Entre la niebla

Observe como Alayne se subia las solapas, Quizas tenga frio... pense mientras me quitaba la chaqueta y se la pasaba.

-Pontela estaras mejor. La verdad es que tu historia es bastante interesante y algo triste, la verdad es que espero que nos llevemos bien y espero poder ayudarte a empezar tu nueva vida. En cuanto a tu compañia, quien diga que no es buena me da que se equivoca.

Note la presencia de otra persona por los alrededores, mire a los lados y, cubierto por la niebla, empuñe la espada, no iba a estar tranquilo hasta saber de quien se trataba y cuales eran sus intenciones.

Irónico que entendiendo el lenguaje del fuego, me toque abrigarme con ropa ajena. Asiento para agradecerle el buen gesto y me coloco por encima de los hombros su chaqueta. Es bastante agradable, la verdad.

Interesante teoría de una nube de algodón.-replico con gracia.-Me gustaría no decepcionarte pues confías en mí demasiado pronto, pero si las cosas siguen el camino que deben, mi nueva vida será ajetreada. Es divertido estar vivo, hay tantas cosas por hacer…Tantas personas con las que compartir secretos…-Le sonrío y alzo las cejas con picardía.-Por supuesto que yo también estoy dispuesta a escucharte siempre que necesites un comentario sincero, que no es lo mismo que correcto. Ayudarte, dependerá más de ti que de mí. Pues al igual que hay quienes no gustan de mi compañía, los hay que no gustan de mis consejos.

Escucho un ruido metálico y me doy cuenta de que Darksik ha echado mano de su espada. ¿Qué le ocurre? Primero la niebla y ahora el arma. Si ha pensado en matarme le habría sido más fácil tirarme por el precipicio que montar todo este tinglado. No, no está pensando en eso. Sus movimientos me dicen que ha percibido alguna otra presencia y tan solo está haciendo los preparativos para su bienvenida. Vaya, la caballerosidad se la ha quedado tras sus remolinos de aire. Y yo que ni siquiera me he enterado desde hace cuanto algo nos acecha, echémosle la culpa al vino. Mmm…vino, dulce, dulce, vino…

Si quiere algo vendrá- le comento a Darksik mientras le hago un ademan para que envaine su espada.-Y si no quiere nada, se aburrirá de ver dos siluetas que hablan sentados en una roca como si no tuvieran casa. Sin que ello implique ningún verbo como besar, matar, discutir, bailar, celebrar… Aunque eso es lo que haría yo. La otra posibilidad es que busque la muerte.-le comento con una sonrisa cómplice mientras le permito ver cómo mis ojos chispean.

Repentinamente, un sonido metálico chirriante me invadió mis oídos. Mis brazos se entrelazaron, cruzándose, y me acerqué con lentitud, atravesando la densa cortina de niebla que nos separaba, sin demasiado éxito, a todos los jugadores del juego de nuestras vidas. Tras atravesar la masa nebulosa, comencé a distinguir rostros, aunque no conocía a ninguno. Levanté la vista, y la sonrisa pícara que llevaba todavía se marcó un poco más en mis labios. Pero no así era mis palabras cuando intenté comunicarme con estas novedades para mi. Me sorprendió ver la espada desenfundada de Darksik, por lo que, con cierta ironía, intenté hacer que la guardara. La chica me parecía simpática, su sonrisa y su semblante no era muy distinto del mío.

Eeeh, tranquilo, hombretón. Que no vengo a matar a nadie. Sólo paseaba por la arena blanca y blandita, y me detuve a observaros...Y ahora, revelada mi intención ¿Puedo preguntar qué ocurre que hay tanta niebla aquí? No es demasiado normal...


Ladeé la cabeza levemente, gesticulando un poco con la cabeza, pareciendo que tuviera real curiosidad profunda. Pero quizás no sería del todo así.

Pero tras pensarlo mejor, decidí que debía, ante todo, ser un poco más aguantable que de lo habitual. No es sano granjearse nuevos problemas. Así que, sin dilaciñon, tomé mi vestido con ambas manos por los laterales, y me agaché con lentitud, haciendo una reverencia formal, al mismo tiempo que mi voz, ciertamente irónica, salía de mis cuerdas vocales.

¡Qué descortesía la mía, jejeje! Soy Angeline...y es interesante ver a un par de...seres humanos en esta playa

Resulto ser que la persona que nos vigilaba no tenia malas intenciones o eso parecia. Una corriente de aire proviniente de mi cuerpo despejo la niebla que me rodeaba, permitiendo que se me viera mejor.

-Hola Angeline- dije inclinandome un poco a modo de reverencia -No es muy comun ver a gente por aqui... ¿que te trae por estos parajes?- dije levantandome de aquella reverencia.

-Por cierto, Alayne parece ser que lo de hacer amigos entre la niebla si que da resultado.- dije mirandola y riendome levemente.

Finalmente ha venido. Resulta una joven bastante inusual para un paraje como este, o al menos a mí no se me ocurriría estando en su piel. Las niñas bonitas no necesitan un seguro de vida, necesitan dos. Uno para cuidarse de la mala gente y el otro para cuidarse de los amigos con ojos. Y que obviamente no van a parar de usarlos para mirarla… Sí que es curioso lo que me trae la niebla esta noche. El comentario de la recién aparecida me ha hecho gracia, pero yo tampoco sabría responder a su pregunta. Es niebla al fin y al cabo, tampoco tiene mayor importancia.

Escucho como Darksik se ha dirigido hacia ella más cordial, me llevo el dedo índice hacia el labio inferior mientras estudio por encima sus expresiones. Los ojos de Angeline me parecen los de alguien astuto y esa cortesía tan sarcástica, me invita a creer que no nos va aburrir.

Ya sabes mi nombre.-Digo mostrándole una sonrisa cordial, mientras con la mano, hago un ademan para referirme a Darksik. Pues momentos antes, lo ha desvelado por mí.-Un placer que hayas decidido unirte a la conversación. Ya sabes, comentamos trivialidades de simples humanos, tampoco te hagas muchas ilusiones. Pero también compartimos la alegría…-Le comento esbozando una sonrisa llena de dobles intenciones. Me levanto y me dirijo hacia la bota de vino.-¿Quieres?

