Bajo la lluvia

La lluvia caia sobre el lugar, los arboles que delimitaban el borde de las ruinas en las que me encontraba bailaban al son del viento de la tormenta. Desde el saliente de lo que antaño era una ventana observaba la lluvia, que me empapaba entero. La ventana estaba en un segundo piso de lo que aparentaba haber sido un castillo, no habia nada por encima de ese piso, no quedaba nada de lo que fue un majestuoso castillo.
Mis ojos estaban cerrados, disfrutaba del tacto de la lluvia en mi cara. No tenia nada que me cubriese de la lluvia más allá de mi capa, no me importaba, hacia tiempo que dejé de necesitarlo.
El desvencijado segundo piso tenia algún que otro mueble y todavia quedaban varias paredes intactas, habia varias zonas cubiertas por los restos del techo.
Un relampago iluminó toda la escena y un trueno retumbó, la lluvia no parecia tener intención de cesar. Me encantaban las tormentas.

Corria y corria alejandome todo lo que podia de aquel ruido infernal que nublaba todos mis sentidos, estaba empapada pero segui corriendo, llegue a unas pequeñas ruinas y un relampago inoportuno, me hizo saltar del susto, de repente mi transformacion cesó, por un pequeño desacuerdo y me arrodille en el suelo.-Mierda que momentos mas oportunos para el fallo...-me refugie debajo de unas roquitas apiladas, lo justo para que la lluvia no me mojara, aunque devdo a que estaba empapada, era absurdo.

Seguia sentado en la ventana cuando noté a una licantropa acercarse, parecia una princesa. Con la lluvia no podria olerme asi que suprimí mi aura y seguí sentado en la ventana del segundo piso. A no ser que subiese no tendria por que hacer nada.
Abrí mis ojos de color carmesí y miré el cielo, completamente cubierto de nubes iluminadas ocasionalmente por relampagos. La lluvia seguia cayendo, el olor a humedad lo cubria todo desde hacia bastante tiempo.

Un escalofrio me recorrio entera, no me daba buena espina aquellas rocas mire con desconfianza el lugar, hasta que derepente un aura bajo de nivel, *alguien a suprimido su aura?*, pense levantandome, sigilosamente fui escudriñando todas las rocas y salí de mi escondite para mirar por encima, al principio no vi nada y cuando ya estaba a punto de desistir, vi una pequeña sombrita, me acerque un poco mas y pude contemplar algo que me dio bastante asquito-Vaya... asi que eras tu lo que me daba tan mala espina-Dije desde abajo.

Bajé la vista cuando la oí hablar. Su silueta s recortaba contra la piedra del suelo.
-Supongo que lo siento. -Dije haciendome escuchar por encima de la tormenta. -De verdad que lamento tu pesimo gusto.

me recoste en un arbol tapando la lluvia que me caia encima-bueno.. para gustos los colo..-Pegue otro respingo por un trueno y mire mal al cielo, odiaba las tormentas con toda mi alma, a parte de que no podía oler casi nada, entre el suelo mojado que repartia los olores y los truenos que nublaban mi oido, esto era el colmo

Me deleitaba con cada trueno que caia, con cada gota que rozaba mi cara.
-¿La perrita tiene miedo a las tormentas? -Dije burlon aun desde mi ventana. El viento no soplaba demasiado rapido por lo que la lluvia caia practicamente en vertical.

Le mire mal, reflejando asco-Claro que no..-dije con voz desafiante, un trueno volvio a sonar, dejando paso a una lluvia mas fuerte, me reprimi, haciendo parecer que estaba tranquila.

No me reí a pesar de que algo me decia que lo hiciese. Miré hacia arriba antes de responder.
-Solo son juegos de luces de los dioses, su manera de lucirse. Despues de todo no son para tanto, siempre que no te cubras de los rayos bajo un arbol. -Dije haciendo referencia a su situación actual.

Un escalofrio me recorrio la espalada y no pude reprimir el echar a correr otra vez a las ruinas justo despues de otro trueno-pues.. ya podrian lucirse en privado-dije evidantemente molesta, otra vez debajo de mi montañita de rocas.

