El frío helador de la montaña

Había recibido una carta de una paloma mensajera citándome en lo alto de las cumbres de las cordilleras de la desesperación. Aquel paraje era enorme, por lo que no tenía la menor idea de cuál sería el lugar exacto para el encuentro. Así mismo la carta no estaba firmada, por lo que tampoco sabía con quién me iba a encontrar.

Pese a todo ello, me dirigí hacia el lugar señalado junto con Sebastian.
El camino no era sencillo, pero no me costó demasiado llegar a una de las cimas de una de las montañas de tamaño medio. Allí me senté en la nieve esperando a que algo sucediera, soportando la fuerte ventisca que arrecía.

Llevaba una túnica blanca bastante gruesa para protegerme del frío en aquel lugar, a pesar de que no se trataba del mismísimo desierto del norte.
No sabía bien por que estaba allí.Bueno,en realidad sí. Desde hacia días no había parado por mi habitación,le había cogido una especie de pánico a estar en un lugar cerrado,así que pasaba la mayor parte del tiempo viajando.

Al rato de caminar,sentí un aura humana.¿será un cazador?me pregunté cuando al acercarme,pude ver como iba acompañado de una mascota.

La capa me encapuchaba,y por si eso fuera poco,me cubría hasta la boca,obviamente por la nieve,así que era extraño que el supiera tan siquiera que criatura era.

Off: obviamente,kaede no sabe por que estas allí xD

Después de estar esperando un rato sentí un aura bastante poderosa, por lo que me pregunté si sería esa persona la que me había citado. Me acerque al foco de dicha energía. Vi a una mujer encapuchada. No podía verle el rostro, sin embargo su aura me resultaba vagamente reconocible. Sin duda ya la había sentido en otro momento. De todas formas, no conseguía saber quién era. Al fin y al cabo, posiblemente solo me hubiera encontrado una vez con esa mujer y por eso no la reconocía.

- ¿Eres tú quien me ha citado aquí? - pregunté seriamente

Me llevé la mano a la parte que cubría mi boca,pero seguí ocultándola.

-Me temo que no soy yo-contesté. Su aura me resultaba familiar.

La miré un tanto con desprecio y me di la vuelta.

- Entonces márchate - dije secamente.

Le miré fijamente cuando se dio media vuelta.

-No-contesté con firmeza.

Había llegado el momento del esperado encuentro. Ya le había hecho esperar bastante, así que decidí salir del infierno.

Volando llegué a aquel paraje y me dispuse a buscar el aura de William. Para mi sorpresa, me encontré otro aura que jamás hubiera imagiado que estuviera allí.

Me detuve en seco. Aquello no era lo esperado. Sin importar cómo, pensé que tenía cosas importantes que tratar. Aterricé y allí estaban ambos, William y Kaede.

No podía ver su rostro porque estaba tapada, pero su aura era inconfundible.

Haciendo un gran esfuerzo, y empujando hasta lo más profundo de mi ser mis verdaderos sentimientos, ignoré por completo a Kaede y me dirigí a William.

- Buenas William, ¿has esperado mucho? - pregunté con cara de pocos amigos

Tras darme la vuelta percibí que había aparecido Aspicious. Debía ser él la persona que me había citado. Me giré y le miré tranquilamente.

- Llevo un rato esperando, y al principio pensé que era esta mujer la que me había citado, pero veo que eras tú.

Sin decir nada a Kaede le indiqué a William un nuevo lugar.

- Será mejor que vayamos a otro lugar para estar tranquilos. Sígueme.

Imité al demonio y le ignoré,tanto a el,como al cazador,y seguí caminando en la dirección inicial.

Cuando me distancié lo suficiente,suprimí totalmente mi aura,y me senté en medio de la nada.

Fruncí el ceño,no podía creer que fuera tan estúpida.

- De acuerdo - respondí afirmando con la cabeza.

Eché un último vistazo a aquella mujer extraña. Había algo en esta situación que resultaba realmente incómodo. De todas formas, no le di importancia y seguí a Aspicious.

Vi como Kaede se iba alejando poco a poco. Aquella visión fue como si de verdad se alejara, para nunca volver, para desaparecer completamente de mi vida. En ese momento me sentí completamente miserable. Una parte de mí quería correr detrás de ella, y pedirla perdón, pero por otra parte mi orgullo estaba realmente herido. Aquel día en aquella isla no se me olvidaría. Ella quería perderme de vista, no sería buena idea acercarme a ella.

