Conociendo a Dean

OFF: venimos de aqui ----> https://creatureswars.forosactivos.net/t1984-reencuentro-de-viejos-amigos#36892 ON:

Llegamos tras un tiempo de camino, al fin y al cabo, del cielo tecnicamente se podia descender desde casi cualquier lado. Tecnicamente. Dean no tenía que estar muy lejos.

Atravesamos rudas murallas del castillo y llamé a uno de los centinelas, diciendole que llamara a Dean.
Entramos en el castillo, subiendo por las enormes y rocosas escaleras hasta llegar a unos pasillos bien iluminado por antorchas. Llegamos hasta unas amplias puertas, escoltadas por dos centinelas. Cuando entramos estabamos en mi despacho. Era amplio, una mesa con su correspondiente asiento se encontraba al fondo, tras de sí una balconada de puerta vidriosas, por las cuales entraba la luz de la luna menguante, acompañada por un dielo estrellado.
En la sala también habia algunos sillones orientados a una pequeña chimenea. Se podía ver un fuego controlado dentro de ella, que calentaba la sala.

-Ponte comoda, Amy.-invité a que se sentara-llegará enseguida, ¿quieres algo de beber o... comer, mientras tanto?

Seguí a Andrew por allá donde fuera, atravesando las murallas del castillo Licántropo de Andrew. Miré a ambos lados del camino, y a pesar de que era todo con aspecto antiguo y rústico, era bastante acogedor. Esbocé una sonrisa cuando vi a los dos centinelas que escoltaban la puerta, y entré en el despacho de Andrew.

Entonces me acerqué al escritorio y me quedé mirando a mi alrededor. Al fondo veía un balcón amplio por el que entraba una tenue luz. Entonces me volví hacia el calor hogareño de la chimenea.

Asentí con energía a la proposición de Andrew

Bien, y no, no necesito nada, gracias, jejeje Repuse mientras me sentaba en el sillón frente a la chimenea. El calor que desprendía era de lo más reconfortante.

Tienes un castillo muy bonito, Andrew, si me permites decirlo, jejeje

Me encontraba en la biblioteca, ensimismado entre una montaña de libros que escondían casi por completo mi atento rostro. En mi viaje habia tenido pocas oportunidades de leer, pues mi padre sobretodo insistía en las mejoras fisicas. Al llegar a este castillo me habia encontrado con cientos de libros cogiendo polvo, y de allí ahora era dificil sacarme.

Un centinela abrio las puertas. Alcé la vista entre los libros, al ver quien era la ergí del todo.

-Principe Dean, su padre le llama.-dijo el centinela

Me queté las gafas de lectura y resignado cerré el libro, marcando la hoja por la que iba para poder retomarlo mas tarde.

-¿Donde está?-dije poniendome en pie


-Le espera en su despacho, señor.-dije, haciendo una leve reverencia y apartandose, pues yo ya caminaba hacia la puerta.

-Bien, gracias.

Salí de la biblioteca y subí hasta su despacho. Como era de costumbre, escoltado por Tom y Fredic, los centinelas que solian defender su puerta. Les saludé amistosamente y me abrieron la puerta.
Antes de abrirla, noté un agradable olor de alquien que estaba dentro. No estaba solo.

Cuando entré vi a mi padre depié en mitad de la sala, y mis ojos se guiaron solos hacia lo que para mi era una de las mujeres mas... perfectas que habia visto hasta entonces. Su olor y aura eran puros y claros como aguas cristalinas. Quedé un momento sorprendido, debia ser un angel... Entonces lo pensé mejor, y enefecto, literalmente debía ser un angel. Tomé la compostura nuevamente e hice una pequeña reverencia, tanto a mi padre como a la invitada.

-¿Me llamabais, padre?-dije mirandole, sin poder evitar observar a la mujer sentada bajo la luz de la chimenea.

Entonces recordé, ya fijandome más en ella que me resultaba familiar. Era vieja amiga de mi padre, de eso estaba seguro.
Sería toda una sorpresa para ella verme, imaginaba. Si la habia visto habia sido en mi niñez, y había cambiado mucho desde entonces.

Ahora medía casi como mi padre, aun que me seguía sacando unos 15 cm. Mi conflexión no era ni de asomo tan fuerte pero también se podía apreciar el musculo algo marcado tras el chaleco marron que solia llevar, habierto mostrando el pecho y sin mangas, resaltando los mas o menos trabajados brazos. Mi negro pelo no era tan largo como el de él, más bien era cortito, aun que también narutalmente puntiagudo. Mis ojos marrones eran eredados de la madre de la cual no me acordaba y mi tono de piel era una mezcla de el palido de mi padre y el moreno de mi padre. Tenía puesto tambien unos pantalones algo holgados y negros, sujetos con un fuerte cinturon de cuero marron y unas rigidas botas de este mismo color.

