Té de mediodía

La ciudad de Liang era enorme, era impresionante, estaba lleno de tiendas y bares, pero a mi no me atraía demasiado todo eso, mi lugar no eran las ciudades.
Eran los bosques y lagos, los lugares llenos de naturaleza.
Mi acompañante y yo nos habíamos separado, para que cada uno comprara lo que necesitara, y acordamos como punto de encuentro el Salón de Té.
Cuando entre observe su decoracion , era una decoración tradicional.
Al parecer llegaba el primero , me senté en una mesa que había libre, con 3 sillas.

La camarera se acerco a mi mesa.

-Buenos días señor-me hizo una pequeña reverencia.-¿qué desea tomar?

La sonreí.

-Me gustaría tomar una taza de té.

Al rato me sirvió mi taza de té, la di las gracias y se retiro a seguir atendiendo al resto del local.

Había acordado un punto de reunión con Horo Horo, y me dirigí a él. Entré en el Salón de Té, decorado ricamente, y le busqué con la mirada. La camarera me miró extrañamente, como si le molestara algo en mí, pero no le di importancia. Me senté en la mesa que eligió mi compañero.

-¿Compraste todo lo que precisabas?

Cuando se sentó Cambios le hice un gesto a la camarera para que le sirviera un té a él también.
Mire a Cambios y asentí mientras le daba un sorbo a mi té.
Saque una de las bolsas que llevaba y saque un libro, se lo entregue a mi amigo para que lo viera.
Era una guía de herboristeria avanzada.

-Lo encontré en una tienda de antigüedades.-deje la taza en la mesa.-Sera de gran ayuda.

Observé el libro con curiosidad. Amo los libros, nunca tuve mucha oportunidad de poder contemplar uno, absorber toda su sabiduría. Lo abrí, lo hojeé, estaba lleno de fórmulas extrañas e imágenes de plantas exóticas.

-Es muy interesante. Yo no he podido comprar gran cosa, no preciso de gran cantidad de dinero... pero he conseguido dos pulseras...

Temeroso por la respuesta, y con la voz quebradiza, le pregunté si quería ponerse una.

-Significan mucho para mí, son recuerdos de los cuales siempre puedes rememorar, y están siempre ahí, sin estorbar.

Le observe curioso.Sonreí.
Le di otro sorbo de al té y extendí mi mano izquierda, dejando frente a cambios mi muñeca.

-Vamos, no te pongas nervioso-le guiñe un ojo.-Somos amigos ,¿no?

Era un gran detalle , que guardaría muy bien , al fin y al cabo tenia en muy alta estima a Cambios , era de los primeros amigos que hacia en los últimos años, y era de los mejores, sin duda.

Cada acto me dejaba más y más presente que Horo Horo era alguien especial. Por primera vez en la vida confiaba plenamente en alguien. No me conocía, siendo tan frío, en ese tipo de sentimientos, todo era algo completamente nuevo para mí.

-Espero que esto pueda ser un nexo entre nosotros, y que te acuerdes de mí cada vez que la veas.