Un nuevo propósito

Llevaba ya varias horas volando cuando divise el gran árbol de las dríades, era magnifico.
Descendí en un pequeño claro , y aun cuando me quedaban varios metros para aterrizar deje caer mi bolsa y volví a mi forma humana.
Me puse unos pantalones negros, la parte superior de mi kimono negro con los bordes azules y lo anude con un cinturón, me eche el pelo hacia atrás y me coloque mi espada en la cintura. No tenia planeado luchar ese día , pero siempre era bueno tener algo para defenderse.

Comencé a caminar y aumente mi aura al máximo , quería que me encontraran.
Según caminaba me sentía más y más observado, así que me senté en el suelo dejando mi espada junto a mi.

-Soy el Emperador Uroba, solicito una audiencia con la emperatriz.-era arriesgado que me presentara así y más con mi comportamiento, no sabia si en el pasado los Urobas y las Dríades habían estado en enemistad, aunque eso me daba igual la verdad.

Los árboles me transmitían susurros del corazón, sus sentimientos y sus sensaciones, mientras yo me encontraba bajo la protección del gran Árbol Corazón, divagando en mis pensamientos, sola. Quería ver a Subhi, y saber qué había sido de aquella dríade renegada, la emperatriz sin ir más lejos. A pesar de todo, solo la había visto 1 vez en mi vida.

Entonces éstos hicieron eco de la llamada que me hacía un aura poderosa... Sin duda alguna, sabía reconocer este tipo de Aura... La emperatriz Uroba tenía este mismo aura. Pero no era ella. Alguien con su poder tal vez había conseguido emerger del mar de las luchas.

Sabiendo que me llamaba, decidí ir, sola. No necesitaba de nadie más que yo misma para dialogar con alguien... O en su defecto, luchar.

Salí del amparo del árbol corazón y me interné en el bosque, en dirección hacia donde estaba esa poderosa aura, con paso tranquilo, y mi aura en su estado natural, sin comprimir.

Al final llegué a un claro, donde pude ver a un hombre con kimono negro... Y una espada colgando del cinturón. Me puse en tensión al ver que llevaba esa espada consigo, pero aun así, me acerqué a él, no sin estar a una distancia prudente y me detuve. No llevaba mi espada, pero podía usar otras armas si me eran necesarias. Aun así, no era esa mi intención.

Audiencia concedida... Así que eres el Emperador Uroba... Pensaba que Yukiko era la que mantenía dicho cargo...

Repuse pensativa. Luego lancé una mirada asesina hacia donde tenía la espada, y le miré a los ojos con la misma mirada, y volví a mirar la espada, mientras me cruzaba de brazos. Luego desvié la mirada hacia otro lado, y continué.

Que yo sepa, las visitas diplomáticas se suelen hacer sin posesión de armas, al menos a la vista...

Después de eso, le volví a mirar a los ojos, sin descruzar los brazos y suspiré.

¿Qué trae por aquí, al Bosque de las Espinas, a un Emperador Uroba? Espero que no vengas a hacer un incendio forestal...

Andaba algo desconfiada con él, a decir verdad. Entre mi prejuicio con los hombres y el hecho de que él era un Uroba, igual que aquel tal Herbertz.... El quemador de Lineris... ME ponía los pelos de punta. Aun así, yo no quería expresar otro sentimiento que el de tregua.

EDIT OFF

Gracias por rolear conmigo, la verdad es que si no fuera por ti, rolear rolearía poco, jejeje

OFF: No es necesario que me des las gracias , tenia ganas de rolear contigo ^^

ON:
No tarde mucho en notar un aura poderosa, la Emperatriz.
Al verla pude observar que iba desarmada, y parecía molesta por mi espada.

-Mi nombre es Horo Horo. Cierto , Yukiko "mantenía" ese puesto.-hice una pausa.-Ascendí al trono hace poco, si te sirve de explicación, y por lo que se Yukiko se marcho hace bastante tiempo.

Al ver sus malas miradas a mi espada , coloque mi mano izquierda en el comienzo de la vaina y guarda y la saque del cinto , aun envainada la extendí hacia ella horizontalmente.

-Si es por esto por lo que estas molesta, te diré que no lo pienso usar, no he venido aquí para pelear sino para hablar.-Se la ofrecí por si así se sentía mas cómoda.

Me pregunto el motivo de mi visita , aunque el comentario que siguió a esa pregunta me molesto y bastante.