Sonreí gratamente.

-Gracias, aun que no es comparable al lujo y majestuosidad del tuyo.

Entonces entró Dean por la puerta, y sonreí aun mas ampliamente.

-Bien, Dean. Has llegado rapido. Te presento a Amy Sunie, la reina de los ángeles. Amy, este es Dean, mi hijo.

Apostaría lo que fuera a que estaba en la biblioteca, este niño no dejaba de leer... pero en gran medida eso me agradaba. Tenia buena base fisica, y unida a su ansia de conocer sobretodo de investigar en libros le haría mucho mejor lider de lo que yo pueda ser.

Me levanté del sillón en cuanto oí la puerta abrirse, y entonces le vi. Había crecido mucho desde la última vez que le vi, sin duda alguna. Al ver cómo hacía una reverencia, le devolví la misma, esbozando una sonrisa amplia, hasta hacer un ángulo de 90 grados conmigo misma. Entonces me erguí nuevamente, tras lo cual desvié una mirada atenta hacia Andrew y asentí. Entonces me acerqué a Dean lentamente, caminando de manera que apenas movía el vestido, con lo que parecía que ni siquiera tocara el suelo, y me quedé junto a él por un momento. Y entonces me fijé. Realmente había crecido, tanto que ya medía como yo prácticamente.

Me llevé las manos al vientre, colocando una sobre la otra y ladeé la cabeza, moviendo consigo los cabellos que caían como una cascada desde mi cabeza, ondeando hacia fuera y hacia el cuello. Me fijé así mismo en las ropas que llevaba. Parecía todo un aventurero.

Su padre ha debido de enseñarle muy bien

Con mi particular voz dulce como el azúcar, me dirigí hacia Dean, sonriente como siempre.

Hola Dean. Me agrada muchísimo volver a verte. Has crecido mucho más de lo que yo pudiera pensar. Fíjate, apenas te saco la coronilla, y porque llevo zapatos con alzas, jejeje

Repuse riendo como una niña, tras lo cual, extendí un ala de mi espalda. El ala estaba emplumada con plumas blancas como las de las gaviotas, y parecía suave como los gorriones. Entonces acerqué mi ala hacia él, dejándola a su alcance. Sonreí nuevamente, mientras miraba con mis muy abiertos ojos verdes hacia los de caramelo de Dean.

¿Te acuerdas de mi, Dean? Cuando eras pequeño, te gustaba mucho tocarme las alas, jejejeje Recordé mientras seguía observando mi ala cerca de él. Probablemente por ese hecho me recordara. Aún lo recordaba como si fuera ayer, entre los callejones de Eliria, a hombros de su padre.

La vía hacercarse, era increible. Sabía que habia visto antes angeles, de echo ella lo afirmaba, aun asi... de pequeño creo que no pude ver con claridad la belleza que emanaban esos seres, ahora podía apreciarla.

Iba a hablar, pero, al ver como estiraba su blanquecina ala, no pude controlar las emociones que me abarcaron. Lo recordaba perfectamente, estabamos en una ciudad y ella extendio sus alas, entonces yo las toque y eran suaves, lo más suave que había tocado en toda mi vida. Mi rostro se vió iluminado por una melancólica y feliz sonrisa. Entonces la miré.

-¡Claro que me acuerdo!-entonces ví que me había dirigido con demasiado fogosidad, y traté de relajarme, pero no por eso disminuyó mi felicidad.-Un placer volver a verla, señorita Amy. Usted, sin embargo, seguís igual de perfecta.

Sonreí apaciblemente cuando vi la reacción de Dean. Parecía muy emocionado al recordar aquellos años cuando era pequeño. Recogí mi ala cuando vi que trataba de relajarse, con una risita en mis labios apenas audible. Entonces oí cómo se dirigía a mi, y me llevé una mano a la cara, con una mirada de asombro en mi rostro.

Oooh, Dean, qué caballeroso.

Entonces volví a recordar lo que acababa de decir. ¿Perfecta?Dean tiene buena idea de mi al parecer... Pensé con una sonrisa, tras lo cual, se sonrosaron mis mejillas de forma ligera y me quedé mirando a Dean a los ojos.

¿Perfecta yo? Qué cosas dices, Dean...jejeje.. Repuse mientras me lelvaba una mano a mi mejilla, mirando hacia otro lado, lado donde estaba Andrew, observando sus ojos oscuros. ¿Se lo habría enseñado él?