Suelto la pregunta y le lanzo la bota de vino para invitarla a que eche unos tragos si así quiere. No soy muy de reverencias, ni de estrecheces de mano, ni cosas por el estilo… Pero rácana con la bebida tampoco. No, eso sí que no. Me cruzo de brazos y espero su reacción.

La niebla, la niebla…-me muerdo el labio y finalmente sonrío- sería una pena que la niebla pudiese hacer enemigos. ¿Verdad? Pero no hay que pensar en eso…-Le comento a Darksik para contestar a su comentario. –Niebla buena, niebla amigos…-farfullo con ironía.

Al oir la voz del recién presentado Darksik, con un movimiento respetuoso, pero también tachable de presuntuoso, deslizo mi brazo hacia abajo, inclinándome con el brazo bajo mi pecho. Luego me iergo con naturalidad, esbozando una sonrisa de satisfacción. Mis sagaces ojos me comunican que Darksik parece respetuoso con las mujeres, a juzgar también por lo que dice hacia esta chica. Mi tono, un poco irónico salía de mis labios con alevosía.

Creo que me trae la tan preciada arena de estos lares, jajaja. Es simplemente adecuada para mi.

Ciertamente, me gustaba pisar sobre la arena fresca. Una singular y fugaz mirada se paseó por el rostro de mi interlocutor. Parecía un chico joven, probablemente bello, pero quizás un poco instintivo e impulsivo. Luego al oir la voz de la mujer, giré mi cabeza, mirándola a ella, mostrando así que la escuchaba. Sus ojos azules me llamaban la atención. Parecían querer tragarme, que me sumergiera en ellos. Es una muchacha atrayente, y parece que influyente con su habla.

Escuchaba, con atención lo que decía. Dejé caer los brazos, pues cruzarlos es algo defensivo, y no parecía que necesitara tal cosa.

Tras oir que decía que ya sabía su nombre, una risa pícara escapó de mi boca. Me era gracioso que fuera directa, sin rodeos y sobre todo, ahorrativa. Aah, y al parecer también le gusta mi estilo de hablar. "Interesante, jejeje."

Tras mi fugaz risa particularmente especial, me detuve a tomar aire y vi su sonrisa afable. A lo que respondí con una sonrisa si no igual, un poco menos, pero siempre singular por no ser mi estilo de sonrisa habitual.


Me parecía curioso que le encantaran mi presencia a ambos, pues por lo normal, la gente suele odiar a los chupasangres, y no en sentido vampírico precisamente. A su comentario, contesto con alegría maliciosilla en mi voz.

Las trivialidades dan valor a nuestra vida a menudo, jejeje

Luego, al ver que me preguntaba si quería vino, asentí con la cabeza, y al ver la bota volar hacia mi, la tomé con ambas manos, sorprendida de que lo hiciera sin siquiera responderle. Le respondí, pero no me vió hasta que me la lanzó. Con la misma perplejidad, comenté pausadamente.

Va..vaya..gracias, qué amabilidad la tuya, jejejeje

No sabía a qué se referiría con lo de la niebla hiciera enemigos, así que fue lo último en responder, cuando me dispuse a reponder todas sus preguntas y comentarios con tranquilidad.

Para empezar, he de decir que el placer es mío, señorita. Sobre la niebla... no, no creo que la niebla haga enemigos, jejejejeje. Pero lo que sí sé es que la niebla me humedece en demasía mi rostro

Esperé a ver qué decía Darksik y Alayne de esto.

Sin embargo, continuñé hablando mientras esperaba la respuesta.

Por cierto, una sutil pregunta. Supongo que ya lo sabreis pero ¿sabeis qué soy?

-Un vampiro, si no me equivoco, mas si estoy en lo cierto espero que seas del bando de Luccie pues es una buena amiga mia y no me gustaria tener como amigo a uno de sus enemigos.- hice una leve pausa -Ahora que lo pienso, no me he presentado, me llamo Darksik, un placer conocerte.- dije haciendo otra reverencia.

-Sabeis, siempre me han gustado los espectaculos que brindan la naturaleza, por ejemplo la niebla, es algo un tanto sombrio, mas es como estar cruzando el umbral entre la vida y la muerte, como si pudieras cerrar los ojos y escuchar a los guerreros de antaño. Cada fenomeno natural tiene su encanto, al igual que cada persona, da igual el fisico como seamos toda persona tiene algo bueno, solo hay que mirar a esa persona del modo adecuado.

Alguien que bebe, menos mal, empezaba a quedar feo que el contenido de la bota fuese bajando solo por mí. A juzgar por cómo nos mira, creo que la hemos convencido para quedarse. Es cierto que la humedad se pega a ti como si te estuviese lamiendo, ya no recordaba esta sensación. Inspiro profundamente sin perderme detalle a sus palabras y alzo una ceja cuando finaliza la pregunta de Angeline. Así que ahora estamos jugando al quién es quién… Paso la lengua por mis labios lentamente y redirijo mi mirada traviesa hacia Darksik, pues él ha tomado la palabra ahora. Supongo que Angeline no se esperaba algo así, porque en unos segundos le ha quitado todo el misterio a la muchacha. O dicho de otra manera, con un soplo de aire, sí, de esos que atraen y repelen la niebla a su antojo. Río discretamente tras la segunda reverencia de Darksik.

Primero se percata de su presencia y ahora mira a través de sus entrañas para sacar su naturaleza más oculta. ¿Qué diablos llevaba mi vino de hoy? Porque puedo asegurar que mi agudeza no llega para tanto. Bravo, caballero. Ni un sabueso lo hubiese hecho mejor, y eso que yo me considero medio rata. Abro los ojos con gesto sorpresivo ante la reflexión que nos aporta. No me esperaba algo así, en un momento como este. Sin duda da qué pensar. Me trago mis palabras y chasqueo la lengua. Desvío mi mirada hacia los riscos, aunque verdaderamente si me dijesen que estoy mirando un árbol también me lo creería. Llevo mis manos hacia mis bolsillos, hasta que finalmente me decido en caminar hacia Darksik con gesto risueño.