-No oses insinuar que mi propósito es dañar la naturaleza.-la mire a los ojos, enfadado, mis ojos azules empezaron a brindarse en un tono carmesí, cerré los ojos, al abrirlos de nuevo los volvía tener azules.-Mis intenciones no son otras que la propia paz,quiero poder entablar una alianza Uroba-dríade.

OFF Bueno, jejeje. Es que esta es de las pocas cosas buenas que me pasa en el día. No veas...

ON

Seguía cruzada de brazos mientras él me decía su nombre. Curioso su nombre, Horo Horo... Y qué raro que Yukiko se marchara así como así... Pero... Es el destino supongo.

Entonces después de un rato mirando su espada, vi que se la desataba y me la ofrecía, en señal de paz.

Me acerqué a él despacio, y la tomé entre mis dos manos, y la coloqué en el suelo agachándome con cuidado, y luego volví a erguirme frente a él. Pero entonces oí lo que dijo respecto a mi prgunta con sus intenciones, y vi sus ojos enrojecidos... La verdad es que en ese momento me sentí mal. Había seguido mis prejuicios otra vez, y él, por lo que parece, quería hablar de paz.

Me agarré un brazo, y evitando cruzar nuestras miradas por unos momentos, mientras lo decía, respondí.

Ehmm.. Te ruego que me disculpes... No tengo buenas experiencias con los Urobas desde el incidente con Herbert y su séquito...

Repuse devolviéndole la mirada, con un poco de remordimiento por haberle dicho eso antes. A pesar de todo eso, era orgullosa como para hacerle una reverencia a modo de disculpa, pero mi sentimiento era real.

Pues... Siéndote sincera, y a pesar de las viejas rencillas... Son eso, viejas rencillas... Sí, me parecería bien hablar del asunto

OFF:No te preocupes , ya veras como todo ira a mejor ^^

ON:
Observe su arrepentimiento, era algo real , eso me calmo un poco.
Me agite un poco el pelo y final mente volviendo a echármelo hacia atrás , lo tenia bastante largo de como lo tenia antes de mi viaje.

-No es necesario que te disculpes, no conozco personalmente a Herbert y los suyos , pero no he oído maravillas de ellos precisamente, de todas formas mi intención no es dañar la naturaleza , sino todo lo contrario, deseo protegerla.

Se lo dije sinceramente , mi sueño era ver un mundo unido con la naturaleza, y por suerte el ser chaman me había ayudado a unirme más a ella.

-Veras, me gustaría una alianza duradera, tanto en tiempos de guerra como en tiempos de paz, algo que nos beneficiara a ambos Imperios.

Sabia que serian un gran aliado, además su raza era parte de la naturaleza y eso me gustaba.

Podía ver que él me comprendía en mis prejuicios acerca de los Urobas, así que pude volver a mirarle más serenaa y más profesional. Una vez fuera mis prejuicios, podría hacer un análisis de lo que decía más racionalmente. Por lo que pude ver, tenía el pelo bastante largo, algo que brillaba por su ausencia en los hombres 'machotes' sin cerebro. Para mí era una buena seña, aunnque fuera nimia.

Él decía que quería proteger la natura, algo desde luego inesperado por mi. Era todo lo contrario a Herbert: su actitud, su apariencia, sus deseos.... Aun así, aún tenía que pasar mi 'bautismo de fuego', para estar totalmente segura que era alguien de confianza.

Me senté en el suelo y le miré a los ojos, invitándole a que también lo hiciera.

Tus intencoines me pparecen muy nobles y admirables... Pero es necesario que te ganes mi confianza... Dado que no puedo niquiero hacerte esperar para conseguir tal confianza...quiero que te sientes frente a mí, y medites. De ser cierto todo lo que dices, podrás escuchar los susurros de los árboles...

Cerré los ojos y crucé las piernas, dejando caer mis manos sobre las rodillas. La espada suya estaba entre nosotros dos.

Adelante.. Los seres queridos por la naturaleza no tienen nada que temer ante esta prueba y su resultado

Dejé aflorar los sentimientos más profundos de mi corazón, y me comuniqué con la natura. Mi mayor deseo era poder encontrar a alguien que amara la naturaleza ranto como yo. Si él era así, podría escucharme sin duda alguna.

OFF:
Como eres chamán, podrás oirlos. Se supone que lo que tienes que oir sería algo así como los deseos más intensos de Yuliya, que ahora está comunicándose con los árboles, y éstos hacen eco de ellos.

