La gema de Jade

Era un día apaciguado en el mar de jade. La pradera en la que me encontraba, lisa y llana, dejaba ver en el horizonte alguna que otra edificación de extracción de minerales. Pese a ello, me encontraba lo suficientemente lejos como para no llamar la atención. Lo que iba a hacer allí requería algo de sigilo, por lo que mi aura iba reducida hasta la casi extinción de ésta, como si de una hormiga se tratara. (OFF: Esto lo puede hacer gracias a su ventaja Danza áurica)

Saqué una pequeña bolsita de cuero y me dispuse a buscar sobre el suelo. Finalmente, y como era de esperar, encontré una gema brillante. Allí abundaban, y su preciosidad era inigualable. Me la guardé en el saco y asentí encantado por el descubrimiento.

Ese día no estaba de humor precisamente y Colmillo Gris llevaba varios días que no quería tener trato ni siquiera conmigo, desde luego era la primera ven en 15 años que le veía de ese modo, y no era muy propio de el que digamos, por lo que seguramente le ocurría algo, y yo no lo sabia, ese hecho aumentaba mi mal humor de ese día.

Me encontraba caminando y mi tigre iba justo a mi lado, a lo lejos pude ver como alguien sigilosamente y con su aura muy reducida, se podía decir que al limite, rebuscaba en el suele en busca de algo, entonces me acerque por detrás, si duda el seguramente ya se había percatado de mi presencia pues yo llevaba el aura expandida, lo cierto es que si sabia reducir su aura, no podía tratarse de un humano corriente, ni mucho menos.

-Veo que te gusta rebuscar piedras en la tierra, ¿eh?- El tono en el que hablaba era un tanto burlón, como si quisiera hacerle enfadar o provocarlo.

Una vez hube terminado con lo que estaba haciendo percibí dos poderosas auras. Una de ellas sin duda alguna era comparable con la de un emperador, y la otra, con la de un arconte. Sin embargo, lo que más me extrañó fue que la mayor de ellas era humana... Esto era impensable, no existían humanos con tal cantidad de poder, salvo que los rumores fueran ciertos.

Varios súbditos ya me habían advertido de que habían aparecido unos humanos que se hacían llamar "Cazadores". Éstos humanos podían derrotar fácilmente a criaturas sobrenaturales si las pillaban desprevenidas. Por el momento mi aura estaba reducida al mínimo, más allá de lo que el cazador pudiera reducir, por lo que mi identidad estaba a buen recaudo. Sin embargo, bien era cierto que por su intuición deduciría que yo no era humano. Es por ello que mantuve la calma y la serenidad al verles acercarse. No me mostraría a la defensiva, pero tampoco me encontrarían incauto.

En el momento en el que se acercó burlón, intentando provocarme, yo me mostré conciliador. El combate sería la última opción.

- Nos encontramos en el mar de Jade, uno de los parajes más bellos de todo Lineris - dije con una gran sonrisa en los labios -. Quizá lleves poco tiempo aquí, y por eso me haces esa pregunta, pero las gemas de este lugar son posiblemente las más demandadas de todo Yggdrasil. Por supuesto, como puedes comprobar, este territorio está plagado de ellas.

Saqué de la bolsita la gema y la contemplé de nuevo. Era de color verdáceo, muy similar al de los espíritus con los que solía tener contacto.

Aquel hombre seguía con su aura reducida, y me hablaba con normalidad, sin embargo si el podía reducir su aura también podría leerla por lo que ya sabia quien eramos Comprendo...- le dije con un gesto de aceptación, pero derrepente mi mirada se volvió fría dejate de juegos, ambos sabemos que no eres humano, ¿quien eres?- al igual que mi mirada mis palabras se volvieron mas frías e intensas, y con cierto tono de amenaza.

Colmillo Gris se inclinó un poco y empezó a emitir un rugido amenazador al son de mis palabras. La verdad es que ni yo ni el tigre estábamos de humor para aguantar tonterías y de todas formas la razón por la que me encontraba por esos lares era para ver si podía cazar algo.

Al escuchar la grosería del cazador comencé a ladear la cabeza decepcionado.

