Después de ser liberada por Aurora,salí rápidamente de los sótanos,y caminé en busca de un lugar alto en el limbo. Me subí al templo en el que solía leer,y me quedé de pie, observando en silencio las visas. Cerré los ojos para disfrutar,como nunca antes lo había hecho,del magnífico aire que mecía,mi ahora mucho mas larga melena. Iba vestida con una camisa blanca,y unos pantalones muy cortos también blancos,ropa para estar en la habitación mas bien,pero no me había molestado en cambiarme,solo en sentir la libertad por la que tanto vivía.
Ahora el pelo me llegaba hasta las piernas,había crecido bastante mientras estaba en la cárcel,tendría que cortarlo.
Olvidé todo,y con un rostro totalmente calmado,disfrute en silencio de la libertad,junto a mi ahora nueva aura neutral. La oscuridad se había disipado.