Oda incipiente

Aral Letsop.

Ese nombre era espuma bajo el clamor de la cascada que se alzaba ante él. El Edén era el nombre dorado de esa ciudad oculta entre la historia. El Edén era donde todo nacía. La cascada frente a él no era más que una lágrima de ese paraíso perdido. Una lágrima de la tierra que nace del sufrimiento de todos esos hombres que pueden mirar a sus recuerdos al darse la vuelta y no los han perdido en el odio. Porque sólo ellos pueden cruzar la cascada y marcar el inicio de una nueva era. Dejé que la cascada mojase mi piel al cruzar e introducirme en la caverna que buscaba. Allí tenía que estar la otra. Coloqué una runa en el suelo, y después, lancé un rayo de luz contra la parte superior, provocando un desprendimiento que bloqueaba la entrada.

Me transporté a otro sitio.

Era un dia nublado y con nubes que amenazaban con ponerse feas. Sali esa mañana del palacio Aster, algo me decia que fuese hasta las cascadas.
Llegue hasta alli fatigada, note una presencia pero cuando llegue hasta ahí ya no habia nadie.

Volví a las cascadas del Edén, lugar en el cual disfruté bastante. Mi última visita no fue muy larga cosa de la que me arrepentía, pues era un lugar que me llenaba de tranquilidad.

No tardé mucho en llegar volando a aquel lugar mas, antes de aterrizar, vislumbré un haz de luz que captó mi atención y me hizo acercarme a investigar.

Llegue a una cascada, me quedé ante el umbral del agua y me dediqué a buscar auras en busca de alguna persona que hubiera podido provocar aquel haz de luz. No tardé en percibir un aura desconocida a la cual intente invitar a acercarse.

- Disculpa, ¿podrías acercarte? Quisiera hacerte unas preguntas.

Me di la vuelta bastante frustrada, estaba segura de que si me hubiese dado mas prisa me habría dado tiempo a ver al dueño o dueña de esa misteriosa aura.
estaba andando cuando una voz me detuvo. Su aura osucra me abofeteó practicamente en la cara. Lentamente me di la vuelta y allí estaba, un demonio. Por alguna extraña razón me sentía familiarizada con ese tipo de aura.
Retrocedí aún mas, no me fiaba de él en absoluto.

-¿qué es lo que quieres saber?

Mientras esperaba una respuesta de la persona que allí se hallaba, me dediqué a mirar a mi alrededor para intentar averiguar que había sucedido. Todo estaba mas o menos en su sitio, pero en la cascada, muchas de las piedras estaban partidas, lo que me hizo suponer que quizá se hubieran desplomado sepultando una cueva que se hallara tras la cascada.

- Esto, perdona mis modales, mi nombre es Darksik, Darksik Tserof. ¿Sabes que ha pasado aquí? Hace poco vi un haz de luz que me llamó mucho la atención ¿sabes algo sobre eso?

Ahora me daba un poco mas de confianza, al menos se habia presentado, eso era un paso.

-encantada, yo soy Azhara Rostov

Acto seguido medite las palabras que me estaba diciendo. Al parecer no era la unica que habia visto algo raro en este lugar.

-entiendo...algo raro sucede antes note una especie de presencia aqui pero cuando llegue ya no habia nadie...

Hice una reverencia, para terminar los formalismos, pues en mi mente seguía la duda de saber que había pasado.

- Es un placer conoceros. - hice una pausa en la que miré a la cascada y me puse a murmurar - Ella a notado una presencia... un haz de luz que desconocemos su propietario... un desprendimiento y una presencia desconocida que desapareció... Esa es la información de la que disponemos... - dejé de murmurar para dirigirme a ella - Me gustaría estar equivocado pero quizá el haz de luz fuera de alguien para avisar de que se veía atrapado en el desprendimiento.

Dije acercandome a la cascada donde me puse a quitar las rocas con la esperanza de estar equivocado y no encontrar un muerto, aunque por otra parte si lo encontrara mi teoría tendría algún sentido.

