiera nada de valor ahí abajo, pues de ser así... ya no existe -reí

-Y.... ¿Qué tienes pensado volar.... quiero decir, hacer ahora? -seguí riendo.

Me tumbé en la nieve, satisfecho del trabajo y recuperando el aliento, tras todo lo que había gritado durante la explosión.

- Al fin me deshice de ese dichoso almacén.

Algunas avalanchas descendían por las laderas de la montañas mas estas no solo arrastraban nieves, también arrastraban grandes rocas que las hacían mucho mas letales.

- Suerte que no hay nada de valor por aquí cerca.

- En cuanto a próximos planes, no tenía nada pensado, la verdad es que vine aquí a crear este espectáculo. ¿Y vos? ¿Que os trae por aquí?

-Pues un pequeño entrenamiento matutino, y de paso, revisar los alrededores, ya sabes, comprobar si seguimos teniendo el mismo número de árboles, de montañas... -solté una carcajada.
-Realmente ha sido un espectáculo digno de mención, pero tengo una duda que me gustaría resolver... ¿Creaste esa explosión de forma mágica o tal vez a través de algún mecanismo? verás... soy bastante aficionado a la tecnomagia...

Reí ante su comentario y me dispuse a responder a su pregunta. Saque un pequeño frasco de cristal en cuyo interior había un poco de dinamita la cual había usado para volar la montaña.

- Esto es lo que usé. Es un tipo de tierra mezclada con nitroglicerina. La nitroglicerina es un líquido extremadamente volátil cosa que me complicaba tanto su uso como su manipulación pero, al mezclarla con la tierra, esta absorbe la nitroglicerina y la hace mas estable sin hacer que pierda esa cualidad explosiva.- Lancé el frasco hacia la montaña que había hecho explotar anteriormente. - De modo que para que estalle solo necesitamos aplicar fuego.- Lancé un hechizo de fuego al frasco con dinamita de modo que este creó otra explosión.

Sonreí satisfecho de mi trabajo de investigación.

- Tecnomagia que palabra tan agradable para mis oídos, no es que sepa mucho en cuanto a ella pero si es cierto que me gustaría aprender de ella, pues el conocimiento es algo que ansío. ¿Seras tu el que puedas instruirme en esa materia?

Miré absorto como lanzaba el pequeño frasco al vacío, y como acto seguido tras impactarle el hechizo de fuego creaba una explosión, casi caí hacia atrás del asombro, me encontraba realmente impresionado y eso se manifestaba en mi cara con una expresión de gozo y júbilo que me costaba ocultar.

-Wow! un poder capaz de remover las entrañas de la tierra y sin usar apenas magia....

Miré impresionado.

-Por desgracia aún soy como un niño aprendiendo el abecedario en el tema de la tecnomagia en comparación con todo lo que hay por aprender por supuesto.
-Pero digamos que poco a poco las investigaciones están dando su fruto, mira...

Rebusqué en mi gabardina y saqué una pequeña mariposa mecánica.
La toqué en la parte del abdomen y comenzó a aletear con un brillo azulado, volando cerca de nosotros.

-Su cuerpo se mueve por reacción con el maná cercano, no es gran cosa, pero las investigaciones avanzan lentas, ahora estoy más centrado en otra investigación, que tiene que ver con una forma para recorrer grandes distancias a una velocidad superior que la de los carros o caballos.
Le tendí un papel con garabatos y bocetos casi incomprensibles por todas partes.
-Como ves, aún no ha llegado demasiado lejos...

Hice una reverencia ante el comentario sobre el resultado de mi investigación. En verdad aquel comentario me hizo sentir bien siempre es agradable que valoren tu esfuerzo. Tras aquel alago el comenzó a mostrarme sus progresos en cuanto a la tecnomagia. Sacó una mariposa mecánica de su bolsillo, la cual comenzó a volar a nuestro alrededor.

- Verdaderamente impresionante, creo que aun me queda mucho por aprender pero, antes de eso querría reunir algunos datos. Con su permiso.

Extendí mis brazos dejando una mano encima de la otra. Cuando aquella mariposa voló entre mis manos, activé un hechizo que aumentara la presión de manera progresiva, tardó 5 segundos en dejar de volar debido a la presión aunque con 3 ya le costaba bastante.

- Nada mal, nada mal. Debería empezar a tomar nota de estas cosas.

Dije mientras la mariposa alzaba de nuevo el vuelo. Me dio una explicación del funcionamiento de aquella mariposa y empezó a hablarme de un método de recorrer grandes distancias en poco tiempo. La idea era tentadora, sería un avance en el conocimiento que tanto ansiaba y quizá pudiera sacar mas cosas con el tiempo. Mi ilusión en cuanto al proyecto desapareció al ver el esquema que me dio. Todo parecía estar descolocado y sin ningún orden, lo que hacía muy difícil su comprensión, mas de lo que ya costaba comprenderlo de por si. Golpee el papel con la punta del dedo indice y organicé un poco su contenido de modo que fuera mas fácil asimilarlo. No tardé mucho en comprender su contenido pero aun así daba lugar a muchas preguntas.

- Si me permitís me gustaría ayudaros con vuestro proyecto, parece que con esto podré resolver muchas de mis dudas y quizá os venga bien algo de ayuda con este proyecto.

Me alegré muchísimo al comprobar que me hallaba con alguien de conocimientos equiparables a los míos, bastante superiores diría yo. Hasta el momento no había encontrado nadie capaz de entender mis desordenados bocetos y mucho menos alguien con la curiosidad empírica suficiente como para ser un compañero en este tipo de investigaciones.

- Para mí sería todo un honor... - Dije con los ojos abiertos como platos.
- Estoy convencido de que entre los dos conseguiremos cosas impresionantes.

- Me encantaría que me acompañaras a mi taller, para poder mostrarte en que fase está actualmente el proyecto, y así poder planear cual será nuestro siguiente movimiento, seguro que se te ocurren un montón de ideas diferentes, como te dije al principio todo parecía estar muy claro y avanzar a buen ritmo, pero actualmente me encuentro algo bloqueado.