El Ex-Demonio [Libre]

Parecia que ahora estaba algo mas relajado, sus musculos estaban menos tensos y el dolor de cabeza habia desparecido.
Entonces me fije en su espalda y en las cicatrices que tenia en ella, me acerque a el.

-¿que te ha pasado ahí?

Cuando pregunto el por que de mi cicatrices, solo cerre los ojos recordando por todo lo que habia pasado en ese entonces. Aprete con fuerza mi camisa solo por un momento para luego soltarla por encima de una cesta que estaba en el baño. -Es una larga historia...- Suspire y me pose al frente de ella. -Antes de ser un Angel Caido, era un Demonio.- Dije para luego despues pasar por un lado de ella y sentarme en la cama en silencio.

-Un Demonio...eso no me lo esperaba- dije pensando en alto- ¿y como te ocurrió eso? y lo mas importante, ¿quién te hizo esas cicatrices? parecen bastante profundas.

Me acerque mas hasta el y con mucho atrevimiento por mi parte alargue la mano hasta acariciar su espalda. El tacto de sus cicatrices era muy áspero, si que eran unas cicatrices bastante serias.

Mi piel se eriza cuando su mano toco mi cicatrices, primera ves que alguien lo hacia y se sentía algo raro, mis mejillas se ruborizaron levemente casi que ni se notaba, cerré los ojos, pensando.

-Un Demonio de rango Maestro... Fue hace muchos meses...

En mi mente pasaban muchas imágenes de esa batalla. No se como pude sobrevivir.

Escuche sus palabras bastante atenta, retire letantamente la mano de su espalda no quería ser una mal educada.

-Asi que un demonio maestro...y supongo que tuviste una pelea bastante dura la prueba de ello son estas terribles cicatrices.

Me gire hasta que nuestros ojos se quedaron a la misma altura.

-Lo has tenido que pasar bastante mal...

-Si...- Mire al suelo. -Mate a casi toda mi familia... Bueno mas bien a los superiores de la familia.- Alce mi mirada hacia sus ojos. Aun no podía olvidar aquella tragedia, aunque me hiso olvidarme de mi problema de memoria.

Me mordi un labio y me sentí bastante mal por él y yo me sentí como una idiota integral. Lo último que quería hacer era que recordarse cosas dolorosas de su vida pasada.
Me acerque hasta él y le dí un abrazo.

-Tranquilo, todo eso ya paso, ya no merece la pena que te sigas torturando recordandolo. Siento si te he echo sentir mal, no era mi intencion.

Cuando me abrazo no dude en corresponderle al abrazo, aunque apoye mi rostro en su cuello, cerrando los ojos. Por laguna razón ni dude en hacerlo, lo hise de una manera totalmente relajada, como si un abrazo era lo mas que necesitaba. Me quede en silencio.

Me correspondio al abrazo y aopoyo con suavidad mi cabeza en su hombro. Le acaricie el pelo y continuamos asi un rato mas.

-¿te encuentras ya mejor? Seguro que la ducha te ha sentado bien.

Le sonrei.

-Si... Muchas gracias.- Le sonríe, levantándome de la cama y camine hacia la ventana a ver como todo se había calmado pero las bocas de las personas aun seguían hablando de un "Dios" que cayo del cielo, entre otras cosas locas mas.

-Los humanos son una raza despreocupada, siempre andan haciendo las cosas con tiempo ya que son mortales... Aunque son un poco interesantes.- Dije con una leve sonrisa.

Le escuche atentamente hablar sobre los humanos. Me acerque hasta la ventana, mire el paisaje oscuro que observaba desde la ventana.
Medité bien las palabras que me dijo, sobretodo lo que se refería a los humanos.

-Humanos- repetí pensativa- no he tenido el placer de conocer a alguno desde que llevo siendo un Aster...aunque tengo la sensación de conocerles bastante bien.

Era una tortura eso de no poder recordar lo que había sido de mi vida antes de convertirme en un espíritu vagante por el mundo. Mi semblante se entristeció.

Veo que puso un semblante triste por mi comentario por los humanos, la observe y coloque mi mano sobre su cabello.

-Pero al menos... Puedes comenzar una vida nueva.- Paso mi mano por su frente echando un lado su cabello y besando con suavidad su frente. -Tuviste otra oportunidad... Aprovéchala.- Pase mi mano por su mejilla, mirándola a los ojos.

Parecía que ya estaba mucho mejor eso me alegraba, haberlo visto antes tan afligido me daba un poco de pena.
Me acaricio la mejilla y me roborice un poco y le aplaste una mejilla.

-Me alegra verte un poco mas animado.

-Gracias...- Hablando un poco gracioso con esa mejilla aplastada. Era agradable estar con ella, antes, cuando la conoci parecia alejada de los demas, me di cuenta que era muy timida.

