Noche en el Oasis

Llevaba todo el día caminando por el extenso desierto,junto a una bolsa larga que llevaba de lado,llena de lo necesario para no tener demasiados problemas.

Al atardecer encontré uno de los pocos oasis que había por la zona,y decidí quedarme ahí descansando,tanto que incluso cayó la noche.

Tras haber bebido y comido lo suficiente,decidí bañarme en la pequeña laguna de agua cristalina que había en el centro de la escasa vegetación.

Me quité la chaqueta y las botas,y me bañé con la falda y una camisa fina,dejando mi capa fuera para mas tarde.
Tras unos segundos nadando,me quedé flotando boca arriba,hacía una noche fría,pero preciosa.

Aparecí a lo lejos andando tranquilamente. Según llegué al oasis me senté una piedra callado.

Reconocía esa aura bastante mejor que tiempo atrás.

Salí del agua empapada,tanto que incluso la arena se volvía sólida bajo mis pies,y la ropa y pelo se adhería a mi piel con facilidad.

-No esperaba que estuvieras por aquí-dije sonriendo con timidez,algo enrojecida.

Ni yo que fueras tan hermosa, pero bueno desde hacía tiempo lo intuía -dije sonrojado al observar las formas que delataban su figura.

Mis pómulos se enrojecieron mas aún. Desvié la mirada algo avergonzada,y le empujé un poco en el hombro con el ceño un poco fruncido.

-No me digas esas cosas.!-dije roja como un tomate,y dándole la espalda, pero únicamente para que no viera lo roja que estaba y como esbozaba la sonrisa que no podía evitar.

Sonreí al ver su reacción, me levanté y la abracé por detrás. No tienes nada de lo que avergonzarte

Me calmé un poco,y me aferré a sus brazos con calided,disfrutando de su abrazo con una increíble paz interior.

-Sabes..?,..siempre me han gustado tus brazos,son fuertes..,y..en parte yo no los veo así porque quieras pelear con ellos,si no porque..son así de fuertes para proteger a los demás-dije en voz baja,aún algo enrojecida,no sabía bien que decía,pero me encontraba bastante bien con el cerca.

Me derretí ante sus palabras, me agradecían lo que siempre me ha gustado hacer, y encima me lo dice la persona que más quiero estando entre mis brazos convirtiéndome en ese momento en el hombre más feliz.
En especial para protegerte a ti. Es más, si me pidieras que no pelease nunca más lo cumpliría.

Me dí la vuelta en silencio,y le miré a los ojos con mirada firme y segura.


-Te quiero,Ian-dije con voz suave,y clara,mientras le sonreía con la mayor calided que salió de mi en ese momento.

Te quiero, Kaede -dije respondiéndola. Observé esa sonrisa que me cautivaba y ma hacía soñar por las noches y la besé suavemente.

Le correspondí al beso despacio,apreciando cada uno de los segundos que me besaba.

Pase mis brazos por sus hombros ,y le acerqué a mi con cuidado,abrazándole con cariño.

La agarré con delicadeza por la cintura y disfruté del beso como si fuera el último. Me separé suavemente tras cierto tiempo que me pareció demasiado poco y apoyé mi frente en la suya como solía hacer ella.

Le sonreí con calided. ¿Se podía estar mas agusto..?

Me separé suavemente y la quité un mechón de la cara colocándoselo detrás de la oreja. Te gusta el teatro? -dije inundado por la felicidad del momento.

Si, bastante. -dije mientras sacaba dos entradas que había comprado días antes. Romero y Julieta, te suena? -dije sonriendo.

Claro,es todo un clásico no?,ademas,casi todos los humano han hablado alguna vez de este en especial-dije mirando con curiosidad los papeles.

Es mañana. Estarías dispuesta a arriesgar tu vida con este lobo? -dije cogiendola de la cintura después de guardarme las entradas.

-Arriesgaré mi vida en ir contigo al teatro entonces-dije tocándome la barbilla con el dedo índice haciéndome la interesante,y luego reí alegremente sonriendo le.

Sonreí ante su respuesta. Me encantas -dije y a continuación, la volví a besar.

Enrojecí un poco,pues parecía que nunca me iba a acostumbrar a esas cosas,y le correspondí al beso con lentitud.

Me separé de ella y me tranquilicé. Su sola presencia me alteraba muchísimo y comencé a prestar atención al ambiente, sobre todo al agobiante calor del desierto. La cogí en brazos y me metí en el agua con ella.

Estaba roja como un tomate,como me pasaba enseguida,pero una vez dentro del agua,empecé a nadar de nuevo sonriente.

Es que hace mucho calor -dije excusándome nadando detrás de ella.

off: no te digo yo que no,aun que se supone que las noches en los desiertos son gélidas xD


on:

Anda,mira que casualidad-dige señalando con el dedo hacia la derecha de donde nos encontrábamos.