Llegada con... ¿amigos?

Aparecimos en el vestíbulo del edificio principal del clan. En cuanto nuestros pies notaron suelo firme, solté las manos de los dos licántropos y la nube de oscuridad que nos había traído desapareció.
Avancé unos pasos y silbé hasta que se oyó un escalofriante canto y una especie de fénix negro se posó en mi antebrazo extendido. Le acaricié la cabeza y le murmuré al oído:
-Avisa a Arshei-sama, los licántropos están aquí. Vamos, corre- el fénix negro asintió y desapareció en medio de llamaradas granates. Me volví hacia mis invitados-. Mi señora llegará enseguida.

Asentí con la cabeza mientras observaba el vestíbulo. Estaba bastante bien decorado de no ser por la oscuridad que rodeaba a todo objeto.

Asentí junto a Ian. Recorrí con mirada recelosa aquel lugar, no me daba buena espina en absoluto... pero no quedaba otra que esperar alli...

Estando en mis aposentos sentí una sensación realmente desagradabe. Algo había entrado en el infierno que no me daba muy buena espina. Intenté concentrarme en saber que había llegado.
*¿Qué será lo que ha llegado?... No... ¿Ese bastardo hermano de Walter? Imposible, serán imaginaciones mías, Arshei-sama nunca dejaría pasar a esa escoria al infierno, será mejor pasar del tema...*

*El fénix llegó con una chapita de metal azul, que entregó a Angela, señal de que iba a hablar con Odin en esos mismos momentos y de que no podía ir ahora mismo, que lo haría en cuánto pudiera. El fenix además lanzó un miniestallido de oscuridad, señal de que era mejor de que se ocultase la presencia de los licántropos hasta que llegase ella, éstos suprimiendo al máximo sus auras y Angela aumentando la suya al máximo. Era una orden para evitar levantar sospechas.*

Extendí el brazo de nuevo al notar al fénix y cerré la mano sobre el objeto que dejó caer en ella. Era una chapa de metal.
-Inganno, ¿de qué color es?- le pregunté en voz baja al fénix, que me picoteó el brazo diciendo "azul" en morse-. Buen chico, te has ganado una golosina.
Me guardé la chapa y dejé que Inganno se subiera en mi hombro. Acto seguido me volví hacia los dos licántropos.
-Estáis atrayendo la atención de los diablos. Suprimid vuestras auras ahora mismo y seguidme, estar aquí es muy cantoso- ordené, echando a andar por un corredor iluminado pobremente por antorchas de fuegos fatuos azulados. Dejé que mi aura se extendiera hasta su verdadero nivel y la mantuve elevada para enmascarar la presencia de mis dos acompañantes, por si se les daba mal ocultar su presencia. No me preocupaba que no me siguieran: si no les acompañaba ningún diablo "amistoso" se meterían en varios fregados muy pronto.

Quedé pensativo, nunca antes había tenído que ocultar mi aura... nunca quise, pero el momento lo requería y prové con ello.
Afortunadamente, la reduccion fue un exito y mi aura quedó reducida de tal manera que no se notaba mi presencia. La seguí.

Después de dar un largo paseo por los corredores laberínticos, llegamos a una puerta de madera de ébano con unas letras grabadas: Angela Diazza. No molestar. Era mi cuarto.
No era muy grande ni muy pequeño, de tamaño normal. En una pared había una sencilla cama doble, en otra un escritorio con muchos cajones (todos cerrados con llave) y una máquina de escribir en braile, en otra una estantería y en la cuarta un armario, también cerrado. No había nada decorando las paredes y estaba muy ordenada. Lo que más llamaba la atención de mi cuarto era que no había ni una sola luz: ni bombillas, ni antorchas, ni nada. Total, yo no lo necesitaba y no solía tener invitados, pero esta vez hice una excepción. Saqué a tientas un pequeño candelabro del escritorio y encendí dos velas con el filo de mi espada de fuego.
-El último que cierre la puerta. Acoplaos como podáis, tal vez tengamos que esperar un poco. Mientras llega Arshei-sama, ¿por qué no me contáis lo que habéis averiguado?- propuse, sentándome con las piernas cruzadas en el borde de mi cama.