Estoy de acuerdo, Darksik.-le comento mientras le apoyo mi mano en el hombro.-Todos tenemos cualidades buenas, pero se tiende a ensalzar algunas y reprochar otras. Como si no fuesen piezas del mismo rompecabezas. –Me giro mirando hacia Angeline mientras me abrazo con los brazos la cintura.-Para conocer a alguien no te basta con saber qué eres, ni de qué lado estás, sino en comprender sus intereses. Si tienes esto, todas las relaciones se basan en lo mismo.-Hago una pausa, parpadeo con gracia al sentirme observada y continúo.-Claro que si hablamos del tiempo, yo soy mujer del verano. Cuando más azote el calor, a ser posible. Todos los soldados regresan a casa, más fuertes y guapos que nunca. ¿Qué opinas tú, Angeline?-Le pregunto con una media sonrisa.

Ante la afilada respuesta de Darksik y aguda, no hice más que dedicarle una sonrisa pícara, mientras mis manos entrelazaban sus dedos apoyándose sobre mi pecho, mientras la bota descansaba sobre mis brazos, rodeándola. Miraba con mirada aguda y atravesante a Darksik, con interés.

Jejeje, me has cazado al vuelo. Bonito nombre por cierto, es cierto, Darsik, sirvo a Luccie.

Luego escuché con atención el resto de su respuesta. Al parecer gusta de los fenómenos naturales. Yo prefiero los semiartificiales. Sangre, matar, hacer uso de las artes provocativas. Aunque he de admitir que el mar, el cielo y muchos elementos naturales son de mi agrado.

Luego intervino la voz femenina de Alayne, que imponía y mostraba seguridad en sí misma. ME encantaba la tranquilidad de esta chica en todo momento.Parecía estar de acuerdo con él. Es curioso cómo la gente a veces sin conocerse, se ponen de acuerdo en algo, o es simple casualidad. Tras oir todo el relato de Alayne, intervine, sonriente, en el diálogo.

He de decir que sobre los fenómenos naturales, me gustan, pero hay cosas especiales que no son del todo naturales que me encantan. Respecto a loas buenas cualidades, todo el mundo sabe hacer algo bueno, jejejeje. Aunque sea afilarse la lengua, jejeje.

Avancé unos pasos, sosteniendo la bota con mis manos nuevamente. Me detuve a poca distancia de ALayne, para que la conversación fuera más cercana que fría y lejana. Continué, con sutileza.

Sé, y probablemente por experiencia, que el mundo se mueve por interés. Si a alguien no le interesa algo, ten por seguro que ni tocará ese algo. Así son las cosas, desgraciadamente. El altruismo siempre es el interés de sentirte bien, y eso no lo podemos remediar.

Con una mano, hice un grácil ademán, indicando que estaba de acuerdo a lo que dijo en último lugar Alayne.

Y por supuesto, jejeje, en verano los hombres se endurecen, y aman. Cosa que durante el invierno hacen igual, pero con menos intensidad. Pero he de decir que a pesar de que prefiero el frío, me es agradable el verano. No tengo problemas en ese sentido. Soy mujer de costumbres. EL frío es mi acompañante vital, y no podré separarlo de mi nunca jamás. Probablemente algo tengais vosotros que no se separa nunca ¿eh?

-Sinceramente... yo no tengo una estacion favorita, me adapto a cualquier cosa o circunstancia. En cuanto a las caracteristicas y virtudes de la gente, soy un tanto extraño, donde mucha gente ve un defecto yo veo una caracteristica. Por alguna razon, no puedo ver defectos a mi alrededor cosa que... me gusta.- dije moviendo mi mirada entre las dos chicas mientras hablaba.

-Esto... Alayne...- dije centrando mi mirada en ella -dime si me equivoco... Has dicho que te gusta el verano...especialmente cuando mas calor hace... puedes negarte a contestar si asi gustas pero... por esa reflexion que aportaste, diria que eres una controladora del fuego, ¿me equivoco?- termine de hablar entrelazando mis dedos y apoyando mis antebrazos en las piernas, quedando un poco inclinado hacia ella.

Sin despegar mis brazos, que siguen agarrados a mi cintura, repiqueteo con los dedos sobre mi cuerpo. Angeline ha decidido acercarse más a mí, me complace escuchar que se muestra conforme a mi manera de pensar. Me pregunto cuáles serán sus intereses…¿La venganza? ¿El dinero? ¿El placer? ¿El poder? ¿El amor? Nadie llena una copa de la misma manera si sus intereses cambian. Me balanceo hacia la izquierda no perdiendo la sonrisa tras su respuesta. Vaya, y yo que pensaba que estaba hablando con una chica que además de bonita era lista. ¿Qué tiene de entretenido el frío? Si los seres pensásemos fríamente, como muchos quieren hacer creer, seríamos lechugas. Si los seres fuésemos fríos por naturaleza, ¿Qué sería de la procreación? Si el mundo fuese frío… ahora mismo seríamos las marionetas de un libro que nadie compraría.

Giro la cabeza al escuchar que la voz de Darksik, ha roto mi pequeña reflexión interna. Al parecer se muestra neutro. Ni frío, ni calor. De las tres criaturas que nos hallamos aquí, cada una tiene una opinión diferente y se expresa con ademanes más que propios. Las cartas de presentación son de lo más interesantes y variopintas; desde el provocador desparpajo de Angeline en sus formas y maneras, hasta la disposición confiada y servicial Darksik. Si siempre se reúnen parlanchines tan diversos… qué de cosas interesantes nos podría contar el mar.

Río ante la pregunta de Darksik, el cual parece haber eludido la anterior cuestión de Angeline sobre qué es de lo que nunca se separa. No es la cuestión en sí lo que ha despertado mi risa, sino el hecho de ser “controlador” de algo. El fuego me susurra cosas y yo cumplo su voluntad. El fuego y yo somos uno, pero nadie decide quién controla a quién. El fuego baila, el fuego quema, el fuego arrasa, el fuego enciende…

Me aproximo hacia él porque quiero verme reflejada en sus pupilas. Pero antes de hablar le sonrío, para que no se asuste y aparte la mirada.

No hay quién te gane a las adivinanzas, ¿Eh, Darksik?- hago una pausa.-Si de verdad controlase al fuego ¿Crees que llevaría puesta tu chaqueta? ¿O mi propia sangre sería capaz de darme el calor que necesito? –le pregunto divertidamente, con una entonación casi infantil.-No es blanco, ni es negro, es gris.- Le doy un beso en la mejilla y me incorporo para volverme hacia Angeline.-Mi acompañante vital es mi armónica, siempre dice lo que yo le digo.

