Calei Lucius JupiterPadre y Señor del Cielo Nombre Completo: Calei Lucius Jupiter
Raza: Ángel
Edad del rol: Aparenta 24 años (desconocida)
Sexo: Masculino
Descripción Física: De altura considerable y porte fornido. Cabellera rubia como el Sol. Ojos azul-eléctrico y mirada penetrante y embriagadora. Rasgos angelicalmente atractivos y piel bronceada de un tono dorado. Posee dos pares de alas emplumadas brillantes del color del marfil.
Habitualmente y, sobretodo en el Cielo, va sin camisa, únicamente con un ligero paño del color del marfil a modo de falda masculina griega y unas sandalias de piel clara del mismo estilo (aspecto del avatar). Pero, al igual que en la imagen, se muestra también con su armadura, escudo y máscara protectora forjados con una aleación de metal que sólo en el Cielo se puede hallar (con la armadura puesta, muchos dirían que estuvieran viendo a su padre...). Asimismo, fuera del Cielo y, comúnmente para las visitas, suele lucir una túnica griega también del color del marfil, con las mismas sandalias.
Descripción Moral: Justiciero y moral. Altivo, hedonista, ególatra. Considera iguales a las mujeres en cuanto a pensamiento y habilidades, las tratará con respeto y adoración sin rebajarse. El protocolo para él es una prima. No tolera la irrespetuosidad, tanto hacia sí como hacia las personas que compongan su círculo de personas de confianza, y no dudará por tanto en despreciar si recibe dicha clase de trato. Considera a los caídos traidores que no merecen piedad ni respeto. Respecto a los Demonios.... mejor leer su historia.
Armas: Espada eléctrica
Historia del personaje: Muchos años ha de su nacimiento entre algodones de luz. Tan solo su madre yacía en el lecho, acompañada de otras ángeles comadronas que la estaban ayudando a traer a su hijo al mundo. La luz desbordaba en el aposento, sobretodo cuando llegó al mundo la pequeña criatura, pues un deslumbrante halo lo protegía mientras él lloraba.
Un pequeño atisbo de decepción surcó el rostro de Caeli al descubrir que era varón, pues ella había deseado una hembra. Pero enseguida su semblante cambió y lo acogió con ternura en su seno.
Los ángeles se retiraron ligeramente para dejar aquellos instantes íntimos a madre e hijo.
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Calei, hijo mío...De repente, las compuertas del aposento se abrieron de golpe y el Rey irrumpió en la sala arrebatándole sin escrúpulos al bebé.
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¡No! ¡No te lo lleves! -Suplicaba la madre con impotencia-.
Mi señor, se lo suplico, no apartéis a Calei de su madre...-
El niño se llama Lucius, y es mi hijo...Y desapareció en un resplandor cegador.
......
Caeli no volvió a saber de él ni a tener contacto directo con su propio hijo, el legítimo heredero del Cielo.
En aquel espacio apartado del mundo de Ygdrassil y la humanidad, las leyes eran diferentes y no eximían a nadie de no cumplirlas. Eran como una manada de leones. El Rey gobernaba y las Ángeles eran su ejército. Ninguna gozaba de un trato especial, pero todas estaban a merced y protección del Rey.
......
Pasaron los años y Calei Lucius crecía fuerte y sano. Era educado y entrenado en las artes de la guerra por su propio padre, mientras recibía los cuidados de su madre y las demás ángeles. Pero Caeli no podía nombrar a su hijo con el nombre que ella le había dado al nacer, pues por ley, todas debían dirigirse a él como “El Príncipe Lucius”.
......
Calei creció y se fortaleció entre aquellos algodones, aprendió de su padre a ser el Amo de los Ángeles y a ser su protector, convirtiéndose en el capitán del Ejército del Cielo.
Tuvo otros hermanos, tanto varones como hembras, de otras ángeles, y todos ellos le envidiaban por ser el hijo predilecto del Rey Ángel, el heredero directo de su linaje. Pero al mismo tiempo le temían, pues era el más diestro de todos y capaz, y aun así el más inteligente y mejor estratega, como su padre, pero a la vez respetaba y adoraba a las ángeles como tales, algo que le diferenciaba, para mejor, de su padre.
......
La guerra entre el Cielo y el Infierno estalló. Calei, obligado por su padre, lideraba el ejército mientras su padre simplemente observaba y tomaba las decisiones finales.
Pero sucedió algo inoportuno que cambió el curso de la historia... Un amor clandestino e imposible surgió entre su madre, Caeli, y el general de los ejércitos infernales, Draihkon. Su madre no buscó ese amor, pero como todo en la vida, surgió en el momento más inesperado e inoportuno.
Ambos lucharon, cada uno por su lado. Caeli fue despreciada por el propio Rey, padre de su hijo el príncipe heredero al trono, por su traición, pero el Demonio en cambio fue conmemorado por ello.
Su madre guardó el secreto de que esperaba un hijo del demonio en su vientre todo lo que pudo. Pero la oscuridad de crecía cada vez más en su vientre, pareciendo no apaciguarse con su luz, y era muy difícil de ocultar aquello en el Cielo.
