Reencuentro de viejos amigos

Después de haber ido al reino caido, cambié el rumbo y en lugar de volver a mi reino, decidí pararme a hacer antes una pequeña visita.
En estos pocos años de viajes con mi hijo, no habia sabido nada de Amy. Era una amiga que apreciaba y he de reconocer que en ocasiones, al recordarla, la extrañé.

Y allí estaba, frente las puertas del reino, con una sonrisa en los labios.
Mi aspecto era el mismo, la unica novedad era la de un pequeño rastro de barba de 3 dias, pero apenas llamativo. Sin contar con mi crecida de pelo, pero seguía teniendolo lo suficientemente corto para que siguiera tan encrespado como siempre, solo que ahora algo más largo.

Un centinela se acercó a mi.

-¿Desea algo?

Sonreí.

-Quisiera ver a la reina Amy, somos viejos amigos

El centinela se internó en los jardines tras oir la petición de Andrew. Conocía su rostro. Había venido varias veces por estos lares, por lo que no fue necesario preguntar acerca de su identidad.Tras un tiempo prundencial, regresó a la puerta, y la abrió lo suficiente como para que pasara Andrew y 2 más como él.

La Reina le espera, señor Wingates

El guardia encabezó una marcha a través de los jardines de palacio, conocido por sus árboles viejos y la fresca hierba verde. Allá a lo lejos se podía divisar la plaza central, y detrás, el Templo. No tardaron más que unos breves minutos en llegar a la plaza, tras lo cual, sin poder evitar las miradas curiosas de los demás, acabaron por pasar por el lateral del Templo. No muy lejos de allí se veía una hilera de bancos de piedra junto al Templo, en los cuales, en uno de ellos, me sentada apaciblemente observando la hierba verde a mis pies. Oí pasos y al girar mi rostro para ver de quién se trataba, sonreí de oreja a oreja. Me levanté, y antes de que siquiera pudiera irse el centinela, no sin inclinarse, me acerqué rauda hacia Andrew y le di un fuerte abrazo, gritando de felicidad

¡Andreew!¡Me tenías muy preocupada!Exclamé abrazándole más fuerte.

Tras unos segundos, me separé de él, y le miré con un fingido rostro de enfado

¿Es que te habías olvidado de mi? Pero mi rostro no podía mentir. En realidad estaba de lo más contenta, cosa que salió a la luz cuando volvió mi sonrisa amplia a mis labios.

¡Aay!Si no me puedo ni enfadar contigo, jejeje Agregué mientras reía por lo bajo felizmente, como una niña que le hacen cosquillas. Entonces, ofrecí asiento en el banco a Andrew con el gesto de una mano mientras le preguntaba.-¿Qué ha sido de ti?Te había echado mucho de menos, Andrew

Me dirigí por los floralmente adornados establecimientos del reino angelical, me condugeron a lo que parecia cerca de un templo, entonces vi allí a Amy. Sonreí. Los años no hacian mella alguna en su angelical y fino rostro, ¿quien diria que hubieran pasado algunos años? parecia que habian pasado horas desde la ultima vez que la vi, en apariencia.
Yo tampoco habia cambiado mucho, seguia aparentando mis 23 añitos, pese a tener... bastantes mas.
La recogí entre mis brazos, gustoso de volver a verla.

-Yo también te eche de menos, Amy-dije con sinceridad, sonriente.

Me senté junto a ella.

-Pues... mi hijo se hacia mayor y los peligros que acosan actualmente el mundo son demasiado poderosos. Debia adiestrarle correctamente sometiendole a un duro entrenamiento, por su bien... Asique me fui con él estos pocos años... y bueno... ya estamos de vuelta.-hice una pausa- siento no haberte escrito, Amy, fue todo muy rapido y Dean ocupaba todo mi tiempo.-quedé un momento en silencio, entonces volví a habar, esta vez con más enfasis-¿Y tu que tal todo? supongo y espero que tendras muchas cosas que contarme ¿no?

Me senté junto a él escuchando lo que decía. Así que su hijo ocupaba su tiempo... Era natural, después de todo necesitan muchos cuidados. "A veces me he planteado que quizás debiera ir preparando a mi estirpe...pero creo que aún no es el momento"

Cuando dijo que lo sentía ladeé la cabeza con media sonrisa y lancé una mirada profunda hacia sus negras pupilas azabache.
Andrew, no te preocupes. Entiendo que en ciertas circunstancias no hayas podido comunicarte conmigo. Lo que importa es que has vuelto Agregué. Luego, y como era de esperar, me preguntaba qué me había pasado a mi. En ese momento recordé los últimos hechos acontecidos hará apenas unos meses. Suspiré, con los ojos cerrados, tras lo cual, volví a abrirlos para mirarle de nuevo, esta vez con mirada más nostálgica.

