Después de la lluvia(libre, para el que quiera)

Paseaba por Eliria, hacia mucho que no me dedicaba simplemente a pasar el tiempo en aquella ciudad, pero me gustaba el ajetreo de las calles. Oí un par de truenos, una tormenta se acercaba, necesitaba encontrar refugio y rápido, si no quería empaparme.

Encontré una taberna, no estaba nada mal y al parecer hoy iba a ver musica en directo. Me acerqué a la barra con una gran sonrisa, no quería que se llevasen una mala impresion de mi-Buenas tardes, ¿me pone un refresco por favor?- El tabernero se me quedó mirando extrañado, como si me estubiese intentando reconocer. Me escudriñó total y absolutamente, incluso me estaba empezando a sentir cohibida. Entonces pareció reconocerme y se acercó a mi para hablarme en un susurro-Eres... no serás la hija de Luccie..-susurró. Me sorprendió que conociese a mi madre, asentí con la cabeza y se le iluminaron los ojos-Has crecido tanto... toma, pideme todo lo que quieras hoy invita la casa-aun me seguía susurrando aun asi lo agradecí-Pu..pues muchisimas gracias!-reí sentandome en uno de los taburetes y pegué un sorbo a mi bebida, necesitaba refrescarme.

Casí no giré ni la cabeza cuando la gente empezó a aplaudir a alguien que salía al escenario, me daba igual que musica fuese mientras me hiciese pasar un buen rato sin pensar demasiado. Prontó escuché una cancion realmente conocida y giré la cabeza totalmente desconcertada, mas de una vez habia escuchado esa musica y se podría decir que me sabía la cancion de memoria, pero por alguna razon no habia vocalista-No canta nadie?-pregunté al camarero, entonces me negó la cabeza con pesadumbre-Perdieron a su cantante hace poco y desde entonces han ido de capa caida, estan buscando otro.- desues de responderme a eso se puso de nuevo a recoger vasos y llenar otros.
Ahora mismo tenía un gran dilema, podía subir y cantar pero no sabía si seria bien recibida, entonces decidí ir hacia uno de los que tocaban. Se fijó en mi casi al instante, era extraño pero su cara me sonaba de algo, entonces recordé su mirada de ese azul extraordinario y su pelo negro como el carbon, me sonrió de medio lado. Era el chico que me habia seguido aquel dia de caza con Katerina, entonces volví a pensarmelo pero realmente quería hacerlo-Me se la cancion, yo puedo cantar-ofrecí con dulzura.

El chico no se lo pensó mucho y dejo de tocar, ofreciendome subir al escenario mientras me tendía amablemente la mano-Ya tenemos Cantante señoras y señores!!-gritó para hacerse oir y entonces todo quedó en silencio. Era tan extraño ver a la gente de esa forma pues claramente se veía que estaban expectantes. Los compañeros estaban claramente un poco a la defensiva asi que cerré los ojos y me concentré. La musica empezó a sonar y de seguido canté, mi voz era dulce como de costumbre, pero no me atrevía a mirar a nadie de momento, asi que me quedé con la vista clavada en el suelo.

-
Pronto cogí confianza al ver que la gente aplaudía y le gustaba como sonaba, entonces subí la cabeza y con una gran sonrisa y un leve sonrojo seguí cantando sin importarme nada de lo que pudiese pasar.

Caminaba por la ciudad, habia ido en busca de un par de partituras para mi nuevo saxophone. Tras aquello alcé la cabeza al cielo, olía a humedad, proto llovería. Me habia detenido frente a una taberna, la miré curioso, alguien etsaba cantando. No era una musica que me gustara demasiado, pero me daba curiosidad saber de quien era esa voz, no estaba nada mal. Entré y cual fue mi sorpresa al encontrarme con la que estaba cantando era Lucia. Me deslicé en silencio entre el gentío y tomé asiento en la barra.

-¿Que desea caballero?-preguntó uno de los camareros.

Le miré y le sonreí.

