La gran boda!!! (solo los que recibieron invitación)

Comienza, uno de los mejores acontecimientos en este mundo, la unionde dos personas que se aman. Pensaba mientras me sentaba en uno de los bancos que habia desocupados.

Vestido:

La musica había empezado a sonar, ese era mi turno, en un ultimo momento, Aspicius y Sheino se habían ido y yo había tenido ese poco tiempo libre para calmarme, pero los nervios me habían vuelto a invadir. Respiré ondo cojiendo el ramo y mirandome en el espejo con una gran sonrisa. Cuando las dos grandes puertas de mi castillo se abrieron de par en par, estando yo, frente a la puerta, esperé a que estubiera totalmente abierta. Cuando lo estubo, comencé a andar, mi vestido se ondulaba brevemente con el poco viento que hacía al igual que mis rizos. Dos guardias me seguían en todo momento, pero no me importó, un leve rubor tiño mis mejillas mientras que ya estaba justo en la puerta de la capilla.

Eché una breve mirada a todos los invitados allí presentes, estaban todos, todo el mundo que yo había invitado, y eso solo hizo ensanchar mi sonrisa. Seguí andando con paso lento y pausado cuando de repente mi mirada se echó al frente y una oleada de sensaciones me invadió. Ahí estaba el, la persona a la que yo mas quería en el mundo, a la que me había entregado completamente, habiamos tenido una hija y ahora iba a contraer matrimonio con el, su sonrisa, nerviosa por lo que podía distinguír, me hizo ruborizarme aun mas de lo que ya lo estaba. Hasta qee pofín llegué a mi puesto, justo delante de Walter. Mirandole con toda la emoción del mundo, sus ojos, de ese color carmesí que tanto me habían embrujado desde la primera vez que los ví.

Dejé el ramo de flores en la mesa del sacerdote, y este empezó a hablar-Señoras y señores de todas las razas, hoy estamos aquí para celebrar la union en matrimonio de la Reina Luccie y el principe Walter.-Echó una mirada a todos los presentes y yo, como mandaba la ceremonia extendí mis brazos hacia Walter, dandonos las manos. Entonces siguió hablando- Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que estan destinados a encontrarse, a pesar del tiempo, del lugar, a pesar de las circunstancias. El hilo puede tensarse o enredarse, pero nunca podrá romperse.-Tras esas palabras me miró-Luccie, ¿estas dispuesta a estrechar esos lazos con Walter, contrayendo asi el matrimonio?- miré al sacerdote con una sonrisa y luego a Walter, con mis ojos centelleantes de ilusión-Claro que quiero- El sacerdote satisfecho con mi contestación se giró a Walter- Walter, ¿estas dispuesto a estrechar esos lazos con Luccie, contrayendo asi el matrimonio?-

Cuando entró todo lo demás dejço de existir, ya solo estabamos ella y yo. Avanzó con gracia hacia el altar, envuelta en un aura de magestuosidad que siempre la acompañana cuando lo pretendia. Por un momento el universo dejó de existir, las preocupaciones desaparecieron, todo se calmó, la seguridad me envolvió por completo, no podria ser más consciente de lo que queria en ese momento. Avanzó hasta mi y me dio la mano. Despues de una breve introducción y la respuesta de Luccie, el sacerdote se giró hacia mi y me preguntó.
-No podria estar más dispuesto. -Dije con toda seguridad y un tono de voz firme. Entonces ya solo quedaba el trabajo de los padrinos. Tenian que atar el lazo rojo que reposaba sobre el altar al rededor de nuestras muñecas.

-ouch!-pense- siempre yego tarde- entre en la capilla sin hacer ruido dado que antes abia estado diambulando por ai, la capilla estaba preciosa, habia asientos de sobra pero me quede depie, no me gustaba mucho sentarme.

Tome asiento en uno de los primeros bancos y miré la boda sin una palabra. Me fijé en cuando entro la chica ángel pero no dije nada, mira que llegar tarde.