Entonces me volví hacia Dean y traté de recomponerme.

Bueno, ejem, ¿qué te parece, Dean, si...

Me detuve, mientras miraba la carita tierna de Dean. A pesar de que hubiera crecido, seguía viéndolo como un niño, y mi instinto maternal había despertado. Sonreí de forma amplia, justo un momento antes de abrazarme a él como una loca, hablando en tono agudo y alto

¡Aaay!¡Si es que eres una ricura, Dean!¡No aguantaba más sin abrazarte de este modo!

Repuse mientras seguía abrazándole con fuerza. A pesar de que fuera una fémina, no era débil en lo que a los brazos se refería al menos.

Todo ocurrió demasiado rapido, no sabía que habia hecho o que había ocurrido en general pero estaba achuchado entre sus brazos. Casi me dejaba sin respiración, ¿quien diría que alguien aparentemente tan fragil tendría tanta fuerza? Miré a mi padre, desconcertado, no sabía como reaccionar.

Observé todo con atención. Amí tambien me pilló muy de sorpresa la repentina reacción de Amy, pero ya la conocía y no pude hacer otra cosa que reir con ganas.
Mi hijo, sin embargo, aun no la conocia bien, y pude ver su gran desconcierto en la mirada, pidiendome casi a gritos que le ayudara, pues no sabría como reaccionar, seguro.

Volví a reir con ganas, que se las apañara. Amy era asi, y se tenia que acostumbrar.

OFF Siento haber tardado tanto, tuve una serie de cosas que hacer ayer, y acabé con cansancio hasta en los brazos. Y encima la alergia....pufff.. Pero bueno, sin más dilación, os responderé.

ON

Mi apariencia frágil era real en muchas de las cosas que podía hacer, pero no al menos abrazando. Quizás fuera una de mis virtudes que me hacían sentirme segura de mí misma, quién sabe. Mientras oía la risa de Andrew de fondo. Me preguntaba qué sería tan gracioso, así que abrí los ojos y lo vi. Dean estaba aparentemente algo desconcertado, y su piel ligeramente, pero muy ligeramente, morada. Entonces le solté rápidamente, y no pude sino reirme, aunque tratando de disculparme con él.

Jejeje, lo siento Dean, es que eres adorable como cuando pequeño, jejejeje

Entonces me giré hacia Andrew y vi que tampoco podía evitar reirse.

El ver todo esto me alegraba mucho. Más de lo que ellos pensaban.

Tras pensar en todo esto, me fui hacia Andrew y le pregunté con simulada seriedad.

¿Qué te parece tan gracioso, eh, Andrew? Estaba "aleccionando" a tu hijo como es debido

Pero no podía aguantar esa seriedad, y por consiguiente, estallé en risas, encogiéndome por el estómago, ya que de tanta risa casi empezaba a dolerme la barriga, hasta que pude tranquilizarme.
Entonces me acerqué lentamente a la pared y aún riendo, me apoyé en ella de espaldas.

Jejeje...aah...qué risa...Menos mal que os tengo a vosotros, mis queridos Dean y Andrew...

Repuse bajando la alevosía de mi tono, así como mi mirada

Reí.

-Pues deberias aleccionarle de otros metodos, Amy. Aun que sigas considerandolo un niño ya es todo un hombre. Que una mujer y un hombre se apreten tanto puede tener consecuencias en este ultimo.-reí, Dean me mataria por ese comentario y apostaba a que Amy enrojecería si entendía mi comentario.

sonreí ampliamente mirandoles

Me soltó, al fin. No es que me hiciera excesivo daño, pero aquello habia sido demasiado repentino y no me lo esperaba. Tome aire y posando una de mis manos en el pecho traté de recobrar el ritmo.
Vi como se reian, les miré mal con los ojos entrecerrados. Pero entonces me incorporé del todo y sonreí. Los crios parecian ellos pero, que felices que eran.
Escuché el comentario de mi padre y como era evidente le miré fatal, además de que mis megillas se sonrojaron un poco. Agaché un poco la cabeza, aun refunfuñando por el comentario

Me giré hacia Andrew en cuanto oí que volvía a reir, y fui escuchando lo que decía, con las manos colocadas sobre mi vientre, sonriendo con jovialidad. Quizás tuviera razón en eso de que no debía aleccionarle así, y de que ya no era un niño. Por algo se le notaba más maduro y crecido. Sin embargo, lo que dijo al final al principio me quedé pensativa, con un dedo en los labios, mirando hacia el techo. Pero bajé la mirada hacia Andrew y vi cómo sonreía en demasía. La frase guardaba algo entre líneas, estaba segura. Y todo se me aclaró en cuanto vi a Dean sonrojado, bajando la cabeza. Entonces mis mejillas se colorearon de un color rojo fuerte, mientras que mis ojos se abrían como platos y me llevaba una mano a la boca, sorprendida,dejándose escuchar un ligero gritito de sorpresa.

