Mai HiME

Mihu se cambió rápidamente y salió. Su cuerpo no era nada del otro mundo, o al menos no aparentemente. No estaba plana, pero tampoco tenía demasiadas curvas. Otro detalle más para que los humanos no se fijasen en ella.
-Sí, ya estoy. Bueno, ahora prepárate para recibir el coro de silbidos, cumplidos y puede que alguna hemorragia nasal por parte de los tíos...- le comentó a Mizuki, abriendo la puerta del vestuario. Por supuesto, el susodicho coro no se hizo esperar.

Suspiré con resignación:
-- esta es la peor parte -- comenté escuchando a los chicos, me quité el pañuelo del cuello y lo dejé atado en el pomo de la puerta del vestuario, mo me gustaba quitarmelo pero no podía nadar con él...

Los ojos rojos de Mihu no tardaron en clavarse disimuladamente en la marca del cuello de Mizuki.
Reconocimiento visual ejecutándose. Patrón confirmado. Desbloqueo de misión fallido: contraseña incompleta.
Mihu frunció el ceño. "What the heck...?" pensó, rascándose la melena negra. Había algo en su memoria que intentaba desbloquearse sin éxito. Bueno, tendría que conseguir más información sobre aquella marca.
-¿Y eso? Vaya cicatriz más rara- comentó, señalándola con el mentón.

-- ¿esto? -- dijo Mizuki señalando la marca -- no es una cicatriz, es una marca de nacimiento -- explicó medio disimulando -- debió ser un antojo raro o algo asi... ¿por? -- pregunte para ir cambiando de tema poco a poco...

-Mera curiosidad. Es una marca muy curiosa- se limitó a responder Mihu. En eso no estaba mintiendo: cualquiera se sentiría tentado a preguntar por aquella extraña marca y ella más aun, puesto que quería saber qué quedaba por desbloquear en su memoria.

-- si bueno ^^ -- dije disimulando -- quien no tiene alguna marca o cicatriz curiosa¿ -- comenté, parecía que la calse iba a comenzar asi que para cortar el tema fingí que esaba prestando toda mi atención, aunque en realidad y de forma disimulada estaba "evaluando" la curiosidad de Mihu por la marca HiME...

Mihu se sentó y como de costumbre fingió que atendía. El profesor se presentó y dijo que iba a evaluar las capacidades de los alumnos para ver qué nivel tenía que exigirles. La piscina era enorme pero no lo bastante para toda la clase, así que se fueron turnando de diez en diez.
-...Kuga Natsuki, Kazuma Mizuki, Mihu Fraen...- entre la retaíla de nombres oyó el suyo, así que se levantó y fue hacia el borde de la piscina. El profe les indicó la calle en la que debían ponerse, tres que estaban una al lado de la otra, y se puso en el lateral con el silbato en la boca. Mihu se estiró y miró de reojo a los otros nueve estudiantes, calculando la velocidad a la que tendría que ir para llegar la cuarta o la quinta.

Me acerqué al borde de la piscina en la calle de al lado de Mihu, en el agua era especialmente habil y desde pequeña había entrenado en las piscinas de su ciudad:
-- te hechouna carrera Mihu- chan -- dije guiñandola un ojo, justo antes de que el profesor tocase el silbato y me lanzara al agua...

Mihu esbozó una media sonrisa por el lado que no veía Mizuki durante un instante. El silbato sonó por encima del barullo propio de los tíos delante de varias tías en bañador y Mihu se lanzó al agua. Buceó sin dar brazadas unos segundos y después emergió y empezó a nadar a crol. Iba con la velocidad justa para quedarse cuarta si no sucedía nada extraño. Natsuki, como de costumbre, tenía todas las papeletas para quedar entre las tres primeras. La cyborg se concentró en mantener su respiración y su ritmo constantes hasta que sus dedos rozaron la pared opuesta. Dio una voltereta bajo el agua, se impulsó de una patada contra la pared y echó a nadar de vuelta a donde había salido a la misma velocidad.

Mizuki comenzó a nadar rapidamente a crol, enseguida estaba la segunda de toda la piscina, llegó a la otra orilla y con un viraje se impulsó y volvió nadando a la misma velocidad hasta el punto de partida...

Los dedos de Mihu rozaron de nuevo una pared. La cyborg dio un último empujón con las piernas y sacó la cabeza, sacudiéndola para que el agua saliera de sus oídos. Miró a su alrededor. Conforme a sus cálculos, había llegado la cuarta. Se apoyó en el bordillo y le pegó un par de patadas al agua para salir.