Una noche, y antes de que el Rey montara en cólera, Calei acompañó a su madre al reino renegado para que pudiera dar a luz en paz a su pequeño. En secreto, velaba por su madre a espaldas de su padre.
Finalmente dio a luz a una preciosa niña, tan hermosa como su madre, que recibió como regalo su propio nombre.
Aquella misma noche Calei se reunió en las puertas del Cielo con el padre de la criatura y se la entregó a buen recaudo, pues no tenía la certeza, debido a la oscuridad que albergaba la pequeña, de que pudiera sobrevivir en el Cielo.
Al regresar a por su madre, la encontró muy marchita, pues había engendrado un bebé oscuro, que le había ido arraigando las entrañas y consumiendo su luz poco a poco. Pero el vacío que le dejó su hija, pareció marchitarla más rápidamente...
La abrazó, ignorando que aquella sería la última vez que lo haría. Pues el Rey no tardó en enterarse y la mandó ejecutar al amanecer.
La tragedia transcendió, pues el Rey, tras crucificarla en el centro de la propia ágora de la ciudad del Cielo, para que todos los ángeles pudieran ser partícipes de tal hecho, la obligó a redimirse por sus actos. Pero toda su respuesta fue:
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Yo sólo quería sembrar la paz, que la guerra terminase, no hubiera más muertes y pudiéramos convivir en paz con las demás razas...El resto de ángeles presentes quisieron alabarla, incluso el propio Calei, pero hubo incertidumbre y temor en el ambiente. El Rey no tuvo piedad alguna con ella, tras arrancarle las alas con sus propias manos y dejar que un baño de sangre tiñera la blancura del Cielo carmesí, la hizo arder con el fuego de sus entrañas para que éste la consumiese de una vez por todas y no pudiese llegar a urdir venganza alguna.
......
Poco tiempo después, el Cielo fue atacado. Draihkon aliado con los ángeles caídos, invadieron el cielo para sembrar en él la venganza que Caeli no pudo urdir. Pues de todos modos la Ángel Caeli había hecho mucho por las demás razas y casi logró instaurar la paz en Ygdrassil.
Asediaron el Templo Angelical, las dos Reinas caídas y sus príncipes dieron caza al Rey Ángel. El poder del aire apagó su fuego para siempre... Sin embargo, cuando quisieron hacer lo mismo con el príncipe Calei, Draihkon se interpuso.
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Él salvó a mi hija y me la entregó a buen recaudo. Saldo mi deuda permitiéndote vivir. Pero desaparece de la faz de este mundo hasta que Ygdrassil se restablezca y necesite un nuevo gobernador del Cielo.Los Caídos, comprendiendo la situación que aquella deuda de vida encarnaba, dieron su consentimiento y se marcharon. Muerto el Rey Ángel, el Cielo había caído y no volvería a resurgir en mucho tiempo.
También Draihkon se marchó, aunque Calei Lucius Jupiter, futuro Rey del Cielo, sabía que no lo volvería a ver, pues se había dado cuenta de que él padecía el mismo mal que acaeció a su madre pero a la inversa. Sólo esperaba que pudiera vivir lo suficiente como para velar por su hermana Caeli.
Calei Lucius, por su parte, cumplió su promesa de desaparecer de la faz de Ygdrassil y se exilió a las cavernas de los Desiertos fríos del Norte, integrándose entre los hombres entre tanto como un humano más (así fue como se mantuvo informado de lo que acontecía en el exterior), llevándose consigo a las ángeles supervivientes, preparándose para resurgir cuando Ygdrassil lo precisara.
Ambición/Aspiraciones: Gobernar el Cielo como antaño lo hizo su padre, sembrar justicia en Ygdrassil a aquellos que la merezcan, velar por los suyos. Encontrar a su hermana perdida y traerla de vuelta a casa...
Rango: El más alto disponible (a ser posible
Rey Ángel oficial)
Habilidad Física: Buena visión
Poder: Control del elemento Agua
Ventajas: Carisma, Presencia y Observador
Desventajas:- Enamoradizo: Desde siempre, Lucius ha sentido una cierta debilidad hacia todo lo hermoso y ciertas cualidades le resultan especialmente atractivas en las personas, aunque suele sucederle más frecuentemente con las mujeres ya que son más fácilmente adulables, por lo que tenderá a idolatrarlas.
- Perfeccionista: Lucius ama la perfección en lo que al trabajo se refiere, por lo que se vuelve una persona extremadamente crítica, especialmente consigo mismo, pues le gusta el trabajo bien hecho. Siempre buscará la perfección, por lo que jamás permitirá que le vean sus defectos y debilidades. En combate se vuelve una persona extremadamente calculadora y de mente fría, debido a este defecto.
Otros: Es el hermano mayor de Caeli et Terra (antigua Princesa de los Demonios Renegados). No suele revelar su verdadero nombre, sólo las personas dignas de su confianza conocen su primer nombre.