Escuche su proposición y asentí.
Ella se sentó frente ami y me invito a hacer lo mismo, me desanude el cinturón del kimono y me lo quite , dejando mi torso desnudo y mis pantalones negros.
Me senté junto a ella , ella cerro los ojos y me pidió que me comunicara con la propia naturaleza.

Cogí mi espada y la desenvaine un pequeño tramo del principio de la hoja, coloque mi mano izquierda sobre el filo y con un movimiento me realice un corte en la palma.
Comencé a dibujarme por los brazos, torso y rostro distintos trazos y símbolos irreconocibles para cualquier otro ser.

Cuando termine cerré los ojos y susurre un pequeña frase, la emperatriz no lo entendería si lo escuchara , era lenguaje antiguo, dragonico para ser mas concretos.
Los dibujos de mi cuerpo comenzaron a brillar y a ir desapareciendo.

Mi mente comenzó a escuchar más allá de los propios sonidos del bosque, escuchaba un susurro , que poco a poco fui escuchando con más claridad , era el propio deseo de la emperatriz, su amor por la naturaleza.
Decidí que yo también transmitiría mis propios deseos , mi objetivo de poder hacer que todos los seres pudieran estar en armonía con la naturaleza, que la protegieran.
Poco a poco fui dejando el trance en el cual había caído hasta que finalmente abrí los ojos y la mire.

Pude ver antes de cerrar los ojos su torso desnudo, cosa qeu curiosamente, no me desagradó para nada, a pesar de mis gustos.

Oí al principio un chasquido y un filo metálico, pero después nada. Fue al poco tiempo que empecé a notar en los susurros naturales... Una voz... primero un susurro inentendible... Luego se empezaba a hacer claro. Sonaba a un idioma extranjero, pero poco a poco empecé a entenderlo, como si hablara mi idioma... Que creo que así era... Y era una voz relajada, tranquila... La suya, transmitiendo un deseo fuerte... Feliz... amable y amoroso.

Abrí los ojos y me encontré con su mirada firme y fija en mí. Sonreí sin remedio alguno, e impulsivamente, me dejé caer hacia delante y le abracé, lo que tal vez obligaba a Horo Horo a tener que aguantar mi peso un poco.

Veo que dices la verdad. Me alegraría mucho poder negociar contigo los términos... Horo Horo

Me separé despacio, un tanto avergonzada de mi lanzamiento, y sonreí.

Mi nombre es Yuliya Shishkina. Es un placer conocerte

Me sorprendió muchísimo su reacción , se lanzo a mis brazos.
Correspondí a su abrazo, cuando nos separamos la sonreí.

-El placer es mio Yuliya , me alegra oír eso.-dije sonriente.

Me levante y me volví a poner la parte superior de Kimono, deje mi espada junto a ella, aunque ya confiara en mi no quería volver a incomodarla.
Con lo sucedido aun me sangraba la mano izquierda.

-¿Qué tal si lo hablamos mientras paseamos?

Aunque en un principio Yuliya me había juzgado con prejuicios me había demostrado que era una mujer digna de mi confianza.... y eso era todo un logro en los últimos tiempos, desde el incidente de Ein yo ya no confiaba en las demás razas y a veces me costaba confiar en la mía propia.

Me gustó su correspondencia a mis sentimientos, pues parecían unas palabras muy sinceras, y un gesto muy noble el suyo.

Mientras lo pensaba, pude ver que se vestía, y entonces vi su mano ensangrentada, y eso me preocupó un poco. Había oído el filo metálico antes tintinear, pero no sabía que era para cortarse la mano a sí mismo.

Me parecería bien, Horo Horo.. Pero ¿qué hay de tu mano? ¿Puedo preguntarte por qué te la has cortado?

Pregunté algo preocupada, por primera vez en mi vida, por un chico. Me acerqué a él y sostuve su mano por la muñeca mirándola de cerca, tratando de no tocarle la herida para no herirle.

Observe como se preocupaba por el estado de mi mano, no me dolia , estaba acostumbrado a las heridas.

-Para conseguir algo hay que ofrecer otro algo...-dije con entonacion enigmatica mientras sonreía.-No te preocupes, no es nada grave .

En ese momento me acorde de las medicinas que tenia en uno de los saquitos que llevaba al cinto.Pero decidi dar una mejor explicación.