- Podría ayudarme, así acabaríamos antes y quizá encontremos respuestas.

Sus palabras me dejaron impresionada, ¿habia alguien en verdad atrapado en aquel desprendimiento de rocas? Abandone por un momento la desconfianza que sentia hacia el.

Fui corriendo hacia donde estaba y empece a ayudarle a retirar unas cuantas rocas. Pesaban un poco pero me daba igual. Quitamos bastantes rocas pero todavia quedaban muchas.

-parece que esto no se va a acabar nunca

Seguía quitando piedras, la posibilidad que yo dije era pequeña pero porque no asegurarnos de que no había nadie herido.

- Algún día acabaremos, digo yo.

Por si acaso estaba alerta, pues habían lanzado un haz de luz, no era una mala idea para pedir ayuda pero probablemente viniera de un ser de luz, así que al verme podría optar por atacarme fuera por aversión o una orden directa de un superior.

Asenti con la cabeza y continue con mi trabajo, estaba agotada y me salieron algunas magulladuras en las manos pero aun asi segui, si habia una persona alli atrapada necesitaba nuestra ayuda cuanto antes.

Seguia retirando rocas, parecia que nunca se iban a acabar. Entonces un destello cobrizo atrajo mi atencion. Era una especie de runa, en ella habia algo grabado pero no conseguia entenderlo. Cogi la runa entre mis manos y la observe mas detenidamente.

Vi que Azhara había parado, había encontrado lo que parecía ser una runa, no creo que eso estuviera de forma natural en la cueva de modo que mas preguntas llegaban a mi cabeza.

- Podría ser que alguien quisiera ocultarla y el haz de luz fuera para causar el desprendimiento. Pero, ¿porque ocultarla? ¿Que utilidad tiene?

Seguía mirando la runa mas esta vez reparé en las magulladuras de las manos de Azhara.

- Deberías meter las manos en el agua quizá te siente bien.

Seguía observando aquella runa con mucho interés. Nunca antes había visto una tan de cerca...su color era muy llamativo y emitía un brillo que conseguía fascinarme. Escuche de fondo las palabras de Darksik y observé mis manos, ya se me había olvidado que las tenía lastimadas.

-Tienes razón, lo mejor es que me las limpie un poco, me he hecho algunos cortes en las menos.

Guarde la runa en uno de mis bolsillos y fui hacia el lago a mojarme las manos.

Mientras ella iba a lavarse las manos, yo me dediqué a observar los alrededores. Había algo que aun hacía que mi mente todavía estuviera pensando en este extraño suceso. Cerca de la cascada había una gran roca en mitad del curso del agua, me senté allí con las piernas cruzadas, observando a la muchacha pensando que sería aquella runa que habíamos encontrado en el desprendimiento.

Termine de lavarme las manos, me las observe solo tenia unos cuantos cortes. Cuando llegase de nuevo al palacio le pediria a algun medico aster que me las curase como era debido.
Me fije en que Darksik se habia sentado en una roca de la cascada, estaba meditando o algo parecido.

La verdad es que todo esto daba que pensar, ¿de donde habia salido aquella runa? ¿Que fin tenia? Demasiadas preguntas y ninguna respuesta.

Me acerque hasta la casca y levante la vista para verle mejor.

-¿que crees que significa todo esto? Todo esto es muy misterioso. Las runas no aparecen de la nada.

Me había distraído con mis pensamientos, mas la voz de aquella muchacha me devolvió al mundo. Agité la cabeza por la sorpresa, la mire a los ojos y acto seguido miré un instante el bolsillo en el que se guardó la runa, antes de volver a mirarla a los ojos.

- La verdad es que no tengo ni idea de que ha podido pasar aquí y me gustaría saberlo. Quizá aquel destello que ví fue para crear un desprendimiento y ocultar la runa. La pregunta ahora mismo sería, ¿por qué ocultarla y que función tiene?