Sí...me han pasado muchas cosas. Por un lado, puedo decirte que ya he hecho las paces con la hermana de Lucius. Parece llevarse bien conmigo ahora. Repuse sonriendo a medida que recordaba su rostro de facciones finas y ojos grisáceos. Y sus cabellos dorados como hilos de oro... Volví a suspirar. Aah... por otro lado, en ese mismo día, ocurrió algo.... Empecé a murmurar, sin embargo, debido a lo pesado que se me hizo aquel acontecimiento, me ahogaba en esa frase. No supe seguir, como si alguien me hubiera robado la voz en ese preciso instante. Me quedé con la vista fijada en mis pies, ligeramente inclinada hacia delante, y con los ojos ligeramente empañados.

Entoncese agité la cabeza. No, no era el momento de ponerse triste. ESo debía arreglarlo yo solita. Me pasé el brazo por delante de los ojos para llevarme la humedad de ellos y me giré de nuevo hacia Andrew con una mirada que no transmitía tristeza pero tampoco alegría.

Verás....La oscuridad penetró en mi aquel mismo día....Ahora es inocua, pero temo que vuelva a aparecer y me controle. Por eso, debo buscar una espada oscura y aprender a manejar con ella mi lado oscuro...

Dije escuetamente. Podría contarle más si me preguntaba, pero en principio no sabía si debía decírselo todo.

La escuché con atencion, su primer comentario me hizo sonreir, me alegraba de ella aun que no me acordara bien quien era de quien me hablaba, pero hice como si nada. Era cierto que me alegraba por ella asique no era algo tan grave.
No obstante, mi cara torno en cuanto se puso de aquella forma. Quería hacer algo por ella.. no sabia que era lo que la habia pasado pero la hacia mal, y yo no deseaba mal para Amy. Entonces, cuando me lo contó, mi reacción fue sonreir, mirandola con profundidad. Una sonrisa calida y pero no muy marcada. Suspiré.
Era normal que la afectara, ella era un angel, se supone que los angeles son todo pureza.. pero era algo que yo no acababa de comprender del todo... yo pensaba que, aun que fuera en un pequeño recodo de nosotros, siempre habria algo de oscuridad. Por ello sonreí, era algo humano, y ella estaba tan aterrorizada...
Bien cierto era que, ese lado habia que controlarlo, pues en un angel no se que efectos tendria... seguramente seria como cuando, hace ya muchos años, tuve que controlar a mi lobo interno y guardarla en lo mas profundo de mi ser. Es algo que nos marca, y nos cambia en cierto modo, pero para mi no era algo tan horrible.
La acaricié la megilla, limpiando el rastro humedo de una lagrima que no llegó a terminar el recorrido por sus mejillas.

-¿Y eso te preocupa tanto?... se lo que es... y se lo que se siente al tener en tí un lado oscuro que lucha por dominarte y controlarte... se bien lo que es despertar y encontrarte con que has destruido todo lo que conoces... Es algo triste, y es un alto sufrimiento, pero... no se por que, me alegra.-hice una pausa reflexionando-es que... se que esto te hara mas fuerte, y en parte... todos tenemos algo oscuro dentro de nosotros... es un rasgo puramente humano y, en gran medida, necesario. Hay que mantenerlo a raya pero, es un gran reto, además que te ayudará a estar en una simbiosis más profunda contigomisma. Además si algo te sucede, aqui estaré yo para ayudarte, Amy, cuenta conmigo.-concluí sonriente.

Me quedé observando los ojos de Andrew, y la sonrisa tierna que tenía dibujada en sus labios. ¿Trataba de animarme? Si no era eso, desde luego lo parecía. Pero sí, trataba de animarme. Pero él no sabe qué había ocurrido, lo que había sentido, y lo que había hecho. Antes de que me controlara la oscuridad, había sido ruda, tenaz, y también violenta. Él no lo podía entender del todo, simplemente debía haber estado allí. Pero yo lo recordaba como si fuera ayer mismo. Cómo empuñaba la espada, cómo cuando habíamos acabado con mi espada junto a su cuello y con la suya junto al mío, tomé su espada con la mano apartándola, hiriéndome a propósito. Luego ocurrió esa terrible transformación...de la que Lucius me salvó, por suerte.

Y claro, era normal entonces que me dijera que no debía preocuparme. Que siente lo que sentí, y...¡¿le alegra?!

"Mejor esperaré a ver qué es lo que va a decir"

"¿Me haría más fuerte?" Pensé mientras me decía todo aquello. No, no creía que lo hiciera. A mi no me gustó en absoluto. Y además...él debía saber que siendo hija de un ángel yo no era humana. Era un ángel puro, sin derivaciones. No era humana, no tenía todos los sentimientos humanos que existían y no debía tenerlos. Relajé el entrecejo y los labios, provocando así en mi rostro una mirada de seriedad, de serenidad y solemnidad. Esto era importante, y lo que iba a decir debía ser claro. Y lo complementé observando hacia la profundidad de sus ojos.

