Buscando el pasado.

El poblado no había cambiado mucho. Seguía siendo pequeño y aislado, como siempre...
Desde la copa del árbol lo podía visualizar entero.
Muchos recuerdos me venían a la cabeza, y a pesar de lo que esperaba, no todos malos.

No tenia pensado entrar en el poblado y saludar... no esa no era mi intención, solo buscaba a una persona, a ella... Pilika, mi hermana pequeña...
Según mis cálculos tendría unos 14 años más o menos.

Fui saltando de árbol en árbol buscándola, no la veía por ningún lado.Pare en un árbol.
Dos ancianas estaban debajo, hablando, no puede evitar oír un fragmento de la conversación que mantenían.

-...esto no puede ser, ¿Como es posible que Zack pretenda casarse con Pilika sin el consentimiento de su familia?Vale que sea el líder de la aldea pero eso no es justo para la pobre Pilika...

-Tienes razón, ¿pero que se le va a hacer?Desde que Horokeu se marcho Pilika no tiene fuerzas para nada , ni siquiera para huir de aquí... se pasa todo el día en el arroyo....

Las ancianas siguieron hablando, pero yo no lo escuche, me lance hacia otra rama de otro árbol. Ya sabia donde debía ir.

Zack había sido amigo mio durante mi infancia, pero solo lo había sido por interés, mi familia era la mas poderosa, si permanecía conmigo seria poderoso o eso pensaba él, a mi nunca me callo bien...

Cuando alcance el rio pude verla, mi hermana... baje del árbol y me dirigí al arroyo, ella estaba dentro del agua , con los ojos mirando al vacio, sus hermosos ojos azules, su cabello azulado, tal y como la recordaba.... no , no tal y como la recordaba, ya era una mujer.
Me puse junto a ella, a su espalda.

-Pilika...-dije suavemente.-Hermana...

Pilika se dio la vuelta, un tanto desconcertada por mi voz.Pero me reconoció al instante, me esperaba que me gritase o me abofetease, pero no hizo eso.
Sus lagrimas cayeron por sus mejillas un tanto sonrojadas y se lanzo contra mi, rodeándome el cuello con sus brazos abrazándome.
Me pillo un poco de sorpresa, pero la abrace también.

-Hermano, hermano...-dijo entre sollozos.- ¿Por qué te fuiste?¿Por qué me abandonaste?

-Pensé que seria lo mejor, dejarte con madre para que ella te cuidara, lo siento Pilika , lo siento.

-Te he echado de menos Horo, muchísimo hermano.-su abrazo me transmitía todos sus sentimientos, su cariño.

-He venido a llevarte conmigo, a un nuevo hogar, conmigo.

Pilika se separo un poco de mi y me miro a los ojos , se veía que eso la hacia ilusión.
Iba a responderme cuando una voz interrumpió.

-¡¡¡NO TAN RÁPIDO TRAIDOR!!!-Me gire para ver al hombre que dijo eso, era Zack.- Pilika es mía, ella se casara conmigo y así tendré todo el poder de esta maldita aldea, y a ti te matare ahora mismo.

Zack desenvaino su espada, yo no iba armado.

-Pilika, échate a un lado-parecía nerviosa- no permitiré que pase eso.-dije mientras la sonreía.

Zack avanzo corriendo contra mi , con la intención de ensartar me de una estocada, con un ágil movimiento esquive su ataque y di una patada en la rodilla izquierda, esto le hizo caer.

-MALDITO!!!!- realizo un movimiento horizontal, pero no pudo terminarlo, lance una patada contra su cara, que le dio de lleno haciéndole caer de espaldas.

Siguió intentado golpearme con su espada, hasta que me canse.Cuando alzo su espada para hacer un corte vertical puse mi mano en el pomo de su espada, intento bajar la espada pero le fue inútil, le propine un cabezazo con el que callo al suelo de espaldas, soltando su espada y dejándola en mi mano.
Acto seguido tome la espada de tal forma de que el filo estuviera invertido baje la espada en dirección a su cabeza, pero la desvié en el ultimo instante clavando la en el suelo y dejando le únicamente un corte en la mejilla, sus ojos estaban llenos de lagrimas, como un crió asustado, me agache junto a él y le susurre al oído.

-Con mi familia no se juega, esto es una advertencia, la próxima vez no tendrás tanta suerte, bastardo.

Después de eso me levante y me dirigí hacia Pilika, esta me abrazo.

-¿Nos vamos entonces?¿A donde?-pregunto ilusionada.

-Nos marchamos al palacio oficial, viviremos allí-dije sonriendo.

-¿P-pero ... y el Emperador?-pregunto algo asustada.

-Tranquila, es decisión suya, es decir mía.-no pude evitar reír ante la cara de sorpresa de Pilika.

Íbamos riendo mientras nos marchábamos de aquel lugar, con la esperanza de no volver allí...
Por fin mi hermana estaba conmigo.