Buscando al tal Lucius

Me presenté casi instantáneamente en las puertas del cielo, donde magnifiqué mi aura esperando llamar la atención y comencé a decir sin gritar, pero en voz alta.

Lucius, Rey de los Ángeles, la Reina de los Vampiros, Luccie, necesita de tus servicios médicos. Por favor, preséntate ante mí, y sígueme.

Me encontraba en mi despacho revisando unos documentos, cuando de repente sentí un aura súper oscura en el Cielo. Entorné la mirada al tiempo que rápidamente me desaparecía en un destello de luz y me aparecía en el lugar donde la había percibido. Había un vampiro que no conocía de nada. Llegué a tiempo de escucharle lo que gritaba.

- ¿Luccie? -En seguida me precipité hacia él-. ¿Dónde?

Dije posando mi mano izquierda sobre su brazo.

En el Reino Licántropo no-oficial... Realmente odio tener que desaparecer.

Dije desapareciendo junto con el.