Escúchame, Andrew. Sé que lo dices con la mejor de tus intenciones, y por eso lo aprecio y no sabes cuánto. Pero yo no soy humana. No tengo sentimientos humanos. Sólo soy una niña que sabe o ser alegre y despreocupada o llorona y preocupadiza. Y lo que hice allí antes de dejar que me controlase la oscuridad no sé si era o no defensa propia o ira. Y lo que me ocurrió después...Bueno... Digamos que ahí era cierto que no era capaz de controlar mis acciones, pero sí era consciente. Dark Amy....así la nombré yo... No sabes el horror que sentí cuando veía lo que me pasaba. No sabes el pavor que tenía entonces a mí misma. Y lo peor de todo es que me vuelva a ocurrir y no haya nadie al lado para detenerme, y haga algo de lo que me arrepienta casi seguro, porque Dark Amy es asesina.... Dije de corrido. Entonces me tomé una gran pausa para respirar, para darle tiempo a que asimilase lo que había dicho, y entonces, proseguí un poco más.

Aunque por un lado, es cierto que me podría hacer más fuerte, pero no deseo más poder, o creo no desearlo. De todas formas... Entonces, tras aquel rato de seriedad, volví a sonreir, y me abracé a élMuchas gracias, Andrew, por tratar de animarme Repuse mientras me quedaba así. No me iba a separar de él hasta que tuviese alguna respuesta a lo que acababa de decir

La observé, su reaccion no fue como yo la habia planeado. Al igual que supongo que la mia no fue como ella habria querido que reaccionara. Pero... no entendía por que tantísima preocupacion. ¿Acaso me habia refugiado tanto en mi mismo que no podia entender nuevas visiones? para mi no era malo, tampoco bueno... pero era algo que tenía tan sumamente asumido... formaba parte de mi tanto como mi rostro, mis manos o mis piernas. Me entristecí levemente. "Tiene razon, no es humana, Andrew" me dije, era un factor importante a tener en cuenta, y no lo habia considerado. Todo esto tuvo que afectarla demasido... entonces... recordé aquel dia en el que mi hijo se combirtió por primera vez. Ese día me habia visto a mi mismom reflejado... y en sus ojos solo habia ira... Más tarde, cuando recuperó la conciencia, no habia otra cosa que dolor y arrepentimiento. ¿Arrepentimiento de que? solo habia que aprender a controlarlo... habia que ser fuerte y no dejarse llevar por ello... ¿acaso me estaba combirtiendo yo en un insensible? Agaché la cabeza.
La muerte era para mi ya solo una etapa más... pero aun pedia, si buscaba dentro de mi, recordar. Recordar cuando aun era humano completo, quizas mi lobo interno poco a poco me esté arrebatando la sensibilidad.

-Lo siento... Amy.-solo dije eso, me sentía bastante mal y culpable. Me habia comportado como un completo imbecil e insensible.-De todos modos, te ayudaré en todo lo que esté a mi alcance.

Realmente lo que decía, lo decía en serio, pero tampoco era para reprochar a Andrew. Sólo quería hacerle saber que yo no era humana, aunque claro, quizás nunca se lo hice saber correctamente. Acaricié su espalda con mis manos suavemente unos segundos antes de separarme, y entonces le miré a los ojos sonriendo como antes, acercando mi mano a la suya. Cuando apenas quedaban unos centímetros para notar su calor, tomé su mano. Estaba calentito, como él solía estar siempre. Parecía que nada hubiera cambiado.

No te preocupes, Andrew. No te sientas culpable de nada. Y muchas gracias por tu ofrecimiento.

Entonces me levanté del banco, y dirigí mi mirada hacia él, cerrando los ojos tras eso, e inclinándome hacia él un poco, colocando las manos en mi espalda, enlazando los dedos entre sí.

Bueno, ¿nos vamos a otro sitio? Quizás quieras presentarme a tu hijo. O quizás podemos ir a ver a la buena de Luccie, jejeje
Pregunté con una mirada de sincera alevosía. Para nada me había molestado lo dicho por Andrew, y él debía saberlo. Y si no se lo hacía entender, se lo repetiría una y otra vez.

Me seguía sintiendo mal, pero creo que a ella no le habia molestado tanto como yo pensaba. Decidí dejar los lamentos a un lado, si seguia seria incomodo para ambos.

Entonces se levantó y, con su radiante sonrisa.

-Pues... si quieres ver a mi hijo solo dimelo, imagino que estará en el reino o paseando por los bosques... o leyendo.

Tiré de su mano para animarle a levantarse, dando pequeños saltitos.

¡Venga, vamos a ver a tu hijo! Dean se llamaba ¿verdad? ¡Vamos, vamos!¡Quiero verlo!

Gritaba, mientras con los saltitos tiraba de su brazo de forma interrumpida, enérgica.

¡Levántate!¡Vaaamos, Andreew!

no pude hacer otra cosa que sonreir ampliamente. Me levanté, con gesto cansado y me puse depié.

-Vale-reí-iremos. Ven conmigo.

OFF: vamos aqui ---> https://creatureswars.forosactivos.net/t1996-conociendo-a-dean#36896 ON: