Ese día era bastante caluroso,asi que me puse una camiseta de manga corta negra y una falda blanca con rayas laterales grises, y unas sandalias negras atadas un poco mas alto a los talones, no me apetecía meterme en ninguna pelea hoy,pero por si acaso,llevaba conmigo la espada.
Paseé por un bosque luminoso unas horas, hasta que vi una pequeña montaña de piedra en la que decidí parar a descansar, y para mi sorpresa era un peldaó mas hacía un gran acantilado,y me quedé allí de pie contemplando el hermoso lugar,mientras el viento agitaba mi larga y oscura melena, a la vez que mi ropa.