Le sonrío mostrándole mi sonrisa perlada y doy levemente unos toquecitos a mi bolsillo para indicar que la tengo allí guardada.

OFF Si en ese sentido de frío entendió...puedo apelar que no es precisamente ese, en sentido de, digamos, pasión precisamente no.

ON
Al parecer, Darksik se anticipó a Alayne. No es amante de las estaciones, pero tampoco odiador profesional. Y al parecer, es buen sabueso buscando respuestas. Es posible que sí, ella sea amante de las deidades ígneas que dejan su ayuda en ella.


El ladeo de cabeza de Alayne me pareció cómplice de mis palabras, pero suponía que es más bien una conversión en la misma idea. O quizás simplemente era una diferencia entre nosotras. Nada está del todo claro. Callada, acerqué mi mano a mi barbilla, y apoyé la cabeza levemente en ella, posando en postura aparentemente interesante, aunque realmente así era. Esta muchacha me intrigaba, pues más que hablar, calla y escucha. Probablemente muchos deberían hacer lo mismo, quizás empezando por mi misma. Aunque, sin embargo, una de mis pasiones es hablar. La burla lanzada a mis enemigos es, no sólo una afición, sino una pasión. Al parecer, le simpatiza Darksik a Alayne, a juzgar por la posesión actual de la chaqueta de Darksik por parte de Alayne. Si es así, o es muy caballeroso, o quizás ingenuo. Espero que sea lo primero.

Un hecho que me sorprendió es que Alayne besara la mejilla del caballero. Me acerqué a la roca, y tomé asiento, dejando balancear mis piernas al aire. Apoyé mi cabeza sobre mis brazos, apoyados a su vez sobre mis blancas piernas como la tez. Una sonrisa pícara se dibujaba en mi rostro. Al parecer, o es igual de pícara, o le cae especialmente bien. Me encanta ver curiosidades de la curiosa vida.

A su respuesta, atendí atentamente, sin desviar mi mirada picarona de su rostro. Era blanco, tanto como el mármol, y sus ojos azules marinos dejaban ante mi una belleza especial sin par. Me pregunto por qué tapará su otro ojo tanto con el pelo. No deja de evitar que se le vea. Por cierto, bonito cabello, tan largo y claro. Da gusto ver a tan bella señorita.

Sin desviar mi escrutadora mirada, me dirigí a ella nuevamente.

Armónica, amante de la música ¿verdad? Yo prefiero el sabor de la buena sangre, y el calor de un varón adecuado para mis gustos, jajajaja

Tras una risa un poco larga, levanté la bota por encima de mi cabeza, y le di un gran trago al vino, tras lo cual, dejé la bota sobre la roca, y me limpié la boca con un brazo tan blanquecino como el yeso, deslizándolo por mis labios rojos. Luego continué hablando.

Pero también soy amante de las conversaciones interesantes, tales como la de ahora, jejeje

Que Alayne me besara en la mejilla me dejo un poco confuso, no creia haber dicho nada como para merecermelo, aunque por otra parte si que me gusto que lo hiciera. Aun le daba vueltas a la pregunta de Angeline, espero que no me tomaran por un borde, simplemente, pensaba en cual seria el objeto del que no me separaria nunca. Derrepente comenzo a picarme el pecho sin motivo aparente mas cuando fui a rascarme el pecho, encontre la respuesta. Bajo la camisa se hallaba un colgante, con una forma algo estraña y dificil de describir, una marca de mi ciudad. Decidi contestar primero al resto de asunto y luego exponer mi objeto.

-Alayne, viendo lo bien que tocas la armonica diria que lleba contigo bastante tiempo o le dedicaste tiempo a aprender. De todos modos fuera como fuese, los mensajes que transmite tu armonica, diria que son capaces que animar a cualquiera.- dije riendome un poco -Y Angeline, el frio, tal vez sea considerado, algo desagradable por algunas personas pero, es un factor que a veces reconforta, y no solo trae cosas malas como la gente piensa.

Se me estaba empezando a secar la boca, asique me levante a cojer la bota, la alcé por encima de mi cabeza, -Con permiso- y di un buen trago.

Me puse a pasear, alrededor de las chicas, dando alguna patadita a alguna piedra que hubiera por alli, -Y en cuanto al frio y el calor, van muy de la mano, pues cuando alguien pasa o esta un poco frio, otra persona le ofrecera su calor, sin que uno arrastre al otro a su campo, sino para quedar en un punto intermedio que favorezca a los dos. Al menos yo lo veo de esa manera.- termine de hablar volviendome a sentar, con una sonrisa en la cara.

-En cuanto a mi amuleto por asi decirlo...- dije sacando el colgante de debajo de la camisa -Se trata de este colgante que es una marca de la ciudad en la que me crie, el cual me dio una amiga ahora fallecida.- dije agachando un momento la cabeza, aunque la alce al poco tiempo mostrando una sonrisa -Aunque eso es agua pasada, no hay que vivir en el pasado, sino apoyarse en el para saltar al futuro.

En verdad la conversacion se estaba poniendo interesante, como bien dice Angeline. Es agradable, tanto la conversacion, como el temporal, en verdad me alegraba estar aqui.- Pense, sin poder evitar soltar una ligera risa.

OFF: Tranqui, sí que te he entendido. Lo que pasa es Alayne es así de extrema, para ella el frío lo es todos los sentidos habidos y por haber. xD

ON:
Los ojos de Angeline me miran como si tratasen de estudiar cada una de las líneas de mi piel. Mientras que Darksik parece demasiado ensimismado como para atender a su alrededor. Mis labios se van estirando lentamente hasta formar una sonrisa picarona tras escuchar la risa de Angeline. No se me había ocurrido pensarlo hasta ahora, no en la manera que lo hacía antes, ni siquiera recordaba qué se sentía. Ha pasado mucho tiempo y han cambiado demasiadas cosas. Ya no se me pasará por la cabeza desperdiciar mi fuego nunca más, no ahora que he resurgido de mis cenizas. Lo siento por mi principie azul de barra, esta noche no acudiré a nuestra taberna. Tengo unos objetivos que cumplir y que requieren toda mi atención.