Esta vez si que me reí.
-Solo era una metafora. Las tormentas son una muestra de la fuerza de la naturaleza, no obstante no hay nada que temenr de ellas. Siepre que se sea precavido.

Le miré mal-Si hay que temer en el momento en el que tus sentidos se ven alterados por ellas y entonces no puedes hacer nada¬¬-me encogi un poco-ademas hacen que el dia se vuelva feo, personalmente prefiero el sol.-

Le mire extrañada nunca hoy hablar a un vampiro de esa manera excepto a Itachi, me quede pensativa y me sonroje algo al recordarlo y subi la cabeza para echar un vistazo al vampiro-Tonterias, puedo aprecia igual de bien lo bonito de un dia soleado aun que no haya este tipo de dias.-Suspire-Se ve una imagen tan oscura y deprimente-

A pesar de que estaba mirando al cielo pude notar como se sonrojó, estaria pensando en algo.
-Si todos los dias fuesen igual de soleados no podrias apreciarlo. Simplemente seria un dia más, sin diferencia del resto. Monotonia. -Los truenos y relampagos habian cesado pero la lluvia seguia cayendo y no parecia ir a parar en bastante timepo.

Los truenos habian cesado, por lo menos por esta parte-Quizas algo de monotonia si, pero siguen gustandome los dias soleados, calorcito, agua poca ropa..-dije imaginandome uno de esos dias en la playa, de repente un gran estruendo sono cerca y abri los ojos justo para ver como un relampago habia roto el arbol en el que yo anteriormente estaba, me empece a poner palida y no dije nada.

Observé impasible como el rayo caia sobre el arbol, por suerte no fue el primero de muchos. Las llamas brotaron pero en seguida comenzaron a oscilar y apagarse debido a la lluvia.
-Como tú has dicho, para gustos los colores.

Estaba petrificada, me sentia como si mi alma fuera a salirse de mi cuerpo por el susto, mire como las llamas se apagaban lentamente pero luego resurgian quemando mas cosas, era horrible, me agazape sobre mi misma intentando recobrar un poco el color, me habia puesto palida-si... bueno..-susurre.

Poco tardó el fuego en apagarse, los arbosles estaban muy verdes y forndosos e impregnados de agua de modo que no prendian facilmente. Cuando la última chispa se apagó otra brotó en el cielo. Era el sol, el sol del atardecer que se asomaba timido entre las nubes. Sus rayos de sol, combinados con la lluvia formaron un arcoiris mientras que el horizonte se tronaba anaranjado para despues apagarse. El dia dejaba paso a la noche y seguia lloviendo.
No hablé ni me moví de mi sitio en ningún momento, no queria estropear ese momento con palabras.

Me quede pensativa un rato deseando que ese uico rayo de sol no se fuera, pero inebitablemente se fue, mi intencion era resguardarme hasta que cesara la lluvia pero parecia que duraria mas de lo esperado, me gire a mirar al vampiro.-Todos los vampiros sois asi de raros?-

-¿Sois todos los licantropos tan miedosos? -Respondí mientras los últimos rayos del sol desaparecian junto con el arcoiris dando paso a la noche. Aun llovia y seguiria haciendolo, pero en el cielo, entre las nubes, en pequeños pedazos de cielo despejado podian verse las estrellas y en ocasiones la luna.

Me cabree-Yo no soy una miedica-dije levantandome furiosa, cuando me fuí a incorporar del todo me di con la cabeza en la roca y me agache de nuevo sobandome la cabeza-ains.. que daño... pero sigues sin responder a mi pregunta¬¬-

Seguí sin moverme, la verdad es que estaba a gusto.
-Al igual que no todos los licantropos son como tú, no todos los vampiros son como yo. -Dije tranquilo.

-Supongo que tienes razon...-Suspire melancolicamente, realmente odiaba los vampiros pero tambien me sentia demasiado cercana a ellos, era un sentimiento extraño. Recorde de nuevo a Itachi y escondiendo un poco mi cabeza volvi a suspirar repetidas veces en un buen rato callada.

Estuve en silencio, como habia estado hasta que habia llegado la licantropa, escuchando el sonido de la lluvia y observando el horizonte.
-Tantos suspiros no pueden significar nada bueno.