Dejé que cerrara la puerta Ian, ya que yo había entrado antes que él. Me quedé parado en un lugar cercano a ella, de pie.

-Hemos estado indagando en la biblioteca, yo llevo dias alli metido. Encontré un libro en donde venía que en una cueva del reino de los brujos había unas gemas que retienen la energía... dos tipos para ser exactos: unas que son de duracion infinita y otras que si se pueden agotar. Pensé que Aspicius y Walter las cogieron por algun motivo. Entonces empecé a pensar el por qué las necesitarían y recorde lo que me habñaste de una cueva del infierno... la que absorvía la energía de cualquiera que tratara de entrar-hice una pausa pues, apesar de que lo había dicho todo con tranquilidad, lo dije todo de golpe-tambíen me han llegado rumores que creo que tienen algo que ver con todo este asunto. Me informaron de que Walter estuvo teniendo una combersacion con un mago y en ella hablaban sobre la pregunta de las preguntas y que hiban a tener la respuesta... pero no tengo idea de lo que puede llegar a significar. Tambíen, en una de mis combersaciones con Walter, le noté completamente derrumbado... y no paraba de repetir que tenía que hacer algo... parecía que no quería hacerlo por que daba la sensacion de que podría perder la vida en el intento-quedé callado unos segundos, mirando al suelo... recordando la expresión de mi hermano.

Me quedé de pie ya que opinaba que en un lugar desconocido hay que tratar todo con respeto y no ir tocando o cogiendo todo lo que se ve. Escuché el relato de Andrew y asentí ya que no tenía mucho más que decir.

Mientras escuchaba hablar a Andrew, puse al fénix en mi regazo y empecé a acariciarle distraídamente la cabeza. Algunos engranajes empezaban a encajar, pero aun había demasiadas preguntas sin respuesta.
-Comprendo... Lo que quiera que están tramando es más gordo de lo que imaginábamos- murmuré-. Lo de esas gemas es totalmente cierto, y lo de la cueva, también. De hecho, ahora mismo disponemos de cuatro de las piedras que no necesitan ser recargadas, pero creo que podemos conseguir más. En cuanto a Walter... No sé, Andrew. En mi opinión, esto huele cada vez peor. Toda esa historia con rollo filosófico incluido sobre preguntas y respuestas no me hace pensar en nada bueno.
El fénix empezaba a quedarse dormido, así que lo puse en la almohada. Por suerte, nada de lo que dijéramos podría oírse fuera; me había encargado personalmente aislar la habitación acústicamente con placas de corcho infernal en la puerta y una delgada capa de vacío bajo las paredes.

Agaché la cabeza, dejando caer el pelo sobre mis ojos cubriendolos, tratando de disimular mi preocupacion. "Walter... en que demonios te estas metiendo...?", no pude evitar sentirme algo triste por si algo le pasara... de todas formas... no permitiria que le pasara nada.

-Bueno... solo queda esperar a Arshei para concretar lo que vamos a hacer al final. Por cierto, donde está?

-Hablando con un posible aliado bastante poderoso que podría estar interesado en ayudarnos- respondí-. Supongo que las negociaciones serán cortas.
Me quité la venda con cuidado, alcé la cabeza y abrí mis ojos dorados de pupila vertical. Por supuesto, no noté ningún cambio. Suspiré, cerré los ojos y volví a vendármelos. No sabía ni por qué seguía haciendo aquello. La fuerza de la costumbre, supongo.

Observé sus ojos con sorpresa... ya había intuido su ceguera, pero aun asi me daba demasiada curiosidad.

-Puedo preguntaros algo?-hice una pequeña pausa-Que os paso en los ojos?