- Los jóvenes de hoy en día no tienen apenas educación - comenté aún calmado -. Lo que me pregunto es, ¿has venido a este lugar solo para buscar problemas?

Mi mirada clara y pura mostraba una aparente tristeza. En el fondo esperaba que no tuviera que llegar a las armas.

- Y otra pregunta que me hago es... En el caso de que no fuera humano, ¿habría algún inconveniente en ello? No termino de entender que afán tienes por iniciar una disputa. Yo simplemente soy un hombre sencillo recogiendo mis gemas favoritas. Deberías plantearte por qué motivo vienes a distraerme, y más aún si tu intenciones no son precisamente sosegadas.

Dicho esto observé al gran tigre blanco amenazante. Al igual que su amo no tenía cara de muchos amigos. Mucho me temía que si la conversación continuaba por ese cauce el cazador no tardaría demasiado en ponerse violento.

El hombre parecía molesto y enfadado, pero no mostró miedo, y sus palabras me hicieron pensar aun mas de que no era humano, ya que un humano normal lógicamente tendría cierto terror aun gran tigre blanco y a un hombre armado, sin embargo, si se trataba de alguna otra criatura podría contar con sus poderes para defenderse, por lo que no me temería mucho.

-Yo no busco problemas- Sino presas -pensé Me preguntas que por que estoy aquí "molestándote", eso... seria como preguntar que porque los tigres cazan búfalos, que porque los oso hormigueros cazan hormigas... que porque las aves cazan insectos... y los lobos cazan ciervos... - hice una pausa - Si... ellos cazan para alimentarse, y yo... cazo para alimentar mi instinto - Las ultimas palabras me salieron con un toque de severidad acompañado de una firme mirada inquietante.

En ese momento me quité la capucha de la cabeza mostrando mi rostro y mi pelo al completo, mis ojos verdes se volvieron rojos como la sangre, y mi aura se hizo visible mostrando como una gran nube oscura a mi alrededor, mi aspecto se volvió tenaz -Si... ¡Yo soy un Cazador!-

OFF: Perdona la tardanza, en estas fechas no he tenido mucho tiempo de rolear, pero ya estoy de vuelta!

ON:

Finalmente mostró sus cartas, simplemente venía buscando pelea. Ya poco podía hacer para evitar el conflicto. Su aura oscura comenzó a manifestarse en forma etérea y su rostro se tornó sombrío y amenazante. Sin embargo, a lo largo de mi vida había visto muchas cosas y en absoluto me iba a amedrentar ante un camorrista como aquel.

- Supongo que lo he intentado, pero veo difícil dialogar con una criatura tan deslenguada - pronuncié encogiéndome ligeramente de hombros -. En ese caso no me queda más remedio que darte una lección, jovencito.

De pronto, mi aura comenzó a crecer, cada vez más y más... más y más... más y más. Parecía que el que no cesaba de incrementarse. Pronto llegó al mismo nivel que el cazador, pero no se detuvo ahí. Siguió intensificándose hasta llegar a la de mascota y dueño juntos, hasta doblar a la del cazador, hasta doblar la de ambos juntos e incluso hasta cuadruplicar la que un emperador o un rey normal podría poseer.

Ante aquel despliegue, sus auras quedaban como las de unos simples novatos. Si era listo, se daría cuenta de que no tenía nada que hacer y daría media vuelta. Sin mediar más palabra desenfundé a Lǜ Dēng que comenzó a vibrar en un tono verdoso espectral.

- Comencemos entonces... - dije aún en un tono afable aunque amenazante.

Finalmente hizo lo que yo estaba intentando que hiciera todo el rato, desplegó su aura y me mostró de ese modo su verdadera naturaleza... Así que se trataba de un Áster - Se dicen muchas cosas sobre los de tu raza, ahora podre comprobarlas todas-

Pero derrepente note que una vez que su aura había alcanzado a la mía, su aura seguía subiendo y aumentando, era impresionante, como si de una fuente infinita se tratase su aura hacia gala de un gran poder, sin duda era el aura mas inmensa que yo había presenciado jamas, y no podía creerme que existieran criaturas con tal poder. Pero había algo lo cual no me quedaba claro, si no recordaba mal el máximo poder de los Áster era el de su emperador... y normalmente los emperadores igualan a los generales en cuanto a poderío de aura, pero entonces de donde había salido aquella criatura ¿de quien se trataba en realidad?