Guardando todos estos pensamientos me di media vuelta y me encaminé hacia un nuevo lugar junto con el cazador, lejos de la caída.

Nos alejamos de aquel lugar para irnos a otra de las montañas más altas, muy alejada de allí. En ese entonces pregunté.

- ¿Y bien? He de suponer que tu príncipe ya te habrá hablado de la conversación que tuve con él. Supongo que querrás hablar de ello.

Me senté en una roca cercana y comencé a explicarle.

- Me he citado contigo por diversos motivos. Uno de ellos, como bien dices, es el tema que trata sobre nuestro pacto o alianza. Sin embargo no es el único que me concierne.

Me levanté y comencé a pasaear tranquilamente por un lado y otro.

- Pero antes de que vayamos con ese otro asunto... Dejemos claro que es lo que ambos buscamos con este pacto. En principio, solo buscamos una unión de fuerzas, nada más. A tí te gusta cazar, y yo necesito alguien de confianza en la guerra. ¿Podrías ser tú ese, William? Por supuesto tendrías a tu disposición todos los medios que el infierno posee. ¿Qué me dices?

Miré interesado al demonio. Resultaba curioso que me pidiera eso.

- Bueno, supongo que un poco de acción siempre vendrá bien. En la guerra me la pasaré realmente bien...

Después me crucé de brazos.

- Aunque, debería recibir algo más a cambio, ¿no te parece, rey de los demonios? - respondí sonriente

Me levanté del suelo,ya había tenido bastante por hoy,así que quería marchame a casa.

Empecé a caminar en la dirección opuesta con la que había venido,y me sumergí en mis pensamientos.

No podía quitarme la última conversación con Aspicious. Pensaba que había hecho bien pero..,la simple idea de no volver a hablar mas con el,me angustiaba en el fondo de mi ser. Seguía caminando con la cabeza gacha,camino al limbo.

Aparecí tras kaede instantáneamente. Había visto parte de la escena sin ser descubierta. Me lancé a ella,y con un movimiento firme la desencapuché y tapé los ojos,mientras esbozaba una sonrisa maliciosa.

-Cuanto tiempo sin verte..Kaede,al fin te encuentro.

Y dicho esto,me la llevé del lugar,dejando únicamente la capa gruesa que llevaba sobre ella. La nieve no tardaría en hacerla desaparecer.

Me quedé mirando al cazador pensativo.

- De acuerdo. Te propongo una cosa. Tengamos un combate, aquí y ahora. Si te quedas satisfecho te unirás a nosotros. ¿Qué te parece?

La propuesta del demonio me había convencido. Hacía mucho que no tenía ningún contrincante serio, esto me valdría para medir verdaderas fuerzas, y aquel lugar era perfecto.

- De acuerdo demonio, pero si te derroto... Te mataré con mis propias manos. ¿Estás de acuerdo con eso? - pregunté poniendo una mueca macabra.

- Por supuesto - contesté con un susurro mientras extendía mi aura en todo su esplendor por el paraje.

Aquella era la primera vez que el rey de los demonios iba a mostrar su verdadero poder desde que era rey. Un aura muy oscura, pero tenía algo peculiar. No era una oscuridad como la de William o Luccie. De cierta manera, se podría decir que aquella oscuridad no era tan tenebrosa como la del resto de reyes oscuros, pero era algo así como... insondable, cargada del conocimiento incognoscible del mundo, que ningún mortal debería conocer.

Desenfundé mi espada que comenzó a arder y desplegué mis alas negras. A continuación un pequeño tornado de un tamaño casi impreceptible comenzó a girar en torno a mis pies.

Mi rostro se mostraba sereno e impasible, y mis ojos negros y profundos como pozos analizaban cuidadosamente al cazador y su mascota. Le apunté con mi arma y dije unas escuetas palabras.

- Adelante.

- ¡No esperaba menos, demonio! - respondí alegremente con una risa desquiciada mientras mi aura alcanzaba el potencial de la de Aspicious y desenfundaba mi espada. La gema de mi frente comenzó a brillar de un color escarlata.

Sebastian se colocó en guardia, todo estaba preparado para que diera comienzo el combate.