luna llena

hacia mucho tiempo que no salía a la calle.
Esa noche era luna llena, no recordaba lo que me gustaba tanto ese estado lunar.

Me puse a pensar en todas las cosas que habian pasado en el reino ultimamente.

Los tiempos estaban cambiando y quien sabe lo que podria pasar ahora.

Respiraba agitadamente, y es que llevaba ya media hora corriendo casi, dos vampiros me perseguian pero como estabamos en la ciudad no quería armar ningun escandalo, "menos mal que es de noche", eran maestros, un chico y una chica, sin eembargo yo no dejaba de correr, tenía que alejarme de la ciudad lo antes posible, pero mi orientacion no era precisamente buena, me estaban perdiendo la pista cuando de repente me choque con alguien, del impacto caimos los dos al suelo, pero me levanté rapidamente. Cuando ví que era Nat y que los vampiros estaban a punto de llegar, la escondí conmigo en un callejon bastante oscuro, para nuestra suerte habían pasado de largo-uff...-suspiré mirandola-Perdona por esto tan brusco, es que unos malditos vampiros querían pegarse conmigo en medio de la ciudad y como tenía que guardar las apariencias, tube que correr...-dije mirando por el final del callejon a ver si se habían ido, por suerte no les ví.

Aun estaba recuperandome del susto, ni me dio tiempo a reaccionar. Luccie me agarró del brazo y de un mometno a otro estabamos en un callejon, huyendo de unos vampiros.

Me fije en mi reina, estaba alterada.

-Luccie, ¿estás bi...

pero dejé la frase a medias. Pude sentir como unas auras desconocidas se estaban acercando hacia nosotras.

-Has notado eso- le dije preocupada a Luccie.

Mis dientes rechinaron-Si empezamos una pelea aqui, tendremos serios problemas, los sacerdotes sabrían donde estamos- cojí de la mano a Nat,-Esconde tu aura-la susurré al momento que reduje la mia y me mimeticé con Nat. Las vampiros llegaron, miraron por el callejon y se fueron, teníamos una oportunidad mas, me desmimeticé y volví a mirar.-Ahora si que no estan-dije saliendo sigilosamente por el callejon a la calle principal haciendole una señal a Nat para que saliera-vamos vamos, vayamonos rapido-susurré con una sonrisa, hacía mucho que no tenía un poco de acción.

La medío sonreí.

-Esta bien, vayamonos.

hacia mucho tiempo que no me divertia, al fin saldria de esta rutina.

Seguimos andando de camino a las afueras, mirando por todos los rincones de Eliria para no toparnos con nadie, porfin ya habíamos salido. A partir de ahí había una extensa llanura y un poco despues empezaba el bosque-Parece que ya hemos llegado y no a habido ningun percance-dije algo desilusionada.

OFF: rogariamos que apareciera algun admin con la cuenta del master del universo, para los dos vampiros, recordad que puse que eran maestros. Gracias.

Me concentré en detectar alguna aura extraña, pero nada, no noté nada.

abri mi mente para ver si notaba algo, pero tampoco....todo esto era muy raro y me olía a chamusquina.

-No te parece que esto está demasiado tranquilo, para ser tan de noche.

-Es normal en esta epoca, antes, hace unos 200 años, la gente salía cuando quería y eso era un caos, los asesinatos incrementaron notablemente y demas-dije sobandome la nuca.

Se que luccie intentaba tranquilizarme con sus palabras, pero un escalofrio recorrio todo mi cuerpo.

-Tengo un mal presentimiento.

Me senté en el suelo con las piernas cruzadas-tooooonterias Nat-dije reduciendo mi aura, para poder notar las suyas con mayor facilidad si se acercaban demasiado. De toda formas Yo tenía mucha mas velocidad que ellos.

-Llamame loca pero nunca me ha fallado este presentimiento desde que soy inmortal.

estaba muy preocupada, pues seguia sin sentir nada pero algo me decía que iba a suceder algo.