Instantáneamente retrocedí dos pasos hacia atrás para colocarme a una distancia prudente, desde luego no debía precipitarme pues mostraba gran poder, pero tampoco iba a achantarme ni mostrarme débil ante mi presa.

Saque mi arco y cogí una flecha, al agarrarla la flecha se tornó con un brillo oscuro a su alrededor, mientras yo ejecutaba mis rápidos movimientos Colmillo Gris se situó entre mi adversario y yo, sin duda sus intenciones era de servir de barrera para mantenerme a mi a salvo de un posible ataque mientras yo disparaba, a Colmillo Gris se le notaba un poco diferente de como de costumbre, debía ser por la sensación que aquella aura causaba en el.

Apunte habilidosamente con mi arco y justo antes de disparar me pregunte dos veces si estaba seguro de que saldría con éxito del combate, finalmente me decidí en disparar.

La flecha salio disparada a gran velocidad hacia mi adversario, mas concretamente a la altura de su estomago, el proyectil despedía un rastro oscuro e iba dejando su huella de penumbra por donde pasaba.

El cazador reculó cuando sintió mi aura, al igual que hizo su mascota, algo nerviosa. Sin embargo, no cesó en su empeño de darme caza. La última esperanza que me quedaba de evitar el combate se había esfumado. Así pues, no dudé un instante, y con Lǜ Dēng empuñada en mi mano derecha me abalancé sin miedo alguno.

Quizá aquel humano aún no sabía de lo que era capaz un áster. El hecho de que el tigre se antepusiera ante nosotros no me hizo otra cosa más que gracia. Antes de que la flecha saliera disparada del arco me había dado tiempo para volverme intangible, adquiriendo ese tono verdoso característico de mi forma espiritual. De pronto sentí dicha flecha atravesarme, para lo que yo ya me había preparado. Gastando la energía mínima necesaria hice que me traspasara sin producir ningún tipo de daño.

Todo esto fue instantáneo, a la vez que flotaba con presteza, pasando a través de la mascota y del cazador, colocándome de este modo a su espalda. Mientras realizaba estos movimientos susurraba al viento:

- Shades hidden beneath the deep veil, ashes blown by the greenish breeze, I convoke your redemption. I recall your existence so this spiritmaster can be helped. Defeat my foes. Eradicate the evil within the enemies...

OFF:

Traducción del salmo:

Increíblemente aquel ser entro en un estado fantasmal, con el cual podía atravesar las cosas y nada podía golpearlo, la flecha no le hizo nada y después paso atravesando a Colmillo Gris y a mi mismo, sin duda se trataba de una habilidad de los áster, ya que su verdadera naturaleza era la de un muerto.

Colmillo Gris rugía tremendamente, de rabia y si no fuera por que yo no le daba la orden de atacar el ya se habría abalanzado bestialmente contra el, sin embargo era mejor esperar... esperar y ver su próximo movimiento. Cuando nos estaba atravesando puede oír que estaba susurrando algo, lo poco que escuche estaba en una lengua que yo no entendía, eso no me gustaba nada, y mi instinto me decía me algo peligroso se acercaba. Me aleje de el unos pasos hacia a tras para estar a una distancia de precaución, y poder apuntar bien con el arco, de ser necesario. El tigre no se movió del sitio se quedo allí, justo en frente, amenazando con la mirada, con sus colmillos y con sus potentes rugidos ensordecedores Me puse en guardia.

Maldita sea, necesito encontrar la forma de que mis flechas le hagan daño... En ese instante solo podía pensar en la estrategia perfecta.