Nada más ver a Kaede responderme, sonreía con cierta picardía, pero alegre por verla. Es cierto, fue en el conflictillo del minotauro. Callada, si no recordaba mal. Pero lo poco que hablaba era con sentido, para mi alegría. Al oirla devolverme el piropillo, una sonrisa un poco maliciosa se dibujó en mis labios. COn un gesto de la mano, aparentaba quitarle importancia a lo que dijo, como si no fuera del todo cierto. Luego se apartó de mi, probablemente para saludar a alguien, así que yo me dirigí a uno de los bancos con lentitud, hasta oir la aclaración de garganta del sacerdote, momento en el cual aceleré el paso, y tomé asiento al otro lado de Dana, completamente en silencio, y esbozando una sonrisa alegre. Observaba al Príncipe estar nerviosete en pie, imponente. Pero sí, los nervios lo dominaban.

A los pocos segundos, oí un suave y melódico sonido acariciando mis oidos, y la puerta abriéndose con lentitud. Giré mi cabeza, para poder observar la entrada de la novia, que tan ruborizada se encontraba. Está deslumbrante, como cabía de esperar de esta mujer tan estilosa. Le guiñé un ojo con sonrisa pícara, pero no esperaba que me viera, lo normal sería que no. Sin embargo, asistí al diálogo entre el sacerdote, Deimos y Luccie, con maravilla notable en mis ojos y facciones. Me era grácil y sutil que Luccie se casase, con un joven tan guapo, apuesto e inteligente. En el fondo quizás lo quisiera para mi, pero precisamente eso me dan mejores presagios para ellos, porque a las personas que les deseo algo, les deseo cosas que yo quiera y me desee.

"Qué bonito, Luccie está vergonzosilla, jejejeje.."

pues despues de lo del minotauro todo me ha ido bien -sonrei y me dirigi a uno de los bancos para sentarme y ver la ceremonia

tome asiento junto a Esra.

-Hola- le dije con una sonrisa

hola nat -dije con una gran sonrisa

-Que tal estas, no nos vemos desde aquel dia en la taberna.

Recorde amargamente el espectaculo que dio aquel chucho.

estoy bien y tu ? -resople al recordar lo de la taberna

gire la cabeza hacia angeline- as visto a andrew, se va a perder la ceremonia- mire alrededor, buscnadole, era extraño, al principio estaba muy emocionado pero despues dejo de hablar del tema, volvi a mirar alrededor, entonces entro luccie y me calle. asisti a la boda sonriendo, me hacia feliz verlos alli.

Luccie estaba preciosa,y radiante,tal y como esperaba para ese día.Me sentía feliz de que todo estuviera saliendo bien.

Al estar al lado de Dana,aun que la pregunta fuera para Angeline,comenté en voz baja:

-Tampoco e visto a Ian,de hecho..no hay ningún licántropo en esta capilla.Mas tarde..intentaré saber donde se han metido-dije algo incómoda.Algo me daba un mal presentimiento.

Al parecer la boda ya habia comenzado y ningun licántropo hizo acto de presencia, lo cual hizo que se dibujara en mi rostro una sonrrisilla maliciosa de demonio travieso, seguidamente tome asiento rápidamente junto a Kaede, pues no encontraba otro sitio mas agradable que ese y guardé silencio.

Observé al Sacerdote colocarse en el altar, con Deimos a su lado, y rápidamente fui a sentarme, junto a Wataru, que estaba junto a Kaede. Me arrimé a Wataru un poco, y apoyé mis manos sobre mis piernas. Observaba a Walter, nervioso, estar de pie, esperando a Luccie. Repentinamente, la música resuena por toda la sala, y giro mi cabeza hacia mis espaldas. Luccie, serena aunque sonrojada, se encontraba caminando por la larga alfombra roja que llevaba al altar. Una sonrisa se dibujó en mi rostro ampliamente, mientras veía que se acercaba. MIraba, alegre y dulcemente, a Luccie subir al altar. Al oir los "Sí quiero", mi sonrisa era tan grande, que podían verse mis dientes blancos bajo mis labios. Estaba feliz, porque Luccie estaba feliz. Era todo tan bonito.

OFF Gracias por la puntualización, se me fue la mano.

off: amy, el personaje de deimos en realidad se llama walter no deimos. perdon por este post

Al oir la pregunta de Dana, bajé el tono de voz, y me acerqué a su oido, para decirle en voz baja lo que había pasado. MI voz sonaba un poco sufrida, pero era más bien lo que yo creía que sufriría Dana con eso.