Dejé escapar un gesto de dolor y giré la cabeza hacia donde estaba Andrew.
-Fui acusada de traición en mi antiguo clan. Tenían pruebas, aunque yo no había sido. Supongo que fui el chivo expiatorio. Mi padre, el patriarca del clan, se encargó de castigarme personalmente.- Señalé las cicatrices que asomaban por debajo de la venda-. Su espada era certera y absolutamente precisa. Una herida así es imposible de regenerar por completo, al menos con el rango que tenía entonces. No obstante, que sea ciega no impide que haya podido vengarme. Acabé con su vida hace unos siglos- expliqué con voz fría e inexpresiva. No había rencor en mi aura, ni pena, ni remordimientos... no había ninguna emoción.

La miré largamente, realmente sentí compasión por aquella diablesa. Cerré los ojos y asentí, sabia perfectamente que no me vería, pero era la costumbre.

-Lo lamento...-dije, con voz neutra pero suave, sincera.

*Cuándo salí cerré el acceso al Infierno mientras convertía la sonrisa de Arêsha en la sonrisa de Arshei, afortunadamente no había nadie que me hubiera podido ver la otra sonrisa salvo Odin. Me dirigía la Sala del Clan, pero me fijé que no había absolutamente nadie. Suspiré y supuse que Angela habría ido a su habitación por la dirección que había tomado, así que seguí su rastro hasta llegar a la puerta de su habitación. Mi aura estaba completamente expandida, asi que me notarían llegar desde lejos. Me arreglé el pelo, la ropa y todo por el camino, de tal forma que cuándo entré en la habitación de Angela estaba perfectamente arreglada. Nada mas entrar, lo primero que hice fue cerrar bien la puerta, sellarla con fuego y lanzar unas minillamas extremadamente veloces por toda la habitación, inundando el lugar. Una vez hecho aquello, me giré hacia los chuchos, conocía a ambos, eran Ian y Andrew. Caminé hacia una silla que había sin usarse y me senté en ella con autoridad*

-¿Así que éstos son los licántropos...? Ían y Andrew. Lamento el retraso pero estaba zanjando un asunto.

*Les sonreí y añadí*

-Antes de nada y de empezar a hablar y contrarrestar información, quiero asegurarme de una cosa: ¿estáis solos en ésto o hay alguno más? ¿Váis a venir con nosotras? Porque si no es así, os dejo en la taberna de manera pacífica tal y como os he hecho llegar: yo cumpliré mi palabra siempre y cuándo cumpláis la vuestra.

*les dije con tranquilidad y con cierto tono amistoso aunque no exento de odio. Mi aura revelaba sinceridad y ganas de cumplir con aquello. Mi olor, aparte de ser extremadamente sensual para la oscuridad, revelaba que había estado cerca de un hombre y que al parecer el asunto había salido bien, aliviándome de una manera extraña, como si se me hubiese quitado un grandísimo peso de encima pero aún preocupada por lo mismo. Esperaba una respuesta por parte de los licántropos*

OFF:

Antes de que alguien piense mal, Odin sólo me ha abrazado y besado la frente, xd, que ya sabemos como andan algunas mentes... xDXDXD

OFF: Entendido xDDDD :ON

Observé la llegada de Arshei, y con esta, como iluminaba la sala.

-No hay problema-dije, respecto a lo del retraso. Me giré completamente pala hablar con ella-En esto estamos Ian, yo y una licantropa que ahora mismo no está con nosotros. Respecto a lo de que si vamos con vosotras, es de suponer que si hemos llegado hasta aquí no nos vamos a rajar ahora; eso no nos va-dije, hablando tambíen en nombre de Ian con esa ultima frase.

*Le miré con fijeza*

-Una nunca se puede fiar de la Luz.

*En aquellas palabras tanto mi aura como mi olor dejaban bien a las claras que había tenido varias experiencias con lo que aseguraba. No di importancia a éste hehco pues no la tenía y continué*

-Así que una tercera licántropa... ésto ya hacen una suma de 7 seres en mis cuevas.

*dije con un suspiro para añadir con aplastante seguridad*

-Bien, confío en vuestra palabra, pero os advierto de antemano: traicionadme y no sandréis con vida de las cuevas.