-Un café, por favor

Seguí escuchando hasta que terminara la cancion

Cuando la canción termino con esa ultima nota de piano, la gente comenzó a aplaudir animada. Me sonrojé un poco y le devolví un micro a aquel chico-Aquí tienes...-susurré alejando rápidamente de el hasta que me giré cuando me llamó-Oye! siento.. lo del otro día, me gustaría compensarte algún día, si te pasas de nuevo avísame y te invito a algo-me dijo. No supe que responder aun que era un detalle que se disculpase, así que sonreí y agité la mano despidiéndome. Pronto llegué de nuevo a la barra, donde momentos antes había estado sentada-Wow... me has sorprendido-dijo aquel camarero tan simpático-Gracias...-susurré-la verdad es que se me pusieron los nervios a flor de piel en el escenario- pronto un ligero aroma me dio de lleno. Me giré buscándole con la mirada, aun que era posible que solo hubiesen sido alucinaciones, había muchos tipos de olores en el ambiente así que era prácticamente imposible, me volví desorientada a la barra comenzando a tomar de nuevo de mi refresco aun con aquella sensación recorriendome.

Terminó, y aplaudí sonriente con todos los demás.
Se guró en mi dirección pero con el hombre grande que estaba en medio no me vio, entonces decidí acercarme yo. Me senté a su lado, sonriente, el camarero me sirvió ahi el café humeante.

-No sabia que cantaras-la dije al oido, con el gentio y la expectación no sabía si me oiria bien.-¿Tienes alguna facultad similar que yo aun no sepa?-pregunté curioso

Noté que alguien se sentaba a mi lado, no sabía si tenía muchas ganas de hablar con alguien hasta que levanté la cabeza y le vi sentado a mi lado. Me sonrojé bastante-Dean...-susurré. Hasta que me eché un poco hacia atrás de la sorpresa, juraría no haberle visto hacia unos instantes-¿que...Que haces aquí?-pregunté bastante nerviosa y alto. Finalmente surgió la pregunta y me giré cortada sin saber bien que responder-bu.. bueno hay muchas cosas que aun no conoces... aun que si es cierto que mi madre me enseño a cantar y a tocar el violín-le dije acercándome a el, la gente se había animado demasiado y empezaban a emborracharse cantando y montando su propia juerga.-Pero de todas formas, no canto en ese grupo, solo me ofrecía a ser su vocalista por hoy-reí. La verdad aun que mi cara estuviese seria, realmente estaba feliz de poder estar a su lado, hacia mucho que no podíamos hablar tranquilamente sin que estuviese alguien para interrumpir.-aun que... me se perfectamente otras muchas canciones, e incluso podría dedicarte alguna-me reí.-Era broma!-dije con una gran sonrisa, por supuesto fingida. Yo misma me hacia gracia, seguramente el se enfadara como la ultima vez si yo osaba cantarle muchas de las canciones que tenia en mente.

Sonreí al ver su sonrojo, eso habia sido adorable. Entonces le eché un trago a mi café y al escuchar que podría cantar dedicándome alguna la miré presto.

-¡Pues si podrias!-la dije animado, la verdad es que me gustaba tanto la música que estaba completamente dispuesto a escucharla-Mmm con que el violin... ¡es genial! es un instrumento sumamente bonito, las melodias que emite son de las mejores para el oido. Yo toco también algunos instrumentos-dije, meneando las partituras que me habia comprado.-Pero volviendo al tema de antes, puedes ¿dedicarme alguna?

pregunté inocente, quería volver a escucharla cantar

las partituras que llevaba eran de piano y de saxofon

Me quedé prácticamente boquiabierta ante su animo, quería que le cantara de verdad, aun que yo le hubiese dicho que era una broma, el me estaba invitando. Sonreí alegremente-bueno.. quizás mejor en otra ocasión o sino mas tarde, que aquí hay mucho ruido-señalé a los borrachos de detrás mientras me reía.

Observé curiosa sus partituras y aun que estudiaba música clásica y por ende me lo sabía todo bastante bien, no podía evitar perderme entre tanta nota-Yo es que casi toco mejor sin partitura-añadí. Me alegraba que le gustase aquel instrumento-Algún día me tendrás que enseñar como tocas!, de eso si que no te escapas!-dije dándole suavemente en el hombro.-Y dime es difícil tocar el piano o el saxofón?