-Veras, mi gente necesita hacer ciertos ritos para poder contactar con la naturaleza, a los que podemos hacer eso se les llaman Chamanes, yo soy un Chaman.

Me sorprendió que hablara de una forma tan misteriosa un chico como él, dado que me resultó interesante que me hablara de esa forma.

ME quedé mirándole fijamente con mis ojos grises, parpadeando de forma más femenina de lo que solía ser yo. Tal vez era porque por una vez, me había caído un chico bien. Normalmente los hombres me asqueaban incluso... Y me mostraba hostil con ellos. Pero esta vez era distinto...

Al principio me quedé sorprendida después de escuchar, sin dejar de mirarle a los ojos que me recordaban al mar con atención. Luego reaccioné, y me acaricié el pelo suavemente, pelo que curiosamente, compartía color con el suyo, mirándole con una sonrisa algo sorprendida por todo esto.

¿Un chamán? Vaya, así que tus artes son muy cercanas a la naturaleza entonces... Ya entiendo todo de mejor manera. ¿Sabes? Tomé aire, y dejé de mirarle a los ojos, aunque seguía sonriendo, mientras mis mejillas tomaban un color algo verdoso (OFF Es lo mismo que sonrojarse, pero en dríades, jejeje. ON)

ME alegra poder hablar contigo. Nunca había conocido a un chamán, y eres el primer hombre con el que me relaciono de buena manera...

Volví a mirarle a los ojos, aún con la mejilla algo verdosa, levemente, y carraspeé levemente, tratando de ocultar mi rubor.

Bueno... Deberíamos seguir hablando del asunto que nos atañe Repuse mirándole tratando de ocultar mi sonrisa, que poco podía ocultar.

Supongo uqe serán las cláusulas básicas las que más te parecen aceptables para este caso

Observe con mucha atencion el comportamiento de Yuliya ,me resultaba una dríade muy interesante.
Sus mejillas comenzaron a tornarse de un color verdoso, me pregunté si sería su forma de ruborizarse.
Hacia tiempo que no me comportaba así con alguien.

-Me alegra ser el primero-dije dedicandola una calida sonrisa.

Menciono el tema de los terminos de la alianza.

-Mi querida Yuliya, no estoy muy relacionado con las alianzas a causa de mi reciente ascenso-hice una pequeña pausa.-Me gustaria que la Alianza consistiera en el apoyo politico,comercial y militar. Quiero una Alianza duradera, que nos beneficie a ambos,por eso quisiera que ambos consultasemos con el otro temas que pudieran tener importancia como guerras,nuevas alianzas, rutas comerciales...Así pudiendo garantizar un buen futuro para ambos Imperios....¿Qué te parece?

Mientras hablaba saque un pañuelo y me lo anude en torno a la mano , usandola de venda provisional.

Pude ver su sonrisa cálida al mirarme y responderme a lo que le había profesado, y me alegró que me sonriera. Pero le corté un poco al hablar de la alianza, aunque la verdad es que fue lo primero que se me ocurrió para ocultar mi rubor.

Caminé a su lado, mientras me contaba aquello, y me detuve frente a él en cuanto acabó, y miré mi mano abierta e hice un recuento con ella.

Enumerando las cosas, sí, básicamente es lo que dices. Apoyo militar, rutas comerciales, político... Una civlización más civlizada entre nuestras razas... Es sencillo. Podré ir a visitarte y tú a mí, así como mis dríades y tus Urobas. De hecho, si abrimos una ruta comercial, podremos hacer intercambio de bienes de mejor manera. Y sin duda alguna, si te hace falta apoyo militar, iré en tu ayuda, con la condición de que hagas lo mismo en caso necesario. Así de sencillo. Hay que firmar un documento que selle nuestro trato... Y estará todo listo

Repuse levantando la vista y mirándole a los ojos esbozando una sonrisa de nuevo.

Así que, como ves, me parece bien. Estaría totalmente encantada de firmártelo ahora mismo, jejejeje

Sonreí al ver la aceptación de Yuliya al acuerdo, seria una gran aliada, y ademas así podríamos estar más seguros en los tiempos que corrían.

-Mi querida Yuliya , ¿por qué no vamos a mi imperio? podríamos firmar allí , y así podrías conocer la capital y el palacio.-la tome la mano con la que había estado enumerando.-¿Qué te parece la idea?

En lo poco que la conocía ya la había tomado cierta confianza ,sin pararme mucho a pensar en como se lo tomaría , cuando caí en la cuenta la solté la mano con delicadeza e hice una leve reverencia.