La reacción del cazador no me pilló de sorpresa. Su evidente asombro por lo que acaba de suceder se tornó en precaución y en furia por parte de su mascota. Al parecer no se precipitaría, buscaría el momento adecuado para ensartarme con una de sus flechas oscuras. El ver como se situaba a una distancia prudencial y se colocaba en guardia me hacía pensar que debía andarme con ojo. Sin embargo, no podía completar la invocación ni realizar ningún tipo de ataque si no recuperaba mi forma tangible, lo que me dejaría descubierto para una rápida respuesta del humano.

Pese a ello, no me quedaba más remedio que comenzar con mi ofensiva. Lo que decidí para poder minimizar el daño fue comenzar a moverme en círculos alrededor del cazador a una velocidad considerable, de modo que le resultara mucho más complicado apuntar. Una vez comencé mi movimiento mi cuerpo recuperó su forma física y pronuncié las últimas palabras del salmo.

- I SUMMON YOU, FLOW OF SOULS. COME AT ME, GHOSTS OF THE PAST!

De pronto, como si de algún modo se hubiera abierto una brecha en el cielo entre el mundo de los vivos y de los caídos, un torrente de almas se aproximó rápida y violentamente hacia aquel hombre y su mascota desde todas las direcciones radiales. Tres espectros verdosos y semitransparentes, fundidos como en una especie de río fantasmagórico, aullaban tétricamente en busca del cazador, mientras que otro de ellos se dirigía incesante hacia el gran tigre. En caso de impactar, harían un gran daño al aura de sus objetivos.

OFF:

Traducción del salmo:

Impresionante, el áster aprovecho una gran velocidad para correr en círculos a mi alrededor, de una forma que me costaría bastante acertar con el arco, por lo que decidí guardarme ese tiro para mas adelante, lo que importaba es que algo no iba bien del todo, mi sexto sentido me avisaba del peligro que se acercaba, agarre mi arco rápidamente y cargue un flecha, mientras me ponía a mirar en todas direcciones buscando lo que me aguardara.

Derrepente vi como un gran brillo, me fije bien y eran espíritus, no parecían muy amigables por lo que decidí dispararles rápidamente, si se hubiera tratado de flechas normales las que yo portaba hubiera sido inútil dispararles, sin embargo mi arco y flechas estaban creadas con aura oscura, por lo que dañarían a los espíritus y gracias a mi intuición de cazador había podido reaccionar muy rápido, y poder dispararle a todos.

Como si de un acto reflejo se tratase, le dispare hábilmente al que me venia de frente, me gire muy veloz y dispare al resto. Sin embargo había algo en lo cual no me había dado cuenta, ¡Colmillo Gris! el no podría defenderse de los espíritus, y estaba a punto de ser atacado.

El espíritu impacto severamente contra el tigre blanco, que cayo al suelo - ¡Maldita sea, esta me la pagara, maldito áster, pienso acabar con el- Pensaba.

Era el momento perfecto, el gran tigre había sido alcanzado por uno de mis espíritus y había caído al suelo. Aquello me podía proporcionar unos pocos segundos de ventaja, al igual que el hecho de que el cazador se debatía con los espectros que había invocado.

Sin pensármelo dos veces, y aún con Lǜ Dēng empuñada, acometí contra el humano. Con gran diligencia tuve la precaución de correr hacia él de manera errática, de modo que le resultara complicado realizar su disparo correctamente. Una vez llegué hasta él lancé un potente tajo cruzado que iba dirigido al hombro.

- Te doy la última oportunidad para que te marches con tu mascota y no molestes más - le susurré en la cercanía como advertencia.

Una vez que el Áster me intento dar con su maldita espada, yo me moví ligeramente hacia el otro lado, anticipándome a mi adversario, y esquivando de ese modo su ataque -Por los pelos- Pensé, justo en ese instante, mientras lo esquivaba observe que Colmillo Gris se levantaba por el otro lado, con la propia mirada los dos sabíamos lo que debíamos hacer, el tigre blanco con gran sigilo y rapidez avanzaba por su espalda, mientras yo me preocupe en responder a mi querido amigo áster -No molesto, solo cazo- Justo cuando termine esas palabras, el tigre se abalanzo sobre el, dando un potente salto por detrás.