Cumpliendo con lo prometido

Vi cómo regresaba Walter con Ian en brazos y ambos estaban heridos. Yo me ocupé de Ian y abrí mi mochila, donde llevaba una botella de agua.

- Bebe un poco. - Le dije incorporando su cuerpo. Dijo algunas palabras que no logré entender. - Luego nos lo cuentas, ahora bebe un poco y descansa. - Miré a Ana y a Walter. - ¿Qué tal estás Walter? - Le dije mientras veía como bebía de Ana, chupándola la sangre que fluía por su cuello.

Dios, porque no me hacen caso? -Vie... nen... -me costaba un esfuerzo enorme hablar. Bebí un poco y pude hablar mejor aunque no del todo bien. Los lobos... vienen...

Note comos sus colmillos se clavaban en mi cuello no era algo agradable pero tampoco desagradable, termino de beber y mire a Ian.-Lose, tenemos que irnos-dije seria y coji a Walter echandomele a la espalda, y le hice una señal a Ciel para que hiciera lo mismo con Ian, estaban demasiado debiles como para ir ellos a una gran velocidad. Alce mis alas y halce el vuelo esperando a que Ciel me siguiera.-Vamosnos, no tenemos mucho tiempo antes de que lleguen

Al final conseguí entender lo que me decía. Recogí la botella y me puse la mochila en la espalda. Vi lo que hizo Ana y levanté a Ian para ponerle en mi hombro. Desplegué mis alas, me coloqué junto a Ana y esperé a que me dijese por donde debíamos ir.

- Ya estoy listo, vamos. -

¡La mochila! uff menos mal que le puse una cuerda que se ataba al cuello para que cuando me convirtiese en lobo no la perdiese. Conseguí susurrar a Ciel: Por favor... la mochila... que no... se caiga -volví a quedar inconsciente.

-Bien Ciel, vamos-dije volando lejos de alli donde no pudieran encontrarnos. Era una explanada libre cerca del rio, descendi y puse a Walter en el suelo.-Creo que aqui estaremos bien-susurre acariciandole la cara a Walter y esperando a que Ciel descendiera con Ian.

Ana me dejó en el suelo. Me incorporé un poco para poder ver a los presentes. Me encontraba mucho mejor despues de beber la sangre de Ana, cosa que no me habia gustado en absoluto.
Es ese momento Herondale y Slither se aparecieron.
-Objetivo cumplido, maestro. -Dijeron con una leve inclinación.
-Bien, bien. -Me quedé mirando el panorama, Ian tampoco parecia tener muy buen aspecto.

Volví a abrir los ojos y observé los dos vampiros que habían destrozado las minas. No tenía fuerzas para combatir el instinto, pero tampoco para levantarme así que simplemente miraba. No podía hablar así que solo observé.

Via Ian y me acerque a el ya que me daba la impresion de que Walter estaba disgustado por algo.-¿como te encuentras Ian?-pregunte preocupada, se le veia bastante debil, pero no sabia que hacer para que estubiera mejor.

Vi como Ana se acercaba. Levanté la mano un poco y con ella el pulgar y la sonreí. Ahi voy -la conseguí susurrar. Esperaba que me hubiese oido.

Seguí a Ana hasta que la vi descender, y bajé allí con los demás.

- ¿Estáis bien todos? - Pregunté en general. - Si qeréis tengo algo de comida -

Metí la mano en la mochila y saqué una red que clavé en la orilla del río.

- En unos minutos estará llena. -

Volví en mi.
-Podeis iros. -Acto seguido Herondale y Slither desaparecieron. Me tumbé en la hierba, estaba agotado. No habia saciado toda mi sed con Ana, no me gustaba quitarle parte de su vida a quien se supone que tenia que proteger. Cerré los ojos.

Éste rato sin la capacidad del olfato me estaba matando. Era como dejar ciego a un fotógrafo. En cuanto lo fui recobrando se me hixo la boca agua. ¡Comida! -le dije bajo ya que todavía no tenía fuerzas como para gritar. Walter, ¿qué tal vas? -susurré. Supuse que no estaba durmiendo pero mi olfato no me lo podía decir.

-Estoy bien, solo un poco cansado. ¿Y tu que tal andas? -Seguia con los ojos cerrandos y tumbado en la hierba. El olor a la comida no me inmutó lo más minimo.

-Apuesto a que no tenias ni idea de que podias hacer eso. -Sonreí

Apuesta y seguramente ganarás. No sabía lo que iba a pasar pero el lobo me animaba a hacerlo y confié en él ya que si el muere morimos los dos así que le conviene portarse bien. Por eso, si estamos luchando juntos debes tener cuidado porque aunque yo siga teniendo el control, el lobo es el lobo y en esos momentos es muy posible que el control lo lleve él. En este caso no porque la lucha ha sido corta. -No sabía si debía decirselo ya que lo más probable sea que la próxima vez que luchemos sea en bandos diferentes.

-Tendré cuidado la proxima vez. Debe ser raro tener algo más dentro de ti. Tu aura es enormemente luminosa. -Esto ultimo no venia mucho a cuento pero no me habia fijado hasta ese momento.

Sí que es raro, sí. Por mucha luz que pueda desprender, eso no implica que no me guste la lucha y la sangre. Creo que eso de la bondad va más con los ángeles. Nosotros símplemente hacemos lo que debemos hacer. Aunque claro, hay lobos y lobos. A unos le gustará más meterse en una lucha contra 50 vampiros de alto a nivel (dije refiriéndome a Andrew) y otros preferirán sentarse en un escritorio a escribir. Supongo que será igual entre vosotros. ¿Te molesta mi luz vampirito? -me reí.

-Si, hay vampiros para todo. -Hice una pausa.
-No me molesta en absoluto, es preciosa y más precioso aún es el contraste formado al superponerse con la de Ana. -Seguia con los ojos cerrados. Sus auras se presentaban ante mi como matices de color. Luz y oscuridad y en el centro, la discordia, el gris.

¿Contraste? Yo es que, como habrás comprobado, soy más de olores. La vista no es precisamente mi punto fuerte. Por cierto voy a comprobar una cosa. -Ya estaba bastante mejor. Me senté con las piernaz cruzadas y cerré los ojos. Hize un mapa olfativo y lo fui expandiendo poco a poco hasta que encontré el pueblo. Sorprendentemente estaba vacío. Encontré a los lobos a varios cientos de metros del pueblo y estaban caminando. Pero de momento su camino no les llevaba hacia nosotros. Aunque aún así estaban a varios kilómetros de distancia. Parece ser que los licántropos han abandonado el pueblo y emigran a algún lugar.

Me había sentido herido en mi orgullo. Vale que el pudiese rastrear pero mi olfato era infalible pero estaba débil y no podía (¬¬). Eso si no deciden buscarnos que lo vería bastante normal tratándose de licántropos.

No creo que les haya sentado muy bien que haya luchado a tu lado la verdad. -Poco a poco estaba recpuerando las fuerzas perdidas. Me levanté de un salto, pero me mareé así que me agarré a un árbol para no caerme y al rato se me pasó.