Sonreí amistosamente ante su petición, y entonces noté que me tomaba la mano, cosa que me sorprendió. Era cálida y aunque se notaba que había trabajado mucho, no era muy áspera.

Me mantuve en silencio por unos segundos, y fue cuando soltó mi mano, pero entonces, cuando él la soltó, se la volví a tomar yo.

Me parece buena idea. Seguro que es un sitio muy bonito, y nunca he estado allí. PEro ¿Cómo vamos hasta allí?

Repuse mirándole atentamente. Supongo que ir andando era una posibilidad, pero dudaba que fuera la alternativa más rápida

Me alegre ante su aceptación, y me sorprendio el hecho de que me volviera a tomar la mano, no pude evitar sonreir.
Planteo el problema del viaje.

-De eso me encargo yo-cogí mi espada y me la coloque en el cinto.Sin soltar su mano me encamine con ella hacia un claro lo suficientemente amplio.

Una vez allí solte su mano.

-No mires ahora, por favor.

Me acerque al centro del claro y comence a desnudarme, toda la ropa la guarde en la bolsa y la deje a un lado.
Entonces comence mi transformación, poco a poco mi cuerpo comenzo a cambiar , mis huesos comenzaron a crecer y deformarse , mi piel empezo a tomar un tono azulado y blanco y a escamarse.Era un proceso costoso , pero al que ya estaba acostumbrado.
Cuando termine la transformación en un dragón de escamas azules y blancas mire a Yuliya.

-Ya puedes mirar...-no sabía como reaccionaria al verme así.

ME extrañó que respondiera de esa forma, y vi que me llevaba bosque adentro, y me soltaba la mano en un claro, pidiéndome que no mirara. Le hice caso, y cerré los ojos, dándome la vuelta, mientras trataba de imaginarme qué sería lo que estaba haciendo ahora mismo.

Oía el sonido de roces de tela durante un rato, hasta que luego oí algo como piel estirándose o algo por el estilo, tras lo cual, él me dijo que podía girarme, y lo hice. ME encontré con un enorme dragón azul con alas.

Me acerqué dspacio a él y le acaricié la cabeza, como si fuera un animal, como si no fuera un ser humano, a pesar de que sabía que sí lo era.

Eres precioso...Solo he visto 2 Urobas convertidos en mi vida... Pero tú desde luego superas al primero Repuse con voz queda.

¿Realmente... puedo subirme a tu lomo? Pregunté algo dudosa. Montar a una criatura tan bella me parecía difícil de creer

Me resulto muy agradable la forma en la que me acaricio la cabeza cubierta de escamas.

-Gracias, mi querida Emperatriz.-dije sonriendo para mis adentros.

Al preguntarme si realmente podría montar en mi lomo deje escapar una pequeña risa.Con cuidado , enrolle mi cola entorno a la cintura de Yuliya y la alce dejándola en la unión de mis alas y mi espalda.

Extendí mis alas y empecé a mover las, el aire empezó a agitarse y empezamos a elevarnos, antes de alzar mucho el vuelo recogí con la cola mis cosas y se lo entregue a Yuliya para que las guardara durante el viaje.

-¿Estas lista?-pregunte antes de empezar el viaje.

No respondí a lo que dijo, y mientras estaba embobada, noté cómo me sostenía algo fresco y grande el cuerpo entero, y miré hacia abajo, dándome cuenta de que me cogía por la cintura con su gran cola. Me tapé la boca sorprendida mientras me sentaba él en su lomo a horcajadas, y apoyé mis manos en su fresca piel escamosa. Entonces vi que me dejaba su bolsa con sus cosas y la recogí entre mis brazos, poniéndomela yo para que no se me cayera, y volví a sostenerme de su lomo.

¡Sí!¡Estoy lista!

Repuse sonriendo con mucha alegría por una vez. Sentía la emoción recorrer mi torrente sanguíneo, mi corazón palpitando como nunca. Era algo extraño, pero muy agradable.

En cuanto me contesto empece a alzar el vuelo aun más, comenzamos a avanzar en dirección al Valle de la Niebla.
Volaba algo más lento de lo normal para que se pudiera acostumbrar y poco a poco fui aumentando la velocidad.
Era algo maravilloso el poder volar, poco a poco fuimos dejando el Bosque de Espinas y el Árbol Corazón.

OFF: Vamos Aquí