Asiento agradeciendo el cumplido de Darksik. Tanto hablar de armónicas me está trayendo recuerdos de lo más entretenidos. Me están avivando a regresar, y cuanto antes, al campo de batalla. El sonido de mi armónica marcaba el preludio tragicómico antes de un enfrentamiento. Mi maestro me enseñó a pensar como un hombre y ahora, más vieja y en pleno esplendor de mis facultades, amo el vino, la sangre de mis enemigos y dirigir a mis tropas. Escupiría en su cara para restregarle que me he convertido en princesa. Porque no, no soy un hombre. Soy una mujer, complicada y retorcida. O eso decía él de nosotras, pero nadie jamás le considero un sabio.

El frío como complemento del calor, el calor como complemento del frío. ¿En serio eso es legal? He visto castigos muy crueles por matrimonios de sirvientes con señores. He visto a gente morir por menos. Si el mundo está en equilibrio, que alguien gradúe mis gafas, pues sigo viéndolo torcido. Darksik siempre aporta un punto de vista muy idílico de los elementos. Es una pena que esa visión tan tantrica no llegase al barrio donde me crié. Nos enseña un amuleto de formas peculiares, sacado de lo más profundo de su ser. Es imposible no aferrarse a algo, las razones no importan. Darksik se ha sentado en lo que parece satisfecho de su intervención, ha llegado mi turno.

Si queréis que os toque algo, me siento con el ánimo apropiado.-Llevo mi mirada a uno y a otro.-Tanta filosofía y cambio climático me está dando dolor de cabeza. ¿En serio no os apetecería bailar y poner en práctica vuestros principios?-Rio con malicia mientras saco mi armónica.-Conozco una canción preciosa… la puedo titular…”Danza de frío y calor en un mar de niebla”. Con el rato que llevamos hablando, no podréis decirme que sois tímidos.-Comento mientras mis ojos chispean divertidos y suelto una nota de mi armónica.

Noté el patidifuso gesto facial de Darksik poco después de que le diese un beso Alayne en su mejilla. Jeje, este chico es quizás un poco inocentillo. Es jóven, después de todo.Aah.. la juventud...divino tesoro. Yo ya no la poseo, al menos en teoría, pero aparento tenerla. Algo me dice que Alayne tampoco es muy de este tiempo, o eso deduzco de su vocabulario. Pero dejaremos eso para más tarde. Ya se lo preguntaré. Pude ver que Darksik sacaba un colgante de su camisa. Bonito, pero extraño de formas. Al parecer, es un símbolo de su ciudad. Creo que todos tienen un pasado que tapar o recordar. La mayoría de los que veo..oscuros...lástima. ES curioso que lo diga él, que el frío y el calor son amigos cogidos de la mano. Una sonrisa se dibujó en mi rostro mientras Darksik relataba sus aventuras o dilemas. Su historia del colgante me parecía bonita, pero quizás un poco corta para mis gustos. Luego intervino nuestra joven dama en el relato. SU sonrisa me es familiar, curiosamente me recuerda a mi tanta malicia en ella. A la pregunta de Alayne, asentí con una sonrisa pícara dibujada en mis labios, que dejaba entrever mis dientes. Me erguí, dejando caer mis brazos e hice una leve reverencia a Darksik con la mano y la mitad de mi cuerpo, inclinándome hacia él un poco. Luego, tras erguirme nuevamente, fui respondiendo poco a poco a todo lo que habíamos dicho.

Por supuesto, Alayne, jeje, no es que sea una bailarina profesional, pero no me disgusta, jejejeje. Por cierto, lo del calor...quizás tengas razón, Darksik, pero no, el frío es un acompañamiento. El frío acompaña a las personas un poco descabelladas, pero de vez en cuando invade el calor a esas personas.

Extendí mi brazo, con una pose en la mano de invitación al baile. Me recordaba a lso viejos bailes que dábamos en la casa de mi padre. Tantas fiestas de personas de la alta clase...puf...al principio me gustaba, pero me fue aburriendo más y más...no era de esa clase de gente, a pesar de nacer en el seno de una familia así. No, mi vida sería la de Hidalga, pero en esos tiempos no me estaba bien visto...Es penoso que despreciaran a una mujer así como así por simplemente serlo.
Pero sin embargo, demostré al tiempo y al espacio que no dejaría que la corriente del tiempo me llevara. No, yo siempre fui contracorriente. Seguir mis ideales es lo primordial, o dejaré de ser yo misma. No puedo permitir que porque una persona estúpida diga que me tengo que tirar a un pozo, tenga que hacerlo. No, si acaso me tiraré cuando me apetezca, que por el momento no es así.

Dediqué una sonrisa grácil a Alayne, frente a ella, tras despejarme de estos pensamientos. Era encantador que nos ofreciese algo así, la verdad

-Bueno, no me puedo negar pero, me debes un baile Alayne- dije sonriendo. -No me parece bien, que te quedes sin bailar.

Me acerque a Angeline, cogisu mano hice una reverencia en la que bese su mano y espera a que sonara la musica para iniciar el baile, segun fera la musica.

Escucho sin prestar demasiada atención las palabras de Angeline, pues estoy recorriendo con las yemas de mis dedos el contorno de mi instrumento. Por extraña razón, intuía que la idea fascinaría a la vampiresa. Es curioso que todavía sea capaz de recordar cómo se hacía feliz a los demás. No es una práctica bastante habitual en mí, pero de vez en cuando rellena algún hueco en mi alma de oscuridad. Alzo la cabeza hacia el cielo mientras se deciden a cogerse o a posicionarse en nuestra pista de baile improvisada. Tras escuchar las palabras de Darksik, con su inesperada invitación, le sonrío sin ocultar que ha sido una sorpresa grata e inclino mi cabeza a modo de conformidad.

Deslizo con suavidad el aire de mi boca y voy introduciendo poco a poco una contagiosa melodía en el aire. No me pierdo detalle de la danza, pues mentiría si no reconociese que bailando se conoce a la gente. Muevo mi cuerpo siguiendo el propio ritmo que marco pero mis ojos están clavados en ellos. En los movimientos que hacen y en los que no. El cuerpo habla más que la boca. Las notas fluyen, el tiempo se intercala de música ¿Qué se dirán el frío y el calor?

Extiendo el último acorde de forma prolongada para indicarles que no tendrá continuación. Me dirijo a por la bota y le pego un buen trago, no obstante un reguero de vino sobresale de mis labios. Los miro con picardía, he aprendido mucho de las palabras que no han pronunciado, me limpio el reguero con la manga y les sonrío.