Llevaba un rato sobrevolando el cielo nocturno con mi aura suprimida, simplemente disfrutando de la noche, tal y como me gustaba hacer aquellas noches que la luna brillaba con fuerza, escapándome de todo lo que me rodeara para volar bajo su resplandor, era algo que había sido siempre así, incluso cuando aún era parte de los ángeles y dudaba que cambiara nunca... Pero aquella noche mientras sobrevolaba algunos árboles dos auras me llamaron la atención, se trataban de dos auras oscuras, que gracias a haberme cruzado antes con una de estas esencias logré identificar como vampiros, así que descendí en picado, quedándome a unos metros de distancia antes de elevar mi aura hasta que fuera perceptible y delatar así mi posición, esperando no alterar demasiado a quien fuera, caminando hasta ver tal y como había sospechado en un comienzo a la reina vampira y a otra vampiresa que no conocía de nada pero que parecía estar algo preocupada.

- Espero que no os moleste mi presencia... Puedo asegurar que no traigo malas intenciones, simplemente estaba disfrutando de la noche cuando me sentí atraído a mirar por vuestras auras... Sobretodo por la vuestra majestad, no pude evitar sentirme mal por el encuentro que hubimos el otro día... A, y para la bella dama a la que no conozco, mi nombre es Noctis, rey demonio renegado, un placer. Puedo preguntar que os trae por aquí?

Iba a echarme al suelo tumbada cuando apareció Noctis, y con unas amables palabras nos habló, sonreí abiertamente-No importa, realmente tenía un mal dia-dije feliz, observando el cielo-Unos vampiros, al parecer renegados me perseguían, tenían rango de maestro pero me gusta jugar con ellos, ademas si hubiera peleado en medio de Eliria seguro que habríamos llamado la atencion a mas de algun curioso.-

Off: No se si ya hace falta pero bueeno xD

La cuerda del arco se tensó produciendo un sonido característico, y casi inmediatamente despues, se destensó. El proyectil surcó el cielo en dirección a la reina vampira.
Procedia de uno de los dos maestro que la habian estado persiguiendo. Se encontraban a un centenar de metro, evidentemente la oscuridad no entorpecia su punteria. El que acababa de disparar echó mano de las flechas de su carcaj, situado en su espalda y volvió a tensar el arco.
El que se encontraba a su lado terminó de tensar la cuerda de su ballesta, lo que requeria mucha fuerza y cargó el virote. Apretó el gatillo y sonó un fuerte estruendo. Las flechas disparadas por una de esas cosas podian perforar armaduras. El proyectil volaba esta vez apor la princesa.

Asentí ante el comentario de la reina vampiro mostrando que entendía el que se hubiera comportado de aquella manera ya que si bien no me había parecido algo justo del todo yo también había salido algo alterado de aquella reunión, además de que no me había mostrado demasiado amigable desde el momento en que el armario lobuno había empezado a hacerme preguntas indebidas en un tono poco apropiado... Luego miré de nuevo a la vampiresa desconocida que parecía haberse quedado muda pero antes de que pudiera decir algo un sonido característico me puso en alerta, siendo precedido por una flecha que al desconocer de donde venía decidí eliminar de manera global, poniéndome entre los sonidos y las vampiresas mientras con un leve gesto de mano una brisa de considerable fuerza descendente que cualquier elemental podía hacer se manifestó, haciendo que un par de flechas se clavaran un par de metros por delante de mis pies, hablando con pasividad en un tono que solo las vampiresas pudieran oir.

- Con viento cambiante de por medio no van a lograr nada lanzando flechas... No habré dejado pasar alguna?

Al preguntar miré hacia las vampiresas, manteniendo mi mano en alto hacia el otro lado para provocar un nuevo golpe de viento si hiciera falta, creía que solo habían dos flechas pero podía haber pasado por alto otra.

OFF: Nat estoy tirada en el suelo, estaba sentada a punto de recostarme del todo xD

ON: Al parecer Los vampiruchos habían vuelto y cuando iba a apartarme, Nat se iró encima mia, una flecha nos dio de refilon, me hizo un leve rasguño en el brazo y yo sonreí-Fi-es-ta-dije alegramente, quitandome de debajo de Nat y mimetizandome, me saqué un poco de sangre y me hice un escudo. Luego me acerqué a Nat-Tapate los oidos-la susurre para que nadie mas me oyera, pues al demonio no le haría daño y silvé con mi silvato todo lo fuerte que pude, desplegando a mis murcielagos por todo el area, ellos me dirían donde ir, ademas de que dudaba seriamente que unos vampiros no estrenados, como Walter y demas, pudieran soportar mucho el pitido de mi silvato.

