Intentando averiguar.

Me había metido de lleno en el castillo licantropo de Ian, por una parte me sentía mal, era renegada y me había metido aqui de lleno y sin preguntar, la gente me había abierto las puertas sin ni siquiera preguntarme, quizas fuera porque era un licantropo. Empecé a olisquear todo a mi alrededor parandome en algunos puntos fijos y suspiré, estaba claro que no iba a encontrar gran rastro de ella asi -porque no lo dejas? si alguien te pilla te meteras en un buen lio- me sugirio, como siempre, yumi -no puedo ahora que e llegado tan lejos, solo un poco mas-susurré me perdí por uno de los pasillos y escuché unas voces, corrí hasta una habitacion combirtiendome en humana y cerrando la puerta despacio, me dí un par de vueltas a la habitacion, para que toda oliera a mi y me metí en el armario, con la esperanza de que nadie entrara.

habia rastreado sin dificultad el olor de hanako, todo ello curiosamente me llevó al reino de Ian. Fruncí el ceño, ¿que demonios hacia ella allí? Ian era mi amigo, pero aun no había hablado con él desde aquello... y por si acaso se formaba una guerra no quería hacerlo para protegerle. Bajé mi aura por completo cuando entré alli, la mayoría de los licantropos que me encontraba no me prestaban importancia, hiba transformado en mi forma de lobo por lo que pasaba un poco desapercibido. Logré colarme en el castillo, siguiendo su rastro, lo que me llevó a una habitación. Entorné los ojos, habia dejado todo su olor en ella, se notaba desde bastante lejos. Entré y quedé unos segundos dentro, delante de la puerta cerrada tras mis espaldas.

-Hanako... sal-dije en voz baja, mi tono era serio, estaba cabreado

Noté una gran aura, acaso podría ser Ian, pero cuando entraron en la habitación pude ver por una rendijilla a Andrew, no hice ningun ruido duranto un pequeño rato, esperando que se fuera, pero parecía que no tenía la intención. ¿Pero porque estaba ahí?¿acaso me había seguido?, no tube mas remedio y abrí el armario de la izquierda despacion con el ceño fruncido y salí. Seguro que ahora me echaba la bronca mas grande de mi vida, pero tenía que intentar encontrar algo de ella.-Te lo dije hanako-susurró yumi

Vi como salía del armario, la miré con ceño fruncido.

-Vamonos-dije simplemente, con un tono mucho más serio que antes, la tomé del brazo, sin fuerza pese al cabreo, incluso diría que con delicadeza y nos teletransportamos a nuestro reino. Me habia encargado de intentar camuflar mi olor y rastro, pero el de hanako habia quedado ahi, eso traería problemas.

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No había recibido ningún aviso, ni nada que me indicase que había entrado alguien que no debía entrar, pero un olor familiar llegó a mis fosas nasales y corrí lo máximo que pude hacia donde se encontraba ese olor que por suerte no estaba muy lejos de donde me encontraba y pude seguir el rastro. Me metí en la habitación inundaba por el olor de Hanako y otro mucho más familiar. Ya no había nadie pero que hubiesen entrado ahí no significaba nada bueno, habían entrado en el reino contrario. Nunca creí que pudiese ocurrir esto y la rabia me hizo golpear la puerta del armario haciéndola añicos. Me giré y vi en la puerta a varios licántropos y a un maestro. Poned más gente en las puertas del castillo y que sean rastreadores. Así podrán saber si el que entra en oficial o no. -grité a este último y me fui a mi despacho de nuevo pensando en porqué se habría presentado Andrew en el reino.