*Paré unos segundos y les miré*

-¿Y qué es lo que habéis descubierto? Empezad vosotros y después continuaré yo.

-Puedo decir lo mismo si nos traicionais a nosotros. Yo soy un hombre de palabra, y bien sabeis que me trae sin cuidado temas de luz y oscuridad. Ami solo me interesa lo que me interesa, y punto-dije con seguridad, frunciendo el ceño, mis palabras rebosaban sinceridad y energía(OFF: no espiritual, claro)-Bueno, es de suponer que el tema de las gemas y las cuevas no se ha de mencionar pues ya estamos todos enterados de ello. Las ultimas novedades que he tenido han sido ciertas combersaciones de Walter con un brujo. Segun mi informante hablaban sobre la pregunta de las preguntas y que estaban cerca de la respuesta; pienso que tiene que tener alguna relación. Sin embargo, no tengo idéa de lo que pueda llegar a significar-hice una pausa para que asimilara la informacion y esperé su contestación

*Escuché la información con seriedad y asentí con la cabeza*

-Entiendo...

*Me levanté de la silla y me puse a caminar por el lugar 1 minuto. Después me paré y me giré hacia los allí presentes*

-En ésas cuevas se esconde mucho mas de lo que aparenta haber. A lo largo de todo mi reinado, he puesto a prueba en numerosas ocasiones mi resistencia física para cumplir con una promesa que hice hace muchos años a mi gran amiga, la difunta princesa Arêsha. Ella fué quién me enseñó qué debía de hacer y cómo localizar la cueva correspondiente. Teniendo en cuenta lo que hay, es mas que posible que se dirigan a ése lugar en busca de La Respuesta, que quizás encuentren o quizás no, ya que a lo largo de los milenios muchos diablos, ángeles, ángeles caídos e incluso los licántropos etc han destruído cosas de allí, cosas que nunca han de ser reveladas.

*hice una pausa y continué*

-Investigando en uno de los antiguos libros diabólicos en un dialecto ya extinto y que aprendí gracias a mi gran amiga la difunta princesa Arêsha, pude descifrar un acertijo que me condujo a una cueva peculiar, en la que encontré ésto.

*dije sacando de nuevo la cajita y abriéndola para enseñar las 3 piedras de extraña aura que producián una sensación de seguridad que había en su interior. Después la cerré y la guardé*

-Ésas piedras no necesitan recargarse y funcionan, pues yo misma me he encargado de comprobarlo. En un inicio había 4 piedras, pero en el asunto zanjado he dejado una como seguro, pues en parte nos va a ayudar con ésto, y en parte me va a hacer un favor personal que le he pedido completamente ajeno a vuestras personas.

*dije dejándoles claro que no les afectaría a ellos y continué*

-Del lugar dónde las extraje, aún quedaban unas cuántas mas de tal forma que puedo regresar y conseguir más... calculé que puedo conseguir unas 20, pero tampoco deseo cargar mis cuevas. ¿Alguna duda o pregunta hasta aquí?

*Pregunté con serenidad mientras regresaba a la silla y me sentaba en ella. Mi olor y mi aura revelaban que sabía mas del lugar que había mencionado. Además, se podía notar sólo en mi olor y muy muy levemente que esperaba sacar tiempo y tener la fuerza necesaria si se plantaba una pelea para poder seguir explorando las cuevas, aunque se notaba que en mis intenciones después del asunto me gstaría ir sola o como mucho con pareja o con alguien mas.*

Escuché la conversación tranquilamente y con las manos en los bolsillos del pantalón. No tuve nada que decir así que no dije nada. Negué con la cabeza a la última pregunta de Arshei. Pensé: ¿Los licántropos han destruído cosas allí? ¿Para qué? ¿Quién es el "aliado"? ¿Quién es la tal Arêsha? ¿Porqué quiere ir sola al final?. Mi mente estaba llena de preguntas y la çultima la había adivinado por el olor. Pero de momento no iba a preguntar nada a ver si lo adivinaba por mí mismo.

Noté una leve molestia, no necesitaba la compasión de nadie y menos de un ser de la luz, pero me obligué a pensar en otra cosa. Me levanté por respeto cuando Arshei llegó y asistí a la conversación cruzada de brazos y en silencio. Intuía que Ian tampoco tenía nada que decir: lo que él debía de saber lo estaba diciendo Andrew, y lo que yo sabía lo estaba contando Arshei, así que esperé a que ésta continuara.

*vi que no había preguntas y continué*

-Recientemente mis espías en el reino Vampírico han sido eliminados, aunque una nueva camada se ha reinfiltrado. Al parecer y por las informaciones que me llegan esporádicamente, es el Rey Renegado Itachi el que se los está merendando, por decirlo de alguna forma. Aunque ha cambiado su aspecto físico, ya le he visto y corresponde a su descripción. También llegó a mis oídos que trató de convencer a Ana para romper la alianza y atacarnos, por fortuna creo que no se rompió, aunque como ya he dicho, no me he enterado muy bien.

*Hice una pausa para continuar*

-Las cosas están poniéndose feas y Walter acaba de llevarse a Aspicious al Reino Vampírico para charlar... me sospecho que hay mas personas metidas en dicho asunto, por loq ue seguiré tratando de encontrar aliados.

*hice una pausa para continuar*

-El aliado con el que estaba hablando no es otro que el Gran Rey Desviado Odin, que si no me equivoco llevará a su princesa Ereith como mínimo a las cuevas.

*hice una breve pausa y continué*

-Además, trataré de llegar a varios acuerdos con otras razas, depsués de ésta reunión. Así, ya envié una carta al Rey Mestizo Fereither y a la Reina de los Ángeles Caídos Aurora.

*nada mas decirlo miré de reojo la reacción de Angela, sabía que ambas no se llevaban precisamente bien y continué*

-Las razones son obvias: Ignoro qué traman, pero no han de llegar a dónde se encuentra La Respuesta, y es muy posible que vaya también ese brujo... lo que no sé es si el brujo actúa a espaldas de la Reina de los Brujos Elinor o no, he de hablar también con ella. Me aseguraré de que vayan los máximos posibles de mi raza a las cuevas, obviamente los máximos posibles que sean 100% de fiar.

*hice una pausa y les miré*

-Ésto es todo lo que sé del asunto relacionado con el maestro diablo Aspicious. Bajo ningún concepto han de llegar al lugar... es posible que nos desviemos un poco de la ruta por ciertos descubrimientos recientes que he encontrado en los libros y que en el caso de haber una lucha, nos resultarían como mínimo muy útiles, cosas que se mencionaban en el testamento de mi difunta amiga la Gran Princesa Arêsha que me pertenecían pero que nunca pude encontrar. Por fin creo saber dónde se localizan.

*miré a los lobos y añadí*

-Es posible que si lográis piedras, gemas o algo que acumule una cantidad considerable de energía, y debe de ser mucha, para la luz, la oscuridad y los neutros, podamos conseguir mas preparativos sin sacrificar nuestra energía. La experiencia de mi largo reinado me dice que nunca sobra un aliado o una ayuda por ínfima que pueda parecer en un principio.

Escuché atentamente a arshei, en silencio, y negue cuando preguntó si teniamos alguna duda... aun que como tambien pude oler en Ian, me inundaban las mismas dudas que a él, pero ignoré mi curiosidad.

También noté la molestia que sintió Angela al ver que me compadecia de ella, por lo que no lo haría mas.

-Ian y yo podemos ir a la cueva donde conseguisteis las gemas y obtener mas para tener suficientes-quedé pensativo-tambien tengo entendido de alguien que apuesto a que nos ayudaría por hacerme un favor... sin embargo no creo que quisiera hacerlo sin algo acambio. Hablo de Esra, el actual lider de los cazadores del mal. Si le devolvieras su reino podría ayudarnos, y otro rey no nos vendria nada mal en esta batalla... no sabemos con exactitud a que poder nos enfrentamos por que puede haber mucho mas detras de todo esto.