Presentaciones Familiares (Andrew, Ian, Walter y Ana)

Sonreí, desde luego habia muchos aspectos en los que se aprecia a su madre.
-Será una chica preciosa, ya lo verás. -Dije sonriendo mientras las contemplaba a ambas.

Le miré con dulzura-Eso ni lo dudes^^-la observe atentamente, acurrucada en mis brazos ob servando a Andrew y a Ian, con toda su atención.

Me tranquilicé y suspire, entonces sonreí.

-Bueno, esta claro que sera hermosa, seguro que sale con mi belleza inata...-reí con ganas, estaba bromeando-sin embargo, si sale con mi caracter las vais a tener crudas, no es facil de llevar alguien con ese caracter.-me acerqué a ella-pero tu tranquila, cosita, que cuando seas mayor y los muchachos vallan a ti estara aqui tito Andrew para darles su merecido, y despues te enseñare como hacerlo a ti.

Me rei ante los comentarios de Andrew.
-Nuestros padres consiguieron educarte a ti. De todos modos, para nuestra suerte, el caracter no se hereda. Procuraré que no pase demasiado tiempo bajo tu influencia y ya esta. -Dije en broma.
-Que tiemble quien quiera acercarse a ella.

-oh, vamos. Sabes que padre me miraba siempre con malos ojos por mi manera de ser. Aun que para madre siempre fui su ojito derecho... Padre siempre estuvo mucho mas agusto con tu compañia-hice una pausa y mire a la niña, suspirando-Supongo que tendre que cumplir la promesa, y la defenderé con mi vida... apesar de que sea una chupasangre como vosotros

Quedé largo rato mirando a la niña, con una sutil sonrisa.

-Me hubiera gustado que hubieses podido conocer a mi mujer y mis hijos.-dije, con algo de melancolia en las palabras a Walter

Le di unos golpecitos en el hombro con la mano abierta.
-Tú no eres de los que viven en el pasado. -Dije medio tratando de consolarle.
-Se que me puedo fiar de tú palabra. Me hubiese gustado conocerlos.

-Si, pero bueno, que importa eso ahora-dije, quitandole peso al asunto y echandome las manos a la nuca, apoyandolas en ella. Mire a la pequeña, se habia quedado dormida entre tanta charla. Sonreí.

-Mirala, si parece que no es una cabrona y todo

Le mire y me reí ante su comentario, deje a la niña en la cuna y la tapé con la manta-A veces si que da bastante la plasta, pero merece la pena-dije sonriendo y acariciandola el moflete suavemente-aunque ya veremos a ver que pasa cuando le salgan los dientes y las alas.-susurre preocupada.

-Será interesante de ver. -Hice una pausa y de repente caí en algo. -Habrá que enseñarla a volar... Nunca he hecho eso, nunca me han enseñado...

-Facil, es como los niños pequeños cuando aprenden a nadar. Tu le coges de un sitio muy alto y la lanzas, si no vuela antes de caer al suelo del todo la coges, y asi hasta que le pierda el miedo.

Dije con tranquilidad

Le mire sorprendida y asustada-Nunca!!, por dios.. ya a enseñado a la gente a volar y eso que no eran prcisamente pequeños, asi que no pienso tirar a mi hija de ningun sitio-dije ya un poco mas calmada, si hacia eso la niña podria pillar un trauma.

-Ana tiene razón, creo que lo mejor seria que aprediese por imitación. Pero eso ya lo veremos cuando empiece a agitar sus alas. -Dije mirando extrañado a Ian ante su sugerencia.

Bueno de todas formas no os preocupeis todavía es pronto. Ya aprenderá no cosa bonita? -dije dándola una caricia.

Me reí ante el comentario de Ian, la niña se removio en sueños y luego se hizo una bolita.-Bueno.. ya conoceis a la pequeña lucía, ahora se podria decir que somos una gran familia todos-dije con una risita, dos licantropos y tres vampiros familia... *realmente paradojico*

-Vale, vale. Solo era una idea... como os poneis

Me apollé en la barra, con los brazos cruzados.

-Se podria decir, aun que a una gran parte de mi le desagrade la idea.

Me quede largo rato pensativa.-deve ser algo duro ¿no?, no quiero que me malinterpreteis pero... lo de ser licantropos es como si fuera una doble personalidad ¿o algo asi?-pregunte, siempre quise saberlo todo sobre las distintas razas y solo habia una que me llamaba realmente la atencion.

Quede largo rato callado, con la mirada fija en el suelo.

-Es duro cuando no puedes controlarlo. Las primeras lunas llenas son las peores... en cuanto la tenue luz roza nuestra piel es como si algo en nuestra cabeza se ajitara a gran velocidad dominandonos por completo sin que podemos hacer nada. Entonces perdemos la conciencia y solo la retomamos cuando despertamos a la mañana siguiente, rodeados de los horrores de la noche anterior. Matas a muchos inocentes que simplemente pasaban por un lugar que no debian, en un momento inoportuno. Pero aun cuando logras controlarlo, escuchas sus susurros, le escuchas tentarte e influye en tu cuerpo su ansia de destruccion, su placer al imaginarse desgarrando aquello que tiene delante. Pero, solo hay que saber como controlarle, aun que a veces incluso para el mas experto y longevo, es inevitable sucumbir ante él.

Me quedé sorprendido ante el monólogo de Andrew. ¿Te has dado cuenta de que acabas de explicarle secretos lupinos a un vampiro? ¿Tu, que te horrorizaba la idea de estar en la misma sala que un vampiro? Vamos mejorando -dije riéndome.

Me lleve la mano a la barbilla, eso si que no me lo esperaba, no esperaba que fuera bueno, pero tampoco que fuera un infierno-Si la verdad, recuerdo la primera vez que le conocí, un chico interesante-susurre con una risita.

Plenté mi cara de desinteres, apartando la mirada.

-No son secretos, solo los sentimientos que todo licantropo a podido vivir y que se ven si te fijas un poco. Y sigo pensando exactamente lo mismo hacia los malditos chupasangre.

Alcé la cabeza con los ojos cerrados, orgulloso. No podia decir nada mas pues tenian razon, habia suavizado mucho mi caracter en todo este tiempo, cosa que no me agradaba demasiado.

Me rasque la cabeza con una sonrisita-vaya.. y yo que creia que algo habiamos avanzado-desvie la mirada un poco, para ver a la niña y me volví a sentar en el taburete, me la quede mirando largo rato-Interesante-dije para luego volver la cabeza hacia ellos-realmente no me imaginaba algo asi-

-Algo como que?

-Pues asi, ninguna transformacion es bonita pero... la vuestra si que no me la imaginaba asi, simplemente eso-dije concluyendo con una sonrisita.

¿Cómo? ¿Dolorosa hasta desear la muerte? Pues si hija si. Y aún así el dolor nunca se va del todo. -dije recordando mis primeras transformaciones y las pobres personas que ahora viven en el reino de los cielos.

Atendí a lo que deciam ambos licantropos, la verdad es que siempre me habia parecido curioso.
-Bueno, por lo menos vosotros no llegasteis a morir. Nuestro corazón no late, nuestra sangre no fluye, nuestros pulmones no respiran, nuestra piel palidece... Aunque supongo que solo lo sientes una única vez.

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