(Misión) Misterios primigenios

Ante vosotros podeis vislumbrar el antiguo templo maldito. Podeis ver un campamento improvisado en uno d elos laterales del mismo, parece abandonado. Sus enormes puertas de piedra estan entreabiertas, a los obreros les debió de costar varios dias moverlan tan solo eso.
La magnificencia del templo, a pesar de los evos transcurridos, se deja notar, sobrecogiendoos. Nunca habias presencia tal espectaculo. Sus siniestras formas no guardan ninguna relación con la realidad a la que estais acostumbrados, además, emana una siniestra aureola de misterio y terror.

off:esto......si la gente no contesta como vamos a reunir el poder necesario?

Vaya, vaya, vaya que vacío está esto... me recuerda a mi torre jajajajajaaja dije riéndome de mi mismo para dar un toque de alegría a la misión puesto que todos llevábamos horas andando, con la intención de subir los ánimos.

Sin mirar a mis compañeros me dirigí hacia las puertas del templo. Sin decir nada daba a entender que esperaba a que me siguieran al interior.

me dispuse a entrar despues de aspicious

EH! Esperadme dije al ver dos de mis compañeros se disponían a entrar.

Off: Bueno, como nadie más contesta seguimos nosotros, asi es más emocionante xD

Os adentrais en las profundidades de ese siniestro templo, cuyas formas parecen irreales, llenas de esquinas, incluso en lugares realmente poco necesarios.
Las paredes del templo son antiguas y estan cubiertas de arenilla, a medida que os adentrais podeis empezar a notar un extraño olor a podredumbre. Al acercaros descubrís de donde procede.
Es una sala amplia, en el centro de la misma hay un pedestal en el que descansa un extraño manuscrito. A los pies del pedestal tres cadaveres descomponiendose, deben de ser los escavadores. Muestran marcas de lo que parecen ser garras por todo el cuerpo.

Me acerco a los cadáveres y los examino detalladamente, tanto las heridas, como el equipo que llevan y su ropa, en busca de alguna pista o incluso algún objeto útil.

OFF: Señor master del universo, he de recoirdarle que Aspicious es una gran erudito, así que a partir de las heridas y del lugar puede deducir con qué clase de criatura nos enfrentaremos y sus características.

Off: Tengo que recordarte que son ruinas de las que nadie ha tenido constancia hasta ahora, y anteriores a todo lo conocido xD

El equipo de los escavadores no destaca en nada, martillos y cinceles, escobillas para apartar el polvo... Lo tipico.
Las heridas, por lo que puedes discernir con tu erudición, parecen ser de algún tipo de canido.

Entré distraidamente en la sala, sin percatarme de la presencia de los cadáveres. Al notar el olor, bajé la mirada y... Agh, que asco. Pobres, ¿Quién podrá haber hecho esto?, sin duda no se esperaban una muerte como esta dije tapándome la nariz para intentar frenar las náuseas que me provocaban los cadáveres en descomposición

-Será mejor continuar.

Desenfundé mi espada y me introduje en la profundidad del templo.

al ver que aspicious continuaba caminando le dije mientras sacaba una llama de mi cippo:
-espera que ilumino el camino,eee no les mires mas y continuemos kashtymle dije mirando hacia atras.

Mejor... esperadme, voy con vosotros. Prefiero cualquier criatura viscosa a ver unos cadáveres medio descompuestos dije levemente mientras seguía sintiéndome mareado por la macabra visión de la entrada.

Antes de que pudieseis abandonar la sola podeis oir un susurro, no son imaginaciones vuestras. Al daros la vuelta descubrís que procede de ninguna parte. Pero es tan real, tan siniestro e inquietante. En ese momento Fatalis comienza a andar, no lo hace por voluntad propia, sus ojos no muestran lo que en realidad es, son blancos, apenas tienen pupila. Sus pasos le dirigian al pedestal en el que se encontraba el pergamino. Eran pasos decididos, como hipnotizado por el susurro, como si fuese una llamada. Una vez en el pedestal, levantó el pergamino.

Maldecís vuestra suerte.