Dana...Andrew no va a venir...no vendrá aquí nunca más me temo...


Sentía pena por Dana, pero también rabia por Andrew. Le odiaba profundamente por lo que me hizo aquella noche en la celda. Suspiré levemente. El encuentro en la taberna era algo que esperaba que él notara sobre mi. Yo no le hice mal, pero me lo devolvieron así. Por tanto, merece castigo.

me rasque un poco la cabeza, no lo entendia muy bien la verdad, quiza se habia vuelto a pelear con su hermano y estaban enfadados, preferi no preguntar para no parecer algo idiota.

aaa. ok- respondi escuetamente

Oí la conversacion que tenían Dana, Kaede y aquella vampiresa que no conocia, estaban sentadas cerca nuestra, no pude evitar meterme en aquella platica.

-Ha habido problemas con los licantropos....la alianza se ha roto.

Llegado el momento me acerqué a la pareja y con el lazo rojo entre las manos, até las suyas con una sonrisa:
-- enorabuena -- murmuré de forma que solo ellos pudieron escucharme. Me retiré un poco.

Me senté con los demás en un banco del medio y presencié toda la ceremonia con una leve sonrisa. Aquella boda era un remanso de tranquilidad en aquel río enfurecido y caótico de problemas que se cernían sobre Yggdrasil.
Me moría de ganas de soltar un "vivan los novios!!!!!!" a grito pelado, pero me esperaría un poco. De repente percibí algo extraño y me removí en mi asiento, incómoda de repente. "Tal vez sea mejor que me largue de aquí. En cuanto los declaren marido y mujer, los felicito y me voy" pensé. No obstante, nadie podía haberme notado nada, dado que mi aura estaba suprimida.

Observé a los novios apaciblemente. Dibujé una sonrisa en el rostro al mirarles y tomé un lazo rojo que había en el atril para atar sus manos. Después me aparté un poco y dejé que concluyera la ceremonia.

Cuando ataron los lazos mi corazon latió a mil por hora, si hubiera sido humana claro, le miré y entonces el cura comenzó a hablar de nuevo-Con estos dos lazos ato vuestras almas, con estos dos lazos unis vuestras vidas para toda la eternidad-Sonreí ya era oficial, ya eramos marido y mujer, le miré con ilusión.-Ahora devereis realizar la unión- asentí y miré a los ojos a Walter, sonriendo, me acerque lentamente a el, cerrando los ojos y cuando ya solo unos centimetros separaban nuestros labios, giré mi cara y me acerqué a su cuello dejandole libre acceso al mio, saqué mis colmillos como dictaba la ceremonia y durante aproximandamente 3 segundos, bebí de el.

Ataron el lazo alrededor de nuestras muñeca. El sacerdote habló. Ya estaba a punto de terminar, la ceremonia que me uniria por fin con la persona a la que tanto amaba. Para finalizar acerqué mis labios a los suyos y cuando el contacto fue inminente ambos nos dirigimos al cuello del otro. Bebí de su sangre durante unos segundos, unos hilillos de sangre recorrieron tanto su cuello como el mio.
Al finalizar separé mis colmillos de su cuello y la miré a los ojos.
-Y Asi termina la ceremonia de unión, a partir de ahora Luccie y Walter compartirán sus vidas, por toda la eternidad. Que ni siquiera los dioses sean capaces de romper vuestro vinculo. -Con estas palabras del sacerdote se dió por concluida la ceremonia.

Les sonreí y desvié la mirada casi sin darme cuenta hacia Salem, entrecerré los ojos, notando la sangre por mis venas fluir más deprisa, hay estaba tan campante el rey renegado de mi raza. Instintivamente traté de destruir su mente y todo lo que podría estar haciendo con ella, sin importarme la seguridad de los presentes ni nada, con un hechizo imperceptible, apenas me daba cuenta de lo que hacía. La voz del cura me sacó de mi ensoñación y sacudí la cabeza. Supuse que la enfermedad me hacía seguir mis impulsos y magnificaba mis sentimientos.