Andrew...lo dirás en broma ¿verdad?..

Fue un momento incómodo de silencio, momento en el que fui a mirar hacia Dean, más ruborizada si cabe.

Dean...¿De verdad te puedes sentir así por un abrazo mío?

Pregunté algo inocentemente. Claro, sabía que no llevaba sujetador, y que mi ropa era fina, pero bueno, no estaba muy acostumbrada a crear efectos de atractivo sexual sobre alguna persona. Siempre me había considerado inocente, y una niña en las imágenes de todos.

Enrojecí más aun, en esos instantes llegué a odiar un poco a mi padre. "maldito sea..."

-No, no, claor que no. Bueno, a ver.. yo... ¡no!-hablé desconcertado, no sabia exactamenet que contestar. En parte tenia razon pero era algo demasiad minimo como para alterarme de esa forma, no era un pervertido...-bueno, yo.. ami no me pasa, mi padre exagera, no soy un pervertido ¡hombre!

"Tierra tragame"

Al parecer estaba un poco nervioso, a juzgar por su forma de hablar de ahora. Decía que no, con duda, lo que no permitió que mi expresión desapareciera. Entoncs lo admitió, y en ese momento, mi rostro se volvió tan rojo como la sangre, y me di la vuelta, yendo hacia la puerta.

Bueno...vaya...es un tanto...inesperado

Dije aún tratando de recolocarme. Apenas había encajado esa respuesta. ¿Yo creado esa sensación? No, no puede ser.

Cuando estuve junto a la puerta, agarrando el picaporte, respondí

No...no eres un pervertido, Dean..

Y entonces abrí la puerta, como si estuviera hipnotizada, mientras caminaba hacia el patio.

Abrí ampliamente los ojos. "Lo ha mal interpretado".

-Que no, que no, señorita usted es muy atractiva pero lamento decirla que no causa esos sentimientos en mi. Solo digo que puede llegar a pasar a algun hombre pero no me ha pasado ami, ni me pasa y dudo que me pase-apremié a explicar

Era de las situaciones mas embarazosas que habia tenido en mucho tiempo, encima su reaccion no me consolaba. Miré a mi padre suplicante.

Obervé la situacion. ¿Se lo habia creido? creí que captaria que era una broma pero debí suponerlo.

-No no, Amy. Que era una bromilla mujer, tranquila, mi hijo es decente. O eso espero

Me giré en cuanto oí a Dean, y volví a mirar desde fuera de la sala hacia él, con los ojos abiertos como platos. Ladeé la cabeza, mirando con curiosidad.

Si te entiendo...Dean....Bueno, es que...no sé, estoy sorprendida....Perpleja si lo prefieres...

Dije haciendo varias pausas, pensativa. Entonces me giré hacia Andrew en cuanto dijo aquel añadido, y me acerqué a él, cerrando la puerta tras de mi, y tomando sus manos, mientras miraba sus ojos de color caramelo con atención.

Bueno...pero sabes que yo las cosas me las tomo seriamente casi siempre, Andrew....En mi diccionario personal no existen las "bromas"...Pero bueno, lo entiendo. Aun así, lo he tomado de verdad, porque sé que ocurre de verdad. Aunque normalmente...a quien sonrojaban era a mi...jejeje...

Repuse con una sonrisita ruborizada, tars lo cual, agité el rostro, y volví a mirar hacia Andrew, con el rostro más alegre y menos perplejo.

Andrew, no dudo para nada que tu hijo es un proyecto de hombre casi finalizado totalmente decente. Pero bueno, si es una reacción natural ¿Por qué no? No hay nada de malo...igual que si yo....ehmm...

Me quedé pensando en cómo decirlo, mientras mis mejillas se sonrojaban al tiempo que lo pensaba. Lo que podía llamar la atención en mi ocurría mayormente cuando tenía frío. "Oséase...se "hinchan" unas pequeñas protuberancias...". Pero claro, supongo que todo era posible en ciertos momentos. Aun así, no supe cómo decirlo. Me quedé muda, esperando que me hicieran arrancar alguno de ellos.