-Hey... quieres ir a.- Corto la oracion cuando pasa por mi cabeza mucho recuerdo que habia perdido. Recorde muchos sucesos y mi cabeza volvio de dolerme volviendo otra vez a ponerse mi ojos de color rojo. Coloque mis manos en mi cabeza y me recoste de la pared.

Parecía que la cosa se estaba animando un poco pero derepente Hunter dejó una frase a medias y pude ver que la cabeza le volvía a dolerle, sus ojos volvían a estar rojos.

-Hunter, ¿te encuentras bien? mejor tumbate un rato en la cama. Esperame aquí voy a ver si puedo quitarte el dolor de cabeza.

Me metí al baño y cogí una toalla y la moje bien. Luego salí del baño y me sente en un una orilla de la cama. Se la puse suavemente en la frente.

-A ver si así se te pasa el dolor.

Los recuerdos no paraban de venir, pero de manera muy distintas, no completas pero si se distinguian con claridad. Me acoste en la cama con ayuda de Natalia, mis respiracion se agitaba y mi temperatura corporal se elevaba, mi vista era borrosa.

-N-neliel...- Balbuceando palabras sin sentidos. Sentia que mi cuerpo se quemaba por dentro, aun por el dolor de cabeza hacia que mis poderes se alteraban, hasta que un momento se tranquilizo y yo tambien lo hice. Observe un momento a Natalia a los ojos antes de cerrar mis ojos, permanecia en un estado incociente pero estaba despierto... Solo quise relajarme.

Notaba como su temperatura corporal empezaba a subir cada vez mas. Le toque la frente, estaba ardiendo pero no sabia si tenia fiebre o si era un simple elementalista de fuego.

Fui de nuevo al baño y moje aun mas la toalla. Se la coloque de nuevo en la frente. Parecia que la temperatura de su cuerpo bajaba un poco. entonces escuche como balbuceaba un nombre.

-¿Neliel, quien es Neliel?

Abrí los ojos cuando pregunto por ella, me agite un poco por una sensación de preocupación, pero no sabia el por que estaba así, ademas ¿Quien es Neliel? Me pregunte a mi mismo en mi mente. Me senté en la cama tratando de recordar quien es ella... Ademas ¿Quien es ella? ¿Acaso ella me borro la memoria o tuve algo con ella? Comencé a divagar por mi mente buscando alguna respuesta. Me mantenía en silencio y mi mirada hacia la nada.

Notaba que estaba haciendo un gran esfuerzo por recordar, se estaba esforzando quizas demasiado. Me sentia bastante impotente, no podia hacer nada.
Me arrodille junto a el y le mire a los ojos.

-tienes que hacer un esfuerzo y acordarte de ella, puede que sea la clave de lo que te sucede

Tenia razón, tenia que hacer un gran esfuerzo en recordarla, pero solo pude recordar su rostro y su nombre al igual de un sujeto llamado Herb, al parecer era un Uroba pero me daba mala espina solo en recordarlo, así que solo no le di a importancia a el y me concentre en la chica.

Me levante de la cama y fui a recoger mi franela en la cesta del baño, pensé en unos momentos en las chica de mi recuerdo mientra que me colocaba la franela.

Pensaba que si la iba a buscar podría recordar mas de ella, ademas, podría ser ella quien tendría mis cosas, no lo se, tenia que averiguar.

-Me tengo que ir...- Me voltee a mirarla con una sonrisa. -Gracias por atenderme... Te lo agradezco mucho.- Me acerque a ella y le di un leve beso en la mejilla. -La próxima ves que nos veamos te pagare este favor ¿Te parece?- La mire a los ojos con una sonrisa.

Parecia que algo habia cambiado en su actitud, ahora estaba mas decidido y mas seguro que antes. Se termino de vestir y estaba dispuesto a irse.

-de acuerdo si tienes que irte hazlo espero que nos veamos otro dia, mucha suerte Hunter

Al recibir ese beso en la mejilla me sonroje.

-Gracias.- Vi que sus mejillas se enrojecieron, preocupándome un poco. -Oye... ¿Estas bien? Tienes la cara roja...- Puse mi mano en su frente a ver si tenia una señal de fiebre. Aunque estaba apurado y decidido a ir a buscar a Neliel, la chica de mis recuerdos, no podía dejarla estando enferma.

Después de tocar su frente toque su cuello con ambas manos para estar seguro si tenia fiebre o no. Pero al parecer que no tenia, suspire de alivio apartando mis manos de su cuello. -Bueno no tienes fiebre...- Dije terminando con una leve risa.-

No se dio cuenta de que estaba ruborizada por suerte. Me separe lentamente de el.

-tranquilo estoy bien, y tu ten mucho cuidado alla fuera. Espero que todo te salga bien. Ya me contaras.

Le di un beso en la mejilla.