Música, bebida, Amen hermanos. –Apoyo un pie sobre una roca alta y me inclino sobre mi rodilla para que mi mirada quede por debajo de las suyas.-Desprendo calor y lo comparto. ¿A qué lo habéis sentido? Pero ya no diré nada más al respecto, que cada cual tome su opinión y zanjado el tema. –Chasqueo la lengua a modo de conclusión.-Por cierto, Darksik… me apunto nuestra deuda. Tú me señalarás dónde y cuándo.

Hice una inclinación de cabeza mientras el caballero me besaba la mano con educación, mientras una sonrisa con la que intentaba quitar un poco de formalidad se apareció en mi rostro. Tomé su mano, y su cintura con las mías.El baile al que me invitó Darksik se podía notar grácil, caballeroso y señorial. Pasos hacia delante, hacia atrás. Tanta cercanía me hacía suponer que esto era un chotis, lo cual no podía decir que fuera desagradable. Mi primer baile con un varón, y más tan cerca, en lo que podría decir siglos sin problema, literalmente hablando. Notaba cómo sus brazos me conducían, giros lentos, gráciles y señoriales. También podía notar su calor corporal, por el contacto que teníamos. Notaba su calor en mi pecho, sus brazos cálidos. En general, era más cálido que yo. Seguía sus pasos, mientras con una sonrisa denotaba mi profunda agradabilidad de este baile tan espontáneo. En el momento en que nuestra maestra de música detuvo su melodía, al terminar el giro que estábamos haciendo, le mantenía de una mano cogiendo la suya, ambos brazos completamente estirados. Le solté la mano y me incliné formalmente, estirando ambos lados del vestido que llevaba. Luego me levanté, y me dirigí a nuestra maestra que tanto nos deleitó con esta balada que alegra el corazón. Una sonrisa pícara, que en realidad mostraba buenas intenciones o eso pretendía, se dibujó en mi rostro, mientras le daba un sincero aplauso.

¡Bravo, bravo! Jejeje, no lo haces nada mal, Alayne. Podría decir que la música que me ha deleitado más en siglos, jajajaja.

Su grácil voz me quería mostrar el verdadero sueño de la música:unir personas, objetivo que desde luego ha cumplido con éxito.Respondí a ello, con voz sutil pero ligeramente burlona.
Lo he sentido, por supuesto. El calor de un baile penetrando en mis carnes, la esencia de la música bañando mi ser. Cierto es que la música une a las personas, jejeje


Luego pude escuchar la respuesta a la invitación de Darksik, a lo que esperé, callada, mirando a Darksik para que respondiera a todo ello.

OFF: siento haber tardado tanto en contestar estuve algo liadillo con examenes, y demas, disculpenme.

ON:

La musica comenzó a sonar, era una alegre melodia que resonaba en mis oidos y con la que no pude evitar cerrar los ojos y mostras una sonrisa. El baile comenzo, acerque mi cuerpo al de Angeline, era bastante agradable aquel baile, a pesar de ser tres completos desconocidos nos estabamos divirtiendo como si el mañana no existiera.

La musica terminó y con ella el baile. Se me hizo algo corto, aunque siempre se a dicho que lo bueno y breve dos veces bueno. Me separe e hice una reverencia ante mi pareja de baile y despues reverencie a nuestra maestra y la dedique un gran aplauso.

-Bravo Alayne, ya no hay duda de que en verdad estas en una armonia perfecta con tu armonica.- dije sonriendo ampliamente - En cuanto a la fecha y el lugar para bailar, dejemos que decida el destino, asi sera mas divertivo.- dije repondiendo a la pregunta de Alayne, desapareciendo entre la niebla y apareciendo de nuevo sobandome la nuca.

OFF: No pasa nada Darksik, lo primero es siempre lo primero.


ON:
Alzo la cabeza para contemplar la nada que nos rodea, al fin y al cabo la niebla no es nada. Respiro hondo un par de veces evadiéndome por unos instantes de mis acompañantes. Ni siquiera la chaqueta de Darksik calma la humedad que aquí se respira, y que sin remedio, también cala mis huesos. Si es que ya lo dicen; “Como en casa en ningún sitio”. Te echo de menos Infierno. Carraspeo y devuelvo con curiosidad la vista hacia ellos. No forman tan mala pareja después de todo. Les faltaría práctica, pero podrían llegar a trabajar muy bien juntos. Sonrío de improviso como si fuese capaz de ver a través de ellos ahora mismo. La música es reveladora de almas. Ojalá pudiera entender qué dice su revelación… nada me gustaría más, que escuchar las voces de su cabeza en estos momentos.

Me doy a mi misma un capirotazo en la frente. ¿En qué condenadas cosas estoy pensando? Ni que fuese una médium y quisiese poseerlos. Solo me faltaba eso, encima de poco agraciada ahora resulta que soy manipuladora. Ya me tocó ser la mala del cuento una vez y ya se sabe que los buenos siempre reciben cosas buenas y a los malos les tocan cosas malas. Pero eso solo sucede en la ficción, por supuesto. A mí me tocaron malas de todas, todas.

¿Tú también crees en el destino, Angeline? El destino ha decidido demasiadas cosas que no me han gustado. Es más caprichoso que yo, si cabe.-Busco a Darksik con la mirada hasta ubicarlo en su nueva posición.-Pero si tú confías en él, haré un acto de fe y confiaré en ti. No en él. –Llevo el dedo índice sobre mi labio superior y ruedo los ojos.- Aunque… se acercan tiempos difíciles. El frío, un colgante, mi armónica, seguirán con nosotros pese a todo. ¿Pero nosotros? ¿Seguiremos cada uno de nosotros? –Sonrío para aliviar la tensión, sin apartar el dedo de mi labio.- ¿Qué motivo os aferra a la vida por encima de todo? Por el rato que llevamos juntos, afirmo que me encuentro ante dos seres inteligentes y si no lo sois, tenéis la grandísima suerte de parecerlo.-Suelto una carcajada con el fin de no romper el ambiente relajado que estábamos teniendo.- Dichos motivos avivan mi curiosidad, pero no estáis en la obligación de responder. Si ese “destino” nos reúne de nuevo, sabré igualmente que eran buenos motivos.

OFF Es natural ¿A quién no le pasa eso? No te preocupes en lo absoluto.