La entrada del templo se cerró, una inmensa pared de tierra se coloca en su lugar, y, al igual que las paredes de la sala tiene grabadas runas muy antiguas. La única salida es adentrarse en las profundidades del templo, lugar del que proceden unos horrendos chirridos, como si alguien estuviese siendo devorado. Fatalis recuperó la cordura nada más coger el pergamino.

conducido por los sonidos me adentré en las catacumbas con la espada en la mano, y con un pequeño cuenco lleno de arena por si acaso. Vamos, hemos de darnos prisa, quien sabe si esto se ha cerrado herméticamente, debemos salir cuanto antes dije mientras empezaba a darme un pequeño ataque de ansiedad provocado por mi claustrofobia.

Continué por el camino sin inmutarme lo más mínimo por mis compañeros o por la situación. Quería terminar la misión cuanto antes.

Off: Demonos vidilla, que sois unos lentorros xD

On: Os adentrais en el templo, nada en la decoración parece cambiar hasta que llegais a una inmensa sala. Por lo que parece el templo no es muy grande, pues acaba ahí mismo. Eso si, la sala es gigantesca. Cientos de columnas se adentran en ella formando un largo pasillo, al final del pasillo de columnas hay unas escaleras que suben a una especie de altar. Las antorchas apagadas a lo largo del camino no os dejan discernir ningún detalle.
La forma de la sala es irregular, cientos de esquinas lo pueblan todo, como si las formas curvas diesen mal fario. Justo al contrario que en la casa del viejo explorador.

Empezé a avanzar con mucha cautela de los peligros escondidos, mientras les hacía una seña a mis compañeros para que me siguieran.

Off: Como aqui la gente pasa y Aspitos me lo ha pedido por favor continuamos sin el resto xD

On: Podeis notar fluctuaciones procedentes de las esquinas de la sala, de repente Aspicious se ve solo en la sala, como sis us compañeros hubiesen sido devorados, de hecho puede ver manchas de sangre en el suelo.
Unos gruñidos se propagan por la sala, y de las esquinas puedes ver como salen una especie de sabuesos esqueléticos que te rodean en un instante.

- Hmm - suspiré al comprobar la incompetencia de mis compañeros.

Desenfundé mi espada y encendí su fuego. Después me puse en guardia justo para empezar con mi ataque "peonza" en cuanto uno de ellos se lanzara a por mí.

Al ver el fuego las criaturas retrocedieron, y pudiste ver como algunas de ellas desaparecian a través de las esquinas de la sala, que al tener esa forma tan extraña no andaba escasa de ellas.
Antes de que pudieses darte cuenta una de las paredes laterales se habia abierto, dejando el camino abierto a un nuevo corredor. Los canes no dejaban de observarte, pero se mantenian a una distancia prudencial.

Sin bajar la guardia me fui acercando lentamente hacia la entrada que había surgido. Al encontrarme ya en el interior del pasadizo lancé una pequeña llamarada que bloqueó la entrada por unos instantes, lo suficiente como para desplegar mis alas, aún con la espada en mi mano, y velozmente dirigirme hacia las profundidades del nuevo camino.

OFF: Recuerdo como crear una llamarada a partir de la espada de fuego, por si acaso. Se inyecta una pequeña cantidad de aire en la llama y la dirijo hacia el objetivo, creando así un chorro de fuego que dura unos pocos segundos.

La llamarada bloqueó la entrada, los sabuesos retrocedieron y escaparon a través de las esquinas.
Tú seguiste avanzando, y menos mal que lo hiciste con las alas desplegadas, pues el suelo desaparecia repentinamente al llegar a la siguiente sala el suelo desaparecia. La sala tenia forma de icosaedro, estando la entrada en uno de sus laterales. En el centro de la sala, firmemente sujeta por una columna, habia una pequeña plataforma circular. En ella, un pedestal, y en el pedestal un pergamino. Detrás del pedestal habia un cofre.

Supuse que eliminar el pergamino de su pedestal podría traer terribles consecuencias para aquel que osara tocarlo, de modo que me dispuse a abrir primero el cofre.

Para mayor seguridad, me concentré para abrirlo desde la lejanía, con una potente ráfaga de aire concentrado.

La potente rafaga de aire concentrado lanzó el cofre al vacio, lo que provocó un escandalo inmenso al golpear este con el suelo e la sala y partirse en mil pedazos. Si estaba cerrado ahora ya no lo estaba, puedes distinguir un brillo tenue procedente d elos restos del cofre. Pero el sonido pareció atraer a otro invitados no deseados. Los sabuesos huesudos de antes comenzaron a salir por todas las esquinas de la sala y se lanzaron hacia ti desde arriba, y escalaron la plataforma desde abajo.