Sonreí y miré el ambiente. Tenia razon, no podía quitarsela, ese asalto lo habia ganado pero almenos me habia prometido un cantico.

Vi que miraba mis partituras y sonreí de nuevo.

-La verdad es que me gusta más improvisar y suelo sacar las canciones de oido... pero es que hay algunas que en cierto nivel... es casi imposible, te vuelves loco.-hice una pausa-Bueno... cuando quieras... Mmm el saxo en realidad es simple, solo hay que tener agilidad en las manos y sobretodo... gran capacidad pulmonar. El piano sin embargo es otro cantar... eso ya si que es mucho más dificil. Pero no hay nada que no se pueda aprender con práctica

Asentí dandole toda la razon-bueno, supongo que cuando empiezas cada vez te va siendo mas facil y asi a continuacion-observé de nuevo las partituras-¿me enseñarias alguna vez a tocar el saxo? aun que realmente no se como lo haré, de todas formas no creo que para mi sea algo demasiado dificil- esperaba que entendiese a que me refería, pues nosotros no necesitabamos respirar, aun que no entendia lo que aquello tendría que ver.-Piano?-se me habia pasado completamente que tambien lo tocaba-ese si que es un buen instrumento, ademas hace buena pareja con el violin, sus sonidos se acompasan rápido.-

La miré atento

-Claro... aun que no se bien como lo harás... tu.. bueno, vosotros no... nose no respirais, eso es un problema. Al no respitar imagino que vuestros pulmones estaran poco o nada desarrollados y.. bueno, poco aire puede entrar ai aun que lo cojais...-no sabia bien como iba eso en ellos. Entonces escuché sus palabras-En realidad los instrumentos de viento suenan mucho mejor acompasados con los de cuerda frotada, pero si es bonita la musica suena bien siempre. Siempre que quieras puedo cogwrlo e improvisar contigo-terminé con una sonrisa

Me empecé a reir, suponia que ese era una gran pregunta que se hacia la mayoria de la gente al conocernos. Le miré con cariño-Mis pulmones son como los de cualquier otra persona, si bien es cierto que nunca en mi no vida e tenido la necesidad de respirar, aun asi lo hago igualmente.-me quedé en silencio pensando bien como iba a explicarle aquello-Bueno, yo realmente no respiro nunca, pero para hablar necesitamos soltar aire para emitir los sonidos, digamos que no respiro y justo antes de hablar cojo el aire.-Me quedé pensandolo-la verdad es que no se mucho de música mas halla de lo que aprendí con el violin y el canto. Si tu dices que suena mejor, entonces habrá que probar-

Asentí, más o menos lo entendía.

-Sois muy complicados.-reí entre dientes, refiriendome a los vampiros-bueno, queda pendiente-dije guiñándola un ojo-Y.. ¿que hacias un dia como este en un bar así? si puedo saberlo, claro

Me comencé a reír-no es raro que lo pienses, hasta yo lo hago a veces. Estaba encantador cuando algo le gustaba y alegremente ponía tanto empeño por conocerlo.
Cuando me preguntó quedé quieta unos instantes-La verdad, solo paseaba para aclarar algunas ideas y pensar, cuando descubrí esta taberna, y al notar la humedad y los rayos pues me decidí a meterme y divertirme un rato ¿y tu?¿eres mucho de venir?-Mi refresco se había terminado, pero me apetecía algo un poco mas fuerte, así que le pedí una copa, que no llevase mucho alcohol.

El tabernero se giró hacia Dean con una gran sonrisa-¿eres amigo de Lucia?-preguntó con gran ilusión.-Es mi primo mayor-ya que tenía curiosidad no había nada de malo en decirle-si? pues también invita la casa!!-empezó a reír, se le había subido el animo con la cantidad asombrosa de gente que había entrado a causa de la lluvia.-¿tomara algo el señor entonces?-preguntó antes de marcharse a servir lo que le había pedido.

Reí con ella.

-Pues yo.. en realidad venia de comprar las partituras y también noté el olor a humedad... no es que no me guste la lluvia.. de echo me gusta caminar bajo ella pero no quería que mis partituras se mancharan asique me resguardé aquí.