ON

Darksik ofreció su grácil invitación como un caballero de capa y espada. Me gusta cómo lo hace. Sin embargo, la pregunta de Alayne me hizo recordar un poco el pasado, mientras ella hablaba con cierta filosofía vital.El destino...hmm...si existe, está claro que está para destruir mis planes, y para interponerse en mi camino.Con un par de pasos, me acerqué a Alayne, y me detuve frente a ella, mientras seguía sonriente. Aunque mi sonrisa cambió de tono, parecía un poco molesta.
Alcé la voz, con burla, y una mueca de molestia dibujada en mi rostro débilmente.

¡Je! si existe el destino, está claro que sólo está para interponerse en mi camino y para dificultármelo todo. Si existe, lo odio, si existe, tan sólo he de decir que no entiendo su punto de vista. Odio profundamente el destino, prefiero el futuro cambiante, la variabilidad, el poder decidir yo.

Hice una pausa, mientras tomaba aire para poder seguir hablando. Luego, relajando mi mirada, volví a hablar con más tranquilidad. Cierto es que todo lo que decíamos son cosas que durarán por siempre. Pero nosotros...quizás no. Su carcajada tras su charla de la inteligencia me recuerda en el fondo a mi. No es mala esta chica, o al menos en el sentido que le suelo dar. Por supuesto, yo soy inteligente, y consigo lo que deseo con perseverancia, pero lo consigo. Asentí con la cabeza, y me dediqué a responder con ya mi habitual tono irónico.

Estoy segura de que sí aguantaremos, jajaja. Y es muy sencillo lo que me mantiene viva.Sólo la gente me mantiene viva, jajaja.

Pero por mi mente pasó un recuerdo fugaz. Mi marido...o mejor dicho, mi ex-esposo. Recuerdo lo que me hizo. "Asqueroso...ese lamesuelos..."

Apreté fuertemente los puños, mientras dirigía mi mirada a la infinitud azul del mar. La grandeza del mar se extiende ante mi en todo su esplendor. Qué belleza...pero el recuerdo no se escapa. Ese ser inmundo...merecía más de lo que tiene ahora....

Un ligero gruñido escapó de entre mis labios, a lo cual siguió un leve bufido. Mi rostro denotaba enfado...incluso verdadera ira...Ese inepto....

Me puse a caminar, pensando con respecto al destino, mirando despistado al cielo. En verdad me habia traido malas pasadas, la muerte de mi familia, la muerte de Rish, la destruccion de mi ciudad, apenas me trajo cosas buenas, por no decir que ninguna, y para colmo hablamos de destino tal y como esta la situacion del mundo con todo lo de las piedras del equilibrio, a esto se le llama ser oportuno.

-Supongo que otra vez distinguimos puntos de vista, parece que os desagrada el destino, que no os gusta lo que este os a traido. La verdad... a mi tampoco me a traido nada bueno, mucha gente conocida a muerto y de mi ciudad ya no quedan mas que escombros. Mas creo en que todo ocurre por una razon, todo cobrara sentido algun dia y tal vez ese dia a pesar de nuestro dolor nos sintamos dichosos de como nos van las cosas.

Pare y mire a mis compañeras, puesto que a lo mejor les daba por matarme por lo que acababa de decir.

-Ademas, nunca me a gustado seguir el camino facil, si la vida no me complicara las cosas, no me sentiria bien, no tendria retos ni nadie con quien competir, ni un motivo para querer mejorar. Puede que el dolor que traen esos hecho dejen una gran marca en nosotros, puede que el dolor sea algo insufrible, algo que podria sumir nuestra vida en la peor de las miserias, mas no me importa. Para aprender a levantarse uno tiene que caerse primero, si el destino te tira, cada vez levantaras con mas fuerza, del dolor que albergamos, saldra la fuerza con la que venceremos.

Dije alzando el puño, por la emocion del momento, aunque lo baje rapidamente pensando que habia hecho el ridiculo.

Apoyo la mano sobre la parte del rostro que está tapado, el de la cicatriz, los cabellos la hunden casi por completo. Escucho con atención en primer lugar a Angeline, que ha tomado la palabra. El tono en que ha despechado su comentario, me invita a creer que quizás haya avivado algún fuego que parecía extinguido. De nuevo resuena su risa, me alegro de que haya vuelto entre nosotros…No obstante, esa mirada… Es posible que no haya vuelto, todavía, o se haya ido de nuevo.

Por otra parte, Darksik se muestra inquieto. También abstraído y con los ojos profundos de quién ha mirado dentro de su alma. Esto no me gusta el rumbo que está tomando. Y yo que pensaba que mi vida era como para echarse a llorar…El océano está lleno de lágrimas ¿eh? Si fuesen ratitas ya habrían sacado varias promesas de mí, porque si una cosa no ha cambiando en mi parada por prisión, es que yo jamás abandono a mi familia. Aunque si Angeline se ha descubierto como vampiresa, también es cierto que Darksik no lo ha hecho. Pero las probabilidades de hallarme ante un demonio y encima renegado, sería como encontrar dos conchas iguales de noche y con niebla. Pero… la última vez no me traicionó ningún enemigo, fue mi familia.

Darksik ha agitado el puño para demostrarnos su determinación. Su espíritu se ha mantenido más firme que el de Angeline, no obstante, tengo la sensación de que es como si los hubiese roto. Ahora entiendo por qué no hago amigos más a menudo, mi lengua muerde a pesar de tener la boca cerrada. Chasqueo la lengua disconforme, genial Alayne, ahora sí que ha caído la niebla sobre nuestras cabezas. Tengo que arreglarlos otra vez, se lo debo. Decido avanzar hacia Anegline y hacerla regresar de dónde quiera que esté ahora mismo. En el vaivén desenvaino ligeramente mi espada.

Angeline, tú no necesitas un destino. –Sonrío con calidez hacia ella.-Toda mi vida he observado a las mujeres hermosas. ¿Sabes qué impedimentos encuentran a lo largo de sus caprichos?-Alzo las cejas lanzando el interrogante y llevo mi mano izquierda hacia uno de los bolsillos de mi blusón.-Ninguno. El mundo es suyo, la noche que quieras, te lo demuestro. –La miro con picardía y extiendo mi puño cerrado hacia ella. Abro mi único ojo visible con sorpresa sin perder ese acento burlón. Abro la mano y mantengo una leve llama a la altura de sus ojos.-No soportaría que te quedarás sin gente, mientras no pruebes la sangre del dragón, quiero cumplir tu voluntad.