Me tapé los oidos en cuanto Luccie me lo ordeno, pero aún así tenía la sensacion de que me iban a estallar los timpanos.

me tire al suelo. El dolor era insoportable.

Espere paciente a que ese maldito silvato surtiera efecto en los otros vampiros.

Off: Nat, gracias por respetar lso turnos, la proxima vez que ignores los turnos te daré un aviso.

On: Nada más oir el pitido del silvato los dos vampiro taparon sus orejas como pudieron y echaron a correr al interior de la ciudad, evidentemente no tenian ninguna posibilidad, nadie les habia dicho que harbia tanta gente.

Escuché como se marchaban... quedándome un tanto decepcionado ante la situación, no esperaba tener que luchar contra ellos, ya que a fin de cuentas podía forzar con ello un conflicto con los vampiros renegados que por el momento no deseaba, pero resultaba decepcionante que su hubieran rendido en menos de medio minuto, aunque quizás había sido lo mas inteligente, o habrían terminado sin cabeza.

- Pues parece que todo se ha terminado...

Mientras decía esto me giré hacia las dos vampiresas, observando como la reina tenía entre sus manos un peculiar silbato... Que creí reconocer como un parecido a los que s usan con los perros sonriendo para mi interior por la ocurrencia, era un sistema eficaz para ahuyentar animales o criaturas con un oído demasiado fino.

- Estáis las dos bien? y bueno, vais a dejar que se vallan o vais a perseguirles? No veo que sea necesario, pero son vuestros enemigos a fin de cuentas, vosotras decidís... Yo solo esperaré hasta que podamos hablar con mas tranquilidad y sin flechas de por medio... A causa de este infortunio no he podido escuchar vuestro nombre... – Dije la última parte de mi frase en un tono mas suave y dirigido a la vampiresa que acompañaba a Luccie.

Cojí a nat por el brazo, para que se calmara, suspiré "menos mal que no es un licantropo" pense con una pequeña sonrisita y me levanté de nuevo-Paso de seguirles, al fin y al cabo no son mis enemigos.-dije finalizando con una sonrisa, solté mi silvato que estaba colgado al cuello y me estiré.

El dolor cesó al fin. Y pude observar como aquel demonio me hablaba, se estaba persentando.

-Encantada, soy Natasha Higurashi- dije con una inclinación de cabeza- soy la princesa de los vampiros.

Me percaté de que los perseguidores ya se habían ido. Me decepcioné un poco.

-vaya- dije desilusionada- pensé que tendríamos más diversión.

Correspondí la inclinación de cabeza hecha por parte de Natasha, sonriendo mientras lo hacía y volviendo a mirarlas con tranquilidad.

- Encantado Natasha. La verdad es que en mi caso no puedo desilusionarme... Como recién llegado a mi posición no me conviene ponerme a cazar seres de ninguna raza... No al menos oscuros, así que no podría haber pasado de desviar las flechas.

Mientras decía esto me dirigí a un árbol, apoyando la espalda con tranquilidad en este, antes de dejarme caer hasta sentarme en el suelo.

- Además de que ahora mismo estoy con una compañía agradable, así que como mucho puedo dar las gracias. Es bueno que podamos hablar en un ambiente libre de ataques o luz demasiado brillante.

Le sonreí. Para ser un demonio parecía muy simpático. Hice otra inclinación de cabeza.

-Encantada de conocerte- dije con una sonrisa- has echo bien en no meterte en la pelea, afortunadamente todo se ha solucionado.

Off: Lucie? Te ha comido el año nuevo? xD Perdón por la tardanza, pero estaba enfermo y en cama.

On:

- Afortunadamente si... Aunque habría sido distinto si hubiera sido algún ser luminoso, si bien en los tiempos que corren tampoco es conveniente crear problemas entre razas.

Dije esto en respuesta a Natasha. Si bien echaba de menos arrancar algún que otro brazo o pierna... O directamente alguna cabeza del cuerpo de algún ser luminoso... No podía evitarlo guerrear y luchar estaba en mi naturaleza, y no me molestaba, de echo me resultaba agradable.

- Por lo menos ahora podremos hablar con mas tranquilidad sin que nadie intente mataros por la espalda... Ultimamente las luchas y batallas toman una apariencia menos importante, será por lo que se avecina.