Me terminé lo que quedaba de café, entonces miré al camarero, que amablemente me invitó a algo. Sonreí

-Bueno... pongame lo que ella está tomando-pedí, me daba curiosidad saber a que sabía aquello.

Cuando me la sirvió, enseguida pude distinguir algo de alcohol en ella, cosa de la que no me habia percatado al ver la suya. La miré

-¿bebes alcohol?

-bueno, supongo que te pasa a ti con la lluvia lo que me pasa a mi con los rios y lagos, aun que bien es cierto que sería una pena que se te rompiesen o algo por el estilo.- esperé paciente a que nos trajese aquello y cuando lo hizo lo miré atentamente, olía extraño-Pues la verdad es que no... le pedí algo, antes un refresco y ahora algo que estubiese mas bueno y me trajo esto... quizas no esté malo-me encojí de hombros y tomé un sorbo, practicamente no me sabía casi a nada-Hombre está bueno, bastante la verdad-me reí-¿tu sueles tomar alcohol?-

lo volví a olfatear. Me encogí de hombros y di un trago largo. Ciertamente no estaba malo, sabía a piña.

-Pues no... la verdad es que... no. Alguna vez algo tome en las fiestas del reino pero... no es mi estilo, no estoy muy acostumbrado al alcohol la verdad..

Sonreí dado un gran sorbo-yo digamos... que no me afecta el alcohol en absoluto, no me siento mejor ni peor, hay veces que ni siquiera me sabe a nada-miré con curiosidad la copa, era de un extraño color amarillento pero muy clarito, no sabía decir a que sabía pues no estaba acostumbrada.-Pero una cosa... Andrew te deja?-le miré curiosa-A mi me dejan porque.. bueno no me afecta, pero si dices que no estas muy acostumbrado... mira que como luego te tenga que llevar a casa y piensen que te e emborrachado..-empecé a reírme, obviamente estaba bromeando, estaba casi al cien por cien segura de que Dean no se emborracharía, ademas aquello tenía muy poco alcohol, según el camarero.

Miré la copa.

-A mi padre le da igual, el bebía a mi edad y antes y dice que no se es hombre del todo hasta no haberse hecho inmune al alcohol.. aun así... me cuesta. Mi olfato.. bueno, digamos que capta mucho más el alcohol que otras razas, por eso con poco puede subírseme. Pero tranquila, estoy acostumbrado a las fiestas del castillo y alli algunas veces llega a oler mucho a alcohol, estaré bien-dicho esto pegué esta evz un pequeño trago, cada vez me gustaba más ese brevaje

Apoyé mi codo en la mesa para así apoyar mi cabeza encima, escuchándole con una gran sonrisa dibujada en mi rostro-¿ves? eso si que es interesante-dije mirando el vaso-bueno pues hoy puedes tomar todo lo que quieras porque el tabernero nos invita, al parecer conoce a mi madre de algo y se llevan bastante bien, aun que no tengo recuerdos de este lugar- Miré de nuevo el estacionamiento, al parecer los del grupo habían ganado bastante en esta noche y empezaban con una ronda de chupitos, estaban mucho mas ebrios de lo que podía imaginar.

Miré la copa y bebí. Entonces dirigí la mirada hacia ella, sonriente.

-Bueno... aun asi no me gustaría abusar, sentiria como si me aprovechara del pobre camarero-dije algo vergonzoso rascandome la nuca, entonces mi mirada se desvió por la sala, la gente etsaba empezando a ponerse muy contenta y aquel sitio se habia llenado de una manera inmesurable. Olía a lluvia, si, pero no se escuchaba ya, seguramente habria cesado hace un rato. Miré por la ventana que estaba al frente y el cielo parecía comenzar a despejarse. Miré a Lucia de nuevo-si quieres despues podemos pasear un rato

Me reí, aun que tenía razon la verdad es que no habia que desaprovechar de las pocas veces que podía disfrutar así. Quise escuchar mas hayá del bullicio pero no lo conseguí asi que no podía saber si estaba lloviendo o no-Pues cuando quieras, aun que no se si sigue lloviendo, pero luego a lo mejor si a parado podemos pasear por la ciudad o el bosque que hay por aqui cerca-me apetecía pasar un rato hablando, que me contase que tal le iba y viceversa, seguramente tendría muchas cosas que contar.