Es astuta y confío en que esto no solo le haya devuelto su buen humor, sino además no le importe pasar otra noche en mi compañía. Pero ahora es el turno de dirigirme hacia Darksik. Cierro la mano y extingo la llama que contenía, luego avanzo hacia él.

Nunca te cansas de luchar ¿eh?-le sonrío mientras me quito su chaqueta para devolvérsela.-Tenías razón, hablo el idioma del fuego. Y quién sabe en cuántas cosas más la tendrás…-Me encojo de hombros mientras le tiendo su prenda.-El dolor dibuja quiénes somos en realidad, si quieres una cabeza, te prometí que la tendrías. Pero no busques que eso desdibuje una línea que ya ha sido trazada. Al menos, conmigo nunca ha funcionado.- Desvío la mirada al suelo y me muerdo el labio con cierta duda. Antes ha dicho que le gustaría ayudarme… ¿Y si…? De alguna manera me ha hecho creer que todavía existen almas puras. Pero…Chasqueo la lengua para desplazar el pensamiento que se me acaba de cruzar y prosigo.-Sinceramente, si todo ocurre por una razón, me gustaría que me dijeses cuando llegue el momento, cuál crees que ha tenido esta noche.-Sonrío amistosamente y liso mi pelo, tras unos segundos añado-Por mi parte, aclararé algo. Creo que esta vez voy a ganar, porque ese destino del que hemos hablado, me ha repartido las peores cartas de todas las partidas que llevo jugadas.-Intercambio miradas con ambos y me cruzo de brazos con una sonrisa maliciosa.

ME fijé que se dejaba caer la mano sobre su cara, como si ella tuviera la culpa. AL fijarme en ese minúsculo detalle, aparté el pensamiento de mi mente, moviendo la cabeza enérgica, y volví a dirigir mi mirada a Alayne. No, no era momento de recordar eso, estaba con una nueva amiga, o al menos eso aparenta. "Sí...creo que ella es de confianza. Y creo que le puedo contar este pequeño secretito.Es algo que debo contar a algunas personas"

Vi cómo se acercaba con lentitud, y se detuvo junto a mi. Sus palabras comenzaron a tranquilizarme. No necesito el destino...¿Eh? Y dice que ha observado a las mujeres hermosas ¿Acaso ella no lo es? Yo veo en su rostro belleza, belleza natural. Es agraciada, para mi al menos, y no falta de encantos femeninos tampoco. No, estoy segura de que no quería decir eso. Ella no podría decir tal cosa. Su sonrisa invitaba a relajarse, y omití estos pensamientos brevemente.Pero me llamó la atención otra cosa. Metió la mano en el blusón, y respondió que ninguna. Una sonrisa se esbozó en mis labios levemente. Sí, era muy gracioso que dijera tal cosa, y probablemente tenía razón, y mucha además. Cierto es que las mujeres somos capaces de adueñarnos de todo, con la herramienta adecuada. Al ver que me extendía la mano, desvié mi mirada hacia ella, y gran sorpresa me dió ver cómo la llama que prendió en su mano me la acercaba lentamente, y clavé mi vista en ella. Ese fuego...el fuego que enciende las pasiones. Levanto la mirada brevemente, sólo para mirar su mirada pícara que tanto me gusta. Esta chica la verdad es que es una joya. Pero no sabía a qué se referiría con la "sangre del dragón" exactamente.

Jajaja, razón tienes mujer. Pero lo dices como si no lo fueras tú. ¿Por qué dices algo así? Si eres bella, muy guapa, y única, mujer, jejeje, aprovecha tu belleza, que ahora puedes hacerlo, jejeje. Y por cierto, bonita llama, jejeje. Elemental de fuego ¿eh? qué belleza, de veras.

Luego vi que se iba hacia Darksik. Al ver que conversaba tranquilamente con él, me mantuve mirándolos a ambos. Me quedé pensando en el asunto de la belleza. Es imposible que realmente quisiera decir eso esta chiquilla.

Esta situacion me resultaba divertida, no porque me la tomara a broma ni nada por el estilo, sino porque era curioso ver como Alayne que controla un elemento calido como el fuego, tenia un pensamiento tan frio, mientras que Angeline que podriamos decir que tiene la sangre fria tiene un pensamiento algo mas calido, aunque tambien tiene su parte fria. Es curioso ver como en cualquier ser la naturaleza a dado un equilibrio perfecto.

Alayne... Ya no me cabia duda de que lo tenia que haber pasado mal, esas respuestas tan sombrias... me fui acercando a ella hasta estar detras suya, una vez estuve en su espalda poye mi cabeza en su hombro y comence a hablarla al oido, para que solo me oyese ella.

-No puedo cansarme de luchar, como ya dije perdi muchas cosas, familia... amigos... muchos murieron delante de mis ojos dando su vida para que yo preservara la mia, es mi tributo a ellos mantener una sonrisa en mi rostro, para no olvidar porque lucho, para recordar que ellos siguen a mi lado.

Calle durante unos segundos, soltando una leve risa alegrandome de viejos y mejores tiempos, donde aun no conocia el sufrimiento.

-En cualquier caso, tu pareces haber sufrido tambien bastante mas de lo que aparentas, tal vez solo sean suposiciones mias y me este metiendo en una zona peligrosa, solo dire, que a una persona le puede gustar la soledad, pero nadie puede soportar estar solo eternamente... Quiero decir que si necesitas algo, puedes contar conmigo, despues de todo somos compañeros ¿no? En cuanto al sentido de esta noche...quien sabe, quiza el hecho de conocerme haga que sea mi cuerpo, en lugar del tuyo, el que reciba una estocada dirigida a tu corazon. Jejeje

Me separe de ella, con una sonrisa en la cara, comence a caminar, mire Angeline, y comence a hablar en voz alta.

-En verdad ninguna de las dos os podeis quejar por falta de belleza, ambas habeis sido bastante agraciadas y eso no creo que nadie lo ponga en duda. Ahora lo unico que nos falta a todos por hacer es disfrutar del momento, de todo cuanto nos rodea mientras dure, ojala todo dure eternamente y podamos vivir atesorando cada segundo, sobre este lugar.