Buscando al rey Ian (Ian y Jozu)

-Cuando salí del castillo saqué mis alas y a toda velocidad me dirigí al reino licantropo en busca de Ian,aun estaba mareado pero tenía que hacerlo... era urgente... tenia que encontrarlo y pedirle ayuda. Poco a poco me fui adentrando en un bosque y el olor a los licantropos se notaba no quería meterme en problemas tan solo necesitaba encontrar a su rey. Aterricé y me puse a correr adentrándome cada vez mas y con la esperanza de poder encontrarlo.

Escuché un aullido que denotaba peligro cuando estaba en el despacho leyendo así que me levanté corriendo y fui hasta el licántropo que había aullado, el cual me indicó el camino que debía seguir. Gracias a la alta velocidad que podía alcanzar llegué hacia la fuente del peligro, un vampiro al que nunca había visto. Alargué mi mano hacia la espada que se sujetaba al lado de mi cadera y le miré. ¿Qué pretendes entrando aquí vampiro? -no iba a atacar aún aunque tampoco sería necesario ya que olía a unos cuantos licántropos en las cercanías y estaban alerta.

-Me encontré a un licantropo con una gran aura y vi como ponía su mano en la empuñadura de su espada,al momento retrocedí un poco y le hice una reverencia .Estaba algo mareado aún así tenia que hacerlo.
-Soy Jozu Yagami... perdone es usted el rey Ian?..Creo que se llamaba Walter escuche de Luccie, este me ha dicho que le avise solicitando su ayuda, mi reina Luccie se comporta de manera extraña... le salió un tatuaje en la pierna y tenia los ojos negros y su aura era muy fría...necesitamos su ayuda... por favor se lo pido.
-Dije inclinando la cabeza.

No me jodas... -se me escapó sin querer. Había ocurrido otra vez y eso no era nada nuevo, si ese tatuaje la salía más de la cuenta acabaríamos mal. Asentí y le miré. Gracias Jozu. No deberías quedarte mucho tiempo aquí, tienen hambre. -dije señalando con la cabeza hacia mi derecha donde aparecían cada vez más lobos.
Vuelve volando y acuéstate que estás muy pálido. Bueno más de lo normal. Yo iré corriendo que llegaré rápido. -esperé a que contestase por educación.

-Se lo agradezco señor Ian... ha sido un placer conocerle...
-Le hice una reverencia saqué mis alas y me fui volando como pude ya que no tuve tiempo para recuperar el aliento ya que por lo que veía no era muy bien recibido.

Suspiré y bajé la cabeza. No me había planteado que debía hacer cuando tuviese que verla de nuevo ya que me odiaba, pero debía ir. Comencé a correr lo más rápido que pude hacia el reino de los vampiros, que por suerte estaba cerca.