Me paré un segundo a escuchar de nuevo por si me habia equivocado, entonces sonreí con tranquilidad.

-No, no llueve ahora, puedes confiar en mi-mis habilidades no me fallaban, sabia que no llovía, no sonaba nada y notaba por el olfato que la humedad se comenzaba a disipar, el ambiente a fuera estaba menos recargado. Me bajé del taburete bebiendome lo ultimo que me quedaba de aquel brebaje.-Vamos-la invité sonriente segun caminaba hacia la salida, y con un gesto me despedía del camarero, agradecido. Me paré en la puerta y se la abrí para que pasara

Se levantó indicándome que había dejado de llover y me levanté detrás de el despidiéndome adecuadamente del camarero. Me paré detrás suya hasta que abrió la puerta y entonces pasé agradecida al abrirla comprobando que efectivamente tenía razón.
La gente de nuevo se aventuraba a pasear por la calle, parecía que la mayoría se iban hacia una misma dirección aparentemente emocionados, los niños correteaban mas rápidos que nadie a dirigirse a allí-Dean.. ¿que crees que habrá allí?-pregunté curiosa acercándome un poco mas.

En principio íbamos a ir a pasear, ¿así que porque no allí?-Vamos vamos, todo el mundo parece emocionado por ir.-le cogí de la mano y tiré de el.

Me fijé cuando salí que había un gran bullicio de personas, las cuales se dirigían en una dirección concreta, subiendo la calle. Miré curioso, pero la verdad es que no se me hubiera ocurrido ir a ver que pasaba. Ella tiró de mi, casi sin darme tiempo a reaccionar. Al principio la seguí costoso, pues aun estaba reaccionando. Entonces la alcancé el ritmo y llegamos al final de esa multitud.

Habia bastantes niños y todo el mundo estaba como rodeando en un gran circulo a un hombre vestido de manera poco usual. Estabamos en una plaza bastante bonita y aquel señor habia ocupado el sitio central para lo que parecia que sería su "espectáculo", aun que aun no sabia bien de qué.
Dos niños nos empujaron a mi y a Lucia, colandose entre nosotros para alcanzar los puestos más cercanos a él.
Miré a Lucia, me di cuenta de que yo veía pero a ella parecía costarle más debido a que no tenía mi altura y habia varios hombres frente nuestra. Aun que no me gustaba lo que iba a hacer, se notaba que ella estaba emocionada, lo olía, a si que la cogí con cuidado del brazo y nos internamos en esa muchedumbre, alcanzando un lugar mas cercano a regañadientes del resto de ciudadanos por los que pasabamos. Ahora ella vería mejor. Callé, estando atento a lo que iba a acontecer

Dean me siguió aparentemente por voluntad propia, la gente se reunía todos reían y disfrutaban de algo. Llegamos al corro de personas no mucho mas tarde que aquellos niños juguetones, alcé la cabeza poniendome de puntillas con la esperanza de poder observar algo de lo que veían los demas, realmente estaba entusiasmada.
Entonces y antes de responder ante nada Dean nos llevó entre la multitud que se quejaban a nuestro paso hasta llegar a la primera fila.
Un hombrecillo bastante extraño se presentaba ante nosotros, tenía pinta de bufon, con ropajes coloridos y llamativos en cuanto a la forma, unos cascabeles en el gorro y una sonrisa pícara.
-Señoras y señores de Eliria!- empezó diciendose, era extraño pues la gente lo aclamaba, hasta que pronto supe que pasaba-Un juglar!!-grité. Este al escucharlo simplemente me sonrió saludando hacia la zona.
Cogí a Dean de la manga instintivamente, nada podía ser mejor que eso, un juglar a punto de contar sus historias de epocas lejanas y de tierras fuera del alcance de todo.
Historias sobre un continente hermoso lleno de hierva, primitivo en muchas de las partes de aquel hermoso continente. Una historia que estaba llevandose consigo a todo el mundo que le estaba escuchando: niños, jovenes, adultos y mayores.