Me rasque el mentón pensando en las palabras que me estaba diciendo Darksik. Todo esto era muy extraño y no se que haría él pero yo por mi parte intentaría averiguar todo lo que fuese posible sobre esta cosa tan curiosa que estaba sucediendo hoy aquí.

-Todo esto es muy raro y extraño a la vez. Sólo tengo una cosa clara, esta runa no ha aparecido aquí por casualidad. Propongo que demos una vuelta por los alrededores de la cascada, quizás encontremos algo relacionado con este suceso tan poco normal.

La idea que ella proponía no era nada mala por aquí no parecía haber nada ni nadie y desde luego era mas que obvio que esa runa no aparecería así porque si.

- No es mala idea, quizá encontremos alguna pista o algo.

Me levanté lentamente y esperé a que ella iniciara la marcha.

Esperé a que estuviese listo y comenzamos a andar. Pensé que la mejor ruta sería bordear la cascada y ver si allí había alguna pista para ver que había pasado.

Llegamos a la parte trasera de la cascada, parecía que todo estaba tranquilo. Me desconcertaba esta situación. Juraría que había visto a alguien antes de llegar yo...si tan sólo hubiese llegado un poco antes...

-Que raro, todo parece normal.

Todo parecía tranquilo nada salía fuera del aspecto natural que tenía este lugar, solo aquel derrumbamiento y la runa eran anormales en las cercanías al haz de luz.

Volví mi vista atrás y me quedé pensando en lo sucedido.

- ¿Me permitís observar la runa? Quisiera ver si hay algo que hallamos pasado por alto.

Me eche hacia atras cuando me pregunto aquello. Aprete ligeramente el bolsillo donde contenia la runa. Aun no me fiaba de el.
Finalmente meti la mano en el bolsillo y saque la runa que emitio un destello rojizo.

-¿quien habra dejado eso ahí

Parecía seguir desconfiando de mí, no sabía que decirla ni que hacer para intentar que confiara en mi.

- Olvidad lo que he dicho, solo quería comprobar si reaccionaba antes seres oscuros como yo. En cualquier caso no le deis importancia, Avancemos por la cueva a ver que encontramos.

Seguí caminando con tranquilidad hacia el interior de la cueva.

- Ojala confiara en mi. No creo haber hecho nada malo.

Le sonreí y volví a guardarme la runa en mi gabardina o mejor dicho en la gabardina de Ein. Le mire una vez mas y empece a avanzar un poco.

-Bueno tienes razón aquí no hacemos nada, vayamos a la cueva. Puede que allí encontremos algo interesante que hacer.

Seguí caminando hasta que entre en la cueva. Caminaba con decisión.

Seguí avanzando hacia el interior, la oscuridad nos envolvía dificultandonos cada vez mas la visión y haciendo que el hecho de buscar algo fuera aun mas difícil. Ella caminaba por delante y en ese momento me di cuenta, la túnica que ella vestía era la misma que portaba aquél uroba que acabo muriendo por mis actos.

- Perdonad que os pregunte esto, mas me gustaría saber si conocéis a un uroba que lleva la misma túnica que lleváis vos ahora. La última vez no tuve tiempo de preguntarle su nombre.

Su pregunta me sorprendió un poco pero supongo que él también podría haberle conocido.

-Oh pues verás me la presto un Uroba. Su nombre era Ein un chico bastante amable y amante de la naturaleza. Solo a mi se me ocurre tirarme al agua con un vestido blanco. Pero bueno confío en verle de nuevo para poder devolverle la gabardina- dije con una sonrisa- ¿puedo preguntarte a que viene esa pregunta? vos le conocéis...

De repente, el entorno empezó a distorsionarse, y una nube de oscuridad apareció al fondo de la cueva. Poco a poco, los colores empezaron a desaparecer de vuestras retinas mientras veíais unos ojos amarillos...