Resoplé algo aliviado, entonces intentaba decirnos algo... ¿cuando ella que?
Sabia que las mujeres al escitarse su cuerpo dejaba explulsar unos fluidos a modo de lubricante, ¿se referiría a eso? Fuera asi o no, no pensaba preguntarle eso, yo tambien me puse algo colorado.

Cai en la cuenta, o me dio esa impresión que, al decir que a quien sonrojaban eran a ella... ¿¿Alguien habia tenido una situacion asi con Amy??

-Es que ¿te has encontrado alguna vez en una de esas situaciones? Si puedo preguntar, claro

Noté el alivio de Dean y como ella se habia relajado. Entonces.. intentaba decirnos algo.
Intenté entenderla, pero la verdad es que no sabia exactamente a que atenerme. Igual o soltaba lo que para cualquiera sería una burrada o decia la cosa mas minima que podamos imaginarnos, asi era Amy. Reí al ver que no podía explicarse bien y se iba poniendo roja.

-¿Igual que si tu... que?-pregunté aun con una sonrisilla, me daba bastante gracia verla en esa situacion, aun que traté de contenermela

Ante la pregunta de Andrew, sonreí de manera soñadora, casi como una tonta, y ruborizándome más de lo que estaba.

Entonces mis ojos iban de un lado a otro, mirando con nerviosismo. ¿Yo sería capaz...de contárselo

Pero claro, era Andrew, y pensé que debía decírselo. A fin de cuentas, era una de todas esas personas que me habían ayudado tanto, y le tenía mucho aprecio y respeto. Merecía saberlo, supuse.

Entonces, a pesar de que trataba de mirarle a los ojos, de frente a él, bajaba la vista y la alzaba con frecuencia, tratando de mantener el contacto visual, en contra de mi rubor.

Bu-bueno...eh....Verás....¿Recuerdas a Lucius? Le encanta hacerme sonrojar...- Repuse bajando la mirada hacia el suelo, mientras jugueteaba con mis dedos, frotando mis pulgares.

Entonces escuché la otra pregunta, y ahí me puse más nerviosa. ¿Qué debía decirle?¿O cómo decírselo?

En ese momento, decidí irme lentamente hacia el sillón, de cara hacia ellos, y me dejé caer, cerrando los ojos, y frotando mis sienes con los dedos de forma relajada. Para mi era más sencillo cuando me relajaba muscularmente explicar las cosas tan embarazosas.

B-bueno..verás...Cuando tengo frío, debido a que no llevo más ropa que la que veis en la parte superior de mi cuerpo, pues...ehm....llegan a resaltar ehm...bueno...ya sabeis...unas pequeñas "cositas" que sobresalen.

Hice una pausa, tomando aire, aún con los ojos cerrados, y sin ver su reacción, proseguí.

Ahora....ehmm....sé que cuando las chicas se "alteran" tienen cambios de temperatura...y bueno...ehm....una...cesión de fluidos internos....más o menos...`- Callé. No sabía qué dirían o harían tras lo que había dicho. Y estaba muy nerviosa, pero que muy nerviosa.

Increible, ¡Amy diciendome estas cosas! ninga crei que llegaría a oir eso de sus labios. reí internamente, no por lo que estaba diciendo si no por quien lo estaba diciendo. Reí minimamente por lo bajo, algo de risa se me tenia que escapar.

-Valla, valla, con que si ¿eh? Ese tal lucius te corrompe amy-dije riendo entre dientes y negando con la cabeza-esta bien, tranquila. He entendido todo lo que has dicho. Bueno cambiemos de tema, creo que esto es algo delicado para todos.

Me quedé muy sonrojada en cuanto vi cómo se reía y por lo que respondía. Tan roja como un tomate, como para no tomarme en serio, repuse en voz alta y aparentemente ligeramente molesta.

No, Lucius no me corrompe... Dije bajando el tono hasta el final de la frase.

Entonces sonrojada, asentí, corroborando lo que él decía.

Sí...bueno....Yo lo que pasa es que...debería irme a cumplir con mi objetivo... AÑadí en voz baja.

Quedé petrificado, ¿enserio estaban habland de lo que creía? est situacion era embarazosa. No quería saber la vida sexual de ellos dos.

La situacion se comenzó a ponmer incomoda, más aun, entonces la mujer dijo que s emarcharía, o eso entendí yo.
Aun que no sabia si se iba de verdad o se quedaría un tiempo más. Esperé a las siguientes reacciones

-Lo siento Amy, venga dejemos el tema ya-dije, con una pequeña sonrisa aun que algo arrepentido de haber sacado el tema, ahcer bromas con Amy era dificil.-¿Te vas ya? ¿no quieres quedarte ni a comer?