Segunda. Una marca genial, salió dela piscina ágilmente. Como era de esperar, todos los chicos nos vitorearon y silbaron cuando salimos del agua. Cuando llegó Mihu y salió le sonrió:
-- te gane ^^

Mihu se encogió de hombros y se escurrió la melena corta, que chorreaba.
-Era de esperar. No soy ninguna atleta- comentó, sentándose en las gradas de nuevo. La segunda remesa de estudiantes se dirigía ya a la piscina.

Yo también me encogí de hombros y la seguí hasta la grada, dejé el pelo al viento con lo que se rizo de forma que me costaria dios y ayuda devolverlo a la normalidad, puse los brazon en jarras y me quedé mirando como se lanzaba al agua el nuevo grupo...

Mihu miró distraídamente a la segunda remesa. Su cpu estaba muy lejos de la clase de natación en ese momento. Aun así, eso no impidió que viera por el rabillo del ojo un furtivo movimiento a la altura del suelo procedente de la puerta del vestuario.
-Voy a ir al baño un momento- se excusó, levantándose y yendo hacia el vestuario femenino (los baños estaban allí).

-- eh? -- dijo mirandola derepente -- claro, ves... -- dijo entendiendo la situacion y volviendo a mirar la piscina...

Mihu se dirigió rápidamente al vestuario. Casi nadie se fijó en ella. Entró y cerró la puerta, asegurándose de que nadie entrase. Tenía controlado a todo el mundo y sabía que nadie había ido al baño en los últimos diez minutos.
Avanzó un par de pasos y alzó el brazo izquierdo.
Arma desbloqueada: espada gemela corta. Una unidad.
Su antebrazo se convirtió en una espada corta parecida a un machete con un relieve en forma de espiral en la hoja. Sus ojos rojos escrutaron cada rincón del vestuario, pero no había nada. Volvió a guardar y bloquear la espada y salió, relajando la postura.
-Ya estoy aquí- le dijo a Mizuki, sentándose donde antes. "Sea lo que sea, ya se ha ido".

-- oh genial ^^ -- dijo sonriendo a Mihu...

El rato pasó rápidamente, por suerte. El profesor comentó que estábamos peor de lo que imaginaba y que las primeras clases iban a ser duras para que nos pusiéramos en forma cuando antes. Mihu no pudo evitar poner los ojos en blanco. Todos los años decía exactamente lo mismo.

-- no hay problema jaja -- dije encaminandome hacia el vestuario -- será mejor cambiarnos cuanto antes...

-Ah, sí, desde luego.
Mihu se levantó y volvió a dirigirse hacia el vestuario entre la marea de chicas e ignorando olímpicamente a cualquier espécimen humano del género masculino. No se fijó en el aire preocupado que había cuando entró en los vestuarios hasta que abrió su taquilla.
La cyborg soltó un bufido bajo y puso los ojos en blanco otra vez. Se secó las manos con una toalla y rebuscó en el receptáculo metálico, pero sin éxito. Un destello asesino brilló en sus ojos rojizos durante un segundo, pero desapareció enseguida. No hizo falta que expresara sus pensamientos en voz alta, una compañera de clase lo hizo por ella a su lado:
-¿Quién ha sido el pervertido, depravado e imb*écil que me ha robado la ropa interior?

off: empiezo a extrañar a Natsuki, volvere a darle la tabarra para que se pase xD

Off: si ahora se hecha de menos xDD

On: Al notar que me habian robado empecé a soltar palabras muy poco sensibles sobre los pervertidos:
-- como pille al culpable lo mato!!!!!!

Mihu, por su parte, se rascó el brazo derecho, que entre otras cosas se convertía en un lanzallamas.
-Bien, vamos a ver, calma todo el mundo- exclamó la alumna que había sido delegada de clase el año anterior, unos metros más lejos-. Nuestras habitaciones están cerradas, ¿verdad? Seguramente encontremos algo allí.
-¿Y qué vamos a hacer para llegar?- exclamó alguien delante de Mihu.
-Ehm... Echarle ovarios ^^U- respondió la ex-delegada. Mihu se llevó una mano a la cara, cogió su ropa (la que había xD) y se metió en uno de los cambiadores.

- esto no me hace ninguna gracia e.eU -- dijo Mizuki cogiendo la ropa que tenía y metiendose en otro cambiador aun despotricando...

Mihu no tardó en salir vestida con el uniforme. Iba a escabullirse sola entre el barullo, pero se lo pensó mejor. Esperaría a Mizuki, aunque fuera solo para que nadie de su cuarto se viera implicado en habladurías que podían dificultar su trabajo y su investigación.